—Una nueva etapa—

Después de que se disipara un poco la gente, Chuck pudo ver quiénes fueron los que se pelearon.

-¿Alan?-Dijo-Haz mejorado mucho en la pelea, recuerdo que en la secundaria teníamos que irte a recoger de los botes de basura- recordó a un Alan Drotemont preadolescente todo golpeado, tratando de salir de un cubo de basura enorme.

Escuchó a las chicas junto a él y dijo después de pensarlo un poco tramó una conversación con ellas.

-Yo aunque crea que pelearse es fútil, digo, mi lema es "Haz el amor, no la guerra”- volteó a ver a Alan - creo que lo que acabas de hacer es admirable. Siempre has sido el mejor de todos nosotros. Te quieres ver como un valemadre igual que los demás, pero siempre salta tu gran corazón. Yo no me golpearía con un tipo ni para tirarme a una modelo-.

Volteó a ver a Emily y agregó- Hola Emi, siendo una perra vil, como siempre, supongo- su cara despreocupada de siempre cambió a un gesto instigador y sarcástico, parecía otra persona- Tratando de hacer su gesto heroico por algo estúpido sólo porque tienes celos porque ninguna persona haría algo así por ti.

Luego se acercó a Alan y dijo: - Hombre, tan tierno tú, pareces el príncipe, seguro luego hasta te casas con la chica. Yo nunca he podido enamorarme así, creo que soy noromántico o como quiera que le digan. A veces envidio a la gente que se enamora, yo sólo pienso en sexo -hizo una pausa y agregó - aunque el drama que causa el amor es horrible, prefiero ir directo al sexo-.

-En realidad creo que te comprendo, si yo fuera tu también trataría de apartar a cualquier idiota que quisiera aprovecharse de mi... No me has dicho mucho de ti, pero en el poco tiempo que he estado contigo me he dado cuenta de algunas de tus cualidades; además de ser bonita tienes carácter, eres muy perspicaz, te has dado cuenta de como me puse antes de empezar a bailar mientras vigilabas a la gente que esta alrededor... Como una especie de sherlock holmes.

>> No creo que haya podido ocultarte nada, así que asumiré que ya te diste cuenta que estoy muy interesado en ti, que soy bastante sincero y que hago lo posible por hacer las cosas bien.-

Dejo de moverse por un momento, la miro a los ojos esperando que lo comprendiera y no pensara cosas que no eran.

-Irías a desayunar huevos con tocino saliendo de aquí conmigo?, es a uno de esos lugares a los que quiero ir.-

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-Bueno... "Maya", tengo que decir que eres un peligro para ti misma y para los que te rodean llevando a desconocidos dentro de un auto que no es tuyo... Pero gracias, me estaba congelando ahí afuera.-
Empezó a frotarse las piernas, que era donde mas frio tenia. Los vidrios comenzaban a empañarse por la diferencia de temperaturas.
-Será mejor que apagues la luz, si enciendes la calefacción con el motor apagado se te puede descargar la batería en poco tiempo, y con la luz encendida aun más.-

Aun seguía mirando el cuerpo del tipo al que había golpeado, todo con una cara de susto tremenda. Solo era capaz de pensar si se había mandado una macana, haciéndose bastante problema por ello.
La voz de Scarlet lo sacó de sus pensamientos.

—Tranquila, duelen un poco, pero ya se me pasará si los meto bajo el agua caliente — Trató de sonreír levemente. Menudo lío. No contestó nada ante lo de “héroe”. No se sentía un héroe, más bien un payaso que había dado un gran espectáculo en medio de aquel circo repleto de gente que se burlaba de sus tonterías.

Prefirió no contestarle nada a la dama recién llegada, pues podía notar la malicia y sorna en sus palabras y él era muy respetuoso con las chicas, así que evitaría ponerla en su lugar. Sin embargo, su acompañante parecía ser diferente.

— ¿Me puedes traer una botella de alcohol, por favor? — Le dijo a Erick. Más bien era una especie de orden, pero por su tono de voz no lo parecía.

