Si viajas en la vieja línea A ,de noche, no te distraigas, mira bien donde bajas y por nada del mundo, si te equivocas, bajes del anden y si lo haces...nunca pero nunca grites.
La línea A del subte de Buenos Aires fue abierta al público el 1 de diciembre de 1913, convirtiéndose así en la primera de toda América Latina, el hemisferio sur e Hispanoamérica. Se extiende a lo largo de 10,7 km entre Plaza de Mayo y Carabobo y circula por debajo de la totalidad de la Avenida de Mayo y parte de la Avenida Rivadavia, siendo utilizada por 216.000 personas al día.
Las estaciones de Pasco y Alberti tenían la particularidad de que los andenes con dirección a los extremos opuestos no estaban enfrentados. Además éstas dos estaciones se encontraban muy próximas (a menos de 200 m), resultando poco eficiente que el tren se detuviera dos veces en tan pocos metros.
En 1951 las estaciones Pasco sur y Alberti norte fueron finalmente clausuradas, permaneciendo activas hasta la actualidad sólo las dos semiestaciones. Sin embargo, a pesar de la clausura todavía pueden ser reconocidas desde los trenes y las semiestaciones.
Hoy algunas historias hablan de que cuando en el recorrido se apaga la luz del vagón, se puede observar por las ventanas viajeros vestidos de época que esperan en una estación donde el tren nunca se detiene.
Se dice que viajando en el subte, linea A, pasando entre la estacion Alberti y Pasco hay una media estacion abandonada donde murieron 2 obreros en un derrumbe durante la construccion. Cada vez q se pasa por ese tramo las luces se apagan y se ve por la ventanilla a los obreros sentados mirando hacia el subte. Se dice que las personas q logran verlos atraviesan momentos tristes de sus vidas.
Tambien se dice q en ese lugar hace un tiempo una mujer obligada a casarse, saliendo de la iglesia decide terminar con su vida alli, y muchos trabajadores afirman escuchar gritos y ruidos extraños.
Pero lo que no se dice, lo que se oculta es aquello que ocurrió hace unos años atrás cuando dos estudiantes desaparecieron sin dejar rastros…
Mariana B y Alejandra M viajaban frecuentemente en el subte, ambas asistían al mismo instituto y hacían el mismo recorrido para volver a sus hogares. Era normal, para aquellos que viajaban en el mismo horario, ver a ambas jóvenes charlar y reírse de cualquier cosa.
La noche de su desaparición, ambas habían llegado solo para alcanzar el último servicio. Luego de subir apresuradas al vagón se sentaron y como habitualmente pasaba se pusieron a conversar, apenas atentas a las estaciones ya que prácticamente sabían, por costumbre de uso, cuando les tocaba bajar.
Acababan de pasar la estación previa a su parada, el lugar en donde la mayoría de los pasajeros había descendido, dejando a ambas jóvenes solas en el vagón, no obstante ello siguieron con su platica prepararandose para descender a la próxima.
La formación se detuvo lentamente, las puertas no se abrieron. Mariana que era quien estaba mas cerca forzó las mismas y cuando estas cedieron descendió apresurada al igual que Alejandra.
-uff, poco mas y nos pasamos…para colmo esa puerta trabada, ya tendrían que cambiar los vagones no?-hablo Alejandra caminando distraídamente en tanto escuchaba como el subte volvía a coger velocidad y se perdía en el túnel-
-si, ya están muy viejos los vagones…fíjate que el otro día no se cuanto tiempo estuvimos con mi mamá encerrados en uno… hubo no se que desperfecto y quedamos a mitad de camino en la línea…-se quejo Mariana, notando por primera vez lo desierto que se hallaba el anden.
-che…no hay nadie acá…-comento sintiendo un malestar recorriéndola sin razón alguna. Nerviosa miro alrededor buscando un guardia, mas la plataforma estaba desierta y cuando presto mas atención se dio cuenta que no se parecía en nada a la en la que habitualmente descendían.
-si…es raro…aun tendría que haber alguien aquí, no?...-contesto Alejandra acercándose hacia la ventanilla, notando que estaba cerrada y que los pasos a la superficie estaban enrejados. Un sobresalto la sacudió cuando una mano le tiro del sweater
-creo que nos equivocamos de parada…-susurro Mariana señalando el cartel donde claramente se leía “ESTACION ALBERTI”-un escalofrió premonitorio las recorrió a ambas. La estación había permanecido clausurada por más de 53 años. Nadie bajaba allí, nadie se detenía allí, de hecho no debería haber luz allí. Pensaron ambas con zozobra.
-que vamos a hacer…no podemos salir a la calle y ese era el ultimo servicio…-enuncio Alejandra- No quiero quedarme aquí…sabes lo que cuentan de esta estación…-agrego notándose su voz algo estrangulada.
-cállate!, no me hagas pensar en eso…y no te autosugestiones…-la regaño la otra tratando de mostrarse fuerte, aunque por dentro podía sentir la misma angustia que su amiga.
-bien…-dijo tratando de poner en orden sus ideas.-sabemos que ese era el ultimo subte…y que la próxima parada esta a trescientos metros mas o menos…-especulo
-si podemos llegar allí, aun habrá algún guardia de seguridad y, si le explicamos nos dejara salir…-sabia que no seria tan sencillo como eso, tal vez se llevaran un buen reto, pero de seguro era mejor que quedarse allí.
-No se…-Alejandra no se mostraba muy entusiasmada por la idea, aunque el pensar en quedarse allí tampoco era de su agrado, había escuchado demasiado historias escalofriantes relacionadas a las dos estaciones clausuradas, y aunque no era alguien que creyera en esas cosas, el estar allí le hacia no querer comprobar que tan acertada estaba en sus creencias.
-esta bien,-decidió finalmente-pero apurémonos…no quiero estar ni un segundo mas aquí…-dijo cogiendo del brazo a su amiga y encaminándose a la boca del túnel, notando que el aire entorno a ellas se iba enfriando paulatinamente.
Al llegar al final del anden descendieron por una escalerita y se encontraron de frente a la boca del túnel, la cual a pesar de la tenue iluminación seguía siendo obscura e insondable.
-hay que tener cuidado…no toques las vías…no se cual es la eléctrica…-le advirtió Mariana a su amiga en tanto comenzaban a caminar por el costado de las mismas, una detrás de la otra tomadas de la mano.
No habían avanzado mucho cuando unos susurros apagados y multitudinarios parecieron envolverlas.
-“vuelvan”…”no vayan por ahí”…”quédense con nosotros”…”es peligroso”…”no griten”…”no sigan por allí”…-las jóvenes apenas se volvieron para distinguir un mar de rostros pálidos y traslucidos asomándose desde el anden, haciéndole gestos para que se regresen, aunque la visión duro solo unos cuantos segundos, luego se volatilizaron como si nunca hubieran estado allí
Un chillido agudo resonó en túnel. Luego el silencio total cayo en el.
LA DESAPARICION DE LAS ESTUDIANTES.
Aun sigue sin haber pistas sobre las Jóvenes Mariana Basualdo (19) y Alejandra Montero (20), ambas oriundas del conurbano bonaerense y que desaparecieran el miércoles pasado luego de ser vista por ultima vez abordando el subte en Plaza de Mayo. Las ultimas imágenes captadas por las cámaras de seguridad de la formación las muestran bajando en una breve parada que por razones técnicas, debió realizar el conductor en la estación Alberti. Mas Información Pag.21