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| Siete Animas - Capitulo 12 | |
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Autor | Mensaje |
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DarkGred Usuario aterrador
Mensajes : 1664 Fecha de inscripción : 12/09/2010 Edad : 37 Localización : Mexico
Hoja de personaje PUNTOS DE VIDA: (50/50)
| Tema: Siete Animas - Capitulo 12 Mar Jun 14, 2011 1:05 pm | |
| Bueh... como por alli ando leyendo el material de los camaradas [relatos muy buenas por cierto] ps me anime a hacerlos SUFRIR con uno de mis relatos. Sep, tambien escribo, por si no lo sabian [neh.... jrajaja, que? nunca pierdo la ocasion de decirlo X3] Eeeeen fin.... veamos, es un relato de ciencia ficcion con toques de suspenso y horror, y todo lo que eso conlleva [sangre, golpes y agresión-... ah! sehh y cruceros de guerra, rifles, aliens y demás] aunque advierto que me encanta intercalar una que otra escena romaaaantica, soy débil con ellas X3 uhmmm.... recordando que se supone que aqui tengo una bitacora.... nah, despues la checo X3 ...ahora SUFRAN! Siete Ánimas
Prefacio La Tierra… …no era más que montones de fragmentos ardientes, arrastrados lentamente en espiral junto con todo lo que el hombre había creado. Maquinas inmensas que alguna vez la orbitaron, masivos cruceros de guerra que libraron su última batalla sobre ella, todo iba siendo tragado por el olvido… devorado por un enorme hoyo, un remolino infernal… un error Una grieta zigzaguea por el cristal de mi cabina, recordándome mi propio estado, mi propio destino, arrastrado junto con lo que queda de la flota independista. Palpo el cristal mientras las grietas se abren paso en él, pero aparto la mano cuando algo inmenso llena mi campo visual: un gigantesco crucero de la coalición, herido y condenado, pasa rugiendo cerca. Y detrás de él, puedo ver el final que nos espera La nave se sacude sin potencia a medida que es arrastrada en amplia espiral al lado del crucero de guerra. Y una sonrisa agotada cruza mi rostro, recordando como hace solo veinte minutos, estaba obstinado en destruirlo. O que hace solo dos horas, estaba defendiendo el último bastión de la facción independista, otro enorme y destartalado crucero que había estallado y de cuyos restos había emergido el monstruo… A medida que la escena se va desvaneciendo, entro en conciencia que aquel infierno había sido solo otro recuerdo, uno de tantos que ahora atascaban mi saturada mente, yendo y viniendo sin ningún orden o coherencia. Pero-… ¿eso realmente paso? ¿Cómo era posible? No, debía ser un sueño ¡solo eso!…. Una pesadilla… una ¿proyección? Estaba saltando de recuerdo en recuerdo, de escena en escena: en un momento se hallaba a bordo del crucero Delai… al otro estaba defendiendo la instalación del Amazo. ¿Qué diablos era esto? Desesperado, intento gritar, de oponerme a la negrura que me va lentamente envolviendo, como brea negra y espesa, tragándome y arrastrado hacia una nueva escena… y hacia otro supuesto recuerdo Capitulo 01 El Abismo - Spoiler:
Como odiaba esa nave de mierda…como odiaba esa guerra de mierda… y como odiaba a esos tercios de…
Una violenta explosión vuela en pedazos un panel de control cerca del abollado guardia, cubriendose de los escombros sin dejar de insultar su suerte y arrastrándose entre los restos hasta apoyar su espalda contra uno de los muros del pasillo. Precaria defensa en un crucero que se cae a pedazos. Las luces parpadean antes de fallar, dejando el corredor escasamente iluminado por las luces de emergencia
Una sonrisa torcida se dibuja en el rostro raspado y sucio del guarda superviviente, blasfemando como un poseso mientras avanza hacia una intersección que conectaba varios corredores, pegándose de nuevo al muro y jadeando antes de echarle un rápido vistazo al corredor lleno de humo que se hallaba a su derecha… se aparta a toda prisa, cuando una llamarada brota del fondo del pasillo, carbonizándolo todo a su paso
El calor se extingue pronto, y un frió glaciar le envuelve mientras la nave de guerra se desintegra a su alrededor. Ian rechina los dientes, cerrando los ojos y apretando la mandíbula intentando despertar, de dejar atrás aquel pasillo en ruinas. Porque sabía que era otro sueño… estaba consciente de ello, que el fuego, el humo, los gritos y el chirrido del metal resquebrajándose bajo sus pies… no eran más que un sueño. Podía sentir incluso el tacto frió y suave de las sabanas bajo el, de palpar con los dedos la gruesa tela en vez de la sangre que empapaba el inservible rifle que aferraba contra su pecho
No se atrevió a abrir los ojos aun cuando todo a su alrededor quedo de súbito sumido en un atroz silencio, apretando con mas fuerza los parpados mientras se imaginaba a si mismo en un tanque de reanimación, justo donde esperaba -y deseaba- realmente estar, flotando plácidamente un par de días hasta que-…
Aquel pensamiento quedo estancado en su mente, intentando aferrase a la idea antes de terminar de desecharla por completo. Era-… simplemente imposible: la flota estaba frita, los habían simple y llanamente masacrando…
¿Prisionero? ¿Un letargo?
No. Si eso fuera un letargo ni siquiera podría estar soñando, o siquiera estar pensando… o al menos creía estar pensando; no se sentía muerto… no del todo
Oscuridad, limpia y fría oscuridad. Como odiaba la oscuridad
Podía percibirse a si mismo inmerso en aquella negrura, sin poder ver nada, a medida que se intentaba preguntar qué es lo que había pasado, o si había sobrevivido
“¿Acaso he muerto?”
Su mente, aturdida, intenta recordar, sintiendo como un alud de recuerdos emergen lenta y vagamente, fragmentados y sin ningún sentido
“Ya te lo había dicho, no es la primera vez que estoy dentro de una de estas cosas”
“¿Puedes recordar la tierra? Mira que yo hace mucho que creo haberla olvidado”
“Oye Ian, ¿me podrías pasarme la salsa? Esta cosa sabe a engrudo. ¡Engrudo con sal!”
“El cable azul, siempre es el cable azul… bueno, quizás no”
“Mañana será otra guardia, descuida, siempre la cargas la primera vez”
“¡Ian! ¿Qué diablos haces? Leclerk te espera en el hangar!”
“¿Porque te preocupa eso ahora? Para cuando termine esto, no habrá nadie que sepa que existes”
Sacude la cabeza, agobiado por las voces en su mente, resistiendo el punzante dolor y obligándose en recordar cómo había logrado escapar del crucero de guerra moribundo
Recordaba… recordaba haber piloteado, el tacto del mando y la estridente alarma.
“Entonces ¿así he muerto?”
Para su sorpresa, aquel pensamiento no le provocaba pesar, pero si intensificaba el dolor, que parecía decirle, o más bien gritarle, que no lo estaba. Aun no
Más voces atraviesan la negrura, distantes y vagas, sin lograr entenderles nada. Parecían más una mezcla de sonidos horriblemente impronunciables, comenzando a marearle. Y en medio de todo ese barullo, se destaca una voz fémina, ahogando el resto
Una paz se extiende a través de él, y es cuando logra recordar el poblado… un vasto valle atascado de rocas labradas, lo que parecía una inmensa ciudad incrustada entre dos enormes picos
Estaba lloviendo: una pesada cortina de agua golpeaba el cristal de la nave, desdibujando inmensos pilares, plazas y templos de roca, obeliscos y un laberinto de puentes
Comenzó a preguntarse si no habría apachurrado a alguien al estrellarse
Y de súbito, el dolor comienza a ceder, siendo reemplazado por una pesada sensación helada, un intenso frió que se hacía más fuerte en su garganta… y de fondo, el sonido de una exhalación
…
Ian se incorpora abruptamente intentando jalar aire a bocanadas, girando la cabeza en derredor intentando ver algo entre las tinieblas. Estaba… estaba sentado, podía palpar con los dedos las sabanas gruesas debajo de él, pero por más que parpadeaba con insistencia, era incapaz de ver algo más que un tenue resplandor azulado y algunas formas vagas
- Me lleva el-… ouch, carajo -suelta con voz ronca, llevándose la mano a la garganta antes de golpetearse suavemente la cabeza, intentando quitarse de encima aquella extraña sensación, aquel intenso insomnio que hacen que le dé vueltas la cabeza, entornando los ojos y esforzándose en mantenerse despierto. Se incorpora con dificultad, manteniéndose precariamente en pie
No… eso no podía ser un letargo o siquiera una proyección de ensueño, de esas de cuando quieren que te quedes dormido sin dar lata. “Esos tercios se esforzarían más con una proyección menos fumada”, se intenta convencer a si mismo mientras sonríe entre dientes, mirando hacia una flama de un color azul intenso que ardía sobre la mesa, quedándose mirándola por un rato antes de notar como danzaba plácidamente sobre una copa de hierro de lo más extravagante
Y sin más, comenzó a reírse. Una risa tensa y cansada de quien acaba de despertar de un infierno y aun no acaba de creerlo, dando unos pasos y recargándose sobre la maciza mesa de madera, sacando la lengua al notar un sabor horrendo en la boca y llevándose un dedo dentro, sacándose de ella una-… ¿una hoja?
- ¿Pero qué mierda? -suelta sorprendido, comenzando a recorrer con la mirada el amplio salón, apenas logrando percibir inmóviles siluetas amorfas cerca de los muros, escasamente iluminadas por la extraña flama, que la verdad, no iluminaba la gran cosa
- Ehmm, bien… ¿Dónde carajo estoy?
- Veo que al fin despiertas… ¿Qué tal dormiste?
El joven guardia se sobresalta, tropezando con las sabanas y cayendo al suelo enredado entre ellas, mascullando entre dientes y lanzandolas a un rincón, volviéndose y encarando a su… ehmm ¿captor?
¿Captora?
En vez de una soldado atascado de armadura y encañonándolo con un rifle, tal y como esperaba, se encontró con el rostro de una joven, justo a unos centímetros del suyo, retrocediendo por reflejo y chocando contra la mesa
- Te recuperas bastante rápido, cada día te vuelves más ruidoso -dice ella, embozando una sonrisa cansada. Se hallaba sentada sobre sus talones justo al lado de lo que quedaba de su improvisado lecho, tendido en el suelo. Pero no llego a preguntarse cómo había salido de la nada, fue su ropa lo que le dejo sin habla, clavándose en su sitio y alzando una ceja, mirándola de arriba a abajo
Tendría unos veinte ¿veintidós años? y llevaba solo una blusa y falda verdusca bastante estrafalaria. Parecían solo pedazos de tela desnuda, sin ningún circuito o nada parecido
- ¿Me oyes?
- ¿Ah?
- Te preguntaba cómo te llamas
Parpadeo aturdido por un instante, sacudiendo la cabeza y respondiéndole casi mecánicamente - Guardia especialista Ian Váired Saeder, tercera asignación. IDT 272D-BH42 Laboratorio 07
- Ehhrr… seh, solo te había pedido el nombre –responde ella con una sonrisa extraña, negando por un momento con la cabeza – Así que realmente eres un soldado, después de todo. Al consejo no le agradara escuchar eso. Bien, me llaman Jai Leid, y digamos que soy la encargada de cuidarte –mira por un momento a su alrededor – Para comenzar, deberás disculparme por el lugar, nadie aquí quería darte alojamiento y-…bueno, pensaron que tenerte en los túneles seria más seguro. Tienes… ¿tienes alguna noción de donde estas o que ha ocurrido?
- N-no realmente -dice el, llevándose una mano a la frente, secándose un sudor frió. Por un instante emerge el recuerdo súbito del pasillo en llamas, pero el dolor taladrante dentro de cabeza le hace perderlo, sacándole una mueca de dolor mientras preguntaba que le ocurría
- Buena pregunta. Las secuelas de la cómo te derribaron deberían haberse esfumado ya. Curiosamente tu cabeza parece igual de revuelta que hace un par de días.
- ¿Días?
- Aja, un par de días y una noche para ser exactos. Si recuerdas lo que es un día ¿verdad?
- Se lo que es un día ¿Tanto tiempo estuve inconsciente?
La mujer se levanto despacio, dirigiéndose hacia la mesa y tomando un cuenco de barro, comenzando a mezclar su contenido. Un penetrante olor a hierbas llego hasta el, haciéndole arruga la nariz
- ¿Qué es esto? –pregunta el, cuando ella le extiende el pesado cuenco color índigo
- Te hará bien
Se lo pensó por un momento, mirando las hojitas flotando en el agua, mas termina bebiéndola, atacado por una sed que solo hasta ahora había notado. El sabor a tallo no era precisamente agradable. La mujer permaneció apoyada contra la mesa, observando un tanto incomoda como el se despegaba con los dedos algunas hojitas que se le habían pegado al paladar, antes de volverse hacia ella
- ¿Qué es este lugar? ¿Acaso soy un prisionero?
- Esa sería una forma un tanto áspera de llamarte, más bien serias un… ¿huésped indeseado? Allá arriba –señala al techo con un movimiento de cabeza– hay más de uno que desearía arrancarte los dedos uno a uno en un interrogatorio - Puedo imaginármelo ¿Y porque esas ropas, tercia?
- ¿Tercia? No creo saber qué significa eso ¿y qué intentas decir de mi ropa?
- Olvídalo… ¿Dónde decías que estoy?
- Es que aún no lo decía. Estas en la ciudadela de Isebas, en los túneles cerca de las jardineras sur
- ¿Las que? Essso… no me dice gran cosa. Por tus ropas podría decir que eres una nativa ¿Sudamérica? No, no es posible. No debería quedar ninguno vivo, no después de que la instalación del Amazo y media Sudamérica dejaran de existir
La mujer exhalo despacio, negando levemente con la cabeza y llevándose dos dedos a la frente, antes de volverse hacia él. Parecía agotada, y a la luz de la antorcha se podían distinguir largas ojeras debajo de sus ojos
- Sigo sin comprender nada de lo que dices, humano –susurra ella, como si le causara gracia
- ¿Humano? –repite el con la boca llena, bajando el cuenco y alzando la ceja. Solo ahora se digna en notar que la piel de ella no era exactamente… normal
Se atraganto con el menjurje al notar un movimiento detrás de ella, tosiendo y apartándose de ella. En medio de la sorpresa y el pánico, puede ver todo lo que no se había tomado la molestia en notar
No era el reflejo de la flama, la tía era azul ¡Azul! Un azul pálido y cenizo que le hacía sentir que estaba hablando con una ahogada, una muerta. Y para rematar con una larga cola peluda y animal de un azul oscuro, casi negra, que se movía detrás de ella de una forma perturbadoramente fluida
- ¿Pero qué cara-…? –exclama el, parándose de un salto sin lograr terminar la frase al, porque al momento de hacerlo una fuerte punzada de dolor se apodera de su cabeza, haciéndole caer de rodillas mientras todo se le nublaba. Ni siquiera puede escuchar como ella pregunta que le ocurre. El dolor dura solo unos segundos más, desvaneciéndose tan repentinamente como había llegado
El abrió lentamente los ojos, totalmente aturdido…
Se hallaba de nuevo en el suelo, pudiendo ver el rostro borroso de la cara-de-muerta frente a él mientras escucha su voz con un extraño efecto de eco, sintiendo como le zumbaban los oídos. Cierra de nuevo los ojos, somnoliento, mientras ideas sueltas saltan a su mente, sin coherencia… sus recuerdos vagaban sin rumbo, sin lograr retenerlos… ¿guerra? …si, el estaba en una guerra… más precisamente en un combate… ¿era, piloto? …no, no lo era, el solo era un vil guardia de seguridad… ¿Qué hacía en una nave?
