Así Comienza La Ruina

aaah...
...
me dieron ganas de tomar una malteada...
*cinco minutos después y con un vaso vacío en la mano*
me gustó este capítulo, me encanta como describes las situaciones y las emociones
y ahora todo me quedó mas claro
te dejo punto y me voy por otra bebida

Ahora todo podría comenzar a tener sentido.




Zim se dirigía con paso veloz hacia el lugar donde G.I.R construía la base, eran cerca de las doce cuando logró llegar al otro lado del bosque. Su base, cerca de una verde y hermosa colina que miraba a la ciudad, al pueblo y al bosque. El sitio ideal.

Era una noche fresca, en los últimos días antes de la llegada del extraterrestre había estado lloviendo y aunque era poco probable que esa noche se desatara una tormenta; la idea de una ligera llovizna no parecía tan lejana.

El cielo era casi negro, con hermosas nubes tejiendo su camino de aquí para allá, grises y blancas que a la luz de la luna parecían nichos de algodón fino, pasaban veloz y soberbiamente sobre la cabeza de aquel Invasor, las estrellas aunque opacadas por la luna; brillaban intensamente como si quisieran demostrarle a un ser imaginario que ellas eran capaces de ser el deleite de un público inexistente que se detuviera a mirarlas, algo que con frecuencia sucedía en los humanos condenados a esta tierra y no en un Invasor más que fastidiado de pasar entre ellas.

Zim llegó finalmente al pie de la colina, y subió lentamente. Sin prisa, un pie a la vez, había terminado al fin con aquel muchachito entrometido y no había otra cosa que deseara más que recostarse y dormir un largo rato, estaba cansado, lo quisiera admitir o no, aquel día había sido desgastante, tener que soportar a seres tan despreciables como los humanos había sido algo bastante desagradable y cansado para Zim, cuya paciencia si bien no era enorme, estaba claro que resultaba inexistente en compañía de un grupo de terrícolas. Y por más sueño o hastío que tuviese, tampoco quería darse mucha prisa.

El viento sopló y Zim se sintió refrescado, se frotó la cara con las manos, se frotó una y otra vez los párpados y sus ojos perfectos se llenaron de ojeras. Se sentó finalmente y suspiró mirando el bosque.

El viento mecía su cabello y comenzó a quitarse el disfraz. No quería ser un muchacho, quería ser Zim.

Una vez terminado de todo, de sentir sus antenas libres y sus ojos de nuevo, se recostó en el pasto y se quedó semidormido… Podía escuchar el viento, podía escuchar tantas cosas, desde el sonido del agua a lo lejos, de los grillos incesantes y juguetones, de las hojas de los árboles… Zim podía sentir cada parte de aquel bosque…. Y comenzó a sentirse mal…

¿Qué quería Zim? Esa era la pregunta que rondaba por su cabeza ahora, ¿Qué lo haría feliz? ¿Él, Zim, el Irken… era feliz? Fue entonces que se incorporó en un esfuerzo enorme y tan pronto recogió sus cosas y las guardó en su PAK, comenzó a subir lo que le restaba.

Se sentía tan débil que sentía el mismo pasto sobre sus pies, tan sólo deseaba saber que tenía algún lugar seguro dónde permanecer y seguramente dormiría otros seis meses o más.

-¿Qué es lo que hace a este lugar tan especial? –Habló para sí mismo totalmente desconcertado. Muy probablemente jamás encontraría la respuesta, o al menos no por ahora.

Zim no lucía como Zim, lucía tan distinto, lucía como vencido. ¿Vencido por qué? Él había ganado, él se había salido con la suya como tantas veces anteriores, él había logrado su objetivo, ¿Por qué se sentía…Vencido?

¿Era el sitio? ¿Los habitantes? ¿Las circunstancias? ¿Qué era lo que lo hacía sentir así? No sabía, sólo sabía que dentro de él existía un enorme vacío incapaz de cerrarse, incapaz de llenarse, incapaz de desaparecer. Era horrible. Lo hacía sentir enfermo.

Zim jamás había sentido algo así, y se sentía terrible, lo hacía sentir miserable.

-¿Por qué, por qué este lugar? –Volvió a preguntarse a si mismo… ¿Por qué? ¿Por qué que cosa? La cabeza le daba vueltas, tantas cosas venían a su mente y un torrente de ideas, nombres, lugares y cosas lo aturdían, quería gritar y encontrar una maldita respuesta a preguntas que en su vida se había hecho y en un momento en el cual ni siquiera Zim podía asegurar que era él mismo quien se las hacía…

Finalmente llegó a la cima… Se sentó en ella y miró al horizonte… G.I.R se percató de que había llegado y se acercó a él…

Zim sin embargo no lo notó a él y entonces… Entonces comenzó a perderse en un abismo de cosas que hacía mucho había creído olvidadas…

Muy corto, muy corto!!!!
De fácil empatía con Zim, o tal vez es solo mi imaginación... pero de todos modos reafirmo como siempre que tienes un don para el texto descriptivo. Y como siempre te dejo un punto de reputación.

