۩ღ Acacia Amarilla ღ۩ [Privado , Evil-Dog]

—Eso porque aun no has conocido lo que yo soy capaz de hacer. Pero bueno… por el momento quedará como un secreto mío. Por cierto, encontré el libro que buscaba la otra vez. Aunque es una versión bastante antigua y hay que tener cuidado con sus páginas — Fui a buscarlo y una vez que lo encontré, se lo llevé. Ni siquiera recordé el título del libro, pues estaba en otro idioma, pero tengo memoria de haberlo averiguado y empezaba con”K”.

Su contenido era demasiado para la época.

Mire la portada de aquel viejo libro, no entendía por que era tan importante.

-"Que es?"- le pregunte algo incrédulo

—Cuando lo abras te vas a dar cuenta— Sonreí de manera perversa y degenerada — Aunque creo que serás peor conmigo luego de ver todas esas cosas. O puede que yo deje de ser tan pasiva… — Recordé como se llamaba el libro : Kamasutra.

A medida que pasaba las paginas mi expresión se transformaba de la de un escéptico a la que vendría siendo la del mas fanático de los monjes pondría al recibir una respuesta personal de su dios.

-"Puedo saber como y cuando conseguiste esto?"- Pregunte tratando de que no se me escapara una sonrisa lujuriosa

—En la biblioteca del palacio. Estaba buscando un libro en especial y lo encontré oculto detrás de otros libros por arriba de la mitad de los estantes. Allí encontré cada cosa…

-"Ya veo... Y esperaste a que estuviéramos solos, a kilometros de cualquier otra persona, frente a una fogata y con una calida tienda esperándote para mostrarmelo..."-

—Si… Pero te quedarás con las ganas—Le saqué la lengua ,le arrebaté el libro y me acosté para dormir.

-"Qué? No hablaras enserio, hacerme esto debe ser un crimen en mas de un país"-

—Puedes hacer otras cosas indecentes para auto estimularte. Yo ahora solo quiero dormir.

-"Bien, vete a dormir... Pero te advierto que habrá consecuencias por esto"-

Me di la vuelta y me sente de piernas cruzadas.

—¡No te tengo miedo!— Exclamé. Me acomodé bien para darle paso a los dulces sueños, sin antes sentir como mi bebito se movía suavemente dentro de mí.

-"Entonces duerme tu que puedes"-

me quede sentado viendo al fuego preparandome para una noche de insomnio, a pesar que estaba muerto de cansancio no quería irme a dormir, por que sabia perfectamente que habría en mis sueños.

A la mañana siguiente me desperté y con un poco del agua que traía, me enjuagué la cara y la boca. Como no vi a mi esposo a mi lado, supuse enseguida que estaba afuera y tal vez no había dormido un cuerno.
Al salir, efectivamente estaba allí. Me le lancé encima no muy suavemente , como solía hacerlo por costumbre.

—¡Listo para irnos?

Me encontraba más animada aquel día.

Ya había amanecido y había logrado trasnochar sin dormir ni un instante, me senti aliviado por no tener que ver de nuevo esas horribles pesadillas, pero el momento que se me lanzo encima tuve una nueva alucinación, esta vez era Amaya la que estaba con la cabeza apoyada en mi pecho llorando. Pudiendo por favor que no muriera.

En esta ovación la visión fue mas corta, y regrese en mi en solo un par de segundos.

Ahora ella se veía mas alegre y no podía arruinar su felicidad contándole lo que acabava de ver.

—Vamos, idiota, que debemos seguir con nuestro camino. Y cuando lleguemos vas a descansar conmigo a tu lado — Sonreí de forma amorosa.

-"Cuando llegemos a nuestro destino lo ultimo que vas a querer hacer es dormir... Casi puedo asegurartelo"-

Me levante algo mareado y comencé a recoger todo.

—Voy a estar molestándote todo el día sino te vas a dormir , créeme lo que te digo — Empecé a ayudarlo.

-"No puedo dormir en un lugar donde me siento tan desprotegido, así que no, no me iré a dormir... Además no estoy cansado, no podría dormir aunque quisiera"- Realmente me moría de cansancio, pero tenia que guardarme eso para mi.

—Como quieras. Por más que te insista nunca me escucharás y no me harás caso— Inflé las mejillas y terminé de recoger mi parte — Pero bueno… está bien. Ahora apúrate que me carcome la ansiedad!

-"Te dije que tu actitud de anoche tendría consecuencias"-

—Dime cuáles son y las enfrentaré como toda una mujer.

Puse ojos y tono interesante.

Tome el libro y le se lo di abierto en una pagina que hablaba de eyaculación femenina y de como inducirla.

-"Quiero hacerte eso"-

Le empecé a manotear el libro. Estaba completamente roja de la vergüenza.

—Juro que voy a quemarlo. Y no harás nada de eso… No te dejaré hacerlo ni en los más repugnantes de tus sueños. Sería muy vergonzoso para mi — Agaché la cabeza tratando de dar pena.

Que escogiera eso en particular no era coincidencia, sabia perfectamente que se iba a negar, pero era el único modo de hacer que me dejara ir sin dormir, no estaría seguro hasta que cruzara la frontera, y si quería hacerlo ese mismo día tenia que empezar a moverme ya.

-"Entonces vamonos ya"- le dije bostezando

Guardé silencio por el resto del viaje. La verdad es que todo había estado demasiado tranquilo a medida que íbamos avanzando, y eso me perturbaba ligeramente.
Mientras tanto iba despidiéndome de las acacias y de mi tierra, la que pronto volvería a ver nuevamente, seguramente para el cumpleaños número uno de mi bebito.