—Una nueva etapa—

Me ofrezco a controlar a la secta, es decir a crear eventos en los que interfiera esta.

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-Estuvo bien? Te gusto? solo dame unos minutos y estare listo para empezar otra vez.-

Se quito de encima y se acostó a un lado viendo por el tragaluz que estaba casi encima de ellos.

Okas. Yo estoy de acuerdo.

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No le parecía bien que dejara las cosas en el aire, más que nada porque estaba en juego su seguridad y capaz su integridad física, pues si su mal presentimiento se cumplía, eso último pronto correría riesgo.

—Bien… y luego me prestas la ropa informal para mañana — Y se fueron al cuarto en silencio — “Espero que haya sido una vecina. De lo contrario empezaría a asustarme también” — Pensó.

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—Claro que estuvo bien. Solo es que… — Dio vuelta la cara. Estaba emocionada. Lloraba por la alegría, la adrenalina y las hormonas, todo junto. Le agarró la mano. — Siento como si esa chispa que perdí volvió otra vez. No sabría cómo explicarlo. Olvídalo.

Spoiler:

Realmente quería decirle a Alan que no se preocupara, que todo estaba bien, pero eso era una mentira muy grande. Terminó en un gran silencio incómodo camino al cuarto.

Más tarde, decidió que tal vez era el momento de hablar de algo tranquilizante-¿No crees que es relajante tomar un té y platicar a gusto?, ¿quién dijo que se necesita alcohol para divertirse?- Sabía que por eso los llamaban gays, anticuados, o snob, pero realmente eso no le importaba ahora- ¿Recuerdas cuando yo era el que hacía el té en mi casa? Y tú pensabas que las bolsitas de té eran mejor que las hojas. Mírate ahora, todo un señorito. Podrías pasar por un inglés muy decente-

-No puedes decirme una cosa y seguido pedirme que la olvide, pero ya que hago lo posible por recuperar fuerzas lo dejare pasar... no te voy a interrogar al respecto.-

Le tomo la otra mano que tenia libre y puso ambas alrededor de s propio cuello, luego la tomo de la cintura, como poniendose en pose para bailar aquel lento de la otra noche.

-Quieres pasar la noche aquí conmigo?, podemos ir con el medico mañana temprano y después te dejo en tu casa para que prepares todo lo que vas a necesitar para el festival.-

—Si no fuera porque mi padre es francés, te aceptaría eso de inmediato.  Aunque si me escuchara diciendo esto, me daría una bofetada.

El padre de Alan era un francés refinado, pero muy severo. Era bastante nacionalista y la verdad que seguía al pie de la letra la tradición de odiar a los ingleses y todo lo que tuviera que ver con estos.  Incluso Estados Unidos. Si no fuera por negocios, nunca se hubiera instalado en América, siquiera por el nacimiento de Alan (que este terminó siendo Estadounidense).

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Alzó una ceja.

—Acepto tu sugerencia.

Al día siguiente, Alan se preparaba para ir al festival.
La ropa informal le sentaba bastante bien, aunque no estaba habituado a ella. Reconocía que le daba una movilidad única, además que era más cómoda que los trajes formales que usaba siempre. Solo esperaba que no se viera raro o extraño para Scarlet; le importaba mucho la opinión que tuvieran las mujeres sobre él. Era demasiado importante como para ignorarlo.

Lestat también hacía de las suyas: armaba porros a diestra y siniestra y se las ocultaba en la ropa interior. Incluso se puso un sombrero y pegó con cinta los cigarros de María Juana en el mismo del lado de adentro.

“Espero que no me descubran”

Pensaba. De todos modos, sino iría a manguear a sus vecinos de tiendas de campaña. Un descarado total.

Louis no hacía nada. Esperaba a su hermano y que llegara Chuck en el remolque.

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Maya, por su parte, aun estaba con los efectos de los ansiolíticos, pero por fortuna había eliminado las sustancias de su cuerpo gracias a todos los vasos de agua que le había dado su amiga que se había quedado con ella a cuidarla toda la noche. Se la pasó yendo a orinar al baño y tuvo que bañarse para no parecer un viejo sin pañal que se había meado encima.
Se sentía mareada, con algo de culpa, pero un poco emocionada por tener que ir al festival. Cargaron todo lo necesario en el baúl del auto, la metieron dentro y pusieron el CD que contenía el demo de la banda de Maya, todo para animarla un poco y tomaron el camino para dirigirse hacia ese evento tan importante.
En el camino pensaba todo lo que había pasado el día anterior. Qué tonta.

