—Una nueva etapa—

-Debe tener sus ventajas tener la casa para ti sola, aunque sea la privacidad.-

>> Yo estoy contando los días para dejar la casa de mis padres, terminar la escuela , trabajar de tiempo completo y... Hacer todo lo que siempre quise.-

Aun le faltaban un par de meses para cumplir la mayoría de edad, pero prácticamente ya tenia un trabajo estable y bien pagado con bootsy, trabajando en casi todos sus negocios, incluso como músico de sesión en su estudio.

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-No creo que sea buena idea... No quiero ni pensar que explicaciones vas a dar a tu familia por llevar a un desconocido a casa a mitad de la madrugada.-

Las risas resonaban en su cabeza como un gran eco, las luces de la carretera y el rostro de Maya era lo único que distinguía en la oscuridad de la noche, estaba muy drogado y apenas podía pensar con claridad.

-Esta bien Alicia, tómate media taza de té contigo"-

Alan esbozó una bella sonrisa en la oscuridad, que se pudo ver cuando la policía con sus linternas y armas desenfundadas al ver todo el cóctel de alcohol y drogas por todas partes, alumbró muchos de los pasillos y habitaciones de la mansión.

Detuvieron a uno de los herederos del imperio Dotremont y lo esposaron, para llevárselo junto a los demás a una camioneta que los conduciría a la comisaría más cercana y los meterían detrás de las rejas hasta que viniera un adulto responsable para los menores o pagaran la fianza en caso de los mayores.

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—Obvio que tiene sus ventajas. Pero estar sola todo el día es terrible. Principalmente cuando aquí eres más o menos nueva y no sabes para donde disparar o con quiénes — Suspiró de forma pesada y se acomodó el fleco, que le tapaba casi un ojo — Y tampoco es que la casa de mis padres sea mi casa… Puedo hacer lo que quiera mientras no lo descubran. Sin embargo, tampoco es que sea de hacer demasiadas cosas. Apenas y puedo tragar más de una botella pequeña de cerveza sin descomponerme.
>> ¿Y qué quieres hacer después de que eso se haga realidad?

Ella ya había hecho lo que quería, podía alcanzar lo que se propusiera y estirar la mano y tener las cosas en su propia palma de un segundo a otro si así se le antojaba. El poder del dinero, suponía.

Lo único que quería en ese momento era terminar la secundaria para que nadie el día de mañana viniera a decirle que nunca en su vida se había esforzado por algo. Todo por culpa de la posición social de sus padres. Odiaría que la tacharan como niña mimada.
En el futuro tal vez seguiría su carrera, no con la música, pero si con el deporte. Era muy buena en el tenis y se estaba preparando para su primer torneo escolar. El deporte era disciplina y eso era lo que más le costaba tener… pero valía la pena. ¡Si se estaba esforzando!

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—Me emancipé este año, querido — Contestó bastante alegre, aunque por dentro sentía cosas lúgubres al respecto.

Una de las principales razones de su emancipación, había sido violencia familiar. No quería estar ni cerca de su madre, mucho menos del bastardo al que debía llamarle padre, el cual siempre supo de su existencia, pero que nunca la buscó ni nada por el estilo. Pero cuando la encontró, sin saber quién era, le hizo cosas terribles…

—Así que no habrá problema. Te gustará mi departamento. Tal vez te parezca un nido de ratas porque está todo desordenado, pero pronto terminaré de acomodar las cosas y quedará hecho una joyita.

Para colmo hablaba hasta por los codos.