Y ahora, una cuarta persona se sumaba. Digamos que era un viejo “amigo” al que en ese momento no hubiera querido ver. Y tampoco en otra situación, aun si fuera buena. Sus problemas aumentaban a pasos agigantados, nada proveniente de Chuck podía ser bueno. Por lo menos no el Chuck que había cambiado para peor.

—La diferencia entre tú y yo es que yo no hago las cosas para tener relaciones con las chicas. Y lo sabemos. Además que es más que obvio, no hace falta aclararlo. — Contestó más tranquilo, pero algo tajante — Las mujeres merecen el respeto que no le dimos durante siglos… No trates así a la chica, por favor, no ante mi presencia. Amenazarte no es mi estilo, tampoco surtirá efecto aun si te dijera que terminarás como aquel — Señaló con el pulgar al sujeto ensangrentado — De todos modos… ayuda en algo y carguémoslo hasta algún cuarto de huéspedes para que nadie más lo vea así.

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Almendra dejó de entrecerrar los ojos para dar paso a una expresión de cierta sorpresa. Vaya, eso sí que fue récord.
Estaba tan contenta por no tener que volver a su casa con su prima y las estúpidas amigas de esta, y encima que había conseguido ligar tan rápido y lo mejor: con un chico muy guapo.

—Está bien, Andy el observador. Iremos a desayunar todo eso.

Lo soltó por un momento y de su pequeño bolso sacó una hojita de papel y un bolígrafo negro con strass y empezó a escribir algo en el mismo. Arrancó la hoja, le agarró la mano y dejó el papel en su palma.

—Por si quieres o necesitas algo otro día, mi número de teléfono, celular, mail y facebook — Le guiñó un ojo.

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—Oh bueno, está bien — Apagó la luz — Eso de que soy un peligro… me lo dicen todo el tiempo. A veces por despiste, otras por ingenuidad… La verdad es que si mis amigos te vieran, es muy probable que te vean cara de violador. Es decir, no es que tengas cara de violador, pero ellos te la verían aun si fueras otro sujeto. Lo bueno es que no podrán tacharte de eso hasta que vuelvan y si es que vuelven, se encuentran demasiado borrachos o tal vez pasados de cannabis.
>>Cuando vivía en Japón, todos los del barrio nos conocíamos y ayudábamos a cualquiera, aun si viniera de otro lado. Excepto a los extranjeros. Pero cuando vine a vivir aquí, comprendí que si alguien necesitaba ayuda, no importara quién fuera, aun si viniera de otro país, que podía aplicar lo mismo pero con todos. Sí, sí, soy inocente.

Se sacó los tacones y desempañó un poco el vidrio con el pie.

-bueno yo volvere adentro alan te espero- sonrie levemente al chico algo confundida por los acontesimientos recientes, miro a todos los presentes ruborisandose un poco al recordo que estaba cubierta solo por una toalla algo humeda, descalsa y con los tirantes de su brasier sobresaliendo en sus hombros

Se dirigio de regreso a la habitasion sin contestar la pregunta de la otra chica, no queria que su apellido pasara a la prosperidad por esta clase de incidentes

—Claro Alan, ahora vuelvo.—Empezó a caminar dejando a su hermana sola.
—¡Espera no me dejes aquí con estos...! Bueno... La verdad me importa muy poco lo que digas... ¿Brendan, verdad? —Dijo mirando hacia chuk— Además por una módica cantidad de dinero ¿quien no lo haría por mí? —Dijo esto último mientras sacaba su tarjeta de débito— No todos pueden tener la cantidad de dinero que yo tengo ahora mismo, entiendo que estés celoso por eso. Por cierto Alan, gracias por defenderme, eso le da puntos a los Drotemont, al menos por un tiempo —Dijo esto último mientras guiñaba un ojo a Alan

-Es una cita entonces.- Tomo el trozo de papel y lo guardo dentro del bolsillo interno de su chaqueta.

Antes de decir otra cosa alguien empezó a llamar a todo el mundo. "Alan Drotemont se esta peleando!!!" gritaba, todos alrededor dejaron lo que estaban haciendo y corrieron a ver, preparando sus teléfonos para tomar vídeo, pues que el anfitrión de la fiesta golpeara a uno de sus invitados era un espectáculo que valía la pena guardar para la posteridad.