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Almendra terminó yendo al médico al día siguiente, a un sobreturno, y este le mandó a hacerse unos estudios de sangre, entre otros, para ver que pastillas le podía recetar. Era la primera vez que iba al ginecólogo, pues sus padres nunca se habían preocupado por su salud desde aquellos encuentros, y se sentía muy nerviosa, como una niñita. Terminó yendo a la farmacia a comprar la pastilla del día después  y luego hacia su casa, para preparar sus cosas.

Scarlet se miraba atentamente frentebal espejo, repasaba una y otra vez miranfo si no se miraba demasiado atrevisa, un short de jean tres dedoa arruba de la rodilla, una camiseta negra de manga corta con el simbolo de su banda favirita de rock, unas botas de color cafe que casi parecia cuero, el cabello atado en una coleta alta y un sutil maquillaje

Mario y ella estuvieron peleando toda la bendita mañana porque no se decidia por ningun cinjunto que el chico le proponia, le gusto este mas que los otros hiba mas con su personalidad

-podemos bajar a comer algo antes de que muera de inanicio?-pregunto el moreno con recostado en la cama, apretando su estago exagerando tu falta de desayuno

-jajaja vale vamos a comer antes denque mis primos nos dejen sin nada-

La mañana siguiente después de que Andy llego a casa Chris ya lo esperaba con la carpa y un par de hieleras con todo lo que necesitaban para pasar los dos días que duraba el festival, que aunque habrían muchos puestos de comida los precios ahí eran ridículos, por lo que la mayoría llevaba desde antes todo lo que habrían de consumir.

Dejaron el auto en casa y fueron en una camioneta tipo pick-up que el padre de ambos usaba para trabajar.

Chris no dejaba de ver su celular, le había parecido muy extraño el mensaje que Maya le había enviado después de irse de su casa, pero a fin de cuentas acepto a ir al festival y ahora tenia la mente bien aclarada y estaba seguro de lo que quería decirle.

-Entonces... por que vamos en dirección contraria?- Pregunto Chris que venia de copiloto.

-No te dije?, Almendra vendrá con nosotros.-

-La chica que conociste en la fiesta?, vive en esta zona?, es millonaria o algo así?- Pregunto escéptico, pues ya estaban en el barrio de las mansiones, y todo el mundo sabia ahí las propiedades valían bastante. -No sera que por eso no volviste a casa anoche?, por que estabas ocupado tirandotela en su mansión?- Dijo burlón mientras revisaba la guantera y descubría que sus condones ya no estaban. -Lo sabia!- Exclamo asombrado mientras le apuntaba con el dedo.

Andy solo lo vio de reojo, pero no contesto nada, no servicia de mucho.

Llegaron la la casa de Almendra, que en efecto era bastante grande, enfrente estaba el mismo viejo que había sacado un arma el otro día, con la misma cara de pocos amigos de siempre.

Chris, que noto la mirada de aquel viejo decidió provocarlo un poco, aplastando la cara contra el vidrio de la puerta, haciendo una mueca extraña y graciosa y levantandole el dedo medio "En señal de amigos" Como decía El

El viejo, escandalizado, arrugó aun más la expresión de su amargada cara. Hizo una especie de pistola improvisada con los dedos, e hizo un amago de “disparar” hacia Chris con la misma. Entonces, acto seguido, decidió acudir de inmediato a su arma, entrando dentro de su casa para luego salir con la escopeta cargada. Se sentó en la silla mecedora de la entrada a pulir el cañón con un pañuelo blanco algo grasiento, sin despegar la mirada de él.

—Parece que el viejo Manson no está muy contento por la visita— Se oyó la voz de Almendra que claramente se pudo oír desde la entrada hasta la cuadra del frente. Salió con la ropa que usaba habitualmente, solo que con unas zapatillas de cuero negras. En una mano tenía las llaves de su casa, en el brazo colgaba el bolso donde estaba la tienda de campaña junto con otros alimentos y bebidas.

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Maya comenzó a revisar sus mensajes, pues estaba aburrida y la verdad no tenía muchas ganas de reventar sus pulmones como otras veces. No hasta que la situación realmente lo ameritara.
Descubrió el mensaje de Chris y se sorprendió de que alguien se le hubiera adelantado a contestarle, sin embargo no les reprochó nada a sus amigos. Tampoco es que la respuesta hubiera sido la gran cosa, pero sin duda parecía muy cortante viniendo de ella.

Se fue hacia la parte trasera, corrió la lona retráctil del baúl y tomó su guitarra. La primera guitarra que le había comprado su madre cuando era una niña. El primer instrumento no japonés que había tocado en su vida, pues aprendió música con el Shakuhachi, shamisen, koto… y no recordaba más, a pesar de que sabía que había otros. Todo de música tradicional. La guitarra no, esta era una asombrosa guitarra española que sonaba preciosa al apenas rozar sus cuerdas con los dedos; aun ahora, luego de varios años de haberla quemado usándola. La adoraba.