-No lo se con certeza, te dije que había muchos lugares a los que me gustaría ir, pero son mas de los que te imaginas, me tomaría toda una vida poder ir a todos... y algunos ven a estar solamente una vez, por eso hice una lista, y gracias a ti ya puedo tachar el numero uno, que es este lugar.-

>> Si te interesa el numero dos sera en una semana, El tipo con el que trabajo, el dueño de este lugar, hace su propio Woodstock cada diez años, a mitad del desierto en un terreno que compro, una pista aérea abandonada... algo parecido a la fiesta que acabamos de dejar, pero mejor organizada... voy a ser parte del staff y puedo conseguir las entradas que quera... si te interesa, claro.-

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-Primero me subes a tu auto y ahora me llevas a tu casa... estoy espesando a dudar de nuevo si quieres mis riñones.- Bromeo, pues ya se le había pasado el susto de sentir que casi acababa en la cárcel.

-Quince minutos dices?, apuesto que puedes llegar en diez...- dijo retándola a pisar el acelerado de nuevo.

—Vaya, parece que ya todos escaparon de la fiesta, o al menos la mayoría... Carga a Dominik y escapemos también —Dijo mientras volvía a la habitación después de espiar un poco por la puerta.
—Tendremos que escapar por la ventana ¿Dónde dejaste las llaves?
—Aquí las tengo, no soy tan tonta como para dejar las llaves de mi auto en cualquier parte
—Entonces escapemos, aquí nosotros no tenemos nada que hacer—Dijo mientras echaba a Dominik a su hombro.
Cuando salieron por la ventana vieron el desastre, autos de policía, éstos llevándose a los jóvenes y levantando a otros tantos tirados inconscientes y revolcados en sus propios vómitos.

—Sería genial— Le sonrió en respuesta.

¿Por qué tenía el gran presentimiento que en el próximo tiempo viviría cosas diferentes? No es como que quisiera pasársela fiesteando todos los días… La idea era tentadora, sí. Bueh, para algo estaba la juventud, si no aprovechaba ahora, se le iban a ir los años y tal vez terminaría como sus padres.

—Me hiciste recordar algo— Comentó perdiendo la mirada — Cuando mis padres eran hippies, o mejor dicho, estaban dejando de serlo para luego convertirse en grandes empresarios.
>>Solíamos ir de acá para allá. Una vez fuimos a un Lollapalooza, ellos pensando que pasarían música de su gusto.  A pesar de que no era de su preferencia, se quedaron igual porque a mí me encantaba la idea de estar al aire libre y ver como la gente se divertía , al extremo de que escuché a alguien decir , luego de que terminara de tocar su banda favorita , “¿Ahora cómo sigo con mi vida?”. Lo más curioso de todo, es que yo me sentí más o menos igual después de irnos. Creo que tenía siete años. Fue loco.

Estiró las piernas.

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—Antes que unos riñones viscosos, prefiero un besito.

Movía los dedos al compás de la música. La grabación, a su punto de vista, había quedado perfecta. Ahora solo faltaba hacer la versión en inglés.

—Paciencia, falta poco.

No quería llamar la atención de alguna patrulla que estuviera por allí en el camino. De lo contrario debería pagar una multa extraordinaria.

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—Hey chicos, háganme el favor de ir a dejarme una manta a la comisaría — Habló Alan en un tono moderadamente alto desde una patrulla — Parece que esta noche refrescará y no quiero enfermarme — A pesar de todo, se lo notaba muy tranquilo - Y... pasadme la tarea de mañana.

Se tenso al escuchar como los policías atrapaban a los demás invitados de la fiesta, se pego un poco a alan para cubrir su cuerpo con el del chico, tal vez estuviera en desventaja por su falta de ropa, pero quería conservar un poco de su dignidad cuando los policías los llevaran al corralon, esperaba que al menos alguien le tuviera piedad y le diera algo mas para cubrirse, maldijo por lo bajo al no pensar en recoger la ropa que seguramente quedo tirada en el pasillo durante la pelea con el tio que intento forzar la puerta

Cuando le pasaron las esposas uno de los policías tubo la decencia de pasarle su chaqueta para que se la pusiera, tomaron el vestido tirado en uno de los muebles como evidencia, esperaba que al menos le dieran algo para ponerse aunque fuera esos monos naranjados chillon que les ponían a todos los presos o al menos los que llevan una larga estancia en ese lugar, dios ya se imaginaba a su papa pegando el grito al cielo al enterarse de lo que paso

-Oye, ahora que mencionas a tu familia... crees que tu prima haya alcanzado a salir de ahí antes de que se llenara todo de patrullas?.-

En eso su teléfono empezó a sonar, era un mensaje de su hermano Chris el cual adjuntaba una fotografía de El con Maya de fondo detrás del volante.

