The Frontiers [PRIVADO YSY-Evil-perro-House]

Se puso las manos en la cintura, y frunció el ceño.

-Que no hiciste nada?, no puedes meterte en la regadera cuando alguien se esta bañando y decir que no hiciste nada!!!-

volvió a abrir el grifo y dejo que el agua caliente le cayera en la cabeza.

-Se supone que es un lugar intimo, donde la gente se talla y se acicala a si misma, es fácil excitarse estando solo, mas aun acompañado-

Ahora la que frunció el seño fue ella y se señaló a sí misma con una expresión indignada. Eso había logrado molestarla de verdad.

— ¡Pero si es lo más normal del mundo!— Exclamó entrecerrando los ojos. Antes de seguir gastando palabras y provocar una discusión, decidió salir de allí, sin antes cubrirse con una toalla. Ella por primera vez en la vida no lo había hecho con esa intención, podía hasta jurarlo.

Se fue a la sala a vestirse de nuevo, solo que esta vez tomando un sombrero y sus característicos lentes de sol enormes, el bolso con las tarjetas de crédito y dinero en efectivo. Luego salió por la puerta y la cerró delicadamente para que no se diera cuenta que se había ido hasta terminar de bañarse y encontrarse con la sorpresa que en el depto. no había nadie.

-Solo estaba jugando contigo...-

Ahora lo había dejado con un sabor raro en la boca, excitado y para rematar, sin toalla.

Cerro nuevamente el grifo y salio del baño chorreando, buscando algo con que secarse.

Noto el silencio abrumador en el departamento, la busco por todos lados pero no la encontró, supuso que se había marchado.

Mientras caminaba por la calle, iba rebuznando por lo sucedido. Despotricando a diestra y siniestra en voz baja, murmurando cosas incomprensibles para los demás, como si estuviera loca de remate, preguntándose que había hecho mal hacía un rato.
Su mánager, que había estado siguiendo todos sus pasos a partir del día que decidió dejar la mansión, y se había enterado gracias a los empleados al presionarlos un poco, decidió ir a encararla. Un par de contactos servían de mucho para averiguar todo de inmediato.

Erick se bajó del auto y fue directo hacia ella, que tan distraída estaba. La agarró de la muñeca y la estampó contra el muro de una casa que no tenía rejas y era la última para salir de ese barrio. Acto seguido, agarró su cuello y lo apretó para que no gritara ni pudiera articular ni una sola palabras hasta que él terminase de decir las cosas.

—Así que decidiste soltar todo por una verga… Mira nomas, resultaste confirmar lo zorra que siempre fuiste. Puta desde tu adolescencia— Aflojó un poco el agarre cuando notó que se estaba poniendo azul— Tanto que te jactabas de ser profesional ¡Y estás tirando tu carrera por la borda!
>>Escúchame, perra de mierda, o vuelves a hacer lo de siempre, o él se enterará de cómo llegaste a dónde estás y terminarás chupando los testículos de otros tipos, que es en realidad lo único que sabes hacer bien.

Geraldine le pegó un rodillazo, pero Erick hizo un movimiento en el que su rodilla solo impactó contra la parte interna de su muslo.

— ¡Buen intento! Pero tendrás que seguir escuchando lo que tengo que decirte… Esta semana tienes una presentación, para quedar bien con los refugiados. Todo lo que recaudes, la mitad irá para donativos. Es lo único que se me ocurrió para limpiar tu imagen por la vergüenza que nos hiciste pasar a todos al cancelar tu gira…— Se acercó a su rostro y le pasó la lengua por la mejilla— Más te vale cumplir. Más te vale. O verás.

La soltó y agregó:

—Por cierto, tus pastillas— Le tiró un frasco de anticonceptivos. Él siempre se había encargado de controlarla y “cuidarla” en ese sentido.

Se fue caminando, subió a su auto y no apareció más.