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-Tal vez demasiado... siendo así tendrías que tener a alguien que te cuide las 24 horas del día, sobretodo en estas fiestas, un trago del vaso equivocado y alguien podría aprovecharse de ti-

>> Sabes, esta es la fiesta mas extraña en la que he estado, ni en un millón de años habría pensado que podría terminar así... en un auto envuelto en una manta contra incendios charlando con una desconocida... es casi una anécdota para contar a mis nietos... si los tengo.-

—“Pobre Alan” — Pensó Almendra.

Si bien no lo conocía a fondo, iba al mismo año que ella en la secundaria privada más cara de la ciudad, cursando sexto para después terminar e ir a la universidad.
Sabía que era popular y un buen chico, al que antes le hacían bullying, incluso antes de que ella se anotara en ese instituto. Un pobre buenudo. Tenían que haber hecho algo terrible para hacerlo enfadar.

—Qué gente tan idiota— Frunció el seño — Ahora van a acabar con la reputación del pobre tipo subiendo los videos a youtube o a facebook — Reboleó los ojos. Tampoco es que pudiera hacer mucho en contra de eso.

Le enfermaban los adolescentes por la principal razón de que los consideraba una manga de descerebrados, a pesar de que ella era una que tenía la misma edad de casi todos los de la fiesta.

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—Bueno, soy ingenua, pero no tonta. “Nunca aceptes bebida que te ofrezcan” “Toma solo de botellas sin abrir” “Aléjate de los desconocidos”… Ups… — Alzó ambos hombros y largó una pequeña risita. Imitaba el tono de alguien, el tono de su madre.
>>Le podrás decir a tus nietos que no hablaste con cualquier desconocida, sino con la desconocida más disparatada que pronto dejará de estar en el anonimato.

Se golpeó el pecho con el puño con un gran orgullo. Ella sabía de qué hablaba. Tenía la esperanza de que algún día encontraría la fama y se haría un lugarcito en el mundo artístico.

Chuck comenzó a ayudar a cargar al muchacho. Por un momento deseó haber hecho pesas, realmente no era una persona muy fuerte.

-Realmente no me imaginaba pasar una fiesta cargando a una persona desmayada-dijo a Alan- tu siempre queriendo ayudar a todos. No lo digo como algo malo. Más bien por las demás personas. Nunca soporté como todo el mundo se aprovechaba de ti.-

Volteó a ver a Emily con malicia y dijo -¿No te entristece que toda tu vida gira al rededor del dinero de tus padres? No tienes logros propios, ni siquiera tus amigos seguirían contigo porque les tienes comprados.-

Acto seguido, le dijo a Alan -Yo no trato mal a una chica, sólo quiero pasar un buen rato- Señaló a Emily- Sobre ella, conozco su verdadera forma, no es más que una vívora en traje humano.

-Quieres hacerle un favor a tu amigo Alan?- Le pregunto con una sonrisa, estaba tramando algo. -No podrán tomar vídeo de lo que no pueden ver... bajemos los fusibles y salgamos corriendo.-

No seria difícil encontrarlos, el equipo de sonido era bastante grande, por lo que debía estar conectado directamente al centro de carga, solo debía seguir los cables.

-Que dices?- Pregunto mientras le tomaba la mano de nuevo.

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-Siempre y cuando no seas demasiado famosa... de lo contrario nadie me lo va a creer.-

De repente vio por el retrovisor como toda la gente empezaba a correr de vuelta hacia dentro de la mansión mientras gritaban "pelea, pelea, pelea!!!".

-Espero que alguno de tus amigos no este involucrado.- Dijo al escuchar a la multitud.

Dominik despertó de pronto, lo estaba cargando un muchacho de unos 17 años de cabello castaño y ondulado, no sabía quien era. —Afdxvf...—Balbuceó y de pronto se quedó inconsciente de nuevo.


—Tengo más logros de los que podrías llegar a aspirar Chuck y quien necesita amigos cuando tienes dinero. Espera... Apártate Chuck, déjame verlo bien. —Se inclinó sobre éste y lo vio muy detenidamente.— ¡Pero sí es Dominik, por Dios! Vaya que con las caras desfiguradas es difícil reconocer a las personas.