-Que idiota, al menos si alcanzo a salir... somo sea, si no salio tendrá que pasar unas cuantas horas tras las rejas mientras la procesan antes de que puedan pagar la fianza.-

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-No pienses que porque me subí a tu auto y deje que me llevaras a tu casa soy del tipo fácil, no soy un hombrezuelo.- Dijo como si se hubieran cambiado los sexos.

Tomo su celular y lo pego contra la ventana, con la cámara preparada.

-Sonríe!!!- Dijo mientras tomaba la foto, para después mandársela a su hermano y que supiera que alcanzo a salir.

— ¿Cómo decir de manera sutil y poco chocante que no lo sé y no me importa? Ah, sí, ya lo dije — Frunció el seño. Esa pequeña perra siempre le hacía la vida imposible cada vez que se la cruzaba, presumiendo sus veinte años. Perra. — Que se joda. Que pase una noche allí, le viene bien.

Estiró los brazos hacia arriba.

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—Por favor, amigo, era un chiste. Ya te dije que soy bromista y disparatada — Mientras estaba hablando, el flash de la cámara le hizo ver lucecitas de colores y casi se estampa contra un local, pues ya habían llegado a una parte de la ciudad que no estaba muy bien iluminada.

Le sacó el celular de las manos y lo tiró hacia el asiento de atrás.

—Choco y me pagas el arreglo— Esta vez lo dijo muy seria. Pero luego sonrió.

No chocó anteriormente, menos lo iba a hacer ahora…

Llegaron al departamento de Maya en un barrio aceptable. Eran departamentos como casitas, todas conectadas por medio de un pasillo. Al costado de la puerta de entrada se podía apreciar todos los timbres.
Una vez terminó de estacionar en la vereda y se bajaron del auto, lo guió hasta bien al fondo del pasillo, donde estaba el depto. Más grande de todos y en el que menos llegaban los ruidos de los vecinos.

—Hogar, dulce hogar— Respiró el aire aromatizado con un desodorante automático que largaba su fragancia cada una hora — Bueno, puedes sentarte donde quieras. Yo iré a buscar el té.

El living era comedor también. Y la cocina estaba pegada, bastante pequeña a decir verdad. Pero para una sola persona estaba bien. Solo los dividía una mesada de mármol.

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Una vez tras las rejas, Alan miró a sus compañeros de celda. Definitivamente era uno de los peores lugares en el que podría estar. Todos lo miraban mal, principalmente por su vestimenta: ropa de marca de pies a cabeza.
Había un chico allí , uno de su edad (o eso aparentaba) , que resultó ser nada más ni nada menos que el amigo de Scarlet.

-Por el modo en que te estiras parece que estas algo cansada... mejor te llevo a tu casa pronto, ha sido una noche muy larga.-

Apenas le habían tomado la orden, y no era especialmente rápido para comer, tampoco es que quisiera acabar su primera cita de forma tan prematura.

-Puedo llevarte cuando digas.-

Ya apenas le importaba llegar a casa antes del amanecer, de un modo u otro se darían cuenta de que había tomado el auto, asi que no tenia prisa por llegar antes.

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El lugar ciertamente estaba algo desordenado, pero no dijo ni una palabra al respecto y fue hacia el asiento que tenia mas cerca.

Aun tenia el pantalón algo húmedo, pero eso no era lo que le preocupaba, sino que lo que se había tomado, pues los efectos cada vez se hacían mas fuertes. prácticamente estaba hirviendo en calentura.