Abrió los ojos de súbito. El dolor se había ido.
Y también la cara de muerta
Ya no se encontraba en aquella oscura caverna, torciendo la boca en una mueca de incredulidad mientras sus ojos pasaban por una serie de paneles, controles y pantallas. Se hallaba de nuevo dentro de la nave, en la mitad de la nada y rodeado de escombros metálicos
Suelta un puñetazo en los tableros, sin entender nada de lo que estaba pasando, escuchando el sonidito molesto de un montón de alarmas mientras las pantallas a su alrededor parpadeaban mostrando oleadas y oleadas de datos tan rápidamente que no eran posible leerlas. El toma los manos, intentando hacer que los controles respondieran, hacer funcionar la radio, el motor, lo que fuera-…
Y fue cuando la vio
Atónito, sobrecogido por un terror que nunca había experimentado, pudo ver a la Tierra, aquella enorme esfera alguna vez color zafiro, siendo consumida, despedazada por el enorme agujero naranja y negro que se la tragaba en montón de pedazos incandescentes
- Y creía que decirle adiós a Sudamérica era bastante malo… -susurra, pudiendo ver como el mismo era arrastrado junto con los restos, inmensos pedazos del crucero Delai e incontables naves oficiales y rebeldes destruidas. Reparó en un enorme crucero de guerra no muy lejos de él, que luchaba en vano por evitar ser succionado, pudiendo ver como trocitos de su casco eran arrancados y arrastrados, junto con infinidad de puntitos que su mente dio forma humana…
- Ian… ¡IAN! -la voz de Leid le saca violentamente de aquella pesadilla, abriendo los ojos y mirando directamente los de ella, sintiendo su mano [y sus garras] apoyadas contra su mejilla en un intento por calmarle. El se aparta precipitadamente, arrastrándose de espaldas y alejándose de aquella cosa hasta chocar contra algo parecido a un enorme jarrón, con la respiración agitada y empapado en sudor frió
- Pero-… ¿Qué te pasa? –pregunto ella, dudando por un instante y dando un paso hacia el- ¿Ian?
Las pupilas del humano se contrajeron abruptamente ahogando un gemido. Su cabeza cae flácida hacia delante mientras se hunde de nuevo en la inconsciencia
…
- Sí, bueno… no es precisamente algo que se vea todos los días -dice el anciano mientras recarga su peso sobre la baranda, dejando su retorcido bastón, con el cristal ya opacado por la edad, a un lado. Suspira por un momento, manteniendo la mirada ausente y perdida sobre la amplia garganta de roca llena de árboles, debajo del puente en el que se hallaban
Jai Leid mantuvo el silencio, esperando a que el dijera algo mas, mirando también hacia el brumoso amanecer que se perfilaba mas allá de los muros de piedra, del que su abuelo no apartaba la mirada. El aire helado de la mañana fue lentamente cortado por los primeros rayos del sol, iluminando las torres y monolitos que emergían de entre los edificios tallados en la roca azulada en el centro de la inmensa ciudad de Isebas
- ¿Hace cuanto fue la última vez que viste a un humano? –pregunta ella
- No tengo la más remota idea –contesta el, encogiéndose de hombros- …no es que se paseen muy a menudo por aquí ¿sabes? - No te estás tomando el asunto muy en serio, Jae. –sentencia ella con una sonrisa, alzando la mano y comenzando a numerar con los dedos – Los del consejo andan como locos pronosticando nuestra caída, seguimos sin poder romper el asedio de la ciudad y para variar nuestros aricans quieren destripar al humano, en un intento por sacarle alguna pista para evitar la inminente derrota. Están seguros de que él es-…
- ¿Un “central”? –termina la frase - Esas son paranoias aricans. Ni siquiera los humanos de allí tendrían algo como-… como esa cosa esta incrustada en las jardineras sur. Esa-… na… nae-… ¿nadec? ¿Cómo la llaman?
- ¿Cómo quieres que lo sepa? Igual y puede que tengas razón. El problema es que en estos días he visto cosas aún más absurdas, que la verdad no me extrañaría tanto. Si mal no recuerdo, ellos eran los únicos que sabían deformar los metales de esa manera
- Quizás, quizás… Y bueno, ¿Cómo dices que se llama?
- Ian no-se-que Sae. Nunca he logrado recordar bien esa clase de nombres. Un soldado, al parecer, pero su mente sigue siendo todo un revoltijo. No logro entender ni la mitad de lo que dice. Diría-… que el Iaad de traducción no parece funcionar muy bien en él
- Lo dudo. Simplemente no es posible traducir ni la mitad de su lengua al nuestro, les encanta inventarse palabras. Y dime ¿Cómo se está tomando su encierro allá abajo?
- Ni siquiera ha estado consciente el tiempo suficiente para eso –suelta ella, con una sonrisa amarga – Y si la cosa sigue así comenzare a envidiarle, no creo haber dormido más que un par de eines desde que llego y me asignaron su cuidado
- ¿Tan mal la has pasado?
- No tienes ni idea. Deberías de escuchar los gritos que se pega en medio de sus pesadillas
- ¿Y que cuenta Darah?
- ¿Cómo? –pregunta ella, perpleja
- Tu hermana, podría apostar una mano a que esta allí abajo, para ver con sus propios ojos al humano y/o sacarte de quicio, lo que ocurra primero. Y conociéndote se lo habrás prohibido como mil veces solo para lograr despertar su curiosidad. Me da gracia como-…
- No es gracioso Jared, y menos en un momento como este ¿Ya reuniste al consejo? Deberías de preocuparte por cómo convencerles de abandonar la ciudad
- ¿Para qué? Nadie quiere irse. Y nadie cree realmente que logren traspasar las barreras más allá del borde de la ciudadela, ni siquiera los ancianos. Solo los aricans creen lo contrario, y ellos no cuentan; si no están malmatándose entre ellos, no son felices
- Ojala fuera verdad, y solo se mataran entre ellos… -susurro ella, perdiendo también su mirada en aquel opaco amanecer…
…
...
Última edición por DarkGred el Dom Jun 03, 2012 5:02 am, editado 7 veces (Razón : actualizacion) | |
| | | Invasor nic Blorch King
Mensajes : 4117 Fecha de inscripción : 13/10/2010 Edad : 31
Hoja de personaje PUNTOS DE VIDA: (50/50)
| Tema: Re: Siete Animas - Capitulo 12 Mar Jun 14, 2011 8:52 pm | |
| como te dije en DA camarada X3 muyyyy bueno gred :3 +1 juasjuas | |
| | | Gerrysnk Mod caotic cosmos
Mensajes : 5535 Fecha de inscripción : 22/06/2010 Edad : 29 Localización : ?
Hoja de personaje PUNTOS DE VIDA: (50/50)
| Tema: Re: Siete Animas - Capitulo 12 Mar Jun 14, 2011 10:57 pm | |
| Si gred me haces sufrir... sufro por que no puedo leer mas relatos tuyos esta genialismo!!! me encanta tu forma de escribir tan descriptiva me imagine todo esta genial....te dejo +3(lo que uso cuando algo me gusta demasiado :3) | |
| | | Gash, just Gash Almighty Tallest
Mensajes : 4769 Fecha de inscripción : 14/09/2010 Edad : 36 Localización : Mmmm... La tierra del chocolate...
| Tema: Re: Siete Animas - Capitulo 12 Miér Jun 15, 2011 2:57 am | |
| No sabía que escribías, Gred! O al menos no lo recordaba El prefacio me recordó -ni idea por qué- a un juego que mi novio adora. Me encantó, adoro la forma que tienes de expresarte en general y verlo en una prosa es estupendo. +1 | |
| | | DarkGred Usuario aterrador
Mensajes : 1664 Fecha de inscripción : 12/09/2010 Edad : 37 Localización : Mexico
Hoja de personaje PUNTOS DE VIDA: (50/50)
| Tema: Re: Siete Animas - Capitulo 12 Miér Jun 15, 2011 9:57 am | |
| Grax camaradas! X3 AJRAJAJAJ.... sufre gerry! sufr-... ok no, igual y subiré otro capi Capitulo 02 Recuerdos opacos- Spoiler:
- Jrajaja! ¡Te lo había dicho! Si molestas a Leclerk, será lo último que hagas en esta hielera –exclama uno de los guardias sentados en el estrecho comedor. Eran como una docena de ellos, humanos, portando aun el uniforme reglamentario de la guardia nocturna, mientras las lucecitas verde de sus uniformes brillaban en la media luz de la pequeña sala. Esta se hallaba ocupada en su mayor parte por una larga mesa, sobre la que estaban los restos de la cena del día
- Bueno ¡Eso podrías habérmelo dicho antes! –suelta Ian Vaired, divertido mientras señala al otro con un tenedor de plástico - O estaba de buenas o se está ablandando, solo me dio un par de días de arresto
- ¿Ablandando? –grita el otro – ¡JRA! Eso quisiera verlo. Eres nuevo, eso es todo. ¡Ese tío es capaz de lanzarte por la escotilla más próxima y dejarte flotando allá afuera el día entero!
- ¿Experiencia propia Hunter?
- ¡Se podría decir! – La sala entera estalla a carcajadas, recordando las locuras del jefe de guardia, un seco y adusto personaje del que todos se cuidaban
- Pero no logro entenderlo –interviene una mujer, al otro lado de la mesa- ¿Cómo es que un rudo tío de una instalación de superficie, termina congelando su trasero acá arriba?
- Tomare lo de rudo como un cumplido –dice este, forzando una media sonrisa antes de borrarla de súbito y apartar la mirada hacia el techo – Buena pregunta, ¿qué diablos hago congelándome aquí, en vez de estar allá abajo, enterrado en el lodo e intentado no ser la cena de un tero?
La escena se desvanece en la oscuridad, mientas el murmullo de la sala permanece unos instantes más, preguntas sueltas del resto de los guardias, intentando saber cómo iban las cosas en el planeta o si había visto a un TCR vivo. Y sin previo aviso, se escucha la ensordecedora explosión de una granada, sintiendo como un montón de tierra y guijarros le golpean el rostro
“No otra vez”
Abre los ojos de golpe, sintiendo el rifle en sus manos y aferrándolo con fuerza, intentando ver algo entre el humo y la confusión
- ¡Púdranse de una vez, tercios!
Aquel grito lleno de rabia resuena entre las sombras de aquella terrible noche, mientras lo que quedaba del escuadrón de bloque se apretaba contra el lodo negro de hollín, sintiendo como los disparos pasaban zumbando por sobre sus cabezas en aquel mugriento agujero en medio de la nada. Era la víspera de la caída de Amazo y su tarea era sencilla, evitar que ningún tercio pusiera el pie a lo que quedaba de la ciudad a sus espaldas
La caída de Amazo, el último estado que se opuso al gobierno mundial… ahora era solo un inmenso cráter humeante
Ian, tendido en el fondo de la improvisada trinchera, se arrastra entre el lodo hasta apoyar la espalda contra la pared del agujero, formado por algún gigantesco obús del intenso bombardeo de hace unas horas. Palpa el rifle, revisando el cartucho antes de amartillarlo, mirando de reojo a su lunático compañero, al borde del hoyo y disparando casi a ciegas mientras grita improperio y medio.
Otro sueño, debía serlo, se repetía una y otra vez. Y aun así, Ian no puede evitar sentirlo todo tan real, de toser por el humo caliente en sus pulmones, sentir el lodo hasta en sus calzones o incluso tragar grueso al ver la total imprudencia con la que “Perro Rabioso” García parecía ignorar como las balas hacían saltar la tierra a su alrededor, sin dejar de disparar e insultarle a la oscuridad
- ¡García! ¡Baja de allí maldita sea! -le grita, segundos antes de que una bala rebotara en el casco de su compañero, que deja de disparar para tirarse de espaldas dentro del hoyo y llevarse una mano al casco, acariciando nervioso la abolladura en este
- ¡Cállense! ¿No escucharon eso? -Suelta el operador de radio, mientras todos contienen la respiración, intentando escuchar algo en medio del fuego cruzado. Un sonido gutural, un chillido espantoso que surge de la oscuridad más allá del hoyo, mientras todos se aprietan contra el lodo al darse cuenta de la aterradora presencia de un Tero
…
Ian se incorpora, llevándose una mano al pecho sintiendo como su corazón le martillaba por dentro, recorriendo ansioso con la mirada en derredor y esforzándose por distinguir el sitio en el que se hallaba en la escasa luz, y solo soltando un suspiro de alivio al verse de nuevo en la fría caverna de la cara-de-muerta
Y no es que realmente fuera reconfortante saberse prisionero de esa-… “cosa”. Era el hecho de tener algo mas en que distraerse y no pensar en sus recuerdos, en aquel coctel endiablado que tenia embutido y hecho bolas dentro de su cabeza, incorporándose con dificultad y buscándola con la mirada
- ¡Hey! ¡Lea o como sea que te llames! ¿Dónde diablos estas? –le grita a la nada, tallándose las greñas por un momento antes de volverse hacia la mesa, comenzando a olfatear el aire. Olía a comida. Bueno, mas bien, a alguna clase de comida. Cuando se acerco pudo ver que nada de allí le era familiar, rayando casi en lo grotesco. Se detuvo en lo que a primera vista parecía una pera o una manzana, pálida y de un color amarillento, lleno de verrugas y filamentos color mostaza. Toma una, pero la suelta casi al instante al sentir como sus dedos rompían la frágil cascara, embarrándole la mano de una gelatina azulada y viscosa
- ¿Qué diablos es esto? –suelta él, sacudiendo la mano en una mueca de asco con el solo hecho de pensar en que si o si se tendría que comer algo de esa mesa, buscando algo mas y pasando la vista por montones de frutas extrañas, raíces, tallos, hojas e incluso insectos de todas formas y tamaños, todo colocado en cuencos de un azul oscuro intenso y casi iridiscente. Parpadea, un tanto sorprendido al no ver nada que remotamente se pareciera a carne, o puré de papas, o lasaña, tomando uno de los tallos lleno de hojitas de un extraño color purpureo y girándola frente a sí de forma distraída, antes de tirarla por sobre su hombro
- Nunca creí extrañar el engrudo que comía en Delai - se dice con una sonrisa amarga, rebuscando entre los cuencos hasta dar con lo que parecían hogazas de pan, alzando una y mirándola con recelo
- Eso es pan de mugo
Ian deja caer la hogaza, volviéndose para poder encontrarse con la pálida mujer y su manía de aparecerse de la nada, pero encontrándose esta vez con solo aire. Alza la ceja, rebuscando quién diablos había-…
- Acá arriba
Sorprendido, alza la cabeza en dirección al techo, entornando los ojos hasta lograr distinguir en medio de la oscuridad una silueta trepada en-… espera. Ian parpadea, abriendo la boca sin poder creérselo. Estaba trepada allá arriba. La cara-de-muerta estaba trepada en el techo, viendo como esta se deja caer frente a él con una agilidad inhumana.