—Volví con la cerveza Alan, toma. —Dijo mientras le pasaba la cerveza a Alan.
Pero sí este es... ¿¡Dominik!? ¿Pero por que lo has golpeado?
Antes no me importaba pero ahora que es mi amigo... ¿Qué hizo, el no se mete con nadie nunca?—Volteo a ver a Alan con una cara de preocupación extrema.

Alan formó una sonrisa nerviosa. Estaba bastante inseguro de lo que haría al respecto.

—Supongo que hay que pasar por etapas… Y una de ellas es que se hayan aprovechado de mí — No reconocería frente a él que la gente le seguía tomando el pelo con total impunidad —Pero eso ya es tiempo pasado.

Se quedó callado cuando se refirió a Emily de esa forma.

—Bueno, sea como sea, ignórala si tan mal te cae.

Antes que pudiera agregar otra cosa, una avalancha de gente vino con sus cámaras, filmadoras y celulares a registrar aquel “bello” momento que en definitiva terminaría por socavar la reputación de Alan.

— ¡Recuérdame pagarte un gimnasio!— Exclamó todo espantado, dando a entender que le faltaba ejercicio para sostener con mayor fuerza aquel peso y sacarlo de allí más velozmente — Digamos que estaba queriendo forzar la cerradura para entrar donde estaba la chica — Dio una explicación bastante rápida al respecto.

Tuvieron que pasar entre un montón de gente que gritaba, algunos murmuraban cosas de que Alan era un asesino y cosas por el estilo, sacaban fotos y los toqueteaban.
Parecían dos asesinos que pretendían deshacerse del cadáver.

La cosa terminó de complicarse cuando, algunas chicas, aterrorizadas al ver al joven sangrando y saber que quien había sido el responsable de que estuviera así era Alan, llamaron a una ambulancia. Y eso significaba que los de la ambulancia informarían a los de la policía.
No sólo estaba ese tipo, sino los borrachos y drogadictos, en su mayoría, menores de edad desparramados por todo el terreno de la mansión. Todos intoxicados con sustancias o comida adulterada.

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—Me gustaría ser una niña “mala” un breve momento. Así que acepto tu propuesta — Apretó el agarre, dispuesta a hacer las travesuras que fueran para irse de allí y de paso hacer la buena acción del día.

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—Bueno, te puedo hacer un autógrafo en este momento — Rió — Te puedo invitar a algún ensayo.

También lo que sucedía allí afuera y se le pusieron los pelos de punta.

—Esto es malo. Si pasó algo, vendrá la policía. Mis amigos son traviesos , pero nunca violentos… De todos modos , no creo que sea conveniente irse a fijar. Habrá demasiadas personas apretujadas en un solo lugar.

-Sígueme!- Dijo mientras caminaba tras el rastro e cables entre la multitud de gente.

El cabriole los llevo hasta el sótano, el cual estaba completamente a oscuras. Se guió con la luz que hacia el flash de su teléfono, hasta la caja de fusibles.

-Cuando la luz se apague tendremos que salir corriendo de aquí... asegúrate de no soltar mi mano en ningún momento-

Uno a uno empezó a bajar todas las palancas, y uno a uno empezaron a apagarse todos los aparatos de la casa, incluyendo luces y equipo de sonido.

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-Te acepto el autógrafo... y la invitación-

Se saco la manta de encima.

-Con todo este alboroto Andy tendrá que salir pronto de la fiesta, y como no quiero irme caminando debo ir a esperarlo en el auto, a menos que tu y tus amigos quieran llevarme a casa.-

—No hay nada que ver aquí—Gritó Erick a todos— pueden irse.
—Sí—lo apoyo Emily, no hay nada que ver, es más —Saco el fajo de billetes que llevaba consigo—¿Cuánto dinero cuesta su silencio? Nadie vio nada, van a borrar sus vídeos y no hablarán de los hechos, sí llego a saber que alguien ha hablado ese "alguien" va a sufrir un pequeño accidente—Decía mientras entraba a la habitación junto Con Erick que ayudaba a cargar a Dominik.
—Estamos a mano Alan tú me defendiste de éste y yo te ayudo con tu reputación que parece ser muy importante para ti. — De pronto se apagaron todas las luces de la casa.
—¿Qué está pasando?
—¿Qué está pasando?