Con ella había hecho la melodía de la canción “NARE NO HATE” o “el epílogo”, “el final”. Y estaba orgullosa del resultado. Además que también la había terminado gracias Chris. Debía agradecerle en cuanto lo viera y mostrársela, hacérsela oír. Estaba resuelta a hacerlo.

-Seguro solo esta triste por que nadie juega a las guerritas con el... pero eso se puede arreglar-

Formo una pistola con los dedos y también hizo como si disparara, haciendo ruidos con la boca. Andy solo volteo los ojos.

-Oye Rambo... ya es hora de que te montes en la metralleta.- Dijo Andy con sarcasmo.

-Que me monte en que?-

-Que te vayas para atrás, la camioneta tiene solo dos asientos; el de almendra y el del chófer... y como tu no has sacado tu licencia te toca ir atrás.-

Ambos hermanos se quedaron viendo fijamente, como en un concurso de miradas, pero al final Chris acepto, dejando el asiento libre y sentandose en la cajuela.

Chuck estaba muy emocionado ese día, incluso se había levantado muy temprano aunque él nunca fue una persona madrugadora. Fue temprano a recoger la casa rodante y pedir informes sobre ella. La reunión duró demasiado, pues la persona le dio miles de detalles sobre cómo usarla, era demasiado moderna incluso para los millenials que eran, parecía una nave espacial..

-Y ya por último, este botón te conecta a una llamada directa a servicio técnico, úsala si pasa algo- dijo el dueño del vehículo- también si la mueves para acá, llama a emergencias, el 911- Chuck esperaba nunca tener que hacer esa llamada.

Chuck terminó de subir todas las cosas, siempre pensó que era mejor llevar de más que llevar de menos, así que aparte de la comida y la ropa, llevaba juegos de mesa, esperaba que así se podría crear un mejor ambiente para Alan y su amiga.

-Bueno, aquí están las llaves- Dijo el hombre aquel, con una mirada expectante- Que se diviertan mucho-

-Muchas gracias por todo- Dijo Chuck antes de encender el motor.

Mientras se alejaba el hombre le gritó- ¿Tú creces que puedas recomendarme con tu padre?- Chuck no respondió nada.
...

Pronto, la casa rodante llegó frente a la casa de Alan.

-¿Ya notas las ventajas de la ropa informal?- Dijo en broma- Es increíblemente cómoda. Aunque ya me daban ganas de hacer el cambio y ahora yo usar la ropa formal, sería divertido- se rió, aunque dio a entender que sí le gustaría vestirse así- Pero no sería tan divertido ensuciar un traje de tres piezas con lodo-

El viejo disparó en el aire sin dudarlo, dándole a una paloma, volándola en pedazos, la cual terminó cayendo en el césped de su propiedad.

— ¡Jóvenes irrespetuosos! ¡En mi época nos partían un palo de escoba por el lomo y nos convertíamos en hombres!

Almendra atinó a dar un leve salto del susto.

—Mierda. Ahora se ha enojado en serio. —Almendra se palmeó la frente por un momento. Vio como el viejo Manson se paraba y cruzaba la calle bastante lento.

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—Es lo que hay cuando se trabaja en el jardín.

Alan silbó al ver semejante transporte en la puerta de su casa. Sus vecinos habían salido a chismear u observar aquella bestia también… Solo esperaba que no empezaran con sus comentarios fuera de lugar y peor aun al ver que los tres hermanos varones salían de “juerga”, supuestamente, según ellos.

—Bueno, Scarlet me dio la dirección, así que podemos ir a buscarla junto con su amigo. Si, olvidé mencionar que también viene Mario con ella — Dirigió su mirada, algo acusatoria al fin y al cabo, hacia sus hermanos, los cuales se hicieron los tontos — De lo contrario… no importa. Vámonos, suban ya.

Louis y Lestat estaban bastante silenciosos. Sin embargo, obedecieron sin chistar y llevaron todas las cosas dentro. Una vez ahí, cotorrearon en silencio para ver qué podían tramar.

-Está bien que venga Mario, entre más gente mejor. Aunque no me alegra mucho que se vuelva una fiesta de salchichas, no quiero que Scarlet se sienta incómoda- Dijo mientras los demás subían sus cosas al auto. Se molestó un poco al ver que el equipaje de Lestat era algo grande, le preocupaba que si lo descubrían lo avusarían de venta con tal cantidad.