Espera un jodido momento… esa no era Leid. Era-… mucho más chaparra
- ¿Quién carajo eres tú? –le pregunto a la niña de pie frente a él. Se parecía bastante a la otra mujer, con la cola, garras, piel y demás, incluso la ropa era un tanto parecida. Casi parecía una versión en miniatura; solo que esta copia no parecía escucharlo en lo más mínimo, mirándole de arriba abajo y caminando en semicírculo a su alrededor con sincera curiosidad
- Era cierto, realmente no tienes cola, ni garras. Y tu piel es muy extraña –susurra ella en un gesto inquieto mientras el tuerce la boca irritado y extrañado, notando como por alguna razón ella parecía no tenerle miedo alguno, y recordando con cierto fastidio como el mismo había reaccionado cuando se dio cuenta de que Lea no era humana
- Te pregunte ¿Quién eres tú?
- ¿Eh? ¡Ah! Perdona, mi llaman Tze Darah, y-….ehmm, digamos que soy hermana de Leid -termina ella con una sonrisa nerviosa y remarcándolo con el índice, como intentando justificarse
- ¿Hermana? -pregunta, alzando una ceja -Si eres hermana de la otra ¿Cómo es que no llevas el mismo apellido?
- ¿Qué es un apellido?
- Olvídalo… ¿Cómo dices que entraste? –pregunta el. Hacía rato que había notado que el lugar no parecía tener puerta alguna
- No lo he dicho, pero fue por allí – responde, señalando al techo. El tardo varios segundos en ver, oculto en aquella tenue luz, lo que parecía ser un enorme agujero labrado en medio de este, encima de la mesa
- ¿Cómo demonios…? –alcanza a exclamar, mirando el largo túnel que ascendía hasta perderse en la completa oscuridad, antes de tomar la antorcha y acercarse al hoyo… aunque su débil luz no le ayudo gran cosa. Solo algo le quedaba bastante claro: se hallaban muy bajo tierra, y no le iba a resultar sencillo escalar por allí. Baja la vista, al notar como la chica le hablaba al otro lado de la mesa
- ¿Cómo es que no has comido nada? Mira que realmente nos preocupamos por conseguir de todo cuanto hallamos. No estábamos del todo seguras que es lo que comían los-…
- ¿Qué diablos haces? –le corta él, al ver como ella tomaba uno de los cuencos y le daba un mordisco
- ¿Qué? –pregunta, con la boca llena de arcilla- No pensabas comértelo ¿o sí? Igual y tienes una mesa entera para-…
- Estoy hablando del plato. Te estás tragando el plato –sentencia él, incrédulo
La chica se detiene, sorprendida, mirando por un momento la mordida en el cuenco y luego a él – Estoy… estoy comenzando a creer que no comes lo mismo que nosotros ¿cierto? –pregunta, esta vez formando una sonrisa inquieta - ¿No será-…? No será que comes carne ¿o sí?
El sonríe con ilusión, cerrando los ojos y tallándose por un momento la nuca, pensando que quizás podría hincarle el diente a algo decente – Bien, ahora que lo mencionas, un filete no me caería nada-… -comienza sin lograr terminar la frase, escuchando como el recipiente se estrella contra el suelo.
Cuando abre los ojos, puede ver como la chica se había esfumado.
- ¿Pero qué demonios? -tuerce la boca acercándose al agujero, escuchando el lejano sonido de sus garritas contra la roca del túnel
- Seguro que va por waffles
Última edición por DarkGred el Jue Feb 16, 2012 11:10 am, editado 1 vez | |
| | | Gerrysnk Mod caotic cosmos
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| Tema: Re: Siete Animas - Capitulo 12 Miér Jun 15, 2011 5:58 pm | |
| Oye gred de la tipa tienes un dibujo no? Si estoy seguro tienes un dibujo!!! Yo lo recuerdo.... Demonios al leerlo sabia que no era humana y quería predecirlo pero continue leyendo y vi que ya lo habías revelado me gusto te dejo +1^_^ pd:Mai,Jai,Lai....coincidencia? oO | |
| | | Gash, just Gash Almighty Tallest
Mensajes : 4769 Fecha de inscripción : 14/09/2010 Edad : 36 Localización : Mmmm... La tierra del chocolate...
| Tema: Re: Siete Animas - Capitulo 12 Jue Jun 16, 2011 6:39 am | |
| Oh, es un furry Es broma ^^ Lost, mira, un furry!!Bueno, todo esto me aclaró, nada en lo absoluto xD No, buen desarrollo de trama. Estoy intrigada. Me recuerda vagamente a varias cosas, pero esos pensamientos se esfuman tan pronto como aparecen (suena raro?) +1 | |
| | | DarkGred Usuario aterrador
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| Tema: Re: Siete Animas - Capitulo 12 Mar Jun 21, 2011 3:03 am | |
| jrajaja... me alegro mi estimada gash, me alegro.... no cachaste una.... aahhh... reconfortante XD ...nah! sus comentarios me inflan el ego Y bueh.... uno de los mas grandes ingredientes de esta trama es la intriga y el suspenso, no duden de que si siguen leyendo, jugare muy a gusto con esos recursos esperando arrancarles un "que carajo paso aquí??" XD iuhmmm... veamos mi estimada gash, si esos flashazos vagos tienen que ver con juegos de guerra como halo, starcraft y demas, quizás tengas razón... en parte han sido una buena inspiración... sin contar con una MUY sutil, sutilizima influencia de la obra de JV Y sep, si te refieres gerry a la tia con la guadaña, es la misma camarada... y un tremendo LOL ajrajzajaja! no lo habia notado!! nada mas cambia una letra! ...la regla de las tres letras camarada! la regla de las tres letras XD Ps..... si aun retiene algo de interés, dejo una tanda mas. Espero sea de su agrado^^ Capitulo 03 Moldes de Sospecha- Spoiler:
La tenue luz de las antorchas ilumina un angosto y largo pasillo, abarrotado de gente y voces. Charlas y pasos resuenan entre sus paredes; el corretear de un par de niños; el mascullar de un anciano reprimiendoles...
Pero ninguno en la multitud era un humano. Eran hombres y mujeres con piel pálida y mortecina, garras y cola; otros eran enormes y desgarbados reptiles humanoides, menos numerosos y que avanzaban entre la multitud como icebergs en un mar de gente
Y en medio de aquel mosaico de voces y rostros, una figura pequeña se desliza a toda prisa, zigzagueando entre la multitud hasta chocar contra el anciano que aun reñía con el par de niños
- ¡Yatta! -exclama el anciano con ronca voz cuando la pequeña rebota contra su espalda. Darah lanza una apresurada disculpa al cascarrabias al pasar a su lado sin detenerse, angustiada en llegar al templado donde se hallaba su hermana. Tenia que advertirle...
Lanza una nueva disculpa, sintiendo un escalofrió al escuchar el alarido de advertencia que brota de la garganta del arican que acababa de pasar, agachándose para evitar la larga cola escamosa que pasa zumbando sobre su cabeza. Puede sentir sobre su espalda la fría mirada de la criatura, dando vuelta en una esquina e internándose en una plazuela
Se detiene jadeando al perderlo de vista, apoyándose contra un grueso pilar mientras intenta recuperar el aliento... y ahuyentar el temor que inundaba su pecho. No por el arican de hace un momento, sino por la criatura al cuidado de su hermana; era un maldito carnívoro justo como ese arican. Inhalo hondo, mirando al alto techo. ¿Como era posible? Ian no tenia garras, e incluso sus dientes eran romos y carentes de filo. ¿Un depredador? ¿Eso?
Sacude la cabeza, reanudando la marcha. Con garras o sin ellas, esa cosa tenia seis días sin probar bocado. Y eso eran mas que un buen motivo para preocuparse.
…
- No me caerían nada mal esos waffles –masculla Ian dibujando una larga mueca de asco y fastidio, sosteniendo un brillante y gordo escarabajo de color cobre, haciéndolo girar entre sus dedos mientras el desdichado bicho se retorcia y chilla a centímetros de su cara. Se lo piensa un segundo mas, antes de meterselo a la boca, masticando y tragandolo con asco
Su estómago gruñe en una mezcla de hambre e indigestión, pero no habia nada remotamente mas comestible en el lugar. El pan de mugo había resultado incomible, sumamente agrio: pareciera que estuviera hecho de limones, sal, miel y vinagre, mucho vinagre. Y fuera de eso, la mesa no contenia mas que plantas e insectos, pero montones de insectos, muchos de ellos vivos y retorciendose
Tuerce la boca en una mueca de frustracion, intentando rebuscar en la vieja mesa con la vana esperanza de haber pasado por alto alguna costillita a la tailandesa, o quizás unos frijoles al-…
Se detiene en seco, encogiéndose sobre sí mismo al escuchar un estruendo sordo a sus espaldas. Algo había caído por el agujero del techo contra el otro extremo de la mesa, lanzando trocitos de cerámica y ramillas al suelo. Se da vuelta al acto, sujetando por instinto una de las ramas de la resquebrajada mesa y mirando con desconfianza al cuerpo que se perfila en la penumbra-…
- ¿Leid? -logra soltar al reconocer a la cara-de-muerta, gravemente herida mientras esta hace un enorme esfuerzo por ponerse en pie, tropezando entre los restos de barro y fruta. Ella alza la mirada al escucharle, intentando decirle algo y solo logrando ahogarse en su propia sangre
- ¿Pero qué diablos te paso? -alcanza a articular él, viendo como esta suelta un escupitajo de sangre al suelo, antes de alzar la vista hacia el agujero del techo, con una mezcla de odio y miedo. Levanta las manos y flexiona las piernas, como esperando atrapar algo… un tenue brillo inunda la sala, e Ian se queda de piedra
Fue como si un vidrio se materializara encima de ella, una pared translucida que se resquebrajo como el cristal al recibir el peso de una criatura que se arrojó contra ella. La barrera cristalina se rompe en mil pedazos, desviando por muy poco el filo de una hoja metálica que golpea y atraviesa la mesa a los pies de la mujer. Y de un movimiento, el intruso la sujeto del cuello, arrojándola brutalmente contra las enormes ánforas
- La mierda… -soltó abrumado el humano, cubriéndose de los fragmentos de los jarrones mientras estos vuelan por todas partes, aun sujetando su delgada rama y mirando como aquel monstruo se yergue del todo, arrancando su arma del despedazado mueble. El monstruo lanza un gruñido, avanzando pesadamente hacia el punto en donde habia lanzado a Leid
Era… era enorme, del doble de su altura sin contar su larga cola de reptil, un cuerpo humanoide y musculoso con una cabeza pequeña, larga y estrecha rematada por mandíbulas tachonadas de dientes. Pero no fue eso lo que le deja sin aliento. La criatura estaba enfundada dentro de una maciza armadura metálica casi medieval y portaba un arma de lo más absurda: alargada y pesada, era un enorme cuchillo tan largo y pesado como el mismo monstruo, con el filo estropeado y magullado. La criatura avanzó arrastrando el arma, acercándose al montón de vasijas rotas y removiendo los escombros buscando a la mujer, levantándola por el cuello y alzando el arma para rematarla
Pero ella no se movió mas, meciéndose inerte en su mano mientras el la examina sin prisa, antes de arrojarla de nuevo entre los jarrones destrozados
Sus movimientos, su aspecto, todo su ser daba la impresión de un soldado brutal y atroz, que comenzó a barrer el lugar con sus ojos negros y de pupila amarillenta hasta dar con el humano, que dio un paso atrás por mero instinto. El reptil dio un paso y se detuvo, pareciendo desconcertarse al ver como Ian se permite una sonrisa extraña y acida, cuando piensa en lo patético que debia verse el mismo empuñando la ramilla
El ataque fue tan intempestivo que no lo vio venir. Haciendo chirriar el arma contra el suelo, el soldado arremete violentamente contra el humano, que solo atina a retroceder hasta chocar de espaldas con la mesa. Pero la criatura lanzo un rugido de dolor en plena marcha, perdiendo el equilibrio y lanzando una cuchillada al aire antes de estrellarse contra el macizo y maltrecho mueble, en el justo lugar en donde Ian había estado hace unos instantes, partiéndola en dos y haciendo volar astillas, platos e insectos
Se escucha al monstruo chirriar con furia, incorporándose a toda prisa y volviendose, solo para ver como Leid le sujeta el rostro
Ian, en el suelo y a solo un metro de ellos, mira atónito la escena. El reptil se sacude en un violento espasmo, poniendo los ojos “en blanco” mientras una breve descarga eléctrica brota de la palma de ella.
El silencio se impone, pasando varios segundos antes de que ella le suelte… y el reptil cae muerto entre los restos de la mesa
Ian deja escapar un quejido, mirando el cuerpo inerte de la criatura antes de mirarse las manos y ver que aun sujetaba la maldita rama, lanzándola lejos antes de embozar una sonrisa desencajada, mareado con todo lo que acababa de ocurrir
No. No lograba siquiera asimilar lo que había ocurrido, y mucho menos creerlo: el escudo de cristal, el choque eléctrico, el reptilote muerto a su lado… Ian se golpetea la sien con los dedos de una mano, queriendo despertarse de alguno de sus fumados sueños. Debía serlo. No había forma de-…
Alza la vista sobresaltado al ver como varias gotas de sangre caen al suelo frente a el. Era la cara de muerta, quien apenas se mantiene en pie
- ¿Estás-... bien? -alcanza a preguntarle ella, esforzándose por mostrar una sonrisa manchada en sangre antes de desvanecerse y caer, inconsciente, encima de el
…
Calor. Sentía calor dentro de sí, como si su propia sangre le quemara. Fue esa horrible sensación, la que la hizo por fin despertar, parpadeando por unos instantes en los que fue recordando lo ocurrido. Leid no pudo evitar percibir la ironía al darse cuenta de cuánto se habían invertido los papeles, percibiendo la silueta del humano al lado de ella y sintiéndose a si misma en el lecho en el que ella lo había cuidado
- Al fin despiertas. Tenía mis dudas si realmente funcionaria el suero en ti -escucha que murmuraba él, mientras se esfuerza por incorporarse. Un sonido extraño llama su atención, como un chapoteo espeso y desagradable que le hace volverse hacia él. En medio del mareo cree ver un movimiento extraño sobre la piel de uno de los brazos del humano
- ¿Funcionar en mi? –repite ella, arrastrando las palabras y sacudiendo la cabeza - ¿Qué-… que es lo que me has hecho?
- ¿Yo? Oh, no mucho: cerrar heridas, reponer el volumen sanguíneo, algunos analgésicos y demás. Lo básico…- se detiene cuando estaba numerando con los dedos, al ver como ella se llevaba una mano al pecho, encorvándose en un gesto de dolor- Bueno, mientras no se te ocurra ser alérgica a algo, la cosa irá bien ¿Cómo vas?
- ¿Cuánto-… tiempo, estuve inconsciente?
- Quince, veinte minutes. Algo así, no lleve la cuenta.
- ¿Minu-…? ¿Cuánto dices?
- Una media hora ¿por qué?
- ¿Qué es una hora? -pregunta ella, pasando por alto como él alza dramáticamente una ceja. - No importa ya. Tenemos que salir aquí, antes de que-…
- ¡Ah, no! Espérame un jodido segundo ¿Quién o qué carajo es eso? –espeta él, señalando por sobre su hombro al cadáver de la criatura
- Si no te saco de aquí, nunca podrás saberlo. Solo espero que no hayan pasado más de un par de ei-…
- No, nada de “para más tarde”. Eso era un arican ¿cierto? Por allí podrías empezar. O mejor aun ¿Qué mierda eres tú? - Se detiene, mirando con crudeza a la mujer tumbada en el suelo, antes de torcer la boca al notar como retrocede ante su arrebato. Ella se esforzaba en mantener su mirada. Le causaba miedo… eso era nuevo.