Hubo gritos y quejas en general. Incluso llantos desesperados, puesto que no se podía ver absolutamente nada más que el reflejó de la luz de la luna que entraba por los ventanales.

El hermano de Alan, el del medio, pensó que se había cortado la luz, pero prácticamente era imposible, puesto que toda la conexión era nueva e incluso la habían arreglado hacía poco tiempo. Tenía que haber un apagón muy importante en el predio para que eso ocurriera; pero como poseían mucho dinero para costear todo, nunca sucedía.

Todos comenzaron a correr por todas partes, tratando de ubicar las salidas. Incluso rompían los vidrios de las puertas francesas para irse. Un descontrol total.

No tardó en llegar la policía.

Almendra sujetaba con fuerza la mano de Andy para no perderse entre toda aquella multitud con los nervios crispados por el alcohol y las drogas. No pudo evitar reírse a las carcajadas por eso.

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—Bueno, hay espacio para uno más. Soy la conductora designada, así que yo mando.

Comenzó a ver unas luces a lo lejos.

—Parece que no hay tiempo de esperarlos. Deberemos irnos de aquí cuanto antes.

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—Esto es grave. Muy grave, más de lo que imaginé — Alan se sujetó la cabeza. Oyó el sonido de las sirenas aproximándose en la lejanía — Prendan su celular, que yo no tengo el mío conmigo a mano.

Probablemente iría preso. Eso era lo que se imaginaba.

-Por aquí!- Dijo cuando se metía por la cocina hacia la entrada de servicio, que estaba mas cerca del estacionamiento.

La policía empezaba a llegar por todas partes, seguido de un par de ambulancias e incluso un helicóptero.

-Esto no puede ser solo por una pelea de adolescentes... alguien debió haber puesto una denuncia o algo.-

Fue hacia el auto corriendo, la ventana estaba abajo y dentro la playera mojada de Chris sobre el freno de mano, pero no había mas rastros de El.

"Le hará bien caminar" Pensó mientras le abría la puerta a Almendra.

El motor aun estaba caliente así que no hubo problemas para arrancar, una vez los dos adentro piso el acelerador y se fue de reversa por todo el estacionamiento, dejando una gran nube de polvo a su paso, en el viejo esterero sonaba una cinta de Sodom "Cold Sweat" un cover de Thin Lizzy, "perfecta para la ocasión" Pensó.

Luces rojas y azules inundaron el lugar, pero había demasiadas salidas y no podían bloquearlas todas, la ultima de ellas fue la que uso para escapar, dejando una nube de tierra y caucho quemado sobre el pavimento.

-Espero que tengas hambre.- Le dijo mientras se alejaban del lugar.

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Antes de decir nada vio como si hermano les pasaba por enfrente con el auto.

-Ese desgraciado pensaba dejarme...!- Maldijo al verlo -Si, como sea pero vamonos ya!-

Cuando las luces se apagaron y los gritos junto a las sirenas no se hicieron esperar, quien demonios llamo a la policia?, acaso estaban locos la mitad de la gente aqui era menor de edad los llevarian a todos al corralon, se dio una palmada en la frente frustrada dios lo que faltaba

(...)

El chico de piel tostada levanto la cabeza desde los arbustos al escuchar el griterio, pensando que alguien le habia prendido fuego a algo, cuando noto que todo el mundo salia despaborido de la casa al estar esta sin luz, seguro algun vecino logro escuchar rl laboroto de la fiesta y se le ocurrio hacer una broma pesada, se levando con dificultad acomodando sus pantalones, debia buscar a scarlet y salir del segundo infierno de dante

Cuando había música que le gustaba, Almendra se prendía enseguida y se ponía como una leona fuera de sí. Si por algo se caracterizaba, es que cuando tenía sus momentos de libertad y rebeldía, se ponía a cabecear, moverse y bailar al son de la melodía. Y eso es lo que hacía en ese momento, totalmente poseída por las notas que entraban por sus oídos.