Wow.. Si era Zim, lo sabia! xD
Tu fic es muy atrapante, siempre deja con ganas de mas, y me encanto imaginar la escena de Zim en la colina.
+2

¿Lindo, eh?



-Señor, perdone mi insistencia, ¿Pero no cree usted que hace ya bastante tiempo, la nave madre de prisioneros debió mandarnos alguna clase de señal?

-Estoy totalmente de acuerdo. –Habló un Irken alto y delgado.

-¿Y qué esperamos? Si ellos no dan el primer paso, nosotros sí. Comuníquenos con la nave. –Habló uno casi similar a él.

Ellos eran ahora los líderes del Imperio Irken, al menos hasta donde llegaba su parte de lo que quedaba del Imperio. Tanto ellos, como algunos otros más de elevada estatura; quienes conformaban la "Elite" eran ahora los absolutos dictadores de aquel Imperio de Soldados e Invasores, deseosos de posar sus manos en otras tierras con el deseo de expandirse más allá de las estrellas cercanas y hacer que su inmutable e inmaculada raza perduraran por el resto del universo hasta que éste se consumiera así mismo como un fin último al cual faltaban años incontables para que sucediese…Qué lástima que ahora aquel poderoso Imperio de huestes insuperables y fuerzas inimaginables ahora esté diezmado, con una sangre errante que busque en sitios lúgubres intentar recuperar en vano tan sólo una migaja de lo mucho que tenía en días de gloria, o que tan solo espere callada y amargamente su muerte, y todo, por un maldito vástago mal procreado que tenía más ambición y malicia que el resto de sus hermanos…

Hasta ese entonces, seis meses y doce días, nadie había sabido nada de la nave de prisioneros que había partido con Zim rumbo al exilio, era de esperarse que en pocos días de partir; las señales de comunicación llegasen y se hablara de lo ocurrido en ambas partes, tanto en la nave como en los restos del Imperio, pero he aquí que ningún mensaje llegó nunca y aunque el Imperio siempre aguardaba y tenía enviados al menos dos mensajes por el momento, éstos jamás tuvieron respuesta y nuevamente decidieron esperar…..

Sin embargo, ya había pasado en verdad un tiempo maldito, y de aquella nave no se volvió a saber nada…

Por otra parte, en un lugar que ningún Irken pudiera imaginar existiese, un bastardo desterrado y miserable, intentaba encontrar el sentido del porqué de muchas cosas…

Ahora bien; había pasado tanto tiempo desde aquel escape, Zim aún recordaba claramente sus amargos y fallidos intentos por poseer y someter a su propio Imperio. Estaba enojado y cuando se enojaba perdía el juicio, sin embargo, de pronto comenzó a divagar…

-Mi señor, -Comenzó a decir G.I.R –Tengo algo importante que comunicarle….. ¿Señor?

Y su señor comenzó a perderse en aquellos recuerdos y en otros más lejanos todavía…

-"He de decirles, soldados Irken, que una vez se les entregue su Unidad de Captura de Información, habrán de partir rumbo al planeta que les fue asignado hace unos instantes"

-"¿Entregar?" "No, yo no quiero que me entreguen a mi esclavo" "Yo quiero elegirlo por mi propia mano"

-"Eso no se puede, Zim" "Eres apenas un Invasor y lo que nosotros te demos habrás de tener"

-"No" "Si no pueden dejar que yo lo elija, entonces iré por él" "No pienso Invadir otro planeta si no ha de ser como yo lo disponga"

-"¿Y cómo pretendes pasar por sobre nuestra autoridad?" "¿Invasorcillo?"

-"De la misma forma en la cual ustedes dos pretenden que Invada a su nombre" "Quiero un esclavo a MÍ deseo, no al suyo"

-"Esa clase de actitud te vendría bien ante el líder del planeta que te hemos asignado"

-"Pero no tiene bases aquí" "¿Está claro?"

-"Claro" "Pero no me pienso quedar con un misero robot cualquiera"

-"¿A dónde crees tú que vas?"

-"A elegir a mi sirviente"

-¿Señor? –Susurraba un robot con bastante preocupación. -¿Me escucha?

-"¡¿Qué clase de robots hay en este lugar?" "¿Acaso entre todos ustedes no existe el robot digno de ser sirviente del Invasor Zim?"

-"Asquerosos gusanos" "¿Dónde está mi sirviente?" "El que sea digno de mí"….. "¡TÚ!"

-"¿Yo?"

-"¿Cómo te llamas, larva metálica?"

