۩ღ Acacia Amarilla ღ۩ [Privado , Evil-Dog]

—Bueno querido… Tus lamidas y chupetones causaron que me den mucho sueño. Ahora quiero que tú me prometas algo: Cuando despierte, quiero estar entre tus brazos ¿De acuerdo?

-"De acuerdo"- Le recosté a lado mio y la cubrir con la sabana.

Espere a que se quedara dormida y me le acerque al oído.

-"Sabes, esto no podría decírtelo de frente, asi que te lo diré mientras duermes. tengo una... idea un tanto descabellada para ti y para mi, pues veras, yo se que a veces te sientes culpable cuando estas conmigo y se te viene a la mente el recuerdo de ese escultor, así que mis planes a futuro son los siguientes; voy a hacer que te olvides completamente de ese sujeto, voy a meterme tanto en tu corazón que cuando lo que haya plantado en ti germine, no habrá espacio suficiente para nadie mas... de acuerdo?"-

Me quede en silencio para asegurarme que seguía dormida

-"tal vez suene un poco egoísta, pero que haría yo si te perdiera?"-

Por alguna extraña razón, Amaya despidió unos lagrimones a los pocos segundos…



En esos días, al estar todos los preparativos listos para la coronación de Lucifenia antes de tiempo, se efectuó la ceremonia unos cuantos días antes de la fecha programada.

Luego de la ceremonia, hubo un banquete espectacular donde estuvieron todos los nobles del Norte y del Sur presentes, en donde también la misma nueva Reina confirmó que los lazos entre el Norte y el Sur serían incluso más fuertes que en el reinado de su padre; como también juró hacer mucho más próspera la nación que desde su prematuro inicio, tan solo cuarenta años antes, sea por la razón o por la fuerza…  Agregó que removería cielo y tierra para buscar la espada sagrada que les había sido arrebatada a los reinos de Yellow, aun si tuviera que quemar cuerpos, torturar gente en el nombre de Dios o hacer lo que fuera para encontrar la dichosa reliquia.

Por dentro pensaba en Amaya, en que excusa pondría por haberse ausentado en su coronación.

No hubo ningún ataque ese día.

-"Te dije que no lloraras... "-

La abrace me cubrí el rostro entre su cabello, había adquirido cierto gusto por su aroma corporal, pues aunque en un principio este estaba camuflado en la fragancia que dejaban los aceites y jabones con los que se bañaba, ese se hacia mas evidente a medida que pasaba mas tiempo conmigo, probablemente por la vida austera a la que le estaba ofreciendo.

Mientras estaba durmiendo, me pareció que alguien me había hablado. Sin embargo, no puedo asegurarlo con certeza… y tampoco sé si lo que sentí luego de esa sensación, fue real también.
Solo estoy segura de que dormí livianamente dentro de todo, pues suelo soñar mucho, pero esta vez no recordé ninguna imagen viva en mi cabeza.

Desperté por fin, y sí, estaba siendo abrazada. Sonreí, sin embargo, no me di la vuelta para mirarlo. Haría como que seguía durmiendo.

¿Acaso se confesaba cuando yo estaba dormida? Y encima me hablaba y todo, sabiendo que yo lo escuchaba, pero que ni siquiera me daba cuenta de eso como para reaccionar y decirle algo, o saltarle a la yugular en todo caso…
Alcé las cejas a modo de sorpresa, sin embargo seguí manteniendo una respiración tranquila.

-"... Pero no te pediría que cambiaras, perderías muchas de tus mejores cualidades... ademas esto... tu y yo... no funcionaríamos de otro modo."-

Empece a recoger su cabello

-" Te imaginas como seria si fueras sumisa y me dejaras hacer todo lo que quiero? seria todo un desastre, no?"-

Me di la vuelta lentamente, pero con los ojos cerrados. Me imaginaba que había quedado frente a frente con él… aun así… no caía en la cuenta de lo que me estaba diciendo.

Quería seguir escuchando, pero me pareció algo realmente abusivo de mi parte, así que abrí los ojos lentamente como si no hubiera oído absolutamente nada.

—“Tan tierno” — Pensé a mis adentros con una sonrisa.

-"Hola de nuevo, cariño"-

—Lamento haberte hecho esperar. Pero bueno, supongo que ese “cariño” ya no es un sarcasmo — Lo estaba fastidiando de nuevo. No quería que sospechara que yo lo había estado escuchando impunemente.

-Esta bien, en realidad no me molesta, me gusta verte dormir... Me gusta verte comer, me gusta verte sonrojarte cada vez que te propongo algo indecente, también me gusta cuando haces pucheros cada vez que no consigues lo que quieres, pero también me gusta ver como celebras después de tus pequeñas victorias sobre mi..."-

—Eso me convierte en alguien un poco malvada — Entrecerré los ojos — Pero está bien. Supongo que este es el precio que debo pagar por ser tan linda — Sonreí a modo de broma.

-"No señorita, usted no es linda, lindos son los cachorros recién nacidos... Usted es hermosa, el lo mas bello de la creación... "-

—Si tú lo dices, te creo — Me toqué ligeramente el cabello — Pero verás que nuestro niño me superará en ese sentido.

-"O nuestra niña"- agrege

—Apostaría si no fuera tan mala en ello… e ilegal. Pero puedo asegurar que si llega a ser niña, será parecida a mí… NO… mejor todavía. Y tengo la corazonada de que así será.

-"Eso espero... seria lindo tener mas de una Amaya"-

—Pues cada vez me convenzo más y más de que es una pequeña niña preciosa. Y tal vez hasta sea berrinchuda , como yo - Sonreí bromista.

—Sería más coherente y tranquila que yo, seguramente. Y encantadora.

—Claro que sí. Yo ya te lo había dicho hace unos días. Que eras torpemente encantador.