—Demasiada acción por un día, así que sí — Respondió con un brillo de emoción en sus ojos — Esta noche será inolvidable — Comentó muy alegre.

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—Como quieras, cariño — Enderezó el asiento, dejándolo como estaba al principio, encendió el motor y como la bestia que era, sin un poco de delicadeza, hizo los cambios necesarios en la caja y apretó el acelerador casi a fondo — ¡SUJÉTATE!

Mientras iba escapando, sujetando el volante firmemente con una sola mano, con la otra buscaba un CD de música entre todos los que habían tirados por ahí. Cuando encontró el que quería, lo puso.

—Espero no te moleste mi idioma natal a todo volumen — Pasaron unos pocos segundos en el que comenzó a sonar una melodía bastante pegadiza, y una voz femenina que cantaba en un idioma raro… en japonés. Era ella misma cantando - ¡PFFFF! ¡QUÉ BUENA HA QUEDADO!

Spoiler:

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Alan se acordó de Scarlet.

-Dejé a la otra chica en la habitación. Vayan poniéndole alcohol en las heridas y limpiándole la sangre en lo que vengo.

Se fue corriendo por la puerta a buscarla. Por fortuna se acordaba de cada rincón de la casa.

Caminaba de un lado a otro de la habitacion estrujando sus manos con algo de fuerza aun tenia frio pero eso ya no importaba le preocupaba mas terminar en el corralon

Erick empezó a buscar el alcohol en la habitación mientras Emily se sentaba a un lado de Dominik.
—Aún no sé como Dominik ha podido hacer esto, el no es de los estúpidos que toman hasta caer rendido.
—Lo sé—Dijo mientras encontraba el alcohol y se dirigía hacia Dominik.
—Alguien debió poner algo con el alcohol...
—Supongo que sí... Vaya fiesta a la que hemos venido—Empezó a poner el alcohol en el rostro de Dominik y éste hizo una mueca de dolor.
—Mira, se movió—Dijo mientras se levantaba rápidamente de la cama.
Dominik abrió los ojos—¿Dónde estamos...? y después se volvió a quedar dormido.

-Sera todo lo que tu queras, cariño.- Dijo mientras conducía.

Dejo las enormes mansiones atrás para salir a la autopista, el lugar a donde iba estaba del otro lado de la ciudad y era mas rápido rodeara que atravesarla e irse parando en cada semáforo. así que así lo hizo, a 120 Millas por hora con el acelerador a fondo en aquel Impala negro, no tenia ni idea de que hora era, pero seguramente no tardaba en amanecer.

El lugar a donde iría abría las 24 horas, estaba algo alejado de la ciudad, en un cruce de caminos cerca de una parada de camiones, una gasolinera y un motel, lo extraordinario de ese lugar era que tenia una planta baja, a simple vista era un restaurante de desayunos común y corriente, pero en la planta baja era un canta-bar, pero no cualquier canta-bar, uno de leyenda.

"La casa del Neón" Como lo llamaba la gente, era un bar del que todo el mundo había escuchado, pero que muy pocos sabían donde estaba, era sumamente exclusivo pues solo se podía entrar con una invitación personal del dueño, un tal "Bootsy", (Apodado así debido a que se parecía bastante a Bootsy Collins). Bootsy era uno de los personajes mas importantes en la escena musical de la región, prácticamente tenia un monopolio en lo que se refería a la escena musical; estudios, tiendas de música, de discos, patrocinios, recitales... todo lo que valiera la pena era orquestado por El, incluido ese bar.

Cuando llegaron la música apenas era una vibración en el tablero del auto. Andrew saco el casete del estéreo y lo guardo dentro de su chaqueta, pues esa era la invitación que bootsy le había dado y era lo que debía mostrarle al guardia para que los dejara pasar.

-Seguro que este lugar te va a gustar.- Fue lo único que le dijo cuando se bajo del auto.

La entrada estaba por detrás del restaurante, una puerta hacia un sótano que tenia escrito el nombre del bar en luces de neón pasadas de moda y con tipo enorme parado a un lado. No les dijo nada cuando le mostró la cinta, solo la examino por los dos lados y les abrió la puerta, de la cual se veía un luz rosada que venia desde adentro.