- “Eidas”
- ¿Cómo dices?
- Mi raza es conocida como eida, pero poco importa. Dentro de poco no quedara ninguno
…
- ¡¿De qué me estás hablando, maldita sea?! Aricans, eidas, central… ¿Qué coño pinto yo en todo esto? –exclama el, gesticulando con las manos y caminando de un lado a otro, irritado. No entendía nada, o más bien, no quería entender nada. ¿un ejército de reptiles sitiando una ciudad de tíos con cola? Ese era el tipo de cosas que no le cabían en la cabeza. Realmente… no, enserio: debía de estar dentro en una proyección…
- Basta Ian, intento salvar tu vida ¿no te das cuenta? No les eres útil, y no permitirán que Central tenga la mínima oportunidad de saber si lo eres para ellos. Nuestros aricans te destriparan en cuanto te vean, y a mí por ayudarte. No piensan seguir mas las ordenes del consejo de ancianos, y para el caso, yo tampoco. Debo ocultarte, de todos ellos
- Si claro, y que ganas tú con salvarme el pellejo, ¿se puede saber?
- Porque a diferencia de ellos, creo que puedes ayudarnos. Ayudarme. Me importa poco lo que seas o quien seas… necesito tu ayuda - Ian se detuvo, mirándola a los ojos por solo un momento. A su pesar, pudo sentir un nudo en la garganta al distinguir la desesperación reflejada en sus ojos. Pero el sentimiento solo le duro un momento- ¿Y cómo sabes que pienso ayudarte?
Ella parpadeo, mordiéndose los labios antes de lanzarle una mirada acida, soltando a media voz - ¿al menos sabes, lo que significa la gratitud?
- Quizás si me tendieras un buen trozo de pizza y una chela lo consideraría. Ahora bien ¿Cuál es tu elaborado y universitario plan para no terminar muertos?
Para su sorpresa, ella dibujo una amarga sonrisa- No sé que es pizza; no sé que es universitario, pero sé lo que es un plan, y temo decirte que no tengo ninguno, y habrá que hacerlo sobre la marcha. No podemos arriesgarnos a quedarnos aquí más tiempo -Pero a pesar de esas palabras, no había rastro de determinación en su voz, manteniendo la mirada baja, sujetando con fuerza la tela sobre tu pecho. Y cuando el se acerca, puede notar que temblaba
- ¿puedes andar? -pregunta él, esforzándose por suavizar su voz. Le gustara o no, ella bien podría ser la única en quien podría remotamente confiar. Duda por unos instantes antes de hincarse frente a ella, alzando indeciso una mano en dirección a su rostro hasta posarla suavemente sobre su mejilla, tal y como ella había hecho hace unas horas, alzándole el rostro para mirarla a los ojos
- Quizás sea un poco tarde para decir un “gracias” –susurra él, sin sonreír, pudiendo ver como un hilillo de sangre corriendo de la comisura de sus labios y como su otra mejilla comenzaba a hincharse. Pero cuando él se percata de una lagrima se deslizándose por la mejilla herida, ella le sujeta bruscamente la muñeca
- Sera mejor que aun no las des, y menos a mi -ni bien había terminado la frase, puede sentir como ella le sujeta el rostro. Antes de que pudiera reaccionar, una brutal descarga eléctrica le atraviesa el cráneo
Todo se volvió negro, y no supo más…
…
Última edición por DarkGred el Jue Feb 16, 2012 11:12 am, editado 1 vez | |
| | | DarkGred Usuario aterrador
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| Tema: Re: Siete Animas - Capitulo 12 Mar Jun 28, 2011 9:58 am | |
| Ora... parece que se perdió el interés.... Bueehh, que mal X3 Al menos subiré un capitulo mas, por si algún despistado aun quiere leer. Espero que alguien mas lo disfrute como yo al escribirlo ^^ Capitulo 04 Ilusión y realidad- Spoiler:
Darah corrió hacia ellos en cuando les vio entrar a la casa, acribillando a su hermana de preguntas. La mayor estaba golpeada y llena de heridas y cargando a otro eida sobre su hombro
- ¿Donde estabas? ¿Que ha pasado? ¿Porque no estabas en el Templado? -la niña ahoga su mar de preguntas, fijandose mejor en el magullado joven que cargaba la hermana- Quien-... ¿Quien es el?
Leid nunca habia sido particularmente buena en las ilusiones, y la que estaba montada encima del humano no tarda en desvanecerse bajo la mirada de la pequeña.
La joven se aparta al acto, señalando a la criatura inconciente- Qu-... ¿Que haces con el humano?
- Le he salvado -responde ella pasando a su lado, dirigiéndose hacia la mesa
- ¿Qué has hecho qué? -grita la niña, mientras una expresión de pánico le invadía el rostro, siguiendola con la mirada
Pero Leid parecia ignorarla, haciendo caso omiso a como la pequeña revoloteaba preocupada a su alrededor, sin cerrar la boca ni un instante, preguntando si se había vuelto loca, si realmente había asesinado al guardia, y si sabía que los aricans estaban como desquiciados con todo el asunto. Leid no oia nada de eso, acomodando con gran cuidado el cuerpo del humano sobre la mesa y asegurándose de que aun respirara, antes de dejarse caer ella misma a un lado completamente exhausta. Se quedo alli, mirando al techo por unos minutos y agradeciendo aquella pausa, recuperando fuerzas para lo que sería una noche agitada
Darah se queda aun mas desconcertada al ver como una sonrisa extraña emerge en el rostro de su hermana mayor, quien alza una mano mirándola a contraluz mientras la gira, abre y cierra arriba de ella
- Leid, ehmm… ¿Qué haces?
- Es como si ardiera…
- Ehh ¿Qué?
- Me arden, las venas bajo la piel, como si mi sangre hirviera. Este humano, de algun modo salvo mi vida. Solo ahora soy consciente de eso; las heridas del arican bien podrian haberme matado. Pero de alguna forma él me ha sanado. ¿Como? No tengo idea ¡Pero Yatta! Y en verdad que duele…
- Leid, realmente me estas asustando ¿Que pretendes con todo esto? ¿Realmente sabes en el problema en el que te has metido? ¿Porque le has salvado? Por-… ¿Por qué tan de repente confías en él? –le pregunta mordiéndose el labio, preocupada al ver como Leid simplemente sonríe antes de incorporándose con un gesto de dolor, sentándose al borde del tosco mueble
- No lo sé. Quizás solo sea una tonta intuición
- Una intuicion... D-de acuerdo... -dejo caer los hombros, mirandola con aprensión- Solo espero que sepas lo que haces. Lo primero que hará el consejo será buscarte, y más vale que vayas buscándote una buena cuartada. De alguna manera tendras que explicar porque estas llena de cicatrices el mero día en el que desaparece el humano y aparece un arican muerto en los túneles. O porque no estabas en el Templado en estos momentos
- Puedo lograr que Kaled me cubra con eso. Podría pedirle que jure que estuve con él esta noche Lograría parecer que cruce el frente sur solo para verle, y que un exhumado fue el que me hirió
La pequeña nego con a cabeza, antes de agregar, señalando al humano- Y bueno ¿Qué vamos a hacer con este? Digo, conociéndote preferiste no correr riesgos, noquearle y traértelo en calidad de bulto. Y seguro que no estará de muy buen humor al despertar
- Ya pensaremos en algo
- ¿Y ya pensaste en lo que va a comer?
- ¿Comer? –Leid parpadeo, al notar como su hermana torcía una sonrisa inquieta
- Por si aun no te habías enterado Leid, esta cosa come carne
…
La esfera de luz chismorreó entre sus dedos antes de estallarle en plena cara. Darah cae de espaldas al suelo, susurrando un “yatta” entre dientes. Se sacudió las manos antes de volverse a sentar sobre sus talones, alzando las palmas frente a ella en un gesto de dolor. Encontró que la punta de sus dedos estaban levemente chamuscadas
La eida dejo escapar un largo suspiro, cerrando los ojos y ahuecando de nuevo sus manos, concentrándose una vez mas. Un débil resplandor verdezco se forma entre ellas, comenzando a crecer hasta convertirse en una esfera diminuta, flotando inestable entre sus palmas
La bola de luz, etérea y fluctuante, fue ganando y perdiendo brillo a un ritmo constante, al compás de su propio corazón, mientras esta hacia una mueca de esfuerzo por evitar que le estallara de nuevo. Y pareció lograrlo: la esfera gano tamaño hasta llegar al de una manzana, iluminando con un brillo de jade las facciones tensas de la joven
Pero no creció más
Darah fue abriendo lentamente un ojo, mirando su creación con patente desaliento, soltando un suspiro y comenzando a espiar de reojo a sus compañeros que se hallaban alrededor, hincados en la misma postura y concentrados en su propias esferas. Sintió un nudo en la garganta al ver como varios de ellos habían logrado convertir la esfera en un intrincado anillo de símbolos que giraban y cambiaban de estructura con molesta elegancia. Ella baja la vista a su propia esfera, que en comparación, era una triste vela a punto de extinguirse
No podía concentrarse, y no podía sacarse de la cabeza a la extraña criatura que en estos momentos debía de estar roncando a pierna suelta en la mesa de su sala. Ian había permanecido inconsciente desde entonces, y no parecía haber nada en Isebas que pudiera despertarle. Y vaya que era ruidoso, ahora tenía las mismas ojeras que su hermana mayor
Regresa de nuevo su atención a la esfera cuando esta amenaza por estallarle otra vez, intentando olvidarse del asunto y esforzándose en recordar todo lo que sabía del ejercicio: crear y controlar un pulso vraid, y este solo podía ser creado a través de una mente calma y enfocada, mucha paciencia y relajación… y no es que ella tuviera mucho de eso.
Gruñe frustrada, torciendo la boca con desgano al ver como esa bola parecía no querer cooperar, rascando el suelo con las garras de una pata y comenzando juguetear con el pulso entre sus palmas.
- ¿Pero qué crees que haces?
La eida respinga mientras la esfera salta entre sus manos y ella intenta torpemente atraparla, hasta que finalmente resbala de las manos y estalla contra el suelo
Cierra los ojos en espera del resto del regaño, cuando un sonoro “¡YATTA!” resuena en el cavernoso recinto. Darah mira por sobre su hombro, sorprendida al darse cuenta que no era a ella a quien reprendían: un par de filas atrás se hallaba una eida con una enorme e inestable esfera de color negro y lila
Una esfera negra no podía ser bueno, y era justamente por eso lo que le reñía el instructor Nehn, que exasperado, veía como no le hacían el menor caso.
- ¡Samai! - le grita, pero la aludida permanece callada, ignorando por completo al instructor mientras mantenía toda su concentración sobre la técnica, que no tarda mucho en estallarle en la cara, mandando a media la sala al suelo
- ¡Yatta! -suelta de nuevo la obstinada eida, sacudiendo la cabeza entre aturdida e irritada, apartándose del rostro el cabello índigo chamuscado pero deteniendo al acto el gesto. Se había salpicado de sangre: tenia las manos profundamente laceradas. Samai tuerce un irónico gesto de hartazgo, escuchando al instructor ladrar sermón y medio
“Casi lo lograba, ¡casi!” Se decía para si misma sin dejar de ver las quemaduras de sus palmas y dedos…
Darah pudo notar como un casi inaudible murmullo comenzó a correr por la inmensa sala, mientras todas las miradas se dirigían hacia aquella eida…. y no pudo evitar a su vez mirarla con una mezcla de miedo y lastima, observando cómo esta ignoraba por completo la reprenda del instructor y comenzaba de nuevo a formar la esfera, completamente enfrascada en lograrlo, antes de desbaratarla harta de la voz de su superior a quien le lanza una mirada virulenta y desagradable
Darah aparto la vista con un amargo nudo en la garganta y una punzada de culpa, al sentir por un momento cierto consuelo, al saber que no era la peor de la práctica. Y más cuando ella misma sabia que no tardarían mucho en ejecutar a esa eida.
…
La chica camino por la cada vez menos concurrida calzada, pensativa y con la mirada gacha, sin poder quitarse de la cabeza a aquella eida-… o más bien, su mirada. Ira, rencor, desesperación y desprecio… eran el tipo de cosas que podían llevar a un eida a la demencia, a la corrupción de su alma… y al abismo. Samai estaba corrupta, intentaba repetirse: utilizaba lo peor de sí misma para darse fuerzas, sintiendo un escalofrió al recordar cómo había dicho una vez algo parecido a “Mi ira es mi mejor motivación”
…y aun así, no podía evitar sentir cierta admiración ante semejante determinación. Mal encaminada, pero allí estaba… si tan solo tuviera un poco de eso
Casi sin darse cuenta ya había llegado a la casa, entrando por la entrada sin puerta y cruzando la sala arrastrando los pies en la arena acumulada en el suelo y deteniéndose, un tanto sorprendida de encontrar al humano aun tirado sobre la mesa y acercándose con cautela para ver como roncaba ruidosamente, con una pata colgando fuera de la mesa
- ¿Ahora entiendes porque me dormía en todas partes? –pregunta Leid, saliendo de una de las habitaciones, con una mueca irónica- Y solo llevas un par de noches escuchándole
- Leid, ehmm… puedo preguntarte una vez mas ¿Cuál fue la gran idea al salvarle de los aricans?
Leid aparto la mirada con una de sus típicas sonrisas evasivas, rascándose la mejilla con una garra
- Bueno -dice, al fin- es una buena pregunta
- Sehh… realmente es una buena pregunta, cara-de-muerta - Darah se estremece en un pesado escalofrió al escuchar a Ian detrás de ella mascullando improperio y medio, tallándose adolorido la cabeza y haciendo un esfuerzo por incorporarse, solo para terminar de cara en el suelo
- Mierda… si intentabas freírme el cerebro, no lo hiciste del todo bien. Aun me quedan neuronas, pedazo de-… ouuch –se queja, dándose la vuelta y quedándose allí, mareado y en el suelo, mirando como las dos chicas se le quedan viendo de forma extraña
- ¿Siempre habla así? –pregunta la más joven
- Suele ser peor –susurra la otra, tendiéndole la mano para ayudarle a levantarse, cosa que él no acepta de buen grado, apartándola con una mano y haciendo un torpe intento por ponerse en pie, trastabillando hasta chocar contra una pared y recargándose en ella
Ian sacude bruscamente la cabeza, mirando [o más bien, intentando mirar] el lugar en el que estaba, notando poca diferencia con la caverna en la que había despertado: todo seguía igual de oscuro, apenas con alguna tenue iluminación que parecía brotar de ninguna parte; una mesa en el medio, maciza y tosca; montones de jarrones de su altura pegados a las paredes y algunos muebles parecidos a estantes, repletos de montones de cosas que-…
- Ian ¡Ian! Presta atención, debo explicarte de la ilusión que llevas encim-… ¿Ian? ¿Me estas escuchando?
- Y justo cuando creía que no podría estar más mareado ¿no podrías bajar la voz? Haces que me duela la cabeza. ¿Me podrías explicar qué demonios me has hecho?
- ¡Ah! eso… jeh, se te pasara en un par de eines. Perdona, pero tenía que sacarte de los túneles, y la única forma en la que se me ocurrió, fue hacerte pasar por un eida herido del frente sur – responde ella, mirando como este hace un esfuerzo por caminar, tambaleándose unos metros hasta tener que apoyarse de nuevo contra la pared
- Vamos Ian, tómatelo con calma, recibiste una descarga en la mera cabeza. Tardaste una eternidad en despertar, pero ya que lo estás el efecto debería pasar pronto… o realmente eso espero: he notado que reaccionas muy raro al vraid
- ¿Al que?