-Te importa si uso tu baño un momento?-

Se levanto y fue a lo que obviamente parecía la puerta de un baño, entro y cerro la puerta rápidamente, se saco la ropa y se metió bajo la regadera con el agua fría.

Entonces le llegó un mensaje a Alan:

"NTP, mañana s ls olbida a tds...
Lueg ai otr parti pior (aka todas aki LOL)"

Entonces llegaron dos más:

"olbida, si preokupa. Ke el wey ezte t kiere demandar x agresion"

"PS soy Chuck, agregame al Watts. K cres k vms a ir a l misma skul otr vs".

—Relájate. Me estoy estirando solamente porque se me acalambran los miembros cuando no estoy activa. Antes de que me hablaras, ya lo había hecho como ochocientas veces. Te sorprendería saber que vivo a casi quince cuadras de aquella mansión…

Apoyó la mano contra su mejilla, aplastándosela en el acto.

—La prioridad es divertirse ¿No?

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—“Que tío tan curioso” — Pensó Maya mientras buscaba la bolsita en que tenía el té de melisa, el té preferido de su abuela que usaba siempre para calmar sus nervios.

“¡Nunca tomes café cuando estés nerviosa! Eso es veneno”
Solía decirle la vejecita que ahora descansaba en paz. Y ella seguía religiosamente sus palabras. Vaya mujer sabia.

Dejó la pava en la hornalla y se fue a cambiar su extravagante ropa por un pijama y unas medias. Tenía frío. Había refrescado.

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Alan dirigió la vista hacia su celular. Si no fuera porque los oficiales no tenían ganas de lidiar con pendejos, no tendría el móvil encima.
Escribía como el orto, definitivamente. No entendió casi nada. Era como estar en clase de chino mandarín o alguna lengua indígena muerta.  

“¿EEEH?”

Le contestó.
De igual modo lo agregó.

"¿Están mis hermanos contigo?"

Chuck revisó su celular.

-Me pregunto si le entendió algo a lo que puse- pensó- Alan siempre corrige los textos de todos, recuerdo cuando se le dio por contestar con calificaciones según las faltas de ortografía-

Leyó el mensaje en voz alta- ¿Están mis hermanos contigo?- recordó un poco a los hermanos de Alan - Pobre chico, los primeros que lo pisotean son sus hermanos.

Mandó un mensaje:

"Ts bros no estan aki. Salieron komo pendegos knd lego la shota pk traian ongos de nv"

Mandó algo más:

"Knd mens no los atroparon. M dijiron k no stn en la carsel. Aunk creo k t ya lo sbs. No se dond pdn andar.

Alan estuvo varios segundos tratando de descifrar los nuevos textos.

—Maldita sea— Murmuró a lo bajo.

“Si los ves, diles que vayan a la casa de la abuela. Que tomen el colectivo… el 234 con destino a Pasco y se bajen en la esquina de la calle “XXXX””.

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En eso, Louis se apareció detrás de Chuck.

—Hola brother. Parece que ya se llevaron a mi hermano preso — Rió todo escandaloso al saber que lo había sobresaltado — Una lástima, aunque nuestros padres pagarán la fianza. A ver si le sirve para dejar de ser tan blanco y convertirse en un hombre.

Louis era el hermano del medio, el de 17 años.

Chuck se asustó un poco, pero trató de disimularlo, porque siempre quería mantener su reputación de chico relajado -¿De dónde mierda saliste tú? -Recordó que se había escondido en el mismo lugar a donde venía a jugar con Alan cuando eran chavales. Le lastimaba recordar cosas así, porque mostraba cómo él había cambiado para más y Alan seguía siendo una nueva persona- Con que me seguiste al escondite igual que hace años, cuando querías jugar con los mayores-

Pensó un poco más y agregó- Si me dices que ya lo soltaron, significa que no encontraron la droga- se quedó observándolo- lo que significa que tú escondite escondiste los hongos y tu hermano se dejó atrapar a propósito para eliminar sospechas-

Le pasó si celular a Luis- Pues eso, que tu hermano quiere que vayan a la casa de la abuela. Aunque igual creo que ya no solucionará nada si ya tu hermano estuvo en la cárcel- tomó de nuevo su celular- aunque es la mejor opción considerando que no encontraron los hongos. Mejor ya no se metan esas cosas, por dios. No se necesita eso para divertirse- luego recordó que él mismo se había hecho adicto a otra cosa y que ya no podía divertirse sin eso- También márcale a su cel, para que sepa que estás bien, explícale todo.