-"Mi nombre es G.I.R" "Según dicen los Altos, una Unidad U.C.I defectuosa, algo que salió mal desde el momento mismo en que fue ensamblado"

-"¿Ah si?" "Pues eso ya lo veremos, me toca juzgarlo a mí" "Vendrás conmigo" "Te elijo a ti" "Tú serás mí sirviente"

-"Como ordene, señor"

-"Así me gusta" "Ahora vámonos, tenemos un planeta qué conquistar"

-"Cuál es el nombre de mi señor, a quien he de servirle hasta que él ordene lo contrario"

-"Zim, mi nombre es Zim"

-¿Señor?... –Dijo por última vez aquel robot mientras veía a su señor perderse en el tiempo…

-"¿Qué rayos?"

-"He regresado, y reclamo a este robot como mío"

-"Haz entonces lo que quieras" "Sólo te advierto que es la última vez que te atreves a desafiar a tus líderes"

-"¿Está claro esta vez, Invasor Zim?"

-"Como sea" "Vámonos esclavo, hora de irnos"

-"Sí, señor"

Y fue entonces que aquel robot se sentó al lado de su amo, mientras él seguía perdido en un mar de pensamientos e imágenes turbias…

-"Este es el primer planeta que cae ante mí, y ahora más que nunca sé porqué soy un Invasor… Quiero que todos los demás incluyendo el mío se hinquen ante mí como este sucio pedazo de tierra lo ha hecho, quiero que vean mi maldita grandeza…." "Y tú, larva, vas a estar conmigo"

-"Sí, señor"

-"Eso si tú así lo quieres"

-"¿Qué?"

-"Me fuiste muy útil, creo que no me equivoqué contigo" "Y porque me fuiste de utilidad te daré la oportunidad de elegir tu destino: Opción uno, puedes quedarte conmigo y seguir sirviéndome, sin asegurar que no te reemplace por alguien mejor o que tengas comodidades mejores que las que hasta ahora te he ofrecido"

"Opción dos, puedes irte y ser libre, elegir tu propio camino, hacer tu propia vida, ir a donde desees y sin otro dueño más que tú mismo"

"No hay ninguna clase de truco en alguna de las dos opciones, te doy mi palabra"

-"Elijo quedarme con usted"

-"¿Estás seguro?" "Ni siquiera lo pensaste un poco"

-"Totalmente seguro" "No tengo que pensar nada, ya lo he decidido y quiero quedarme a su lado para servirle"

-"Entonces así habrá de ser, G.I.R, seguirás siendo mi esclavo, y no hay más que hablar"

Y entonces G.I.R miró a su señor, espléndido y extrañado a la vez… Como si no recordara que todo eso hubiera pasado alguna vez….

-"¿Señor?" "¿Me escucha?"

-"¿G.I.R?" "¿Eres tú?" "¿Qué haces aquí?"

-"Sí, mi señor, soy yo" "Vine a sacarlo de esta asquerosa prisión"

-"Estúpidos Vortianos"…. "Gracias, G.I.R"

-"No me lo agradezca, lo hago con todo gusto"

-"Creí que, te irías, y me dejarías"

-"¿Por qué creyó tal cosa?"

-"Todos mis malditos aliados se largaron y dejaron que me pudriera solo mientras esos estúpidos Vortianos me atrapaban"

-"Pero yo no, señor" "Jamás lo dejaría"

-"¿Ni siquiera por salvarte?" "¿Ni siquiera por conseguir algo mejor?"

-"No señor, no concibo algo mejor que estar con usted y servirle solo a usted"

-"Gracias" "Y lo digo en serio, gracias"

-"Sé que es cierto, aunque no lo crea, he aprendido a conocerlo bastante como para saber que usted siempre es sincero conmigo"

-"Ojala que tan solo no creyera que medio mundo piensa traicionarme"

-"Tan solo confíe en mí y verá como eso se arregla"

-"Robot, tonto, no existe ser en quien confíe más que en ti"

-"Entonces eso es un comienzo"

-"Totalmente de acuerdo" "Ahora… vamos a vengarnos de esos mal nacidos"

-"Con todo gusto, amo"

-¿Qué pasa G.I.R? –Dijo Zim de pronto, como si hubiera vuelto a la realidad en un segundo o al menos lo estuviera haciendo poco a poco.

-Su base ya está lista, tal y como lo había pedido. Pero, ¿Qué es lo que le ocurre, amo?

-Tan sólo…

-¿Tan sólo qué? No me gusta verlo así. ¿Qué aflige a mi amo?

-Mira al horizonte…

Y entonces G.I.R obedeció…

*Gash se dispara en la cabeza para sacar una idea de su mente*
Ejem, si, muy bueno
Un interesante flashback

¿Por qué actualicé tan pronto? La respuesta está al final del episodio.

12

Mira Al Horizonte

-Y dime qué es lo que ves.

-Una ciudad.

-Ahora quiero que mires más detenidamente. ¿Qué ves en ella?

-Humanos. Más acertadamente los veo a ellos antes que a cualquier otra cosa, son al parecer lo único que importa.