Geraldine quedó temblando sentada en el suelo, con fiebre.

Se sentó en la cama y se seco con la sabana, para luego ponerse lo que estaba encima de esta.

El pendiente colgaba de la cadena que se equilibraba sobre la mesa de noche al punto de casi caerse, lo tomo y lo acerco a su boca.

-Geraldine, no se si me escuchas... pero si lo haces, por favor regresa, lo que te dije no es lo que quería decir, no estaba molesto o incomodo por lo que hiciste yo solo... regresa por favor-

Después de estar conmocionada por lo que había pasado, se puso a llorar. Ahora que por fin comenzaba a rozar la felicidad con la punta de los dedos, los demás se encargaban de machacarla.
Creyó escuchar la voz de su prometido, así que empezó a buscarlo con la vista, creyendo que la había seguido. Pero al no encontrarlo, se deprimió más.

Por estar triste, el arete reaccionó a su llanto y empezó a brillar de nuevo.

Tomó el frasco de pastillas y lo lanzó con furia por ahí.

Se dio cuenta que el auto seguía ahí, por lo que debió haber salido a pie, probablemente no estaría muy lejos, pero con lo sensible que se había puesto seguramente estaría pensando lo peor.

Salio del departamento y empezó a caminar por  la calle, pudendo señas de ella de la poca gente que había fuera a esa hora.

Estaba preocupado, de lo que podía hacer si se sentía herida, solo esperaba que la encontrarla pronto.

Seguía hablándole por el cuarzo del pendiente.

-Si esta cosa funciona... si de verdad me escuchas, contéstame Geraldine, por favor-

Geraldine se puso de pie como pudo. Otra vez escuchó su voz, entonces recordó el arete. ¡Comprobaba por enésima vez que funcionaba! Solo que lo había oído como si le susurrara en el oído.

La razón por la que había salido, no era solamente para no provocar una discusión, porque en verdad creyó que se había enojado con ella, sino también para buscar algo qué regalarle para compensar lo sucedido en la ducha. Y aunque se sentía muy mal, aun estaba empeñada en cumplir con su propósito.

No quería que la viera así cuando regresara o la encontrara si la estaba buscando. Se recompuso como pudo, sacudió la ropa y empezó a buscarlo con la mirada otra vez.
En eso, vio unas flores en el jardín del frente de una casa. Se le ocurrió una idea, esperaba que siguieran durmiendo. Al ver que eran rosas y calas, tomó un pañuelo para arrancar el tallo de las rosas, tomando las suficientes como para formar un ramo y lo mismo hizo con las calas, arrancando tres. Dejó una nota en la entrada y envolvió dinero en una hoja para pagar los daños que había hecho… era lo más próximo a una floristería que tenía.

Ahora solo quedaba responder.
Empezó a cantar en lo bajo para ver si la podía oír. La misma canción que le había hecho escuchar en el jardín botánico.

Comenzó a caminar en dirección a la casa otra vez. Quería pedirle perdón.

Daba vueltas por la calle de enfrente tratando de figurar por donde se hqbia ido.

No sabia si correr como loco y buscarla por el vecindario o regresar a la casa y esperarla a que volviera, estaba tan desesperado que solo podia llevarse las manos a la cabeza e imaginarse lo peor.

Regreso al final a la casa y se sento en la barda de la entrada, junto al buzon un bote de basura lleno de envoltorios de golosinas.

Y entonces, ella apareció y le extendió el ramo de flores improvisado que había hecho con suma torpeza, pinchándose todos los dedos en el intento.

—Siento haberme ido sin avisar, pero quería compensarte con algo. Nunca más volveré a hacer lo de la ducha, lo siento… — Se disculpó con el tono más arrepentido del mundo— Espero que con esto me puedas perdonar. ¡Escogí las más bonitas! Y si no te agradan, puedo hacer otro y cambiar las flores… Perdón.