-Si, lo se... pero en este lugar la gente se divierte las 24 horas del día sin parar, si te descuidas puedes perder la noción del tiempo y quedarte atrapada en una fiesta que no tiene fin.-

Sin dar aviso una camarera (La misma que les había tomado la orden). se acerco con una charola con dos cócteles en ella.

"Cortesía de la casa, Un Tequila Sunrise para la dama y un cubalibre para el caballero" Fue lo que dijo cuando los dejo en la mesa, para luego marcharse.

-Ves? empiezan con una bebida gratis y para cuando te das cuenta estas a un lado del baterista tocando el pandero y mientras vomitas hasta el alma.-

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-Menos mal que solo me tome un vaso...- Se repetía constantemente con la cara metida bajo el chorro de agua.

Debía estar como a unos 40° de temperatura antes de entrar al agua, de no haberse metido a la piscina por causa de Maya probablemente se hubiera metido el mismo por voluntad propia, no quería ni pensar como estarían todos los otros que bebieron de esa cerveza.

Cuando cerro la llave se dio cuenta que no había toallas en le baño, solo un montón de ropa regada por el piso, incluyendo bragas y sostenes.

-exijo mi puta llamada si quieren qur pague una fianza al menos dejen que le hable Aalguien con dinero!!-golpeo los barrotes algo frustrado de qur no le permitieran hacer su llamada legal para contactar al pariente mas cercano osea su hermano mayor

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Scarlet se encontraba en contraba en una sala dr interrogatorios mientras le conseguian algo que ponerse en sima, tenia a un guardia que la miraba fijamente esperando por que actuara de modo violento o algo por el estilo para tener un pretexto para atacarle con todo el peso de la ley era molesto

Le causó tanta gracia lo que dijo que prácticamente tuvo que taparse la boca con una mano para no soltar hasta la lengua de tanto reírse. Le dolió el estómago.

—Bueno, tomamos esto y ya. Luego nos largamos, cada uno para su casa. A menos que también tengas otros planes — No tenía idea de lo que era un tequila, o por lo menos que efectos tendría en ella. Su primita “querida” siempre se emborrachaba con aquella bebida… era divertido verla de ese modo tan decadente.

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Al notar que se estaba tardando tanto, y que la pava comenzó a silbar, se arrimó hacia la puerta y dio unos golpecitos con los nudillos.

— ¿Te encuentras bien? ¿Estás todo vomitado? ¿Te measte encima? ¿O cagaste? Dime que lo hiciste dentro del inodoro… — Puso cara de asco.

La pava seguía emitiendo aquel sonido.

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Louis puso una cara épica de sorpresa. No esperaba que supusiera tan rápido donde había escondido todas las cosas, o por lo menos todo lo que pudo encontrar en el camino, sea lo que tenían los demás encima o lo tirado por el piso. Sabía que un porro bastaba como para llevarlos a todos presos.

—En realidad no lo soltaron. No creo que lo hagan hasta que ingresen todos sus datos al sistema y luego pongan un precio altísimo por su libertad. Alan, que tonto eres — Murmuró esto último — Ni loco voy a llamar a Alan. Que se la arregle. Él quiso hacerse el héroe-caballero de armadura plateada, que se la banque como todo un hombre. Y por cierto, no me digas que tengo que hacer.

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Alan notó la desesperación en el tono de voz de aquel chico.