El lugar hacia honor a su nombre, estaba todo lleno de luces de Neón, debajo de cada escalón y alrededor de cada mesa, en las esquinas de las paredes, en el techo e incluso en los retretes.

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-Me alegra que quieras compartir esto conmigo, pero no quiero pasar la noche en la cárcel!, puedes concentrarte en salir de aquí y luego te preocupas por la música?-

Casi podía sentir como una patrulla los arrinconaba y los bajaba con lujo de violencia de la camioneta.

-Dios mio, si me sacas de esta te juro que no vuelvo a escaparme de casa a media noche.-

—Bueno señorita, parece que aun sigue aquí — Le habló un Alan con un tono más simpático, aunque la ocasión no lo ameritaba.

Prácticamente todos se irían en “cana” gracias a los gilipollas que habían tenido la magnífica idea de llamar a las ambulancias, más los vecinos que dieron aviso a la policía porque muchos de los jóvenes se iban a los jardines de sus casas a saquear o tener relaciones sexuales en el jardín, frente a sus ventanas. Él sería el primero que meterían de cabeza en una celda, más aun con la prueba fehaciente que iban a tener: desde grabaciones hasta fotos y quién sabe si audios de lo sucedido también.
Por un momento se le vino a la cabeza sus hermanos… ¡Sus hermanos! ¡Esos idiotas merecían estar dentro! A ver si aprendían una lección de una vez por todas. Pero quién sabe qué cosas tan terribles les harían en las jaulas aquellas, si les tocaban compañeros tan nefastos como él se lo imaginaba.

—Le voy a pedir que salga corriendo de aquí y se reencuentre con quién haya venido. A menos que desee acompañarme en mi encarcelamiento y esperar a que paguen nuestra fianza para salir — Se oía en la oscuridad de la habitación su apacible voz.

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Almendra quedó totalmente asombrada por lo extravagante de aquel lugar.
No se comparaba en nada a todos los lugares que había visitado en Japón cuando se mudó allá por unos pocos años, siquiera aquellos establecimientos donde hacían las fiestas electrónicas, las comúnmente llamadas <<Rave>>.
Mucho menos a la comodidad de su departamento en Tokyo, donde ella se sentaba en aquel pequeño estudio bien equipado con instrumentos de la mejor calidad para componer sus piezas musicales de tres o cuatro minutos de duración, tal vez; acompañando la melodía con su privilegiada voz de mezzosoprano dramática o bien utilizando el software de VOCALOID para tener un poco más de trascendencia en el mundillo de la música por la web.

Recordó esos tres años. Vaya que se había divertido mucho en aquel tiempo, aun cuando estaba sola. Ahora tenía el presentimiento de que volvería esa chispa de emoción otra vez en esta especie de bar.
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— ¡Tranquilo, muñeco! ¡Que sin música no hay libertad! ¡Sin música animada no hay acción! ¿Cómo pretendes que conduzca bien si no tengo un incentivo? — Doblaba en las curvas como toda una loca demente, aunque como una loca demente experta. Tenía una mano increíble (o una suerte extrema regalada por el cielo) para conducir y no irse a la mierda o estamparse contra algo.

Movía la cabeza al ritmo de la guitarra y el bajo, cantando alocada. Estaba tan llena de emoción que ni bola le daba al pobre Chris.

— ¡Me encanta! ¡Me encanta!— Festejaba, contentísima.

Todo pasó tan rápido y de una manera muy infartante, que terminaron saliendo a toda velocidad de ese complejo de mansiones.

— ¡Esto está de pelos!

Iban dejando todo atrás. Todo se hacía una mancha borrosa a la vista, en la lejanía.

Rio levemente escuchanso al otro hablar sobre ir a la carcel por esas cosas, seguramente ya tenian rodeada la casa y mas de un chico estaria maniatado y listo para meterlo a alguna patrulla Nego con la cabeza levemente aunque el otro no la viera por la oscuridad de la habitacion

seguramente me arrestarian por exivicionismo y por beber siendo menor de edad, tengo, tantas oportunidades de salir bien parada como tu, y ademas seguro saldre en ese video con tigo-

-Dicen que en este lugar siempre es 1989... excepto cuando es víspera de año nuevo, entonces es 1988-

Siempre se las arreglaban para mantener ese lugar lleno, siempre había gente bailando y al menos un par de bandas diferentes cada noche, era un honor tocar ahí, ademas de que si querían hacer puntos con bootsy y grabar en su estudio no podían decir que no.

