۩ღ Acacia Amarilla ღ۩ [Privado , Evil-Dog]

-¿En serio te parecía mejor ocultarme UNA COSA ASÍ en una situación como lo es esta? ¿REALLY? Me decepcionas - Solté ese cañonazo a lo último. Tenía unas ganas de llorar terribles.

-"Te lo oculte por que nada de lo que el rey teme va a pasar en realidad, el no va a morir y yo no te voy a llevar al Este a esconderte de por vida, y aunque me equivocara y el rey muriera, aun asi seguiríamos buscando a esos desgraciados y los mandaríamos de vuelta al infierno... Solo que como ya no serias la Reina ellos perderían interés en buscarte, por que ya no serias un estorbo para ellos... Mira nunca fue mi intención quitarte tu corona, pero asi seria mas fácil ir de un lugar a otro manteniendo un perfil bajo, ya despues seria fácil volver a ponerte en el trono"-

-¿Y porque no me dijiste todo eso desde un principio? Ahora ando amargada por eso y quien sabe cuando se me pasará nuevamente. Siempre soy el último orejón del tarro , la única estúpida que se entera las cosas por boca de otros porque nadie es capaz de atreverse a decirme las cosas de frente.

Apoyé las cosas encima de una mesita que había al lado del sofá , me senté en él y sostuve mi frente con la mano.

-"Si no te lo dije fue por que quería evitar exactamente eso, no me gusta tratarte como una tonta o una niña a la que hay que protegerla de todo... Pero tenias un estado de salud delicado y un coraje así podía ser catastrófico"-

Me sente a un lado de ella y puse mi mano sobre la suya

-"Estoy convencido de que dentro de ti hay una fortaleza mayor a la que cualquiera de las personas que estamos en este palacio no puede igualar, aunque a veces parece que rompes en llanto por cualquier cosa, se que esa sensibilidad y ese sentimiento que te hacen frágil pueden transformarse en convicción y en una pasion que hacen que puedas lograr lo que quieras"-

Y efectivamente , con esas palabras , no pude evitar romper en llanto , solo que esta vez fue más discreto para no despertar a mi pequeña.

-"Esta bien, Llorar no tiene nada de malo"- puse su cabeza sobre mi hombro y me quede viendo hacia enfrente -"Pero no te dejes vencer por unos cuantos problemas... He depositado toda mi confianza en ti y en tus locos planes por que se que juntos podemos lograr lo que sea, así que no me decepciones"-

-Entonces no te voy a decepcionar por lo que voy a lograr hoy - Me sequé las lágrimas - Debo ir a prepararme.

-"Espera un poco, antes llévate esto contigo"- La detuve antes de que se fuera y le di un beso mientras le sostenía la cara -"Por si acaso"-

Asentí con una sonrisa y fui a prepararme para la ocasión , con el mejor vestido que tenía y las más valiosas joyas adornando mi cuello , dedos y orejas. Todo para lucir y estar a la altura del monarca , mi padre.

Exigí a los encargados de la cocina que utilizaran los vinos más añejos que hubiera en la reserva. Esos de unos ciento y tantos años.

Vertí la poción en una de las botellas de vino sin que nadie lo notara y le encomendé la tarea al mayordomo que se asegurara de servir ese primero. Aguardé a que el consejo llegara al lugar.

Le dije a mi padre que vería esa noche que nadie podría llegar a ser confiable y se lo demostraría. Este lo tomó como un desafío , pero tan solo me dijo que tenía que ser convincente con mi movimiento. Acepté e incluso le aseguré que sus exigencias quedarían satisfechas.

La cena empezó inmediatamente y la mayoría tenía una cara de quererme matar. Si pudieran eliminar a alguien con los ojos , ya lo habrían hecho conmigo desde el primer segundo.

La primera persona que bebió el vino , fue un tal Alexander Mawson , así que me paré , llamando la atención de todo el mundo , me situé frente a él y pronuncié su nombre en voz alta.

Lo que pasó fue historia...

Luego hice lo mismo con otros que también habían probado de la bebida y pasó lo mismo : empezaron a comportarse extraños , como si estuvieran perdidamente enamorados de mi. Y también se pusieron a pelear entre ellos , para el asombro de los otros que no habían siquiera ingerido una gota.

De repente , saqué el frasquito y se lo mostré al rey.

-Esta es la poción que usó una bruja para manipular el comportamiento de nuestros súbditos ¡Ahora mira el desastre que pueden causar si caen en los efectos de la pócima de unos malvivientes! ¡Y más aun siendo unos hombres que están en el poder! ¡Observa Rey! ¡Hazlo padre mío!

El Rey estaba rojo , rojo , rojísimo de la furia.
Pero no conmigo , sino por la situación que se había dado a conocer.

-¡PUES EN ESTE REINO NO NOS MANIPULARÁN MÁS! - Exclamó en un sobresalto.

-¿Y de donde haz sacado eso , princesa amaya! - Preguntó uno , queriendo tirar abajo mis planes.

-Se lo secuestré a una bruja , ya lo he dicho , una bruja de los tantos que atacaron el reino y de los que ustedes ignoraron su existencia , llenando de desgracias esta casa.

Después de eso me quede con la niña en lo que Amaya tenia esa reunión tan importante que tendría con su padre. aunque quedarme toda la noche dando vueltas por una biblioteca así que salí a dar un paseo con Elizabeth en brazos.

-"Crees que a tu mama le moleste si vamos y la visitamos... yo creo que si, pero no creo que le moleste que estemos cerca, ¿Verdad?"-

-¿No habrá sido usted la única que tuvo tratos con brujos y gente del bajo mundo? - Sugirió uno con un tono bastante malicioso.