—Tú estuviste en la fiesta ¿Cierto? — Le preguntó. Estaba dispuesto a ofrecerle su móvil para que llamara a quien quisiera — Mientras más grites, peor será.

-Irías conmigo si tuviera mas planes?, bueno en realidad no importa por que me quede sin opciones...-

Le agrado bastante que se riera de su comentario, almenos sabia que se estaba divirtiendo.

-Esta bien, pero tomate eso con calma, el licor de aquí es algo fuerte.-

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Tomo los boxers mojados que se había quitado y se cubrió sus partes con ellos por encima. luego abrió la puerta de golpe.

-Quieres relajarte? no hice nada de eso... vez?, por cierto necesito una toalla.-

Volvió a cerrar la puerta.

Miro con cara de frustra a alan antes de sentarse junto al chico con un suspiro-son unos hijos de perra bien echos, necesito llamar a mi hermanl para que valla al lugar donde estaba la fiesta y vea si scarlet sigue hay uff no debi perderla de vista por un lindo trasero-

—Iría contigo a donde fuera.

Contestó sin más y procedió a tomarse aquel tequila. Lo hizo de golpe… estaba horriblemente fuerte. Debió hacerle caso. La falta de costumbre ante esa clase bebidas hizo que el alcohol se le subiera de golpe a la cabeza, pero no dijo nada, solo se veía que su rostro adquiría una tonalidad bastante rojiza.

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Se quedó de diez.
Primero que nada, iría a apagar la hornalla y eso fue lo que hizo. Aun no serviría, sino se enfriaría de golpe, pues la taza que utilizaba no conservaba muy bien el calor.
Después fue a buscar la toalla. Como algo vergonzosa que era –aunque no lo pareciera- se cubrió los ojos con una mano y volvió a tocar la puerta.

—Aquí tienes tu toalla. No me agradezcas. E ignora las vedetinas y sostenes tirados por todas partes — Recordó por un momento aquel desastre y le dio mucha pena.

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Alan estaba en blanco. Esperaba que no le hicieran nada al chico por ser gay. Ya había escuchado muchas cosas sobre las cárceles.
Se arrimó hacia su oído y le susurró:

—Tengo un celular, pero no llames a nadie, manda un mensaje.

Chuck se levantó de la silla de madera en donde estaba, ya era muy vieja y parecía que podría romperse en cualquier momento. Era un recuerdo valioso de su niñez, de cuando se llevaba bien con Alan, ellos juntos construyeron una casa del árbol secreta en un terreno valdío. No estaba exactamente escondida, pero era un lugar que pocos conocían.

Volteó a ver a Luis -Me vale madres lo que hagas. Sólo ten en cuenta que siempre fue tu hermano el que dio la cara por ti- Camino hacia la puerta- Yo ya me voy a mi casa. Doy gracias por ser hijo único, los hermanos sólo dan problemas -volteó a ver la casa del árbol unos segundos- Sólo te pido un favor, no destruyas este lugar con tus manos de estómago, es lo único en lo que me he realmente esforzado en construir-

Al salir, a Chuck le entró una extraña necesidad de ir a ver cómo estaban los detenidos. No supo decir si era simplemente morbo o realmente quería ayudarlos.

-Vaya, no pensé que fueras tan buena tomando... había escuchado de tragos largos y eso, pero eso fue impresionante.-

El en cambio so bebió eso en varios tragos, pues tenia que ser cuidadoso con no embriagarse pues debía conducir.

La masera por fin les trajo las ordenes, Almendra se mantuvo algo silenciosa mientras comía, ademas de estar extrañamente sonrojada, quizás por la fuerte declaración que acababa de hacer, la cual podía interpretar de muchas maneras.

La banda dejo de tocar, los músicos se despidieron y empezaron a guardar todo, probablemente debían cerrar pronto así que no espero mucho cuando termino de comer, solo pago la cuenta y salio del lugar, tomando nuevamente a su acompañante de la mano.