Aun seguía tomándola de la mano, prácticamente ya se le había hecho costumbre, a pesar de que ya no había riesgo de que se perdiera entre la multitud. Fueron hacia una mesa desocupada, lejos de las bocinas para poder charlar mas cómodamente, Estaba por pedir huevos con tocino cuando la banda comenzó a tocar "Misirlou" De Dick dale, entonces se le vino a la mente esa escena de Tiempos violentos, y cambio la orden por una Hamburguesa y una malteada.

-Estoy un poco preocupado por mi hermano Chris, espero que haya salido a tiempo de la mansión, tomamos el auto sin permiso y teníamos que devolverlo antes de que el viejo se levantara, y si no llegamos a casa los dos antes de las cinco se nos va a armar uno bueno.-

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-No se como rayos pueda alguien ponerte como conductora designada... manejas como una loca.-

El brebaje que se había tomado antes de que lo hacharen al agua empezaba a hacer efecto, pues la emoción de la huida había funcionado como catalizador y ahora estaba sudando a cantidades industriales, con la respiración agitada y las pupilas dilatadas.

-Necesito que me lleves a mi casa... estoy empezando a sentirme gracioso.-

—Diablos… Lamento haberte involucrado en todo esto. La verdad es que no fue mi intención, solo quería protegerte por alguna razón, no me preguntes cual, pero bueno. Ya es mi instinto — Siguió el sonido de la voz de la chica y empezó a buscarla con una mano extendida hacia el frente, hasta que logró posarle una mano en el hombro — Vístete. No querrás salir así, pues parece que ya estamos juntos en esta.

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—Yo creo que si consiguió a alguien con auto y que manejara como un demente después de nosotros, tal vez logró salir. Ni ganas de estar en la sucia celda de una comisaría, la verdad — Se tronó unos dedos de la mano como tic nervioso — En mi casa nunca hay nadie. Mis padres viven de viajes de negocios, aunque veo que vacacionan más de lo que trabajan — Alzó una ceja.

Y era cierto. Siempre que se iban afuera del país, traían tantas fotos de aquel lugar como para llenar dos álbumes enteros.
Muchas veces pensaba que se iban sin ella a propósito, para estar ambos solos y no tener un estorbo al lado. No era secreto entre la familia que se llevaban mal porque sus personalidades eran exageradamente diferentes. Y que eso no solamente se debía a la que Almendra llamaba “hipocresía” de sus padres, sino también porque, después de que sus padres dejaran de ser unos hippies al forrarse de dinero y cambiaran su mentalidad a causa de esto, ella había sido la hija indeseada. Razón por la que no tuvo hermanos.

—No había salido a divertirme desde hacía tres años. Aunque gracias a ti eso cambió, por lo menos por hoy. Mi prima no se podría llamar la fuente de la diversión, que es con quién fui a la fiesta, junto con sus odiosas amigas. Sino en mi casa siempre sería siendo 2015, el año en que me quedé estancada para mi aburrimiento.

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—Ja-ja… Imagínate como conducen los demás...
>>¡Qué bueno, hombre! Pero tranquilo, baja un cambio, que solamente pisé el acelerador a fondo porque debíamos borrarnos. Ahora disminuyo la velocidad — Y eso fue haciendo de a poco hasta quedar en los 80 Km/h — No sé dónde queda tu casa. Pero sí sé que la mía queda a quince minutos de aquí; si quieres puedo invitarte un té de tilo o melisa para calmar tus nervios y después te dejo en la tuya — Rió más fuerte todavía y siguió cantando.

-bueno estamos metidos hasta el cuello en esta cosa je-poso su mano sobre la de alan intentando sonar segura de lo que decia-ademas seguramente no sera tan grave lo maximo que nos pueden acusar es de escandalo y perturbar a los vecinos-