-Y lo único que me importa ahora.

G.I.R se sobresaltó

-¿A qué se refiere? –Preguntó totalmente desconcertado por lo que había dicho su señor.

-¿Sabes algo? Hoy aprendí tantas cosas con tan sólo pasar unas cuantas horas allá, estando entre ellos las cosas son tan diferentes. Y me dí cuenta de algo, G.I.R, quiero quedarme y conquistar esta Tierra.

-¿Por qué? ¿Por qué a ellos? –Comenzó a preguntar bastante ansioso y algo preocupado. Algo le pasaba a su señor y quería saber qué cosa era. -¿Por qué mi señor quiere conquistarlos a ellos? ¿Qué tienen de especial?

-Algo te preocupa, ¿No es así? –Comenzó a decir Zim bastante divertido. G.I.R asintió.

-Mi amo pone los ojos en cosas grandes, en cosas que están a su nivel. No en cosas así de simples ni efímeras. –Dijo el robot en un tono serio y a la vez deseando persuadir a su señor de que conquistara otra cosa o que al menos desertara de la idea.

-Es verdad, esclavo. –Comenzó a decir Zim. –Pero el sentimiento de querer poner las manos es algo es fuerte.

-¿Y por esa razón usted está dispuesto a conformarse con algo así? –Preguntó el robot desesperado.

-Créeme que esta porquería de mundo tiene cosas bastante benevolentes que ofrecernos. Tú mismo lo dijiste.

-Pero no creí que usted,

-Escucha, G.I.R –Dijo Zim interrumpiéndolo de golpe y sin la menor intención de pelear o discutir. Zim lo interrumpió en un tono bastante calmado, deseoso de hablar y explicarle todo cuanto su robot quisiera saber. –Sé que parece una locura, una estupidez, podrás creer tal vez que es la peor decisión de mi larga y aberrante vida o que no sé lo que hago o que estoy tan desesperado por sentirme superior a alguien o a algo más que tomo el primer planeta al que aterrizo y lo reclamo como mío sin importar la clase de habitantes que tenga. –Dijo bastante calmado e incluso honesto, pocas veces Zim decía cómo se sentía. –Pero te aseguro que no haría esto de no estar seguro y tú mejor que nadie en este universo lo sabe.

G.I.R lo miraba atento y con el mismo semblante de preocupación e inseguridad de antes, aunque sabía que su amo estaba siendo sincero con él, siempre había sido así, y hoy no iba a ser diferente…

-Sabes G.I.R tal vez en verdad no lo parezca, pero este sitio me ha hecho ver, todas mis fallas. No sólo eso, es decir, míralos G.I.R no podría irme de aquí sin antes, sin antes posar mis manos sobre algo. Se supone que por años he ido y venido pensando en cómo conquistar mi raza, pero,

-¿Está usted, pensando en dejar a un lado su idea de venganza?

-No.

-¿Y entonces?

-No puedo ocultarme en un planeta que tenga autonomía propia G.I.R, no puedo abastecerme y recuperarme en un planeta que tenga dueño en cada territorio, que tenga su minima ración de libertad, que adore a algo o a alguien que no tiene sentido, que se salga con la suya, que haga su gana, no puedo estar en un sitio rodeado de seres que piensan en ellos mismos…. Y no quiero irme.

"Es su debilidad misma la que me retiene aquí G.I.R, la que me hace desear este lugar, no puedo soportar el hecho de que sean tan soberbios y finjan ser omnipotentes, no puedo tragarme la idea que tanto se graban de que son la única puta raza merecida en este universo y todo por el capricho de una puta divinidad tan egocéntrica y tan absurda que ellos mismos se han creado para sentirse no merecidos, para sentirse útiles, para sentir que vale la pena el hecho de que existan. Más patéticos y deplorables no pueden ser G.I.R, por eso los quiero hincados ante mí, no quiero que se hagan la puta guerra entre ellos por unas pinches monedas o por un puto pedazo de tierra que en años será obsoleto, no quiero que traten de solucionar los putos problemas que han creado por su propia ignorancia, no quiero que se unan para intentar verse entre todos como una maldita hermandad, ¡Quiero que todos caigan ante mí! ¡Ante mí que soy por mucho un ser superior a ellos! ¡Ante mí que por mucho supero su maldita y pobre inteligencia! ¡Ante mí que soy capaz de hacerlos temblar con tan sólo verme a su lado!

"No quiere decir que esté jodidamente desesperado por un puto pedazo de roca, G.I.R, quiere decir que estoy tan asqueado de tener que venir aquí y no hacer nada de mi capricho, lo único que he hecho desde que estoy aquí es salvar nuestro culo de ese humano pendejo y conseguir lo que necesitábamos, ¿Dónde queda Zim, G.I.R? ¿Dónde queda el maravilloso ser que soy? ¿Dónde queda mi grandeza si tan sólo la uso en pendejadas menores y sin chiste mayor a chingarle la vida a un miserable mocoso? Este no es Zim y tú lo sabes, éste no es tu señor, G.I.R, este no soy yo.