-Siéntense en donde quieran y pónganse cómodos- dijo mientras acomodaba los espejos- Alan, tú ven adelante para que me puedas decir la dirección-

El salon era todo un desastre, sereal y algo de leche regada en la alfombra, los 5 adolecentes sentados, de una forma nada propia a la hora de comer, finnick y mario charlaban sobre la proxima competencia de futbol, claude le estaba dando consejos a scarlet para el festival y que no fuera victima de malas bromas

Alan se sentó donde le indicó Chuck.

Tenía la esperanza que el par de bananas de sus hermanos no terminaran haciendo alguna tontería que molestara a sus invitados, y así arruinando todo. No deseaba ver caras largas aquellos dos días que debían ser ideales y que quedarían en sus mentes por el resto de sus vidas… ya sea por lo bueno de la experiencia como lo pésimo de ella; debía ser optimista. Por otro lado, con sus hermanos era casi misión imposible no estar preocupado.

Estaba Louis, el machista que hacía comentarios fuera de tono y Lestat, el drogadicto que puteaba a los cuatro vientos si la mari le pegaba mal. Complicado.

Le dijo la dirección a Chuck y se dirigieron hacia allá, al barrio de Scarlet, que quedaba en la otra punta de la ciudad.

—Lindo sombrero — Molestaba Louis a Lestat — Te queda algo chico ¿No te parece?

—Tanto como tu pene, no lo creo… Tan microscópico que debes usar un XS.

—Hey , hey , que yo no te agredí en ningún momento. Siempre tan a la defensiva… — Louis se quedó callado ante ese comentario, como si le diera la razón con su silencio — Lestat el vampiro — Murmuró a lo bajo, a lo cual, en respuesta, recibió un almohadazo de lleno en la cara.

Alan se dio la vuelta.

— ¡Ustedes! Compórtense. Cuck debe manejar y tiene que estar tranquilo. Además que vendrá una chica y deben tener un poco de modales — Arrugó levemente la nariz, denotando enojo.

—Una novia— Dijeron al unísono, largando un par de risas.

-También viene su amigo Mario por si alguno de ustedes quiere salir de clóset- Dijo Chuck para intentar callarlos.

Le preocupaba que se pusieran insoportables incluso antes de llegar a la casa de Scarlet. El lugar era bastante lejos- Supongo que se pueden controlar un poco, cuando menos hasta llegar al festival-

Por fin dieron con la casa después fe un rato de estar buscando entre los números de una enorme colonia- Creo que es aquí, tal vez te conviene hablarle a Scarlet, para decirle que estás afuera- Le dijo a Alan.

-Pero el periodo jurásico se acabo hace años, viejo- Dijo Chris escondiendo la cabeza.

Andy dio un pesado suspiro, se desabrocho el cinturón de seguridad y abrió la puerta, poniendo un pie fuera pero sin salir por completo. Sabia que el viejo no estaba tan loco para dispararles a alguno de los dos, tambien sabia que la escopeta era una tipo cañón doble y por el ruido que hizo al disparar gasto ambos cartuchos, solo estaba alardeando y tan pronto viera que no le tenia miedo daría vuelta atrás.

Alan bajó del vehículo y empezó a tratar de ubicar el timbre. Como no vio ninguno, tan solo aplaudió con sus manos, un poco nervioso para ser exactos, pues hacía mucho no tenía un trato ligeramente diferente con una mujer que no fuera tirarles un piropo para que sonrieran o se animaran un poco si su día resultaba ser triste.

Louis puso cara de horror.

—¿Y se puede saber que hace un gay entre todos nosotros?

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Almendra sabía que ese viejo estaba un poco fuera de sus cabales, pero no sabía que tanto como para disparar al aire. Agitaba su arma como si se tratara de un bastón, amagando con golpear a alguien si se le atravesaba en el camino.
Tal vez si usaba algún tipo de retórica o un tono apacible el viejo desistiría y se iría por donde vino.

Luego de un rato aparecio por la puerta un pelirojo que casi media los dos metros, algo pecos con unos ojos grices, miro a alan de arriba a abajo como analisandolo meticulosamente, se cruzo de brazos mirando al chico

- buenos dias?-

Desde dentro de la casa, finnick y claude detenian a los invitados para que no salieran, a scarlet le tapaban la boca con las manos para que no hablara querian probar que tan valiente era el principito que queria llevarse a la princesa y su....dama de compañia?

Alan estaba mirando sus pies con tranquilidad, en espera de la chica y su acompañante. Cuando oyó que alguien salió afuera, sonrió… pero pronto, aquella sonrisa tan risueña que había puesto, decayó para empezar a deformar la cara de manera notable. Se sentía intimidado por ese larguirucho.

