۩ღ Acacia Amarilla ღ۩ [Privado , Evil-Dog]

-Me refería a subirlo de casta. Y para eso debo esperar a ser coronada - Me paré - Si , me llevará tiempo. Mucho. Pero es lo menos que puedo hacer - Cogí la espada nuevamente - Ah si , también abolir la ley sálica. De otro modo mis hijos no podrán heredar el trono.

-Exacto - Pero eso me lo guardé para mi - Por más que te lo diga ahora , no me creerás aun si fuera verdad. Así que esperaré el tiempo que sea necesario par revelarlo.

—No, no lo hubieras entendido. Y yo tampoco habría sabido cómo explicarlo para que lo hicieras — Me fui arrastrando la espada y la puse en la esquina de la habitación.
Volví a acostarme en la cama, solo que esta vez miré el techo con una aplastante culpa que oprimía mi pecho.

Regrese a la habitación donde dormíamos y me recargue en el marco de la puerta a verla, no sabia que pensar, pero ella era la madre de mi futuro hijo, así que no tenia muchas opciones. pero antes tenia que resolver todas mis dudas.

-"Te creo, no se por que pero te creo, tal vez por que solo busco la forma de autoengañarme, pero es así"-

—Aun así no te confirmaré ni negaré nada. No es el tiempo aun — Lo miré a la cara — Debemos seguir leyendo.

-"Entiendo, pero si quieres que sigamos viviendo juntos tengo que saber algo, piensas en el cuando te acuestas conmigo?"- también la mire a los ojos -"Y no me digas que no me puedes responder eso, pues tendré que interpretar tu silencio como un "Si"-

—No. No pienso en él cuando nos acostamos. Solo en momentos que me siento sola y defraudada.

Fui hacia la silla donde se habia sentado anteriormente y tome el libro

-"Es mi culpa que te sientas de ese modo?... por algo que hago o dejo de hacer?"-

—No es tu culpa. Solo son sentimientos que debo superar ahora con mi nueva vida... y por ti y por mi hijo.

Me senté a un lado de ella y comencé a ojear el libro

-"Te juro que lo he intentado, he buscado el modo de hacer que seas feliz, pero a cada intento solo termino dando contra el suelo."-

—Porque, ya te dije, no es tu culpa. Es mi egoísmo. Me crié siendo egoísta, me hicieron ver que era normal serlo y ahora me cuesta mucho dejar de lado esa característica tan desagradable y prominente en mí — Empecé a acariciarme el vientre — Yo quiero hacerte feliz a ti y siento que me pasa lo mismo que me mencionas. Es muy frustrante.

-"Entonces hay que dejar de intentarlo, solo dejemos que llegue solo"-

Tome el libro y se lo ofrecí

-"Quieres cambiar de lugar? tu lee el libro y yo acaricio tu viente"-

Asentí con una leve sonrisa y me subí el camisón hasta por encima del ombligo para que tuviera la libertad de acariciármelo.
Comencé inmediatamente a leer.

-"Ahora que te veo a contraluz creo que si se te esta formando un pequeño bulto"-

Me recosté a lado de ella y comencé a acariciarla, no sabia si ir mas allá de su vientre, pues aun sentía que no estaba completamente conforme conmigo.

Paré de leer por un momento.

—Y dentro de poco estará más grande— Antes de continuar con la lectura, le tomé la mano — No seas tímido.

—Es claro que lo mejor de la caricia es la continuación de la misma…

Pase de las caricias a los besos en el vientre, pero no tardo mucho antes de que mi boca se fuera hacia su pecho y despues hacia su cuello y mis manos hacia su cadera y luego su entrepierna.

-"Cuando tu vientre cresca ya no podremos hacer esto en un buen lapso de tiempo"-

—Pues créeme que hay otras maneras de hacerlo. Pero no tengo el libro aquí — Sonreí con cierta perversión — Tal vez un milagro me dé una idea.

Solté una risa corta pero claramente traviesa.

—¿Tan interesado en el tema?

-"Tu que crees?"- Le conteste en respuesta a esa risa traviesa

Simplemente me limité a taparme con la sábana y cerrar el libro para después dejarlo a un lado, en la mesita.

—Me imagino que si… Pero bueno. Es hora de descansar. A menos que no quieras descansar.