"Y no quiero dejar de ser quien soy por estas asquerosas y aberrantes criaturas, no quiero tener que ocultarme o fingir indiferencia… Quiero que Zim sea como Zim siempre ha sido, aquí y en todos los rincones de este universo. Y si tú no quieres ayudarme, entonces está bien, no tengo porqué obligarte a nada, eres mi sirviente, sí, pero jamás te he hecho hacer algo que no quieras, y tú sabes que es verdad, sabes bien que eres el único a quien jamás he impuesto algo.

-Ese es mi señor. –Dijo G.I.R con una enorme sonrisa en el rostro. –Ese es el espléndido señor al cual decidí servir. Y con todo gusto deseo estar aquí y hacer que usted se convierta en lo que es… el amo absoluto de cuánto desee.

Entonces Zim sonrió. –Está decidido entonces… Vamos a conquistar este planeta…



Y ambos miraron al horizonte, para ver el amanecer…



*Aquí termina la primera parte de esta historia. La segunda parte trata de cómo Zim y su esclavo comienzan a planear el sometimiento de la raza humana y cómo Dib al descubrir sus planes intenta detenerlos…

Ya
Si, se entiende por que actualizaste tan pronto ^^
Además, ahora me cerró el capítulo anterior...
+1

Citación :

No quiere decir que esté jodidamente desesperado por un puto pedazo de roca, G.I.R

Me gustó esa

GEnial!!!
Un aire mas oscuro, descarnado.. y escribes de forma excelente.


CAsi babeo con esto...

Spoiler:

Yo te sigo en ff.net y quiero la tercera parte del Fic ò.ó

+1 de repu en este ultimo capitulo xDDD

Un mes sin actualizaciones qué difícil es para Gash no adelantar es f/f
pero una promesa es una promesa...

Gash en ff esta primera aprte ya está como finalizada. Creo que si continua la segunda parte lo va a hacer en un topic diferente (aunque si lo continua debería hacerlo acá para que no haya tantas confuciones, en ff yo primero lei la segunda parte y despues la primera xDDDD). Hace poco publico un ZaDr en ff así que parece que volvio a la actividad del fandom....

Avichiii escribió:

Hace poco publico un ZaDr en ff así que parece que volvio a la actividad del fandom....

Wow si que me vigilan xDDDDD pero mi casita amada adorada es Deviantart LOL ahí estoy diario por si desean patearme o abuchearme con todo gusto los recibo!


DAMAS (mayúsculas y negritas porque todos los comentarios son de chicas) y caballeros... (diablos creo que no hay ninguno) sin más preámbulos presento ante ustedes la "sorprendente" parte dos!

Un poco de tardanza porque me distraje bajando doujinshis pervertidos y los días se me iban de las manos okay, mucha información, bueno ya! xD

EL CAMINO A LA DESESPERACIÓN



I

El Hogar De Zim

El Sol comenzaba a asomar por entre las montañas; cuando reveló a una extraña criatura que buscaba refugio en la intimidad de una colina….

Hacía dos semanas que había llegado a la Tierra por simple azar de un rastreador, y ahora comenzaba a llevar a cabo un plan que había diseñado en cuestión de días…. Adentro, muy en lo profundo de las entrañas de una vieja planta abandonada; en una colina atravesando el bosque: Se escondía aquel Invasor extraterrestre planeando el siguiente paso de un plan desquiciado y apresurado que no garantizaba sino penas a la raza de los hombres….

La base: Una vieja fábrica dedicada al diseño y ensamble de miles de armas de varios tipos durante la Segunda Guerra Mundial y que sin duda había sido abandonada a su suerte al término de ésta; era ahora el hogar del Invasor Irken y de su maldito robot sirviente.

Se encontraba justo al lado de aquella hermosa y verde colina que encabezaba una cadena de éstas como anfitrionas de las poderosas montañas por las cuales el Sol comenzaba a aparecer: Un sitio que a simple vista podría ser tachado como vertedero y nido de ratas, escondía en lo más profundo de sus entrañas a un maldito invasor que había hecho de las plantas subterráneas y calderas su hogar.

Aquel robot suyo; había adaptado y equipado la parte baja de la planta y la había convertido en un recinto modesto pero bastante útil, pues en éste había toda clase de aparatejos que el mismo Invasor logró desarrollar incluso con partes sobrantes y aparentemente inútiles de la planta, le bastaron tan sólo un par de semanas para hacer que su base fuera grande y poderosa, con rastreadores, una poderosa computadora llena de información que el mismo robot se había encargado de conseguir y almacenar, y por supuesto: bastantes armas.