Tomo el camino de regreso hacia la mansión, Almendra había dicho que vivía a algunas cuadras de ahí, solo era cuestión de preguntarle donde dar vuelta y llegaría sin problemas.


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Abrió la puerta y le arrebato la toalla cubriéndose con ella de la cintura para abajo.

-Puedes mirar... ya estoy cubierto.- Dijo entre risas.

-Me sorprende que alguien tan extrovertida como tu se avergüenze de esa forma, después de todo llevas toda la noche haciéndome halagos por mi apariencia.-

Sin embargo, estaba tan borracha que apenas podía ver lo que tenía frente a su nariz. Mantenía una sonrisa amplia en el rostro, todavía sin decir nada. No lograba pensar de forma clara, teniendo la mente en blanco por completo. Lo rojo de su rostro no desaparecía y terminó por abrazarse a sí misma y quedarse dormida.

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— ¡Que no estás todo cubierto! ¡Joder! — Exclamó de repente cuando se descubrió los ojos.
Volvió a tapárselos, pero con las dos manos. Con el tema de la desnudez era bastante pudorosa, solo por el hecho de que recordaba a su abuela diciéndole que el cuerpo de uno debía ser íntimo para uno mismo y para su pareja, en caso de que tuviera una. ¡Él no era su pareja como para anduviera así frente a ella! Su corazón se exaltó.

—Y no te quieras pasar de listo, que tú también dijiste que era linda y eso — No veía ni por donde iba, así que terminó de nariz contra una pared.

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—Puto reprimido. Pareciera como si sintiera algo por el tarado de mi hermano— Murmuró, yendo a buscar a Lestat, el menor de los Dotremont. Aun no sabía qué diablos había pasado con él; seguramente estaba escondido en algún rincón a habitación secreta de la casa. Desgraciado.

Chuck llegó al centro de detención. Se sintió un poco mal al recordar que probablemente Scarlet estaría detenida ahí. Recordó una vez más su secundaria, cuando todos estaban juntos en la misma escuela. Siempre hubo una especie de tensión sexual entre ellos dos, escondida entre inteligentes insultos que se decían. Se odiaban, pero amaban pelearse entre ellos.

Sabía que ella estaría lo más insoportable posible. Desde que la empresa de su padre se había fusionado, ella se había vuelto prepotente con ellos. En parte le daba a él un poco de pena, porque en realidad era como ellos actuaban con el resto de la gente, todos los que no eran ricos de alcurnia como ellos.

Al llegar encontró mucha gente en la sala de espera, reconoció muchos padres y hermanos mayores, pero no pudo encontrar a ningún amigo o compañero.

-Entonces por donde me voy?.- Dijo antes de darse cuenta que se había quedado dormida. -Genial... y ahora que hago?-

Se orillo por un momento y reviso dentro de su bolso una identificación, una licencia o algo donde viniera su domicilio, cuando la encontró se dio cuenta que estaba a una cuadra de su casa. Trato de despertarla pero no reaccionaba, solo se hizo bolita sobre el asiento.

No podía llevársela a casa, ya bastantes problemas tenia como para eso, pero tampoco podía dejarla en otro lado, lo odiaría por eso. Sacó también las llaves y fue hasta su casa, abrió la puerta y se metió dentro con la chica ebria en brazos hasta dentro, luego bajo en sillón de la estancia.

-Vamos cariño, despierta... si me voy ahora mañana no recordaras nada y no sabrás como llegaste aquí... y no querrás hablarme después.-

Se le ocurrió despertarla con algo que oliera fuerte, busco en la alacena algún licor, sin suerte. Luego busco en el baño y encontró alcohol y gasas en el botiquín, probaría con eso a ver si despertaba.

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-Si, pero yo no te lleve a mi casa.-

Aprovecho que no estaba viendo para salir del baño, cerro la puerta desde fuera para que creyera que se había metido a cambiarse y se sentó en la mesa a esperar a que le sirviera el te, aun con la toalla enredada en la cintura.