Una tarde, un chico se encontraba sentado en su salón de clases. Pero al mirar por la ventana, algo que reposaba en el césped llamó su atención. Por la distancia no distinguía con claridad que era lo que allí había, pero tenía un brillo particular que capturó su mirada. Al terminar las clases, el muchacho se levantó rápidamente de su asiento, y fue corriendo hacia donde se encontraba ese extraño objeto, con el fin de que nadie lo tomase antes que él. Se acercó, y se dio cuenta que este objeto no era nada más que una foto, la foto de una chica que miraba hacia el frente, con la seña del "Amor y Paz" en los dedos, y una sonrisa tierna. El chico se vio atraído por la niña, su belleza lo cautivó, y quería conocerla. De camino a su casa, fue preguntando a todo quien se cruzara si habían visto a la chica, a la par que le mostraba la fotografía, pero todos le daban la misma respuesta, nadie había nunca visto a tal muchachita.
Cabizbajo regresó a su casa, donde al abrir la puerta y ver a su madre, le preguntó si había visto alguna vez a la niña de la foto pero le dio la misma respuesta. Un poco decepcionado, se fue directo a su habitación, donde dejó la fotografía encima de un tocador, esperando algún día poder encontrar a la chica.
Había oscurecido ya, y el chico recostado en su cama, escuchó unos golpes en su ventana. Sorprendido, rápidamente se levantó y miró hacia el exterior a ver si podía localizar algo. Vio como alguien se movía en la distancia, como si estuviese huyendo. Sin pensarlo, velozmente salió de su morada, y corriendo persiguió a una chica que se distinguía a la distancia, mientras le gritaba pidiendo que aguardara. En una vuelta de calles, la había perdido de vista, y volteando la cabeza a todos lados para hallarla; se había quedado en medio de la carretera. De pronto, un coche pasó a toda velocidad, pasándole por encima y dándole muerte.
El conductor responsable bajó de su coche para así poder ver al chico hecho pedazos por los neumáticos. Asqueado, se acercó lentamente y notó que a un lado del cuerpo, se encontraba una fotografía. El hombre la levantó y al observarla, se trataba de una chica sonriente, muy linda, mirando hacia el frente, levantando tres dedos...