Se agachó a su altura. Había olvidado por completo de revisarse el cuello, el cual ahora tenía marcas por el agarre. Aun estaba sudada por el susto.

Hizo el ramo de flores a un lado y la abrazo con fuerza apretandola contra su pecho.

-No estaba molesto contigo tonta!-

No se dio cuenta de lo que tenia en ese momento, solo se limitaba a acogerla con los brazos.

-No me molesta que te metas al baño conmigo, pero me preocupa que te vayas asi sin decir nada-

Se separo un poco de ella para contemplarla, entonces noto las marcas en el cuello.

-Que te paso?-

—Pensé que estabas molesto y me fui para no discutir, además que iba pensando en el camino qué hacer para remendar todo. Pero si no estás molesto, no hay que enmendar nada— Sonrió un poco más tranquila hasta que le preguntó eso. Tan solo se quedó callada, mientras se llevaba los dedos a la punta de la nariz para rascársela con nerviosismo. Si le contaba, iba a perder la cabeza e ir a buscar a ese sujeto para destrozarlo— Pasó algo, pero estoy bien…

-Esa marca tiene forma de mano...-

Le recogio el cabello para descubrir el cuello.

-Eso te lo hizo quien creo que fue?-

Volteo a ver a los lados para buscarlo con la mirada, tenia razon pues si lo veia lo iba a despedazar.

Asintió con una mueca de angustia y desesperación.

—Solo… quiere que vuelva al trabajo. Tal vez tiene un poco de razón, lo estoy dejando mucho de lado; pero es que me he sentido tan feliz en estos últimos días, que no ha sido mi prioridad por fin después de mucho tiempo.
>>Aun así, me duele.

Se llevó la mano hacia la marca para tapársela.

—Diablos, estoy tan avergonzada.

Incluso se sentía un poco culpable.

-El no puede venir y hacerte esto, no es tu dueño... tampoco lo soy como para decirte que no puedes trabajar y dejar de lado tu carrera, pero no voy a dejar que te lleve a la fuerza o que te agreda si no quieres hacerlo-

Le sonrio y la tomo de los hombros, para llevarla de regreso adentro.

-Vamos a ir a ver a ese tipo los dos en cuanto regrese a casa, vas a decirle lo que quieres hacer y como lo vas a hacer... yo voy a estar ahi contigo para apoyarte y protegerte, te aseguro que no te va a volver a poner un dedo encima-

Eso la estremeció. Si ambos llegaban a encontrarse y le daba pie para conversar, el otro era capaz de soltar todo a la velocidad luz. Y Sven la odiaría para siempre. Necesitaba decirle la otra parte de la verdad, pero sentía que aun no era el tiempo señalado para eso.

—No lo vas a poder ubicar. Nunca está en su casa y tampoco atiende las llamadas a menos que las considere importantes. Yo me encargaré de decirle las cosas cuando lo encuentre…— Agachó la cabeza como perro arrepentido.

Sabia que estaba dándole vueltas para que no lo viera, no iba a discutir otra vez, pero ahora tendría mas cuidado en no dejarla sin cuidado durante el día.

-Tienes que denunciar la agresión que sufriste por parte de él. no puedes quedarte callada.-

Tomó el ramo de flores que había quedado en el suelo y lo puso dentro de un florero que estaba encima de la mesa.

—Me daría mucha vergüenza— Le dio la espalda cuando le dijo eso. Era muy humillante tener que contar todo otra vez— Lo haré a su debido tiempo… Esto tan solo provocaría un escándalo que solo me haría muy mal. No es tan fácil cuando eres una figura pública.
>>Iré a acostarme. No me siento muy bien.

Trataba de evadir el tema lo más que podía.

Todo eso le habia dejado un sabor amargo en la boca, el solo hecho de pensar que ese tipo podia agredir a su amada cuando quisiera y salir inpune le hacia enervar.

Pensaba en las mil formas en las que se podria desquitar si tuviera oportunidad.