- Al vraid
- ¿Y eso se come con mostaza?
- ¿Qué es mos-...? No, olvídalo, si comienzo a conocerte, no creo que tenga el menor sentido. Solo descansa, necesito mostrarte algo, y no tengo deseos de tener que cargarte todo el camino
- ¡Eck! Espera, espera… ¿A dónde piensas sacarlo, Leid? ¿A las jardineras? Eso le despejaría la cabeza, pero no creo que sea una buena idea con-…
- No pienso llevarlo a las jardineras. Hay algo que quiero que vea, en la línea perdida
- ¿Qué? No, no, espera ¿Pero qué estas tramando? -Darah se detiene, dando un paso atras al ver la mirada fría que le lanza su hermana mayor, quien aparta la mirada al instante, mordiendose el labio
Leid cruzo brazo de Ian detrás de su nuca para ayudarle a andar, llevándole hasta la puerta. Se detiene, volviéndose hacia la niña, que no se había movido de su lugar. Suelta un leve murmullo, que el mismo Ian apenas escucha- Realmente espero, que nunca debas saberlo
…
- ¿Sabes? No logro entender nada de lo que ha pasado -le dice Ian mientras avanzaban por un extraño y poco iluminado pasaje de ciclópeas proporciones, magníficamente labrado en roca. Pero él no le prestaba el menor caso al lugar, refunfuñando mientras cojea al lado de la eida. Aun no lograba caminar muy bien, y tenía que apoyar su peso sobre ella, quien se mantenía distante y callada, mostrando una patente hostilidad cada vez que él le intentaba decirle algo
- No necesito que lo entiendas. –le responde en un susurro- Ahora guarda silencio: no quiero llamar la atención
- Oh claro, lograr que todos me ignoren, justo mi pasatiempo favorito.
- Cierra la boca, Ian
- Ese papel de tía fría no te queda, ¿sabes? -Y a su pesar, Leid deja escapar una mueca divertida, alzando la ceja y mirándole por un instante. De todas formas, quebró su expresión glacial y soltó un largo suspiro, preguntarle que deseaba saber
- Podrías empezar, por donde estamos
- Estamos por llegar al mercado Sur. La mayoría de los puestos estarán cerrados y a estas horas de la tarde no habrá nadie; no en vísperas del Maoh, al menos
En esos momentos salieron a un espacio abierto, mientras la luz de un sol moribundo le cegó por un instante después del largo encierro. Cuando por fin pudo ver con claridad, se asombro al verse en un balcón, o más bien un largo pasillo elevado, que cruzaba a gran altura lo que se veía como un enorme abismo sin fondo. El “puente” era uno de cientos que cruzaban aquel gran espacio formado entre dos inmensas paredes de piedra, matizadas del tono naranja, rosa y purpura de un extraño atardecer que se perfilaba y perdía muy por encima de ellos, por los bordes del abismo. Tal como había dicho ella, había poco movimiento, y eran los únicos que estaban en ese nivel en particular
- Vaya… -exclamo él, sintiendo un leve vértigo al mirar por sobre la baranda, alzando la vista para ver como la pared de piedra estaba repleta de huecos y recintos, comunicados unos con otros por millares de puentes, rampas y pasarelas, en un demencial e inmenso laberinto elevado sobre la oscuridad perpetua
- Si, suelen decir algo parecido quienes lo ven por primera vez -comenta Leid con una débil sonrisa, asegurándose de alejarle de la baranda- ¿Cómo va esa cabeza, Ian? Hace rato que deberías de poder caminar sin ayuda alguna
- Supongo… Por alguna razón me siento de lo más extraño. Lo que sea que hayas hecho, se siente realmente espantoso
- No más de lo que le has hecho a mi sangre, Ian –tuerce ella irónica, mirando como él se esfuerza por imitarla. El se lleva una mano a la frente, pero casi al acto la aparta, aterrado
- ¡¿Pero qué rayos?! –exclama el, sosteniendo su mano frente a sí, moviendo los dedos provistos de pequeñas garras, mirándose los brazos y siguiendo hacia su torso, cubierto por un andrajoso trapo, los pies descalzos, la cola eida tras sí. Su piel era verdusca, tenía garras y una larga cola eida. Estaba convertido en un eida; uno lleno de cortadas y con la extraña ropa hecha girones- ¿Pero qué coño-…? ¿Tengo cola? –suelta incrédulo, agitándola con solo pensarlo
- Ian, baja la voz, ¿realmente no te habías dado cuenta ya? Eso era lo que intentaba explic-…
- ¡Pero tengo cola, maldita sea! –grita él aun más fuerte, justo antes de que Leid le cierre la boca con una mano, intentado no llamar la atención de los cada vez menos eidas que había en el lugar
- Ian, tranquilízate. No hay nada allí- le susurra Leid.
- ¿Qué diablos me has hecho?
- Es una ilusión, Ian, es todo. Estas inmerso en ella, y mientras la tengas encima, pasaras por un eida. Así que deja de gritar, o esto no funcionara
Ian paso los dedos sobre el suave pelaje, estremeciéndose al sentir [ o creer sentir ] el tacto de su propia mano en aquella cola
- No puedo creerlo… -soltó él, azorado; mas alza la vista al escuchar como Leid le llama por su nombre por tercera vez
- Parece que esto te está afectando bastante, lo que no logro entender. Pero no hay otra manera de llevarte hasta la línea perdida
- ¿Línea perdida? –repite el, parpadeando y volviéndose hacia ella
- Así llamaron a los márgenes de la ciudad, las zonas que han caído ya. Esta ciudad está a punto de ser destruida Ian, y necesito que veas lo que ha pasado, y me digas que esperar, y como ocurrirá. Necesito tu ayuda, para sacar a mi hermana de aquí
- ¿Qué? -parpadea, aturdido- Espera, espera. Lo digo una vez mas ¿Cómo puedes dar por sentado que puedo ayudarte? ¿Oh siquiera que pienso ayudarte?! ¿Cómo puedo saber que todo esto es una mentira, un engaño? Un-… una proyección
Ian se aparta de ella, entrecerrando los ojos a medida que la oscuridad caía sobre ellos. El sol se había oculto hacia mucho por el borde del abismo, y no quedaba nadie más que ellos en aquella “plaza”. Un sonido viscoso resonó entre las paredes del cañón, y un gesto de horror se plasmo en el rostro de la eida.
…
Capitulo 05 Dentro del Laberinto- Spoiler:
¿Quién-…? no, es mas ¿Que demonios eres tú? -soltó él, acercando mas su arma a la aterrorizada chica, quien era incapaz de apartar la mirada de aquella mano grotescamente deformada. Del codo para abajo, el brazo izquierdo de Ian se había “desgajado” en una multitud de tentáculos, músculos y huesos expuestos, y una retorcida daga osea enmarañada en venas se proyectaba de lo que quedaba de su muñeca
- I-ian-…
- ¡Cállate! ¡Ya me canse de todo esto! ¿Qué eres? ¿Un deeper? ¿Un hack blood quizás? Porque mira que has estado haciendo un excelente trabajo haciéndome trizas la cabeza. Esto-… esto de hacerme creer que estoy perdido en otro mundo lleno de aliens de cola esponjosa, de que la tierra se fue a la carajo y todo eso, es realmente-… –se llevo una mano a la cabeza agobiado, mientras los tentáculos oscilaban y se retorcían a su alrededor, en una lenta y monstruosa danza
- Porque es realmente de lo más original –continua, alzando la mirada y acentuando su sonrisa perturbada- Si, tengo que reconocer que es una proyección bastante buena, aunque eso de salvarme del monstruo maloso y feo resulto bastante trillado
Vaired cierra con fuerza los ojos en un esfuerzo por calmarse, sin lograrlo realmente y volviéndolos a abrir de golpe, tenso y en guardia. Pero ¿Qué podía hacer? si estaba dentro de una proyección estaba totalmente jodido. Mientras él se encontraba alucinando con templos de piedra y tías con cola, esos tercios le estarían revolviendo alegremente los sesos, buscando cualquier cosa que pudiera serles útil: recuerdos de instalaciones para trazar planos, claves de acceso y mierdas como esas
Dejo escapar un largo suspiro, bajando la cuchilla y recargándose contra la baranda del lado opuesto. Su brazo fue regresando lentamente a la normalidad, produciendo un sonido asqueroso y viscoso a medida que cada pedazo volvía a su lugar. Por último, su piel volvió a crecer sobre toda aquel amasijo retorcido, cubriéndolo sin dejar rastro
Leid resbalo hasta el suelo, manteniendo la vista fija en ese “brazo” casi en shock. Esa criatura, esa-… cosa que tenia frente a si ¿realmente era un humano? Alza de nuevo la vista, al ver como Ian se truena los dedos con saña, produciendo un sonido grotesco y acuoso acomodándose el amasijo bajo la piel y divirtiéndose con el horror que eso despertaba en ella
- ¿Qué clase de monstruo eres tú? –alcanza a murmurar
- Una replica, un sintético, ensalada andante o como quieras llamarme, tercia –suelta este con una mueca divertida - ¿Pero sabes qué? Olvídalo. Si van a convertirme los sesos en malteada, de poco me sirve estar pensando en ello –se incorpora, estirándose un poco antes de dársela vuelta y alejarse sin prisa
- ¿A-a dónde vas? –grita ella
- A ver que tan bien me construyeron este mundo –responde el por encima del hombro - Con suerte y me pusieron algún restaurante de comida china por error
…
La sombra cruzo furtivamente el pasillo elevado, derrapando los últimos metros y ocultándose detrás de la baranda justo cuando una patrulla arican avanzara rugiendo debajo de ella, sin notarla
Darah contuvo la respiración, asustada. Debía de haberse vuelto loca por haberse adentrado así a la línea perdida. Pero ¿Que podia hacer? ¿Contarselo al abuelo? ¿A cualquiera del consejo? ¿Advertirles que su hermana estaba ayudando al humano? Como estaban las cosas, la mandarian a ejecutar al acto
Se detuvo, negando con la cabeza. Habia perdido por completo el aliento. ¿Que planeaba Leid? ¿Que le ocurria? ¿Realmente estaba-...?
Se detuvo, negando con mas fuerza. No. Leid no estaba corrupta. Darah se lleva una mano a la frente, sin querer siquiera considerar tal posibilidad. Leid poseia una fe y un valor inquebrantables. Su hermana era su ejemplo y admiración. Era una vicaria.
Pero aquella mirada… justo cuando se volvió hacia ella, diciéndole que esperaba que ella nunca se enterara que tramaba… Trago saliva, con un temor atroz corriendo por sus venas: le había hecho recordar a Samai, la eida de la práctica de esa tarde, y eso la aterraba.
Si realmente ese humano la estaba corrompiendo...
Se detuvo, alzando la cabeza al notar algo familiar... y tensándose al recordar el extraño aroma del humano, corriendo encogida a través del corredor hasta ocultarse detrás de la baranda. Cuando se asomo por el borde, pudo ver una figura que avanzaba entre las sombras un par de pisos abajo
Pero pronto se dio cuenta que no se trataba de Ian, entrecerrando los ojos para ver como la humana sostenía un objeto extraño y metalico entre sus manos. Darah alzo la vista, percatándose de más movimiento en el nivel justo encima de ella: un par de vicarios se materializaron de la nada, trepados en cuclillas sobre el borde de una baranda. Lucían imponentes, vistiendo sus atuendos ceremoniales y con el metal de sus guadañas reflejando el brillo de las lunas. Se mantuvieron en silencio, barriendo con soberbia frialdad el cavernoso pasaje
La niña se dio cuenta que buscaban a la humana sin la ayuda de ninguna rastreadora, resistiendo el impulso de saltar de su escondite para señalar donde se hallaba oculta... y solo deteniendose al recordarse que le iria muy mal si la encontraban dentro de la línea perdida
…
- Fendal, responde maldita sea -murmura la mujer entre dientes, tamborileando impaciente sobre su extraño casco -Sé que estas allí bastardo. ¡Responde! –Se pega aun mas a la fría piedra, asustada y jadeando, asomándose por sobre el borde del pilar para mirar a sus verdugos y casi sonriendo complacida al comprobar que no lograban encontrarla. Había tenido suerte al matar a la rastreadora, pero esta suerte no podría durarle mucho tiempo…
Un soplo de alivio se reflejo en su rostro cuando el equipo que tenía adosado al cráneo crepita en respuesta, ajustando mentalmente la frecuencia a medida que su sistema captaba la señal. Pasan los segundos, pero no recibe nada más, cerrando los ojos frustrada y asomándose de nuevo para ver que tan cerca estaban, pudiendo ver al par de eidas armados con guadañas que la buscaban un piso arriba, arrastrando sus andrajosas túnicas cual siniestras parcas buscando su ultima presa
- Aquí Zahara -repite con cansancio - ¿Alguien me escucha? Cambio. Soy la técnica de soporte de la escuadra de reconocimiento Tavok. Fuimos emboscados en la entrada de las jardineras 72. Soy la única superviviente. Repito, el punto de acceso a las jardineras No. 72 está de nuevo bajo el control Isebas.
Una voz crepita en su cabeza, distorsionada por la interferencia
- Aquí el Atrion, la recibimos Zahara, fijando su transpondedor… ¿Qué hay Kirian, te han maltratado mucho alli abajo?
- Infeliz bastardo, no sabes cómo me alegra escucharte -suelta ella, embozando apenas una sonrisa al escuchar a Feldal soltar una nerviosa carcajada salpicada de estatica
- Si eso realmente es cierto, debes de estarlo pasado muy mal
- No tienes ni idea, cabrón
- ¿Cuál es tu situación?
- Tengo a un par de vicarios detrás de mí y me queda medio cartucho dentro del arma -tuerce una mueca irónica, antes de agregar- Sabía que tenía que traerme una más grande
- Kirian. Eh fijado tus coordenadas, y seguro que esto no te va a gustar. Estas metida en territorio Isebas, a kilometro y medio de la tierra de nadie. Si pudieras llegar al punto de extracción 2679 podría enviarte una nave de evacuación ¿puedes lograrlo?
La joven técnico se muerde el labio, calculando la distancia. Tenues líneas verdes se formaron en su línea de visión al acceder a los planos de la ciudad, trazando el trayecto en su mente y señalando el sitio de rescate en algún punto a su derecha. 1737 metros en línea recta, y algunos más al cruzar la laberíntica ciudad
- Como pasear en el parque, Fendal… -murmura ella
- Suerte Kirian. Atrion fuera
La chica cierra el enlace, alzando la pistola frente a sí y deseando que fuera más grande, armándose de valor antes de saltar de su escondite y disparar contra los eidas
…
- Lindo lugar… - murmura Ian mientras vagaba sin rumbo, sintiéndose como una vil rata dentro de su laberinto, solo ahora comenzando a notar lo imponente de sus dimensiones. Mientras más lo pensaba, mas se decía a sí mismo que todo el asunto debía ser una proyección… y una muy fumada, atino a pensar, forzando una sonrisa nerviosa a medida que vagaba por aquel bizarro laberinto.
