۩ღ Acacia Amarilla ღ۩ [Privado , Evil-Dog]

—También pensaba que nadie iba llegar a quererme de verdad porque iba a preferir mis riquezas antes que a mi… Eso me hizo sentir muy triste.

-"Pero nada de eso te sucedió... Si en algún momento pretendía casarme contigo para no ir a la guerra con tu padre, eso cambio cuando llegue a conocerte a profundidad. Ahora mandaría al diablo al resto del mundo por ti... Todos y todo lo que hay en el mundo por ti"-

La música de la cajita dejó de sonar y la bailarina terminó de dar vueltas.
Esbocé una pequeña sonrisa… ahora me sentía mucho mejor.

—Gracias…

-"No me agradezcas, yo debería agradecerte"-

—¿Querías decirme algo antes de que pasara todo esto?

-"No se... De que tan atrás estamos hablando"- no recordaba algo en especifico, pues al decir "Todo esto" no sabia si de verdad hablaba de todo lo ocurrido.

-Cuando estaba hablando con Marcus. No debí llorar , seguramente lo hice sentir pésimo...

-"No te preocupes tuve una charla corta con el después de eso, estoy seguro que estara bien... Pero sabes estuve pensando y se me ocurrió que como estaremos un tiempo lejos de Yellow podríamos darnos una escapada rápida para ir a visitar los campos de acacias que están cerca de la frontera... Solo nos tomara una hora cuando mucho, tiempo suficiente para estar presentes en el banquete."-

-De acuerdo... - Sonreí y acepté encantada su propuesta.

No podía creer que estaba dejando atrás mi pasado con Marcus...
Le tomé del brazo.

No había tiempo para ir por su caballo, pues llamaríamos demasiado la atención así que fuimos los día en el mío, cabalgando a paso moderado para no sacudir tan bruscamente el vientre de Amaya.La razón por la que Nuctemeron era mi caballo favorito no era por que fuera el mas rápido o el mas fuerte, era por que su trote era muy estable, lo suficiente como para empuñar un arma sin perder equilibrio o en este caso, para llevar una mujer embarazada.

Una vez llegamos a los campos la ayude a bajarse. El invierno estaba haciendo notar su presencia pues muchas de las Flores empezaban a marchitarse.

Lo primero que hice al bajarme, fue ir directo hacia las flores caídas a recogerlas y ayudar a algunas a enderezarse. Amaba las acacias con mi vida, principalmente las amarillas, que eran las que más predominaban tanto en el sur como en el norte.

-"Es triste no? Pero lo mas común de la vida es morir... En el caso de estas flores es un ciclo mas frecuente pues a cada año es la misma historia, mueren cada invierno para renacer la primavera siguiente"-

La tome de la mano para llevarla al centro de aquellas flores.

-"Pero la muerte no es mas que una ilusión, un proceso que sabiendo que, con las palabras adecuadas, se puede revertir."-

La tome de los hombros y la mire de frente y empecé a resucitar aquellas flores que había a nuestro alrededor. Nunca había resucitado tantos seres al mismo tiempo, por lo cual acabe mareandome y caer de rodillas al suelo.

Sonreí feliz por lo de las flores , pero luego al verlo caerse le posé una mano en el hombro.

-No hace falta que te esfuerces...

-"Que seria de la vida si no hiciéramos las cosas por que no hacen falta"- sonreí y la abrace de las piernas

-Aburrida tal vez.

-"Esto es vergonzoso... no me siento capaz de levantarme"- No por que estuviera cansado, sino por que no podía mantener el equilibrio, por lo menos no en algunos minutos.

-Entonces quédate sentado conmigo al lado y veamos el paisaje que se extiende hasta allá a lo lejos - Me senté a su lado con cuidado y hice que apoyara la cabeza en mi hombro.

-"Parece que nuca seré capaz de hacer algo para ti y cerrar con broche de oro..."- dije con un tono bastante optimista

—Todo lo que haces por mi es más que suficiente — Empecé a sentirme avergonzada ya que nuevamente se me estaba mojando la ropa por estar lactando indiscriminadamente. Menos mal que no se notaba el manchón… Me cubrí esa zona con los brazos , por las dudas — ¿Disfrutas de tu llave?

-"Mas de lo que crees..."- Respondí con toda sinceridad, pues con esa llave todos los celos que pude haber sentido alguna vez se habían marchado para siempre.

-"Aunque pensándolo bien... tenemos la acostumbre de regalarnos cosas poco convencionales"-

-Cierto. Aun así esa llave tiene su encanto... Aunque... sea común.

-Eres un cerdo - Sin embargo , en vez de enojarme , me empecé a reír - Bueno , esa llave pertenecía a un cofre donde mi madre guardaba pequeñas pinturas de la familia que hacía ella misma.

-"Estaba hablando en sentido metafórico... malpensada"- en delirad hablaba en doble sentido, pero no iba a admitirlo.

-"Y que paso con ese cofre? y por que decidiste quedarte con esa llave?"-

-El cofre se rompió , pues mi madre acostumbraba a llevarlo a todos lados y moverlo todo el tiempo de lugar , sumado que ya era viejo... un día se le cayó y se rompió en mil pedazos. Era un cofresito de madera podrida. Decidí quedarme con la llave para jugar... y desde ese momento la guardé en otro cofre mío por las dudas de que algún día sirviera.