— ¿Hola…? — Se lo quedó viendo con los ojos entrecerrados por un momento , hasta que se dio cuenta de lo que hacía y cambió la expresión de inmediato para que no tuviera mal concepto de él de entrada — Digo… buenos días. Parece que me equivoqué de casa. Creo. A menos que conozca a una chica que se llama Scarlet.

Chuck se asustó un poco, ya no trataba con Scarlet desde hace mucho, ¿cómo eran las personas con las que vivía?, ¿con quién se juntaba?, ¿qué le harían esos grandes matones a Alan?

-El gay serás tú, Louis-

Al ver que el viejo venia en busca de problemas decidió bajar del auto, Esta vez no venia vestido de forma tan informal, traía una polo con la palabra Staff grabado en letras blancas en la espalda y en el pecho el sello del estudio donde trabajaba, una radio portátil colgando de su cinturón, jeas y unas botas negras que le llegaban al tobillo, difícilmente alguien creería que tenia 17 años, en especial por que tenia la barba algo crecida y descuidada, ademas de que era bastante alto.

-Algún problema Sr. Manson?- le dijo al viejo, no en tono agresivo, sino como si de verdad quisiera escuchar lo que el viejo tuviera que decir. -Si es por lo que mi hermano acaba de hacer le ruego lo disculpe... es que el es... ya sabe... "Especial".- dijo insinuando que era retrasado.

Chris lo escucho atrás en la cajuela, pero no dijo nada, solo quería que el viejo loco de la escopeta se largara.

Almendra tuvo que hacer una fuerza inhumana para no largarse a reír como una bestia frente a la cara de desconcierto del debilucho hombrecillo. Se puso la capucha de su campera de cuero tratando de que no se le viera siquiera su nariz de perfil, logrando su cometido.

El viejo tan solo se quedó en silencio. Ahora entendía todo.

—Ya veo… — Contestó sin más. No le dijo más nada, solo lo miró a los ojos dando a entender que ya podían irse tranquilos , a pesar de que sabía que algo raro sucedía y no se tragaba del todo aquel cuento. Esa chica, Almendra, le resultaba una niña bastante suelta desde el primer día que pisó el vecindario.

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—Soy de todo, menos puto. Eso te lo puedo asegurar.

—Yo puedo asegurar que ese sujeto le dará otra paliza a Alan. Pásame el celular, por las dudas. Luego podemos subirlo a internet — Rió Lestat. Definitivamente pensaba como un pendejo de quince años que era.

— ¡ZANAHORIA ,TE CAÍSTE EN UN COLADOR DE CHIQUITO? — Sacó la cabeza Louis por la ventanilla, gritándole a ese alto joven. Se refería claramente a sus pecas y lo pelirrojo de su cabello.

-scar es mi prima cuales son tus intenciones con la señorita de la casa-miraba atentamente la reaccion del chico para talvez dejar salir a su linda prima, cuando escucho las probocaciones tan infantiles de louis, en serio que clase de abusibo de primaria era ese?

Finnick saco su cabeza y medio cuerpo de la ventana junto a la puerta, sus ojos verdes destellaban ira y su pelo rojo cortado en capas se revolvio con el viento
-deja de hablar niño pijo, sal de ese auto y veni decilo cara a cara aver si no te cagas los pantalones!!-

Los que quedaban dentro de la casa se dieron una palmada en la frente al escuchar al pelirojo menor

-Disculpe el malentendido-

Se dio la media vuelta y subió de vuelta a la camioneta.

-Sube, antes de que el viejo se ponga agresivo otra vez.- Le dijo a almendra cuando ponía en marcha el motor.

Chris maldecía todo mientras se acomodaba de vuelta en la cajuela, habia tenido suficiente de las "Guerritas" por un día.

Alan palideció ante los dichos de su hermano. Si antes estaba nervioso, ahora era peor. Louis no ayudaba en nada, solo esperaba que Lestat no se metiera en toda esa situación y terminara de cagarla. Sin duda estaban embarrando la cancha a niveles desproporcionales.

Oyó la risa de Louis y como este se metía nuevamente adentro, o por lo menos su cabeza.

—No le haga caso a mi hermano. Tiene problemas… ya sabe, de “esos” — Dando a entender que era un retrasado o que estaba enfermo psiquiátricamente. Se podía interpretar de las dos maneras.

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Cuando subió a la camioneta, al fin pudo esbozar una pequeña sonrisa de gracia, pues el viejo Manson ya se había retirado y estaba de espaldas. Aunque no garantizaba que se dejara de joder a la larga.