Nop, no había restaurantes de comida china por ningún lado: el trabajo de esos tercios era impecable, rayando en lo exageradamente meticuloso, se decía mientras pasaba al lado de obeliscos, estatuas y sepa cuanta cosa y media tallada en piedra, que marcaban los márgenes de la calle en la que estaba. Y la llamaba “calle” por no encontrar otra forma de llamarlas. Ni estando dentro de los masivos hangares en Delai se había sentido tan pequeñito como dentro de aquellas gargantas labradas: inmensos cañones de sesenta o setenta metros de altura, repleta de una maraña de puentes y barandas que cruzaban la caverna de lado a lado, dándole al lugar entero un extraño efecto de panal, un gigantesco y demencial panal de piedra que comenzaba a marearlo La “iluminación” también era bastante original, alzando la vista al alto techo para mirar como la tenue luz plateada y espectral se filtraba por montones de hoyos y canales cortados en el techo a modo de tragaluces. Ladeo la cabeza, creyendo ver en eso un patrón un tanto familiar en aquel-…
- ¡Mierda!
Cae de bruces, incorporándose apresurado para ver como había tropezado con la pierna de un arican muerto. Dio un paso atrás, pudiendo sentir como se le erizaba la piel ante la sola presencia del cadáver, desplomado a la sombra de una estatua magníficamente labrada y acribillada por lo que parecían pinchos metálicos. Duda por un momento antes de acercarse de nuevo al cuerpo, pateándolo para darle vuelta
Y sin niguna buena razon, comienza a picar al cadáver con un palo sacado de solo dios sabe donde
…
ah! ya se! y que tal si uso imagenes como gancho? seehh, porque no? X3 Alli van, algunos bosquejos de los protas del relato, asi como de sus criaturas - Spoiler:
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Última edición por DarkGred el Jue Feb 16, 2012 11:18 am, editado 2 veces | |
| | | Gerrysnk Mod caotic cosmos
Mensajes : 5535 Fecha de inscripción : 22/06/2010 Edad : 29 Localización : ?
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| Tema: Re: Siete Animas - Capitulo 12 Mar Jun 28, 2011 8:11 pm | |
| ni habia notado que habias publicado mas pues es que se entierra entre tantos topics.....tienes mucha imaginacion gred me va gustando pero ya ni se que comentar fue mucho lo que escribiste +2 pd me gusta el diseño del ultimo monstruo | |
| | | Caleb Mini Alce
Mensajes : 71 Fecha de inscripción : 28/06/2011 Localización : Donde viven los monstruos
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| Tema: Re: Siete Animas - Capitulo 12 Mar Jun 28, 2011 8:25 pm | |
| uaaaaaauuu es bastante largo. Pero lo termine por fin. de verdad que tienes ideas muy locas (en el buen sentido) y muy originales. al comienzo estaba tan perdido como el personaje, que ni sabia donde estaba parado. despues la chica alien estilo furry (me encantan los furrys) esta muuuy interesante. y de verdad pude imaginarmelo en mi cabeza. Escriben muy bien Darkgred. espero que la sigas en algun momento. | |
| | | Gash, just Gash Almighty Tallest
Mensajes : 4769 Fecha de inscripción : 14/09/2010 Edad : 36 Localización : Mmmm... La tierra del chocolate...
| Tema: Re: Siete Animas - Capitulo 12 Mar Jun 28, 2011 9:50 pm | |
| Gash tampoco había notado la actualización!! Leo y edito para comentar ^^U - Caleb escribió:
- despues la chica alien estilo furry
Haaaa!! Gash tenía razón!! (?) EDICIÓN 1: Wuuhuu, eso fue emocionante Chas, no me imagino cómo puede ayudar, de seguro no con ese palo xD +1 EDICIÓN 2: Por Shem, creo que volví a perderme O.o Oh, ya me encontré ^^ supongo... Bueno, esto me dejó ganas de seguir leyendo, aunque me tomó algo de tiempo leer todo esto. Los dibujos están mas que geniales!! +1 again | |
| | | DarkGred Usuario aterrador
Mensajes : 1664 Fecha de inscripción : 12/09/2010 Edad : 37 Localización : Mexico
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| Tema: Re: Siete Animas - Capitulo 12 Vie Jul 08, 2011 2:03 am | |
| jrjajajaj! nope.avi ....gash no tenia razón Para muestra, un ejemplo X3 todo este rollo de tios con rasgos animales es complicado, pero si no me equivoco, mis protas quedarían en la clasificación "neko".... pero igual no se mucho al respecto XD Grax caleb, gash, gerry... al cabo, si bien he escrito como enajenado en estos días, no es precisamente del próximo capi. Verán, tengo la manía de escribir con grandes saltos temporales: en un momento puedo escribir de lo que ocurre en el próximo capi, y al siguiente instante escribir algo que ocurre 6 meses después... seeh, escribo muy fragmentado, si lo preguntan XD | |
| | | Gash, just Gash Almighty Tallest
Mensajes : 4769 Fecha de inscripción : 14/09/2010 Edad : 36 Localización : Mmmm... La tierra del chocolate...
| Tema: Re: Siete Animas - Capitulo 12 Sáb Jul 09, 2011 3:40 am | |
| Oh, Neko! entonces llamo a Deku, no a Lost (?)
Bien, Gash espera, vale la pena! | |
| | | Caleb Mini Alce
Mensajes : 71 Fecha de inscripción : 28/06/2011 Localización : Donde viven los monstruos
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| Tema: Re: Siete Animas - Capitulo 12 Mar Jul 26, 2011 10:24 pm | |
| ¿Que paso con la continuacion? Me quede con ganas de ver como sigue lo de los extraterrestres estilo furry, ese soldado bio no se que con su mal caracter y las peleas donde usan armas y magia (muy loco ) Sigo esperando. | |
| | | DarkGred Usuario aterrador
Mensajes : 1664 Fecha de inscripción : 12/09/2010 Edad : 37 Localización : Mexico
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| Tema: Re: Siete Animas - Capitulo 12 Lun Sep 12, 2011 2:22 am | |
| - Caleb escribió:
- ¿Que paso con la continuacion?
Me quede con ganas de ver como sigue lo de los extraterrestres estilo furry, ese soldado bio no se que con su mal caracter y las peleas donde usan armas y magia (muy loco )
Sigo esperando. sorry camarada, la nostra vida me tiene del carajo. Pero justamente por eso, este fin de semana me pegue una buena ronda de inspiración ...subiendo el próximo capi [ya tocaba no? ^^U] Capitulo 06 Polvo de Luna- Spoiler:
Eran los últimos minutos de la tarde cuando Samai llego a la amplia explanada sur. Dibujando una sonrisa taciturna, vago sin rumbo entre las sombras de los añejos y retorcidos arboles que se elevaban más allá de las columnas y estatuas que adornaban esa garganta abierta al cielo nocturno veteado de purpura.
Enmarcada en altos muros de piedra, esa era una de las pocas partes de la ciudad que no se hallaban bajo tierra o bajo la sombra de una maraña de puentes y pasarelas, por lo que el viento le llegaba con total libertad, zarandeaba con fuerza las hojas secas que se arremolinaban a sus pies
Pero en cuando salio de entre los viejos arboles, pronto se hallo rodeada por una animada multitud que bullía con los últimos preparativos del evento de esa noche. A pesar de ello disfruto de esos ultimos instantes de “soledad” mientras veía morir el dia, a medida que su brillo se extinguía y era reemplazado por las farolas que colgaban de algunas ramas, y las antorchas que ardían en lo alto de los postes. El matiz anaranjado y purpura de la tarde fue cediendo su lugar al azul de las flamas y el plateado de las lunas
El encanto no duro mucho, escuchando su nombre y volviéndose hacia su instructor, que intentaba abrirse paso entre la multitud hasta llegar hasta ella, jadeando
- Llevo eines intentando-… alcanzarte, Samai… sabes cómo hacerle sentir a uno ignorado
- Lo dices como si esperara con ansias una nueva ronda de “Presta atención Samai” “No, Samai, así no se hace” “Yatta, no, no ¿Qué crees que haces?” –dijo la eida, parodiando a su instructor antes de agitar sus palmas frente a si, burlándose y haciendo énfasis en un “Con el corazón niña, ¡con el corazón!”
El otro dejo caer la cabeza hacia adelante, llevándose una mano al cráneo y revolviéndose enérgicamente la maraña caoba que formaba su cabello – Bueno, si lo dices de esa manera, suena un tanto mal ¿no?
- ¿Y cómo quieres que suene, Yao? –torció ella, mirándole a los ojos por primera vez- Llevo escuchando lo mismo por mas tiempo del que puedo recordar
- Claro que puedes recordarlo. Han sido dos años, justo el tiempo que he estado de instructor
La chica alzo una ceja, negando levemente con la cabeza - ¿Aun no te han ascendido? –pregunto esta, retorciendo los labios al ver como este se ponía serio. Se dio la vuelta y comenzando a avanzar entre el gentío mientras él la seguió
- No hasta que te vea lograrlo, te lo he dicho antes
- ¿Lograr que? ¿Tostarme a diario intentando hacer un pulso? ¿Eso te divierte?
- Samai, sabes que-…
- Importa poco lo que sepa. Tú ya deberías ser vicario, y a mí ya deberían de haberme ejecutado El la tomo de la muñeca, deteniéndola
- Samai, quítatelo de la cabeza. No estas corrupta. Es algo que he tenido que estar repitiendo a menudo, y lo hare cuantas veces haga falta. Eres-… solo eres excéntrica. Ser rara no te convierte en un corrupto
- Rara… -repite ella, escupiendo la palabra
- Solo-… ehmm -él se detuvo, apartando la mirada hacia otro lado por un momento, sabiendo lo que se venía- Si tan solo no te divirteras tanto despertando el temor de los demas. O tan solo no te empeñaras tanto en convertirte en vicaria, cuando no eres muy buena en el vraid. Samai, lo digo en serio ¿Porque no simplemente intentas-....?
- Voy a ser vicaria, Yao Nehn. Y esto no va a acabar hasta que lo logre.
- No puedes forzarte a ti misma a lograr algo en lo que no eres apta. Eso solo sembrara en ti frustración, y amargara tu corazón
- La práctica hace rato que acabo, “querido instructor”. Ahora si me permite, deseo amargarme yo sola
- A eso me refiero, Samai. Esa-… esa forma de decir las cosas. Ese sarcasmo hiriente, hace que todos te rehúyan, te-… te teman. Deberías hacer algo con eso
- ¿Usted también me teme, instructor?
Nehn sonrió débilmente - En absoluto, mi pequeño cristal negro. Te conozco lo suficiente como para saber que tu alma está intacta. Que esta oscuridad que te encanta mostrar, es solo una mascara
- Odio que me llames así, y lo sabes. Suena a que intentas “seducirme”
- No, no, yo-… yo solo -tartamudeo él, agitando las manos frente a si
- Adiós, instructor -soltó ella, antes de perderse entre el gentío, dejándole solo y sonrojado. El se quedo mirando en su dirección con una mueca de angustia, mordiéndose el labio antes de susurrarle a la nada
- Siempre haces lo mismo
…
Zahara abre lentamente los ojos golpeada y desorientada, moviendo la cabeza hacia un lado y pudiendo ver como arroyos de polvo caían a su alrededor. Comienza a mover las piernas, asombrándose de hallarse viva y de una pieza. O al menos, asi lo parecia… pronto siente el punzante dolor de un brazo roto, comenzando a reptar con la espalda para apoyarse contra un retorcido, nudoso y humedo pedazo de vegetación, de esos que adornaban la calzada elevada antes de que la carga de demolición lo volara en pedazos.
- Mierda… -susurra ella, estirando el cuello mientras intentaba bloquear el dolor con una orden. Sin más que unos cuantos tiros mas, se le había ocurrido convertir a un par de rastreros de busqueda en bombas suicidas. El resto era historia. Los robotitos mecánicos con forma de rata cumplieron muy bien su tarea, lástima que en el último momento, uno de los vicarios se arrancara el rastrero de la pierna y se lo arrojara de vuelta
Su mundo le dio vueltas por unos instantes, llevándose una mano a la cabeza e intentando poner orden dentro de esta. Pero se detuvo por completo, al ver a la chiquilla eida inconsciente y desplomada encima de una estatua hecha pedazos, al otro lado de la pasarela de piedra
Le sorprendio cuando creyo reconocerla. ¿No era esa la pequeña eida que-...? ¡Agh!
Ahogo un grito de dolor, llevándose una mano al craneo al sentir los pinchazos de dolor taladrándole por dentro, notando el daño en su sistema mientras intentaba acceder a su memoria, evocando todo lo ocurrido… esforzándose en recordar si había visto morir al utimo vicario. Un sonido cerca responde a su pregunta, helandosele la sangre al acto al escuchar los pasos que se acercan a ella. En medio de las nauseas y el mareo, pudo ver al último vicario avanzando precariamente hacia ella, arrastrando la guadaña
- Mierda, mierda… -repite la humana, cerrando los ojos, esperando un golpe que nunca llego. Para cuando los abre, puede ver como el eida se desploma a un metro de ella. Simplemente… se habia muerto. Ella parpadea sin poder creérselo antes de soltar una mueca de alivio, rodando sobre su espalda para ver hacia donde estaba la pequeña alien. Esta seguía sin reaccionar, y sus dedos chamuscados aun se contraían en pequeños espasmos con los restos de la descarga
La descarga… esa miserable chiquilla se había interpuesto cuando estaba por despacharse al ultimo vicario, dando al traste con el plan. Cuando-… ella… rechina los dientes, aguantando las ganas de gritar. Los implantes dentro de su craneo necesitaban una reparacion urgente, obligandola a bloquear su mente para intentarlo
La negrura la fue envolviendo a medida que el sistema de soporte tomaba el control y su mente caia en la inconsciencia. Las lineas de codigo cruzaron velozmente la negrura y al cabo de unos segundos, se desvanecieron, trabajando en segundo plano, fuera de su alcance. La reparación solo duraria unos minutos, pero el miedo la invadio a medida que se sintió rodeada por esa negrura diáfana y escalofriante, aislada del mundo y a merced de sus propios pensamientos
Y entonces ocurrio lo que temia: su mente, o más bien la parte orgánica de su mente, comenzó a evocar recuerdos al azar. Libre de cualquier directriz artificial, borboteo con escenas de su vida, de sus anhelos, de sus miedos... todos aquellos recuerdos que podia mantener surpimidos con una simple orden, inundaron su mente
Su horrible infancia...
Desesperada, intenta detener la auto-reparación y tomar de nuevo el control de su cabeza, pero le fue inutil: su conciencia estaba aislada, mientras todo el resto de su sistema se concentraba en reiniciarse. Llena de horror, pudo ver las escenas de su niñez dentro de la ruinosa ciudad de central… ciudad-… ¿Central? Su mente lanzo la escena de una masiva y despedazada estructura, una colosal montaña de metales retorcidos que en glorias pasadas pertenecieron a un crucero de guerra, consumido por un siglo entero de decadencia y oxido. Y ella habia nacido, crecido y sufrido en los niveles inferiores de aquel monstruo muerto, en un mundo controlado por bestias horrendas, crueldad y muerte...