-¿Quiere una prueba de que no? - Aplaudí y trajeron en una bandeja el frasco con la lengua del anterior Duque - He aquí la prueba de que estuvieron ocultando información , buitres asquerosos. Y de que la muerte del anterior Duque no se resolvió porque ¿No será que algunos de ustedes están en complicidad con la gente que tuvo que ver con la masacre en el palacio? ¿O simplemente porque trataron de ocultarle información al rey? ¡Verdad que hoy salió a la luz! - Los señalé acusatoriamente con el dedo , para espanto de la mayoría.

En eso entro Marcus al comedor, acompañado de la guardia especial de Rey y con un gran libro de gruesas pastas bajo el brazo.

-"Su majestad, si me permite explicar esto, con gusto despejare todas sus dudas"-

Puso el gran libro sobre la mesa con las paginas abiertas, revlando en ellas el mismo símbolo que estaba tatuado en la lengua.

-"Ese símbolo se trata de un sello de silencio, lo cual evita que quien este marcado con el no podrá delatar a sus amos... Y no hay duda de que esa lengua era del duque anterior a mi"-

Dio un rodeo a la mesa y volvió al lugar donde estaba el libro.

-"Ahora... se preguntaran por que le pedí a la guardia especial que viniera conmigo, verán estoy casi seguro de que en esta mesa hay mas traidores que esperan a la mínima oportunidad para clavarle una daga por la espalda al rey... pero hay un modo bastante sencillo de identificarlos, solo es necesario que saquen la lengua... así"- Saco la lengua mostrandole a todos que no había marcas en ella.

Mi pecho estaba a punto de reventar de las emociones de esa noche.
Yo también saqué la lengua y se la mostré al rey, por las dudas de que este sospechara de mí también.

—El que tenga la dichosa marca, arderá en el fuego en la plaza pública esta misma noche — Dijo el rey — No sin antes sufrir como un desgraciado antes.

Todos temblaban.

Uno por uno hicimos que abrieran la boca.

-"Es su turno señor..."- Dijo Marcus una vez que había llegado el turno de uno de los hombres mas ricos de Yellow del norte, pues este era prácticamente el hombre que estaba a cargo de toda la exportación e importación del Reino.

Le hizo una seña discreta a uno de los hombres de la guardia para que se acercaran por detrás.

-"No se preocupe, si es inocente no tiene nada que ocultar"-

Este cerró fuertemente los ojos , pero antes de abrir la boca , solo sonrió y una catarata de sangre empezó a descender de sus labios.
Luego se paró , e intentó tirarse desde la ventana. Antes de que pudiera lograrlo , Gammón lo ató con sus tallos con espinas , pero sin llegar a matarlo , solo herirlo un poco.
Al revisar su boca , se había arrancado la lengua y quién sabe donde la había escupido.

-"Que nadie se mueva!!! que aun no terminamos de revisarlos"-

Dijo para luego sujetar a aquel hombre de la camisa y ponerlo de pie para que los guardias se lo llevaran.

Tan solo me quedó la opción de mirarlo con un infinito desprecio. Claro , te convenía estar en mi contra , desgraciado.

Todos los traidores que de seguro estaban en la mesa esa noche, no solo estaban más que angustiados por su porvenir, sino también que morían del miedo al no tener escapatoria.

Y fue así como se reveló que siete más estaban en complot. Contando a los que no querían mostrar su lengua, que por algo era. El rey no tuvo contemplación por nadie.

-"Bien, supongo que esos eran todos... pueden retirarse caballeros"- Dijo a los guardias una vez que el ultimo de los invitados fue inspeccionado y todos los traidores fueron encarcelados.

El rey permanecía sentado sin hacer o decir nada, aunque por dentro estaba eufórico.

Me acerqué al rey y me puse a su lado. Apoyé una mano en su hombro y con una mirada totalmente relajada, le sonreí levemente, tratando de animarlo.

No dije nada que se me adelantó antes que pudiera hacerlo.

—Serás una digna reina, hija mía.

-"Entonces, procedo a retirarme... Caballeros, Su majestad, Princesa Amaya..."- Hizo una reverencia y dando la media vuelta se marche de la habitación, pues esperaba estar presente en el interrogatorio de aquellos hombres.

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Mientras tanto, Andreas se paseaba por los pasillos cuando vio a los guardias que llevaban esposados a los invitados de Amaya, e inmediatamente supuso que algo había pasado durante la cena.

Salí del lugar con una expresión victoriosa luego de quedarme hablando unos minutos con Padre. Me juró que iba a modificar las leyes para que yo pudiera asumir la responsabilidad de mandar Yellow del Norte tras su muerte , pues le había demostrado mi lealtad arriesgando incluso mi vida.

Lo más importante es que no había muerto en el proceso…

Inmediatamente vi a mí pequeña Eli y fui hacia ella a recogerla.

—Ya resolví tu futuro, pequeña niña — Le dije de forma animada.

-Te lo explico de camino al jardín - Tenía ganas de tomar aire fresco y quitarme de encima los nervios que aun tenía acumulados en mi interior. Aun estaba algo tensionada.

Allí le dije absolutamente todo lo que había pasado durante la cena , lo del sello aquel en las lenguas de los traidores , la sentencia del rey y su juramento hacia mi.

-Ahora podemos ir a lo de Lucifenia - Sonreí feliz.

-"Así que todo esto gracias a una lengua cercenada... quien lo diría"- Era extraño que la encontraran, pues juraria haberla pateado por la ventana. -"Bien... cuando nos vamos?"-

-¿Quieres irte los antes posible? Entonces hay que avisarle a Lucifenia. De todos modos ella dijo que ya iba a tener todo preparado antes de que le confirmara.

Mi chiquita estaba despierta y tan tranquila.