En dos semanas había logrado vivir como un verdadero Invasor Irken de élite que tanto Zim decía ser.

¿Qué era exactamente a lo que se había estado dedicando Zim en dos semanas?

Todas las noches Zim había estado estudiando los alrededores; se había encargado de trazar mapas exactos de las cercanías y un poco más allá y se los hacía llegar a su robot para aumentar su base de datos. Sin embargo; Zim sabía que eso no era suficiente y comenzó a planear la segunda fase de su poderoso y magno proyecto de invasión y sometimiento de la raza humana….

¿Qué hacer ahora? Esa era una pregunta bastante sencilla que Zim se había estado haciendo algunas noches anteriores.

Esa mañana que regresaba a su base, Zim tenía un nuevo plan en mente.

Descendió por medio del ahora regenerado y espectacular ascensor a su estilo propio y bastante serio se dispuso a dar órdenes: G.I.R –Habló secamente.

-Dígame señor. –Respondió su robot que estaba en la planta más profunda de la base. Estaba mejorando al Crucero Voot.

-Prepara mi disfraz. Hoy voy a salir a dar un paseo.

Zim llegó finalmente al piso doce bajo la tierra. Comenzó a caminar a través de un corredor alfombrado. Del lado derecho de éste se encontraba una enorme ventana de cristal reforzado que daba al hangar, almacenaje de minerales, computadores de la base, y demás cosas cuan en una fábrica o una planta nuclear.

Caminó algunos metros hasta toparse con una puerta metálica y bastante bonita del lado izquierdo. Ésta se abrió por la mitad automáticamente y Zim entró.

Un lugar bastante impresionante hay que decir, con extraños muebles alienígenas bien construidos y pulidos, alfombra de esquina a esquina y una curiosa pecera de pulcro cristal bastante grande; con unos cinco o seis peces tipo ángel de color amarillo, negro y blanco.

Sí, esa era la habitación de Zim, imponente y con una enorme cama circular que se encontraba en una base con pequeños escalones de madera; bien tendida y casi en la oscuridad de no ser por una lámpara de unos dos metros colocada justo en la esquina y que alumbraba esa parte de la habitación muy tenuemente.

Caminó lentamente y se sentó en el borde de la cama cruzando las piernas; la derecha sobre la izquierda agarrándose levemente la rodilla con ambas manos mientras mecía el pie derecho lentamente. Tenía una linda sonrisa curiosa y bastante maliciosa en el rostro a medio alumbrar por la lámpara. Su robot apareció…

-Aquí están sus cosas, señor. –Dijo el robot con un paquete ligero atado con un cordón morado e intentando vislumbrar a su señor en aquella habitación.

-Gracias G.I.R –Dijo Zim poniéndose de pie. Chasqueó los dedos y la lámpara se apagó dándole paso a un poderoso iluminado que casi enceguece al robot.

Había dos o tres lámparas largas colocadas de forma horizontal en ambos lados de la habitación; éstas respondían a Zim sincronizadamente.

Zim se acercó al robot y tomó el paquete mirándolo fijamente.

-Te digo de una vez que no me esperes, no tengo idea de cuánto demore pero de momento te tengo otro trabajo para que puedas entretenerte.

-Como usted diga.

-Oh y no olvides alimentar a los peces. –Dijo Zim regresando a su cama y sentándose en el borde de ésta con el paquete en el regazo abriéndolo con las yemas de los dedos índice muy fina y cuidadosamente.

-Aún no sé cómo es que mi amo siente predilección por criaturas tan simples y aburridas como éstas. –Habló G.I.R acercándose a la pecera y mirando a sus habitantes con mucho cuidado y curiosidad.

-Créeme que son animales de lo más útiles, verlos dando vueltas es simplemente una fuente de inspiración y me he sabido relajar mirando como se sienten a gusto aquí. Te aseguro los trato mejor que la mayoría de esos estúpidos monos con supuesta inteligencia. –Respondió Zim con tranquilidad mientras sacaba su peluquín y una pequeña cajita de madera que aparentemente contenía sus lentes de contacto.

-De eso no me cabe duda, señor. –Dijo el robot bastante entretenido mirando a los peces. –Y pensar que los humanos son el supuesto maldito animal racional por excelencia destinado a cuidar del resto de seres menos "afortunados" que ellos. No hay mayor engaño que ese. Me pregunto cómo es que usted va a hacerles entrar en razón.

-Eso ya lo verás. –Dijo Zim acomodándose el peluquín debajo de sus menudas y curiosas antenas. –Por lo pronto dales de comer a mis pequeñas mascotas, es lo menos que se merecen después de hacerme meditar bastante.

Se acercó a un espejo con aquella cajita de madera que abrió sacando el primer lente. –Sobre tu tarea, -Comenzó a decir ajustándose el "ojo" izquierdo. –Me gustaría que comenzaras a pensar en tu disfraz. Tendrás que acompañarme a donde tengo planeado si es que termino pronto la misión de hoy.

