Musofobia(actualizable) (segundo fragmento ya disponible)

A las 12:55 pm en la casa #73 de la calle Filo, Ana repentinamente abrió los ojos luego de oír un ruido, ella imaginó que debía de haber sido su gato, pero después logro oir lo que parecían pasos humanos subiendo la escalera de su casa de 3 pisos.

La estructura de su casa era algo poco convencional, la sala donde se encontraba la entrada principal se encontraba en el nivel medio del lugar, si caminabas llegabas a un punto donde habían escaleras en 2 direcciones hacia arriba y hacia abajo.Si tomabas la primera escalera llegabas a los distintos dormitorios del hogar, mientras que si tomabas la segunda(que fue la que ella oyó que alguien iba subiendo) te llevaba a la cocina,el comedor, otra salita y la terraza.

Así pues Ana, bajo las escaleras para averiguar pero para cuando llego no había nadie en el piso medio, así que decidió ir más abajo para investigar. Llego al comedor y no encontró nada, pero al entrar a la cocina algo aterrador...

Su gato muerto a medio devorar, chorreando sangre y atrás de él escrito con esa misma sangre "catlover esta aquí".

Ana gritó y después empezó a llorar "¿Quién era ese tal catlover? ""¿Por qué habría devorado a mi gato? " "¿por qué habría de avisar su presencia?" Eran algunas de las dudas que ella tenía.

Ana llamó a la policía local para investigar el caso, pero esta hizo caso omiso debido a que le dieron poca importancia ya que el asesinado era un gato.

El día siguiente fue un día de extrema tensión para Ana, tenía un mal presentimiento de lo que vendría y con mucha razón.

Manejaba su automóvil encorvada, rechinando los dientes, y con los ojos bien abiertos,tratando de huir.

Llevaba a su hija Estefania, de 9 en el asiento trasero, quien no sabía lo que había sucedido la noche anterior y portaba una diadema con orejitas de gato.

Salieron a carretera, hasta llegar a Monclova, Cohauila donde se instalaron en un pequeño hotel de paso, apenas llegando a las 11:50 pm.

Ya instalados a punto de dormirse dieron las 12:55 y un grito se oyó a lo lejos, Ana salió corriendo a ver que sucedía y vio a una mujer de la limpieza aterrada, y enfrente de ella una escena similar a la de la noche pasada, solo que en esta ocasión era un gato callejero un mensaje diferente: "Nadie escapa de catlover... La 3era será la gata más amada". La pesadilla cada momento era más horrenda, Ana solo se quedo paralizada, dejando su movimiento solo para sus temblorosas manos.
Y en ese momento su hija llegó caminando y vio dicha escena.

Ese día ambas la pasaron en el hotel escondidas en el armario de su propio cuarto.

En la noche a las 12:54 Estefania, salió del mueble, para ir al baño, ¡Oh peor error no pudo haber cometido!
Dieron las 12:55 y los gritos de su hija despertaron a Ana, quien corrió en seguida hacia el baño, donde antes de entrar vio un hombre de espaldas incado devorando a su hija con un tenedor y un cuchillo, el hombre sin dejar de dar la espalda, metió los cubiertos en los bolsillos de su saco,luego tomó una enorme cabeza de rata que tenía a su lado, y metió su cabeza en esta ocultándola, se puso de pie y se volteó. Ana al ver el horrible disfraz de aquel hombre trató de gritar pero aquel hombre tapo su boca.

La cabeza que aquel hombre hombre portaba era una cabeza de rata que parecía de un animal real disecado, pero era de color magenta y alrededor se su ojo derecho tenia quemaduras, mientras que tenía sus párpados unidos por medio de costuras, el otro ojo era perfectamente normal.

Llevaba una vestidura bastante elegante, de smoking y camisa, la cual contrastaba con sus zapatos viejos y llenos de tierra.

El hombre con la mano tapando la boca de Ana sacó de su pantalón un arma de mano y la apunto hacia ella.

- Vuelves a intentar gritar y disparó- dijo aquel hombre- Sabes, eres muy linda, me dan ganas de comerte a besos... Desgraciadamente tengo esta máscara y aún no es tiempo de mostrarte mi identidad...-prosiguió.
La mujer gemía demasiado, y cada vez más fuerte. De pronto alguien tocó la puerta.

-¿quien es y que quiere?-gritó catlover.

-soy el administrador del lugar, quería checar si todo andaba en orden.

-si todo se encuentra perfecto.

-bien, si me disculpa voy a pasar.

El administrador saco su llave y la coloco en la perilla,luego la giró y empujó la puerta para entrar, y lo primero que vio al entrar fue la escena de aquel desequilibrado tomando a la fuerza a Ana. En ese momento ella logro quitar la mano de catlover de su cara y solo pudo gritar
"¡Llame a la policia! ¡Por favor!"

Antes de que su boca fuese obstruida nuevamente, el administrador solo se quedó serio unos segundos, y luego dijo:

-¿Por que abría de llamar a la policía, si el nuestro amigo? Si este hotel existe y gracias a él, ¿Y tu quieres que lo encarcelen? Amigo será mejor que les de privacidad se lo que quieren hacer.

-Gracias Bill, siempre puedo contar contigo.-dijo el asesino

Ana solo empezó a llorar al darse cuenta que ella estaba sola en aquel lugar y que solo había excavado su propia tumba, mientras aquel hombre abandonaba la habitación.

-ya se fue, es un gran hombre ¿sabes?- dijo catlover- Como sea, hay algo que no me agrada de ti y es que aunque te pedí que te callaras, sigues quejándote, pero no te preocupes todo tiene solución...Guardaré unos segundos el arma, aún así no quiero que intentes algo para huir¿entendiste?.