-La proxima vez que vea a ese infeliz le voy a clavar un cohete en el culo y lo voy a disparar al espacio- Se dijo a si mismo.

Fue a la cama y se sento a lado de ella, le puso la amno en el brazo.

-Te prometi que me haria cargo de ti... no voy a dejar que ese bastardo te arruine la vida, no se como aun pero arreglare esto-

—Es mejor que el tiempo lo arregle todo. Yo sé lo que te digo— Lo miró suplicante. No quería que por culpa de su modo vida le terminara arruinando la de él y socavar con su reputación— Te prometo que me desharé de él de alguna forma. Solo estoy buscando el momento adecuado para ello— No sabía cómo ni cuándo cumpliría con esa promesa, pero lo que menos quería era que se metiera en el tema para no llevarse unas cuantas sorpresitas. Muy desagradables.

-No puedes confiar en que te va a dejar tranquila solo por que si, sabes que volvera a atacarte otra vez si le das oportunidad-

Se acostó a un lado y le dio un abrazo.

-Al menos prometeme que no saldras sola, y que mantendras la puerta bien cerrada hasta que esto se arregle-

Pensaba en que si ella quedaba embarazada y se exponia a que ese loco la agrediera otra vez, perderia tambien a su hijo, y no ppdria aguantar eso.

—Eso tenía pensado hacer, no te preocupes. Cumpliré con mi palabra, como siempre, verás— Correspondió a su abrazo— Si estamos buscando un hijo, lo mejor será que me vaya acostumbrando a no sobrepasarme con algunas cosas— Y con eso se refería también con ciertos rasgos de personalidad que tenía incorporados desde hacía tiempo y debía corregir para no terminar arruinando todo—… y aprender a medirme con el trabajo, también cuidarme. No queremos que nuestro chiquito se estrese por su tonta madre ¿Verdad?

-Entonces vas a volver a trabajar?- Le pregunto. -Y si él trata de llevarte de gira de nuevo?-

Con todo esto quizás no era tan buena idea tener un bebe en ese momento, ya que si su manager se enteraba no habría modo de protegerla estando de gira, quien sabe que clase de cosas era capaz de hacer.

-No puedes decirle solamente que quieres tomarte un tiempo para descansar?-

—Solo hasta que el embarazado me lo permita, cariño. Y no, no me iré de gira, mucho menos si todo me da positivo. No quiero estar tan expuesta una vez que… que todo crezca y sea muy evidente.
>>Igual solo trabajaré lo suficiente como para no estresarlo.

Hablaba de su hijo como si estuviera presente.

La verdad era que no quería que ese tipo descubriera su futuro embarazo, tal vez era capaz de hacerla abortar por métodos poco ortodoxos, o llevarla a la fuerza a algún lugar. Principalmente que hacía pocos años en Génesis era legal abortar, “entras y sales como si nada”, había escuchado de muchas chicas que recién empezaban. Pero ella sabía que no era así, toda cirugía tenía su riesgo, y más en esas zonas, se fuera a un hospital o a un lugar clandestino.

-Creo que ahi esta el problema, no puedes esperar que él solo vaya a aceptar las cosas asi y ya-

Volvio a enderesarse, sentado sobre el borde de la cama dandole la espalda.

-Me da miedo que tengas que ocultarle eso y al mismo tiempo estar con él... como crees que se pondra cuando lo descubra?, crees que no seria capas de matar a nuestro hijo con tal de que siga s dandole dinero? Crees que no seria capaz de llevarte a la fuerza a practicarte un aborto o causar un accidente que te hiciera perderlo?-

Se dio la vuelta y la mro a los ojos.

-Crees que no seria capaz de darte un poñetazo en el vientre y luego fingir que no paso nada?-

>>No quiero que tengas que vivir con miedo de ese maldito... y tengas que vivir encerrada o mintiendo con tal de no enfurecerlo.