Abrió súbitamente los ojos, levantándose de un salto y trastabillando con los escombros que llenaban el suelo. Sintiendo un tremendo alivio, agradeciendo a dios por haber terminado la auto-reparion antes de que-... Se queda helada, al darse cuenta que no se hallaba en Isebas
Los restos que llenaban el suelo no eran de piedra, eran de metal, y el agua que corría por las fisuras tenía el brillo del aceite. Incluso podia percibir el olor acre de la herrumbre imprengando el aire. Kirian se llevo una mano a la frente, al darse cuenta que estaba reviviendo una retrospección. Un recuerdo, un maldito recuerdo
- Calma Kiri, calma - se repite intentando aplacar su panico, alejando sus manos para ver como detrás de toda la mugre y la sangre seca estas eran pequeñas, como las de una niña
- Una retrospección. Solo es eso. Esto no es real, es-… son solo retazos de mi memoria, de mi mente orgánica que evoca al azar mientras mi sistema se reinicia. Esto, esto no es-…
Un alarido distante y sobrenatural resuena entre las paredes del derruido ducto, haciéndola callar y pegarse contra el metal a sus espaldas. Sin importar cuanto se repitiera que todo era mentira, el terror fue inundando su mente, comenzando a jadear mientras buscaba en derredor algo con que defenderse
El alarido se volvió insoportable, obligandola a taparse los oidos. Apenas tuvo tiempo para volverse cuando un bulto negro se arrojo sobre ella desde el techo…
Lanzo un grito de terror, despertando y luchando contra un monstruo que solo existía en sus recuerdos. Para cuando se atreve a abrir de nuevo los ojos, todo habia desaparecido. Los claustrofobicos muros de oxido fueron reemplazados por altas paredes labradas en roca. Llena de desesperacion, lucha por desprenderse de la tela sintetica que cubre su cuello, la cual se hallaba practicamente pegada a su piel. Pero se detiene cuando una voz robotica dentro de su cabeza comienza a recitar una frase pregrabada
“Reparaciones al 70%. Error critico, imposible reanudar auto-reparación. Favor de contactar con el departamento de ayuda de BioGears Inc. para asistencia medico-técnica” recita la voz con neutra monotonia, completamente ajena al panico que la embargaba
- Asistencia… -repite ella, dando un ultimo tiron a la tela antes de dejarse caer de espaldas, torciendo una amarga sonrisa. Aun con todo, le daba cierta gracia escuchar aquella frase, dictada hace tanto tiempo de cuando tal cosa aun existía. Ahora ella era la técnica de soporte, lo que significaba que tendría que meterse mano dentro de la cabeza si quería poner algo de orden alli adentro
- No, eso tendra que esperar. Primero tengo que salir de aquí -le susurro al aire soltando un largo suspiro, palpando el suelo a su alrededor hasta dar con su arma, alzándola y sacando el cartucho. Le quedaban dos tiros.
- Magnifico -suelta ironica regresando el cartucho al arma, comenzando a meditar en que haría a partir de ahora, sin apartar la vista de los altos tragaluces del techo, por donde se filtraba aquella tenue luz plateada y mortecina. Se lleva una mano al cuello, pero esta vez pasa el indice con suavidad sobre una linea naranja impresa en el tejido. A medida que su yema recorria esta, se iba dividiendo dejando al descubierto su cuello. Siguio abriendo su ropa hasta la altura de la clavicula, dejando a la vista un delicado collar de oro, del que colgaba una sencilla cruz dorada
Inquieta y con la cruz apretada en su mano, la chica se golpetea suavemente la frente con el dorso del cañón. Vuelve a cerrar los ojos, permaneciendo en silencio algunos minutos antes de guardarse el collar y cerrarse el cuello del traje. No iría a ninguna parte con dos tiros… o al menos, no muy lejos.
Kirian se levanta con gran esfuerzo, dando unos pasos hacia la eida inconsciente, mirándola con profundo rencor antes de detenerse y apuntarle al rostro.
Pasan los segundos y ella baja el arma, maldiciendo por lo bajo mientras se dice en voz alta que quizás deberia dejarla allí para que algun infernal la encontrara, en vez de simplemente meterle una bala en los sesos
Contemplando a Darah por un rato mas, mastica una idea hasta que finalmente suelta un suspiro de resignación. La levanta del suelo cargándola en calidad de bulto sobre su hombro sano, alejándose cojeando en dirección al punto de extracción
…
...y mas bocetos El instructor - Spoiler:
Samai - Spoiler:
Y la portada provisional de la obra - Spoiler:
Última edición por DarkGred el Jue Feb 16, 2012 11:20 am, editado 1 vez | |
| | | Caleb Mini Alce
Mensajes : 71 Fecha de inscripción : 28/06/2011 Localización : Donde viven los monstruos
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| Tema: Re: Siete Animas - Capitulo 12 Vie Sep 30, 2011 6:15 am | |
| Muy buen capi darkgred. Me encantan los Eidas soldados, pelear contra un ejercito de tipos con parcas y guadañas tiene que dar miedito >.<
Samai me cae bien por algun razon, ese tipo de personalidad que te parece desagradable al comienzo pero despues te da un no se que y te termina gustando jaja, muy bueno, a ver que le pasa despues.
y la chica soldado, parece que esta jodida. XD
Hey buenos dibujos, quedaria mejor si les pones color ¿no? me gusta como se ve Samai ^///^
¡Saludos! y espero al siguiente capitulo. | |
| | | DarkGred Usuario aterrador
Mensajes : 1664 Fecha de inscripción : 12/09/2010 Edad : 37 Localización : Mexico
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| Tema: Re: Siete Animas - Capitulo 12 Lun Oct 10, 2011 9:54 am | |
| - Caleb escribió:
- Muy buen capi darkgred. Me encantan los Eidas soldados, pelear contra un ejercito de tipos con parcas y guadañas tiene que dar miedito >.<
Samai me cae bien por algun razon, ese tipo de personalidad que te parece desagradable al comienzo pero despues te da un no se que y te termina gustando jaja, muy bueno, a ver que le pasa despues.
y la chica soldado, parece que esta jodida. XD
Hey buenos dibujos, quedaria mejor si les pones color ¿no? me gusta como se ve Samai ^///^
¡Saludos! y espero al siguiente capitulo. wow! realmente gracias estimado! X3 sehh... supongo que quedarían mejor si les diera color. Lastima que nunca tengo el tiempo libre para darles color. Sin contar que nunca he sido demasiado bueno en eso XD esa samai... sep, tiene su encanto la condenada, ni yo a veces se porque me cae tan bien. Quizás sea porque me encanta hacerla sufrir, jrajaja... naah! Tengo muchos planes para esta chica, no por nada es una de mis favoritas, la tercera para ser exacto ^^ Actualmente tengo buena parte del siguiente capitulo, y de los siguientes dos también casi completos sobre la mesa [muerte y destrucción buwahahaha!!! ok, no XD] Si me es posible, subiré el próximo capi en esta semana ^^ juas juas juas... si los vicarios con sus guadañas te dan cañangas ñangas, espera a que aparezcan los infernales o algún exhumado XDDD [gerry sabra de que hablo ] | |
| | | DarkGred Usuario aterrador
Mensajes : 1664 Fecha de inscripción : 12/09/2010 Edad : 37 Localización : Mexico
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| Tema: Re: Siete Animas - Capitulo 12 Mar Oct 18, 2011 7:43 am | |
| Me paso a subir el próximo capi del relato. Es un tanto mas corto que el resto, pero eso se debe a que estoy re-ensamblando algunas situaciones de mi cretino favorito, el prota de turno Dedicado a Caleb, uno de los que me ha impulsado a darle forma a este relato ^^ Capitulo 07 Inmersión- Spoiler:
Una dulce voz flotaba en el aire de la explanada, cantando sin letra desde algún punto de la animada multitud. La noche había caído y el aroma de la comida recién hecha llegaba hasta el, recordándole que no había comido desde aquella mañana. Un pedazo de pan de mugo, tragado casi con furia después de haber discutido con los otros instructores Nehn retorció los labios a medida que su malestar crecía dentro de si, recordando la escena… recordando como el siempre tenía que proteger a la chica. De cómo se le acababan los argumentos.
- No está corrupta -le murmura a la nada, casi intentando convencerse a si mismo. Pero ya no podía decirles eso a los demás. Ya nadie le creía, y la única salida que logro encontrar fue trabajar arduamente para convencerles que la corrupción de Samai era demasiado tenue para ser peligrosa, que poseía la fuerza de voluntad para vivir con ella sin riesgo para ella o los que la rodeaban
Pero ahora la mentira se desmoronaba. La afición de la chica por inculcar el medio ajeno había pagado su precio, y ahora lo único que podía hacer era posponer la fecha de su ejecución
- No podre protegerte eternamente -lamento, antes de soltar un largo suspiro
Se sobresalto, al escuchar su nombre a sus espaldas, volviéndose para encontrar a dos jóvenes eidas, un chico y una chica, ambos aun con su indumentaria de practicantes. Nehn sonrió a medias al ver sus dos discípulos, haciendo un vago y nervioso saludo con la mano.
Tenía fama de pensar en voz alta, y se pregunto cuánto de sus pensamientos habrían escuchado. Les miro con atención, intentando percibir alguna reacción. La chica sonrió abiertamente, devorando ruidosamente trozos de nud, una fruta seca bastante dulce. No le costo ningún trabajo recordar sus nombres: Iura, un remolino andante; imprudente y desenfadada. Era una de las mayores de las practicas, solo un poco menor de Samai, y apenas mejor con el vraid. Curiosamente había convertido eso en su virtud, convirtiendo sus fallidas técnicas en cargas explosivas. Y el otro, Draht... este se aclaro ruidosamente la garganta, antes de preguntarle si se encontraba bien. En este punto la sonrisa de Nehn se volvió autentica, mirando con orgullo a su mejor practicante. Y también, el más joven. Draht era justamente el polo opuesto de su amiga: atento y reservado, metódico y cauto.
Más de una vez se había preguntado cómo habían forjado semejante amistad. No era ningún secreto que Iura siempre se metía en problemas, y que Draht siempre la sacaba de ellos
- Instructor Yao, parece más serio que de costumbre -tanteo el más joven- ¿No le gustaría pasar el festival noche con nosotros?
- En realidad, yo…
- ¡Oh! Vamos instructor -le corto la chica- Quite esa cara larga y acompáñenos al festival, que bien le hace falta
- ¿Que? No, esperen. Yo iba a-…
- Sin peros que valgan, instructor. Se viene con nosotros -le detuvo Draht con calma– Necesita relajarse, despejar la mente al menos por un momento -De poco le sirvió a Yao intentar protestar algo, Iura ya lo estaba empujando a través del gentío, en dirección del puesto de comida crocante más cercano
…
Esto no podía ser real
Ian pateo al lado el cadáver, mirando con total desconcierto el arma que habia portado este. Eso era un enorme pedazo de arma: un “rifle” casi tan grande como el mismo monstruo
- Ok, esto comienza a ponerse extraño… -suelta para sí mismo- No, en serio. Esto sí es extraño: teros con armas -alzo la vista, mirando hacia todas direcciones, antes de fijar la vista al techo y gritar a todo pulmón- ¡Muy bien! ¡Lo han logrado! ¡Realmente comienzan a asustarme! -el eco de sus gritos reboto entre los muros rocosos, regresándole una y otra vez la última palabra
- O alguien se está divirtiendo con mi proyección, o en verdad estoy mmmuy jodido -dice por lo bajo, tragando saliva al jurar haber escuchado un lejano alarido entremezclarse con su ecos
Regresa la vista al arma en el suelo, examinándola con atención: tenía un vago parecido con un rifle, con un tosco, enorme y brutal rifle de un par de metros, luciendo una cuchilla montada debajo del cañon a modo de bayoneta
Alzo su ramita en alto antes de tirarla por encima del hombro. Enorme o no, un rifle era un rifle, así que comenzó a desgajar su brazo, dispersando los tentaculos alrededor del arma y sujetándola con fuerza. No sin cierto esfuerzo, logro alzar el arma del suelo, centímetro a centímetro Bufo por el esfuerzo, dejándola caer al suelo de nuevo ¡Era ridículo! Apenas y podía mantenerla por encima de su rodilla, mucho menos apuntar con ella. Con suerte, y quizás podría volarle la pierna a un arican
Y se detuvo, con una pregunta atascada en la garganta “Pära empezar ¿Esa cosa servía? ¿O siquiera estaba cargada?” Supuso que la caja enorme y larga pegada detrás de la bayoneta debía ser el cargador, pero no se atrevió a moverlo, jugueteando con la empuñadura del arma, que a falta de otra pieza móvil, parecía también funcionar de gatillo
Rumiando aun la idea, miro por encima de la baranda hacia una estatua que estaba en medio de una intersección de pasarelas rocosas, a unos seis-siete metros más abajo. Con un esfuerzo bestial, se las ingenia para subir el arma encima de la baranda, sujetándola con los tentáculos lo mejor que puede mientras la alinea con la estatua. Dio un rápido vistazo a su alrededor, preguntándose quién podría oír el disparo, antes de simplemente encogerse de hombros y tirar del gatillo.
El tiro no fue instantáneo, sintiendo como el mecanismo se forzó dentro del arma antes de sentir un brutal retroceso. Chispas y humo brotaron de las uniones del tosco rifle, escupiendo un destello blanco que cruzo la oscuridad como una bengala hasta estrellarse contra el torso de la estatua. El extraño proyectil rebotó contra la roca sin causar demasiado daño, pero en el lapso de un segundo, cuando el desconcierto comenzaba a cruzar el rostro del guardia, la municion estallo reventando el torso de la magnífica estatua
Ian casi suelta una carcajada allí mismo, mirando con deleite los trocitos de roca lloviendo a su alrededor. La municion debía de ser alguna clase de carga explosiva, como si fuera una granada ¿Un lanzagranadas?