-¿Qué le parece una mascota? Ya que al parecer a usted le encantan. –Dijo G.I.R algo irónico y con cierto toque de irritación.

Zim comenzó a reír mientras terminaba de colocarse bien el lente izquierdo.

-¿Acaso tienes celos de mis peces? –Preguntó sarcástico y siguió riendo. -¿Crees que los trato mejor que a ti, G.I.R?

-Bueno, en realidad no veo simplemente porqué darles tantos méritos si sólo saben dar vueltas e ir de arriba abajo. –Respondió mientras se acercaba más a la pecera y los veía dar la vuelta alrededor de un coral.

-Tal parece que ahora el que juzga algo por cómo se ve es otro. ¿Acaso no te acuerdas que hacía cuatrocientos setenta y tres años él que había sido juzgado era otro porque así lo habían dictado sus señores? Y a mí por supuesto me importó una pija.

-Ese un buen punto. –Dijo el robot abriendo un vasito de plástico con olor extraño y bastante materia rara en su interior. Tomó un puñado y la miró extrañado. -¿Cómo es posible que puedan comer esta cosa? Ni siquiera pesa o tiene volumen mayor a medio milímetro. Además huele desagradable. –Terminó de decir y comenzó a arrojar la comida suavemente como quien agrega sal o azúcar lentamente a algún platillo mientras es preparado. De inmediato los peces nadaron a la superficie y comenzaron a comer.

-He ahí otra prueba del porqué mis mascotas son especiales, tienen tantas cosas bastante interesantes que mostrar.

Se acercó a la pecera y los miró complacido. G.I.R había vaciado el último de los tres puños de comida que correspondían.

-Eso es, coman complacidos y felices mientras su amo sale. –Dijo con aquel tono de voz diseñado para el disfraz. –Ya me voy G.I.R, la primera fase de mi segundo plan debe ser iniciada cuanto antes.

-¿Puedo preguntar de qué se trata? –Dijo el robot cerrando el vasito.

-Ya lo has hecho mi esbirro. –Dijo Zim mientras él y G.I.R salían de la habitación caminando lentamente por el pasillo rumbo al ascensor y las luces se apagaban detrás de ellos. –Pero ya que pareces más intrigado que de costumbre, te lo diré, a final de cuentas mereces que te diga lo que tengo en mente.

Hooo pues si, me encanta acosar a la gente
Te dejo +1 de repuuu
Y me voy a pasar por tu cuenta de DA entonces xD (estoy esperando esa tercera parte ¬¬)

No soy una Dama.... ¬¬!

En fin... Muy bueno...

Rearviewmirror escribió:

No soy una Dama.... ¬¬!

Bien lo siento, solo vi chicas durante todo un mes, nadie más apareció hasta apenas unas cuantas semanas según veo.

Avichiii escribió:

(estoy esperando esa tercera parte ¬¬)

Sí, algún día se me debe de ocurrir algo, desde octubre pienso en eso.


Este y el tercer episodio parecen más de relleno. No hay mucha acción, solamente algunos detalles interesantes, siempre procuro "actualizar" rápido cuando no sucede mucho que contar.



"La primera fase del segundo plan es sencilla, necesito mezclarme entre ellos y conocer de fondo todo lo que pueda ser de utilidad, desde sus hábitos alimenticios, sus capacidades y debilidades hasta su organización social, política, sistema de creencias y demás cosas de esa índole. Por supuesto que ya tengo el disfraz, y muy pronto habrás tú de tener uno, lo único que representaría un inconveniente sería el tiempo y el lugar ideales para comenzar con nuestra segunda fase, la cual, mi querido sirviente, consiste en dejarlos desprotegidos y a merced mía…. Nadie olvidará nunca el día en que el Invasor Zim llegó a este planeta…"

Ese día el extraterrestre salió de su base, ubicada en las entrañas del bosque. Se dirigió con paso veloz y seguro hacia la ciudad, sabía que podía encontrar todo cuanto quisiese ahí….

Veía a su alrededor con ojos casi entrecerrados, mirada fija y certera, todas las cosas que había en ese momento, nada escapaba a aquellos ojos azul crepúsculo; brillantes y maravillosos…

Era de mañana, poco antes de las diez con trece; Zim caminaba sin dejar rastro a su alrededor y había visto varias cosas bastante interesantes, hasta ese momento bien tenía una lista mental de cosas que le eran útiles y que claramente veía como ventaja: pudo percatarse de que la mayoría de los pueblerinos son sencillos, de vida relajada y prefieren los suburbios con vecinos amables y enfrentar sus propios problemas que vivir en una urbe y tener que sentir la presión social hasta el tope, aunque claro, sobre los citadinos eso era algo que Zim debía aprender a observar mucho más veloz y certeramente, pues ellos sí eran una amenaza qué considerar y si lograba dominarlos, entonces todo resultaría de maravilla….

