۩ღ Acacia Amarilla ღ۩ [Privado , Evil-Dog]

Pasamos tos el día cabalgando hasta que atardesio nuevamente, ya estábamos a unos cuantos kilómetros de la frontera con el Este, pero no podía seguir mas, así que me desvie un poco hacia una villa cercana, donde podríamos quedarnos en alguna de las posadas.

Yo estaba tan emocionada que a pesar de tener un gran cansancio, quería seguir. Pero mi esposo no había descansado nada la noche anterior e ir hacia una posada era lo más conveniente.
Escondí mi tiara entre mi ropa.

-"Bueno no es a lo que estas acostumbrada pero supongo que es mejor que dormir en el pradera"-

Deje todo lo que llevaba en la habitación y me senté en una silla a lado de la puerta, preparándome para trasnochar otra vez.

—No puedo quejarme en lo absoluto — La verdad es que el lugar no me importaba mientras tuviera un techo que me cobijara— Ven a dormir conmigo ¿O es que ya no quieres estar a mi lado?

Me empezaba a extrañar su conducta.

-"No es eso..."- me levante y fui a mojarme la cara

—Entonces ven conmigo… —Insistí —Necesitas dormir.

-"Por que insistes tanto en que tengo que dormir? que un hombre no tiene la libertad de decidir que ya no quiere dormir nunca mas en su vida?"- se que lo que acababa de decir era un tontería, pero estaba cansado y no podía pensar en una excusa mejor.

Al final termine cediendo y me fui a recostar a lado de ella, aunque no planeaba irme dormir.

—Eres un tonto , diciendo cosas estúpidas para no dormir conmigo — Le estiré un cachete , apretándoselo — Me estás ocultando algo~

Lo miré.

—¿Y donde piensas que me voy a ir? Yo juré fidelidad y lealtad toda mi vida. También permanecer en las buenas y en las malas, aunque haya sido a último momento. No te dejaría.

—¿Estás enfermo y no me lo dijiste? ¡Explícate!

Se me empezaban a poner los pelos de punta.

Lo seguí mirando aun muy preocupada, pero decidí mirar el techo sin decir nada. Si así lo quería, estaba bien…

—Espero que no sea demasiado tarde cuando decidas hacerlo.

Le cogí una mano. Tenía un mal presentimiento.

-"Tan pronto crucemos la frontera todo estará bien"- Me gira hacia ella y le abrase, apoyando la cabeza en su pecho -"Quiero disculparme por lo de esta mañana, acepto que me pase de la raya con lo que te dije"-

Me sorprendí un poco por eso, sin embargo correspondí a su abrazo y le acaricié los cabellos.

—No hay de qué preocuparse.

—Prefiero que seas así conmigo antes que no me dirijas la palabra o solo abras la boca para adularme y mentirme en la cara — Como casi todas las personas que me rodeaban hacían.

-"Entonces creo que habrá un problema con eso por que no puedo ser un pervertido las 24 horas del día, no es tan fácil como parece."- hice una pausa -"Y menos si me dejas con las ganas cada dos por tres"-

— ¡Yo no te dejo con las ganas! Con excepción de ayer. Pero bueno , eso sí lo hice a propósito. Pero en general siempre trato de dar lo mejor de mí, lo que pasa es que te comportas como un maldito desesperado y eso hace que me ponga arisca.

Suspiré.

—Más vale que te duermas, porque yo lo haré ahora.

—Me pones excusas para no descansar — Me levanté de la cama con el camisón puesto — Vamos.