- Deeenso -exclamo encantado, dándole unas suaves palmadas a su nuevo y humeante juguete. Mejor que la rama, sin duda
…
Kirian alzo la vista al escuchar el disparo, mirando hacia la entrada de la vivienda abandonada en la cual se había refugiado. Su mano derecha, salpicada de sangre eida, se había congelado en el ademan de coger el arma. Solo cuando los últimos ecos del fragmentador arican se disiparon, la chica atino a relajarse n poco, dejando caer los hombros
La tenica de soporte se seco el sudor de la frente con el dorso de la mano, cuidando de no ensuciarse la cara con aquel icor rojo brillante, de apariencia casi humana. Por un instante, al menos por solo un instante, sintió remordimiento por lo que le estaba haciendo a la joven eida. Pero el sentimiento desaparece pronto, regresando a su labor. Las puntas de sus dedos se desarticularon en montones de finos instrumentos metálicos, comenzando a hurgar en el interior del boquete abierto en el cráneo de la pequeña
La joven eida había quedado reducida a un despojo de lo que había sido, con su cuerpo lleno de profundos cortes y un enorme agujero en la cabeza que dejaba a la vista tejido sanguinolento y algunas fibras sintéticas sueltas, que casi brillaban en la penumbra. La sangre estaba esparcida por todas partes y salpicaba el uniforme de la humana, que se mantenía tarareando, nerviosa y fascinada con su nuevo juguete, afinando los últimos detalles
Un trabajo hecho de las carreras, casi de aficionados se decia para sí misma, cortando una fibra nerviosa por allí e insertando algún enlace por allá a toda prisa. Sin mucho tiempo ni material, esperaba al menos que esta funcionara decentemente bien, por algunas horas por lo menos. Lo suficiente para que le fuera útil
- Solo un poco más, si… así. Esssso es, ya casi estas, pequeña –le susurraba dulcemente, a pesar de que no pudiera oírla. Aunque en realidad, Kirian solo intentaba tranquilizarse si misma con el sonido de su propia voz
- Esto… ¿iba aquí? Sep, creo que-… eso es. Ahora, solo falta desviar algunos filetes nerviosos, seccionar otros tantos, unir esto… diablos, suéltate. ¡Perfecto! ya casi estas pequeña, solo no se te ocurra morirte
…
Última edición por DarkGred el Jue Feb 16, 2012 11:22 am, editado 1 vez | |
| | | Caleb Mini Alce
Mensajes : 71 Fecha de inscripción : 28/06/2011 Localización : Donde viven los monstruos
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| Tema: Re: Siete Animas - Capitulo 12 Lun Oct 24, 2011 1:48 am | |
| Otro buen capitulo ^^ ¡el rifle de los aricans es tremebundo! ¿dos metros mide esa cosa? es como un cañon de artilleria de la epoca colonial, o algo asi me imagino XD Me hizo gracia lo de Ian manejando esa cosa, y lo de deeeenso fue una palabra ideal para definir la potencia de ese super rifle asesino gigante =D Kirian que le esta haciendo a la chica?, ¿esa es Dara? o.o y a todo esto ¿que son Ian y Kirian que se pueden desarmas los brazos en cosas asquerosas y de tentaculos?. ¿mutantes medio humanos? la parte final donde Kirian se ocupa de la Eida me dio cosa, estuvo genial como hablaba ella sola para calmarse pero fue algo muy crudo en mi imaginacion P.D: ¡Me encantan como se ven los Aricans en los dibujos! | |
| | | DarkGred Usuario aterrador
Mensajes : 1664 Fecha de inscripción : 12/09/2010 Edad : 37 Localización : Mexico
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| Tema: Re: Siete Animas - Capitulo 12 Mar Oct 25, 2011 7:00 am | |
| Me inflas el ego estimado X3
En estos momentos estoy dándole algunos ajustes al próximo capitulo, así que es muy probable que este listo para esta semana, y sino para este fin de semana
...me creerías que no sabia que era tremebundo? XD Seehhh,a si me lo imagino, como un cañón portátil, o un lanzagranadas gigantesco, lo que venga primero
...sep, esa es Dara XD
ian es una replica, un humano sintético. En el siguiente capi se explica con un poco mas de detalle. Con respecto a Kirian, es una humana nacida, pero repleta de implantes mecánicos. Básicamente, ellos dos son polos opuestos de evolución humana en este relato: ingeniería genética vs ing. biomecanica; el tío es una ensalada de tejidos de toda clase, y la chica es mas una cyborg.
sehhh... aun tenia mis renuencias con el fragmento de Kiri manoseando los sesos de la eida, pero si logre sacarte aunque sea un escalofrio, creo haber logrado mi cometido ^^
...al cabo, graxx camarada! X3
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| | | xLadyKirbyDelargex Squee!!!
Mensajes : 200 Fecha de inscripción : 26/10/2011
| | | | DarkGred Usuario aterrador
Mensajes : 1664 Fecha de inscripción : 12/09/2010 Edad : 37 Localización : Mexico
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| Tema: Re: Siete Animas - Capitulo 12 Vie Oct 28, 2011 1:34 am | |
| - xKirbyPitufinaGosurorix escribió:
- Interesante...Bastante interesante
...gracias =3 | |
| | | DarkGred Usuario aterrador
Mensajes : 1664 Fecha de inscripción : 12/09/2010 Edad : 37 Localización : Mexico
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| Tema: Re: Siete Animas - Capitulo 12 Sáb Nov 12, 2011 10:03 pm | |
| Subo el próximo capi, espero les guste ^^ Capitulo 08 Sombra y engaño- Spoiler:
Escuchaba una voz… lejana y suave, brotando de alguna parte de la negrura diáfana que le envolvía, fría y punzante. Deseaba gritar, pero por más que lo intentaba, no lograba romper aquel duro silencio
¿Qué era esto? ¿Dónde estaba? Aquellas preguntas le desgarraban el alma, intentando no pensar en el “abismo”, intentando aferrarse a la idea de que no podría serlo. De ser así, debía de estar rodeada de almas agonizantes, iguales a ella
Hecha en un ovillo, Darah aferro sus piernas en medio de la nada, obligándose a recordar que pudiera haber hecho para merecer tal destino. Alzo la vista: la voz seguía sonando en la lejanía, llegando a ella como un murmullo balsámico… solo entonces comenzo a prestar atencion a sus palabras
“Solo un poco más, pequeña. Solo un poco más… resiste”
La negrura se arremolino a su alrededor como un pozo negro que intentaba tragarla a medida que ella se resiste, estirando una mano como intentando alcanzar aquella voz
…
El grito de la eida fue tan súbito y horrible que Kirian cayó de espaldas, tardando unos segundos en reponerse y sujetar a la niña de los hombros
- ¡Niña, reacciona! Estas bien, estas a salvo –le grita, zarandeándola con fuerza. Eso pareció tener algun efecto, pues esta dejo de gritar, jadeando con fuerza. Un profundo pavor inundaba sus ojos, que miraba a la nada; estaba ciega y con unos ojos muy diferentes a los que esta había tenido hasta hace solo unas horas. El verde hoja original había sido reemplazado por un rojo metálico, lleno de finas líneas más pálidas que giraban alrededor de la pupila, alineándose y ajustándose hasta casi desaparecer. Solo ahora Dara recupero la vista, cerrando los ojos cegada con la escasa luz
Kirian miro a la pequeña sujetarse la cabeza, mientras las garras de sus pies rascaban el suelo en un arrebato de dolor. Los enlaces craneales debian de estar demasiado frescos, pensó Zahara en silencio. Con un gesto dulce impropio en ella, le aparto el cabello ensangrentado del rostro, susurrándole a media voz
- Solo intenta no moverte tanto, tus heridas aun no cierran del todo -Y sonrió para sus adentros. Tenía que ganarse su confianza. Solo así le sería útil. Pero enarco una ceja, al ver como esta permaneció en silencio, sin dejarla de mirar de esa manera tan-… desagradable. Como si el monstruo allí fuera ella.
Torció una media sonrisa, antes de agregar- Hubieras visto el desastre en el que quedaste pequeña, por poco y no la cuentas. ¿Por qué te arrojaste así en medio del tiroteo? –y a pesar de la actuación, no pudo suprimir el estremecerse por un instante, al recordar la intromisión de la maldita niña.
Su memoria aun le fallaba, pero lograba entrever entre todo el caos de su sistema como esa niña se había interpuesto en un momento dado con uno de esos escudos de cristal brotados de la nada; uno bastante débil por cierto, que se rompió al instante en mil pedazos. El recuerdo se atascó justo en ese instante, con aquellos orbes verde hoja, fijos en ella… enmarcados con los restos suspendidos del patético escudo
Kirian se sujeta la cabeza, esforzándose por suprimir el recuerdo - Per-perdóname. Mi-… mi sistema está dañado. A veces no estoy del todo en línea –alcanza a decir con un hilillo de voz que no era fingido. Cada vez que intentaba recordar algo, perdía la noción del tiempo y su memoria orgánica borboteaba con alguna imagen imprecisa y azarosa. Necesitaba reparaciones, y rápido. No pasaría mucho tiempo antes de que su parte organica le diera problemas aun mayores
Por su parte, Darah estaba al borde del pánico, mirando como aquella criatura agonizaba a causa de aquellos pedazos de hierro incrustados en su cráneo y cuerpo. Todos esos rumores de criaturas sin alma, hechas de carne y metal, se agolpaban en su cabeza. Y ahora tenía a uno de esos encima de ella. Pero fue su propio dolor el que le corto de cuajo el pensamiento, haciéndola consciente de su propio estado
Esa humana... ¿la habia estado cuidando? Aquella idea la aterro aun mas: los humanos no podían usar el vraid ¿Qué había usado entonces? ¿Por qué sentía el cuerpo pesado? Su-... ¡Su sangre! Lo senti caliente dentro de ella
- ¡¿Qué me has hecho?! -exclamo, apartándose e intentando incorporarse, tropezando y terminando contra la mesa de aquella casa abandonada
- Calma chiquilla –intenta apaciguarla, manteniendo un aire preocupado- si te sigues moviendo te abrieras de nuevo la cabeza -al ver como ella palidecía, se apresuró a agregar- Es solo RTD, pequeña. RTD
- ¿erre-qué?
- Reanimacion tisular, estimada. Ingeniería de tejidos. Ehmmm… solo te hice crecer carne donde tenías hoyos
La eida se llevo la mano a la cabeza, palpando su cabello empapado en carmesí. El agujero que había tenido en esta había desaparecido; incluso su cabello parecía intacto. Manchado de sangre, pero intacto
Kirian sonrió- No vas a encontrar cicatrices, pequeña. Es un trabajo apresurado, pero me esforcé en hacerlo bien. Tienes suerte de que fuera tecnica y tuviera instalado un kid médico -alzo el dedo índice, cuya punta se desarmo en finas y delicadas piezas metálicas
…
Ian se pegó contra un muro, jadeante y empapado en sudor frio. La proyección estaba degenerando a película de terror barata, estremeciéndose al oír aquellos desgarrados alaridos cada vez más cerca. Casi podía imaginarse a algun zombi vagando por los pasillos inferiores
“Absurdo” gruño en sus adentros, emprendiendo de nuevo la marcha aferrando con fuerza el pesado rifle. Debían de ser uno de esos cara-de-lagarto. ¿Cómo era? ¡Aricans! Se detuvo: el estridente lamento se había detenido. Y eso, más que tranquilizarle, le helo la sangre
Pasaron los minutos, en los que el permaneció quieto, intentando escuchar sonido alguno, masticando con vehemencia sus labios. Agazapado, se aproximó a la baranda más próxima, asomándose por encima de esta. Nada, ni un sonido, ni un movimiento. El silencio sepulcral del momento clímax justo antes de que el desquiciado con sierra de turno le sacar las tripa a alguien
- Demasiadas películas de terror, Ian –susurro en voz baja, enarcando una irónica sonrisa. A menudo, a los guardias se les permitía ver alguna película de cuarta, de esas que se produjeron antes de la guerra. Pero se olvidó de eso al instante, ocultándose detrás de un pilar cuando escucho las pisadas
Con cautela, comenzó a espiar los pisos inferiores, y fue cuando los vio. Era un grupo de arican, que se movían por una calzada elevada dos niveles abajo, gruñéndose entre ellos y arrastrando sus armas por el suelo de roca. Era ridículo ver a esas criaturas llevando a rastras un rifle como si fuera un vil garrote.
Ian entrecierra los ojos, percatándose ahora de una silueta diferente que se movía en medio del grupo
-Qué diablos-… -suelta entre dientes, mirando con mas atención a la pequeña criatura, aún más extraña que los mismos cara-de-lagarto que la rodeaban. Con el torso delicado como el de una mujer, se veía diminuta al lado de aquellas bestias. Pero eso no era una mujer: en vez de piernas tenía una larga y escamosa cola de serpiente. Por un momento le hizo recordar a esas tías de las películas ¿Cómo era? ¿Nedusas? ¿Gorg-…? ¿Gor-qué? Ian negó ligeramente con la cabeza, intentando olvidarse de esas películas de mierda y regresando la vista a la criatura. A pesar de su aspecto insólito, llevaba una playera ridículamente corriente, negra y blanca con un diseño amarillo en forma de “T” al frente
Sus cuatro ojos color carmesí sondeaban la zona con suspicacia mientras una curiosa membrana a modo de “pelo” ondeaba detrás de ella. La criatura se detuvo, volviéndose justo hacia donde él estaba
- ¡Carajo! –alcanzo a exclamar antes de ocultarse detrás del pilar, conteniendo la respiración. Pasaron los segundos, armándose de valor para asomarse por el borde, con la esperanza de que esa cosa no lo hubiera-… ¿visto?
Se queda helado, al encontrarse con el rosto de la criatura justo frente al suyo. De algún modo había trepado todo el tramo hasta allí, aferrándose a la baranda con la cola enrollada a esta
- Pero ¿Qué haces aquí? –pregunta ella extrañada, mirándolo de arriba a abajo– Ustedes deberían de estar tomando el ala sur del templado 17
Ian se queda sin reaccionar, sin saber siquiera que decir y solo atinando a retroceder un paso cuando esta se acerca mas
- Vamos, muévete. Antes de que mi jefe de escuadra se le ocurra preguntarme que hago aquí
- ¡C-claro, si! …esteee, ¿Dónde dices que esta el templado ese?
- Por allá – le señala ella con un dedo, arrastrándose al suelo y pasando a su lado sin mirarle, alejándose murmurando algo acerca de la pereza humana
Para cuando se pierdede vista, Ian se rascaba la mejilla con una de sus garras falsas, preguntándose para qué demonios le servía la ilusión si de todas formas le reconocían. – Tal vez, no debería de decir “carajo” tan seguido
Se quedó en silencio por un largo rato, antes de soltar un sonoro “¡Naaahh!”
…
El rumor animado de la explanada le llegaba como un recuerdo vago y lejano, inmerso en sus pensamientos. Nehn lanzó un laaargo suspiro, jugueteando con las pinzas mientras la comida se enfriaba sobre su plato, con la vista fija en ningún lugar. Sus dos alumnos, al otro lado de la mesa se miraron entre si. Iura se acerco a su compañero, dándole un codazo para que hiciera lo mismo
- Oe, el instructor no ha comido nada de nada. Parece preocupado -le susurro ella, intentando no llamar la atención de su superior
- ¿Que no lo sabes? -le responde de igual manera el otro- Tendrá un encuentro esta noche con el viejo sabio. Yo estaría aun peor si estuviera en su lugar
- Eso no tendría ninguna novedad, Dra. Tu siempre te pones nervioso con esas cosas
- Y tu nunca le das importancia a nada. Olvida eso: lo que quiero saber es que querrá discutir con el sabio Jared
- Eso mas que obvio -la chica vio como este le regreso la mirada, sin comprender. Ella chirrió los dientes; era tan lento a veces- Es por Samai, cerebro de amisle
- ¿Sen Samai? ¿y que tiene que ver ella en esto?
- Puedo oírles perfectamente ¿Saben? -ambos chicos se sobresaltaron al instante. Iura tartamudeo algo, antes de simplemente torcer una sonrisa nerviosa. Intento disculparse, pero Iago la detuvo
- No te disculpes. Al fin y al cabo, es la verdad. Estoy preocupado porque voy a ver al viejo Jared. Y precisamente por Samai
- Pero ¿Por ella? Esa chica es todo un caso perdi-... -se corto cuando su compañera le piso el pie bajo la mesa, lanzandole a esta una mirada de rabia antes de continuar -¿Porque insiste en tenerla en las practicas? No muestra tener aptitud alguna para ser vicaria-...
El chico lanza una mueca de dolor cuando su amiga le clavo las garras en el empeine para intentar que se callara. No tardan en comenzar a discutir como siempre, mientras una sonrisa distante flota en los labios de Nehn, mirando divertido la curiosa escena.
...
...y algunos bocetos - Spoiler:
- Spoiler:
- Spoiler:
Última edición por DarkGred el Jue Feb 16, 2012 11:28 am, editado 1 vez | |
| | | Gerrysnk Mod caotic cosmos
Mensajes : 5535 Fecha de inscripción : 22/06/2010 Edad : 29 Localización : ?
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| Tema: Re: Siete Animas - Capitulo 12 Sáb Nov 12, 2011 11:24 pm | |
| D: Hace mucho no lo leo!!! Creo que es tiempo de hacerlo tardare un buen rato...n.n | |
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