Veía cada vez más cerca el ir y venir de cientos de personas, no faltaba mucho para enfrentarse a un sitio concurrido y probablemente agresivo, pero estaba tan interesado en estas criaturas inferiores, que consideraba un reto a su nivel el hecho de intentar estudiarlas…

Eran las once de la mañana cuando Zim llegó totalmente a la ciudad, le parecía un lugar asqueroso, plagado de gente de esquina a esquina y se sintió asfixiado, tenía en el rostro una mueca de enorme desagrado y aunque había conocido cientos de cosas en pocos minutos; estaba fastidiado. Comenzaba a darse cuenta de lo terrible que es el ser humano, lleno de preocupaciones absurdas y deseoso de llamar la atención, tan sumido en labores que nunca lo llevarán a ningún lado y que supuestamente consisten en ser "la meta final en la vida de cualquier persona si es que se desea ser exitosa" Estaba claro que ninguno de los humanos notaba su presencia y los que reparaban en él lo veían tan sólo como uno de tantos jovencitos existentes que van de aquí para allá sin nada que hacer….

-¿Es esta la vida de un humano? –Pensó Zim con insatisfacción. –Son más tristes y absurdos de lo que pensé. Será muy sencillo hacerme de esclavos aquí. –Y siguió caminando, caminando veloz y ligeramente hasta llegar a un lugar que resultó de poderoso interés…. Las oficinas de comunicaciones….

Podía verlas, se encontraban en medio de dos edificios; uno era de envíos y el otro de anuncios locales, las miraba con los ojos bien abiertos y de pronto tuvo el deseo enorme de entrar y echar un vistazo rápido, pero prefirió esperar e idear un plan, un plan que fuese perfecto…. Y en un futuro así fue….

Resulta ser que aquel Invasor dedicó el resto del día a pasear por la ciudad, entraba a locales, a empresas hasta donde podía o nadie lo mirase, entraba a centros comerciales, a uno que otro autoservicio, estaba en parques, en supermercados y demás, y aunque le parecía en muchas ocasiones bastante sencillo y curioso el entretenimiento de los humanos a quienes certeramente ya tenía clasificados como patéticos; también se regocijaba en comprobar lo sencillo que resultaba dominarlos, lo sencillo que le resultaba ser uno de ellos y divertirse como uno de ellos…. Sí, incluso el Invasor comenzaba a disfrutar de algo tan banal como la diversión humana…

Cerca de las ocho de la noche encontró por fin algo de utilidad, llegó por casualidad a la biblioteca central, un enorme y bello edificio del tamaño de una manzana que gozaba de céspedes regados y bien podados, dos fuentes pequeñas y dos paradas de autobús (una de ellas fue la que lo trajo ahí) al entrar en ella sonrió perversamente y los ojos brillaron a más no poder, el sitio más abandonado y calmado de todos los que había visitado… Suspiró y se dispuso a hurgar…

El lenguaje humano había sido un reto un poco complejo, pero después de unos cuantos sitios a los que había estado y algunos libros logró entenderlo. La escritura era otro problema, aunque ya podía leer casi el ochenta por cierto, no podía escribirla como se debía, por un momento pensó en llevar su idea de infiltración más lejos y entrar a una institución educativa (como él prefería decirle a las escuelas, lo que apenas hoy había conocido) pero a la vez la desechó en cuanto descubrió el tiempo de duración en ella, lo que resultaría tiempo perdido, sin embargo le seguía pareciendo interesante y pensó en ello después….

Eran las doce de la noche en punto, la biblioteca había cerrado y el Invasor fue el último en irse, había aprendido bastantes cosas y deseaba aprender más. Tomó el autobús (incluso el sistema de transporte estudió y aprendió) y después de dos o tres diferentes debido a la ruta, se encontró de nuevo caminando en el pueblo o más bien dicho casi a las afueras de éste, le habían ahorrado un gran trabajo…

-Recibir educación humana, es una idea brillante y a la vez gastaría mi tiempo haciendo cosas que nunca volveré a aplicar…. Qué dilema, debería consultarlo con mi sirviente o al menos…. Al menos meditarlo… Sin embargo…. Educarme con el enemigo, educarme con los seres a quienes pretendo debilitar, eso suena bastante retador para mí…. Y no hay ninguna cosa que no pueda hacer…. Nadie sabría que están educando a un extraño, a un Invasor, a alguien que planea su destrucción y sometimiento…Y comenzarían a forjar el camino hacia su propia destrucción…

oh, genial me leei todo esta genial continua!!! continuaras verdad?

invasora sabri escribió:

oh, genial me leei todo esta genial continua!!! continuaras verdad?

Hmmm me temo que no xD

acabé la parte dos hace más de 1 año y no puedo darle copypaste como hasta esta parte porque eliminé el fic xD