۩ღ Acacia Amarilla ღ۩ [Privado , Evil-Dog]

Detuve el caballo y me baje de el -"Perdón por lo de hace rato, fui bastante tonto al pensar que podía contratar los servicios de esa gente para nuestra causa..."-

— ¿Un tonto? Un estúpido idiota diría yo. Mi madre y Ladelly hubiesen querido que lo haga por los medios adecuados, no contratando a un par de matones que prácticamente le hicieron la vida imposible a mucha gente inocente. Así que espera a que se me pase el enojo antes de volver a hablarme sobre eso.

-"Esta bien, aquí ellos ya no podrán molestarnos... mucho menos seguirnos el paso."- Fui a donde estaba ella y le tendí la mano para ayudarla a bajarse de Fir. -"Si quieres comer, dormir o darte un baño puedes hacerlo en el campamento, y oficialmente te doy la bienvenida a Sôl Austan"-

Cambié mi expresión de enojo para sonreír amablemente y estiré la mano para que ayudara a bajarme. Una vez en el suelo…

—Gracias.

-"Ven conmigo, hay una persona que quiero que conozcas"-

Asentí y empecé a caminar detrás de él con mi tiara puesta.

La tome de la mano y la lleve hasta la entrada del campamento y mande a uno de mis soldados por los caballos, después me acerque a donde se encontraban un pequeño grupo de ancianos que se calentaban alrededor del fuego

-"Hasta parecen soldados, parda de monos"- les dije jugando.

Tan pronto llegue los ancianos sacaron una bolsa con diez piezas de oro cada uno y los pusieron en mi mano

Yo observé atentamente todo, aunque con un gran signo de interrogación encima de mi cabeza.

-"Un placer hacer negocios caballeros"- dije mientras regresaba con Amaya.

-"Me apostaron que no volvía en una sola pieza"-

En eso salió una mujer de una de las tiendas de campaña que estaban a mitad del campamento. Era una mujer de unos cuarentaitantos... Llevaba armadura y un parche en el ojo izquierdo.

-"Ella es a quien quiero presentarte"-

—“Que gente tan amable”— Pensé muy a mis adentros. Vi a la mujer de reojo.

-"Recuerdas que te conté que mi primer beso me lo dio una ramera cuarentona? Pues es ella, su nombre es Luna y es capitana de mi división y mi segunda al mando"- Dije una vez que estuvo frente a mi

-"No puedo creer que sigas contando esa historia"- Respondió -" y ni siquiera es cierta"- añadió

Estire la mano y ella saco otro puñado de monedas, pagando la misma cuota que los ancianos.

Me quedé pensando en la apuesta.
Pero luego saludé como me lo habían enseñado mis maestros : como una señorita. Aun sin decir nada.

Si he de ser sincera ... me sentía tan nerviosa como cuando era niña y debía conocer gente nueva.

-"Vaya que este idiota tiene suerte"- dijo burlándose de mi.

-"Supongo que debes estar cansada por el viaje, por suerte ya tenewmos una gran carpa para que descansen, y si este tonto trata de ponerse encimoso no dudes en llamarme para darle con un balde de agua fría, si?"- Le dije para luego responder con una reverencia a su saludo.

De cierto modo me alegra que recibieran a Qmaya con los brazos abiertos, pero a Luna le gustaba fastidiarme cuando no tenia nada que hacer, y estoy seguro que esa oferta era completamente seria.

—A este ya lo tengo controlado— Respondí de una manera bastante impulsiva, pero con un tono muy tranquilo que me sorprendió hasta a mí.

Al escuchar aquellas palabras me que con cara de sorpresa, pero sin mirar a nada fijamente , mientras ella me miraba de firma algo acusadora conteniedo una carcajada... Ya podía escuchar como se iba a burlar de mi después.

-"Y... Ella lo sabe?"- me pregunto ahora mas seria

-"Que soy un pervertido con tendencias exhibicionistas? Si."-

-"Sabes a que me refiero"- dijo haciendo referencia a lo de mi magia

-"Esta al tanto de todo"-

Por alguna razón empecé a sentirme más relajada.
Comencé a acariciar mi vientre lentamente , aun contemplando en silencio la escena.

-"Bueno, no les quito mas su tiempo, supongo que iras a ver a tu padre, no?"- pregunto

-"Supongo, todo depende de con que humor me levante"-

Tome la mano de Amaya y la lleve a la carpa de dormir que habían preparado, una bastante ancha por cierto.

-"Y bien?que te parece la hospitalidad del Éste?"-

—Perfecta, principalmente la parte de las apuestas — Mencioné en broma — Estuviste a punto de perderla en un momento. La princesita puede ser muy agresiva a veces — Recordé con gracia algunas de las tonterías que había hecho estando furiosa.

-"Tal vez... Pero al final no solo volví en una pieza, también te traje conmigo"- dicho eso la tome de los muslos y la levante, quedando su cabeza un poco mas arriba que la mia -"Y si eso fuera poco, también estas esperando un hijo mío"-

—Si… Hagamos una apuesta, si es un niño te dejaré hacer lo que quieras conmigo y si es una niña accederás a todo lo que yo te pida ¿Vale?

-"Solo si me dices por adelantado lo que vas a pedir, de lo contrario la apuesta no seria justa"-

—Ya te dije. Accederás a todo lo que te pida.

-"Bueno, de cierto modo ya acepto todo lo que me pides, pero habrá excepciones a la regla, si considero que lo que me pides perjudica a otra persona me puedo oponer... Aceptas"-

—Pues te puedo decir que no se tratará de nada de eso. Son más que nada pedidos de abstinencia — Sonreí maléficamente — Así que acepto.

-"Abstinencia? No hablaras enserio..."-