Ana solo asintió con la cabeza.

-buena chica.

El hombre guardo lentamente en el bolsillo de su pantalón el arma y de ahí mismo saco un hilo y una aguja,
en ese momento la mujer uso su codo y lo golpeo en la boca del estomago y seguido de eso le dio una patada trasera en la entrepierna y en lo que él se retorcía ella empezó a correr hacia la ventana, para intentar saltar al árbol que se encontraba cerca de ésta, pero estaba cerrada y antes de poder abrirla, el hombre puso el hilo y la aguja en su otra mano, sacó nuevamente su arma, apuntando directamente así a ella.

-¡No te muevas o disparo!- gritó catlover.

La mujer movió ligeramente el brazo tratando de abrir disimuladamente la ventana, cuando el asesino disparó el arma contra el cristal.

-¡Dije que no te movieras! Has tenido muchas oportunidades la siguiente conocerás el sabor del plomo de una bala... Ahora híncate con las manos en la cabeza.

La mujer llorando siguió las instrucciones de catlover.
-Eres como un lobo siempre controlas a los corderitos, nunca dejas que te controlen ¿no?, siempre tan crítica apoyándote en la razón, pero de que te sirvió eso, tu novio te dejó hace 10 años cuando, se enteró de que estabas embarazada y nunca volviste a saber de él, compensabas su cariño con el de un gato el cual yo con gustó devoré y sobreprotegías a tu hija, pensando que toda la gente era una maldita... Pero nunca imaginaste lo maldita que puede llegar a ser una persona y que no siempre estarías ahí para proteger a tu hija....

Y ahora lloras indefensa, demostrándome que solo eres lobo hasta que llega un lobo más grande, y ese lobo soy yo... Pero no te preocupes ya solucioné tus problemas, tu gato y tu hija están muertos, puedes volver a disfrutar de los goces de tu sexualidad, y que mejor forma de hacerlo que conmigo, pero como dije antes no me gusta que seas ruidosa, así que ¿Que tal si le damos solución a eso?- dijo el hombre con la cabeza de ratón y se colocó detrás de ella,guardando el arma.

Comenzó a perforar sus labios lentamente con la aguja cruzando el hilo, uniendo así sus labios, los labios escurrían sangre que se mezclaba con las lagrimas que amargamente soltaba, finalmente quedaron completamente unidos.

-¿sabes? Creo que así te ves mejor, el rojo denota más tus labios... Como que hace mucho calor¿no?¿Que te parece si nos quitamos la ropa?...

El hombre con su arma nuevamente a fuera y apuntando hacía ella comenzó a desnudarla contra su voluntad y la azotó contra el suelo, seguido de eso se bajo los pantalones y empezó la violación.

A la mitad del acto, el hombre dijo:

-Creo que vamos muy rápido, aún no has visto mi rostro creo que ya es tiempo.

El hombre se quitó la máscara mostrando su rostro, sólo Ana en ese momento pudo saber la identidad de aquel señor pero era demasiado tarde la hora de su muerte había llegado.

Catlover comenzó a besar lentamente su pierna hasta que esos besos se convirtieron en mordidas, pero después de la tercera mordida se detuvo, buscó en las bolsas de su saco y tomó fuera sus adorado cubiertos y comenzó a rebanar.

-No sabes cuan apetecible te me hacías....- dijo el hombre.

Capitulo 2
Investigando el misterio

Al día siguiente los encargados del hotel llamaron a una agencia de detectives privados, diciendo que apenas habían encontrado los cadáveres en la mañana y que en la madrugada no habían oído nada, obviamente esto era mentira.

A los 30 minutos llegaron al hotel los detectives Alan Cortázar ,Mariela Rivera, Nicolás Borbolla y Carlos Petrov, con el primero que tuvieron un encuentro fue con Bill Richards el administrador.

-Buenas tardes supongo que ustedes son los investigadores, mi nombre es Bill Richards, administro este hotel, bueno en realidad yo me encargo de todo menos de la limpieza para eso esta Sandra y la seguridad de la cual se encarga el guardia Miguel Piñeyro.

-Pero al parecer el señor Piñeyro no hace un buen trabajo.

-Se tomó unas vacaciones.

-¿No pudieron contratar alguna otra persona para sustituirlo?

-¡Estamos cortos de presupuesto!-dijo Bill enérgicamente.

-Perdoné mi mala educación soy el detective Petrov, ellos son mis compañeros los agentes Rivera,Borbolla y Cortázar. Usted tiene un nombre curioso, demasiado Norteamericano¿Es originario de aquí?

-Si, mi padre era Estadounidense, pero mi madre es de aquí y yo desde mi nacimiento he vivido aquí. Pero ¿Que me dice usted? ¿Petrov no es el apellido más común entre los latinos o si?

-Mi abuelo era ruso.

-oh... Bien, les mostraré las instalaciones del hotel.

-Señor Richards, ¿No podríamos simplemente ir directo a la escena del crimen?-dijo la agente Rivera.

-Por supuesto... Acompáñenme.
Bill los guió hacia la escena del crimen, en el camino discretamente Cortázar dio un vistazo discreto a los registros de huéspedes del hotel y siguió caminando, detrás de su guía y finalmente llegaron al lugar del crimen.

Al entrar a la habitación era más que notable ver a Ana con la piel cortada, sin manos ni pies, desnuda en el suelo, con los labios cocidos,con las piernas abiertas, con la mirada nublada viendo al cielo, repleta de sangre y con las vísceras de fuera.
Pero tampoco se podía ignorar a la pequeña Estefania a medio devorar.