۩ღ Acacia Amarilla ღ۩ [Privado , Evil-Dog]

-"Estoy bien, todo salió acorde a lo planeado..."- Aunque no me sentía como si hubiera ganado

-"Solo necesito un baño, Si... No te preocupes por mi, ve a dormir si quieres"-

—Está bien. Aunque no dormiré hasta que vengas a acostarte — Le acaricié levemente el rostro y me fui.

-"Oye... La tina es muy grande... Quieres hacerme compañia?"-

Al oír eso, no puse evitar ruborizarme un poco. Pero es lo menos que podía hacer cuando había matado a alguien por mí.

—Está bien. Prometo no quedarme dormida.

-"Bien... Entonces déjame ir a llenar la tina con agua caliente y ve a verme cuando estés lista"-

Fui hasta donde estaba ella y le di un beso en la frente, después fui a calentar el agua y llene la tina a 3/4 de capacidad, tal vez era un poco injusto de mi parte pedile que hiciera eso ahora que se sentía en deuda conmigo por haber matado a ese sujeto, pero esto es algo que tenia queriendo hacer hace tiempo.

Me metí a la bañera y tararear mientras esperaba.

Me saqué lenta y delicadamente el fino y largo camisón blanco que traía encima. Menos mal que el clima de Yellow del Norte era templado todo el año, de lo contrario me moriría de frío por todas las veces que tuve que estar desnuda en ese tiempo.
Suspiré y me fui hasta donde estaba él, todo en silencio.

-"No seas tímida"- Le dije haciendo referencia a la mima frase que me había dicho hace un par de noches atrás.

Me metí en el agua lentamente, aun en silencio. No tenía nada para decir tampoco.
Me entretuve viendo como mi largo cabello negro flotaba en el agua.

Tome la barra de jabón y así lenta y suavemente comencé a hallarla en espalda, hombros y cuello.

-"Lamento lo de los chupetones... De haber sabido habría tenido mas cuidado."-

Me sorprendí por esas acciones.

—No… no hace falta que hagas esto realmente. Tampoco es necesario disculparse.

-"Pero quiero hacerlo... Yo se que no he sido el esposo que tu hubieras querido tener alguna vez, pero trato de ser la mejor versión de mi contigo... Aunque a veces parece que no es suficiente, por que para ser sincero a veces pienso que solo llegue a tu vida para arruinarla... Y yo, bueno creo que nisiauiera te he agradecido por haberme sacado de esa mazmorra donde seguramente habría encontrado mi muerte"-

Agaché la cabeza.
Él trataba de ser lindo conmigo y yo solamente me comportaba como una niñata odiosa y protestona aun. Debía eliminar o controlar algunas de mis actitudes impulsivas para ser mejor esposa, porque quería serlo. Y en segundo lugar, también era mi deber.

—Está bien, disculpas aceptadas. Aun así no tienes que agradecerme nada… cualquier novia lo hubiese hecho ¿No? O por lo menos cualquiera que se pueda llamar persona…

-"No, una "Novia" cualquiera no lo habría hecho, muchomenos una persona cualquiera, tu aunque no lo creas me has dado los mejores momentos de me vida... Y no estabas obligada en lo mas mínimo, pues fui yo quien se metió a la fuerza en tu vida."-

-"Admas... Creo que nuestro verdadero "Noviasgo" duro solo en lo que salíamos de la mazmorra y llegabamos a la iglesia"-

-Te equivocas. También fue en esos momentos como cuando traducíamos el libro o salimos a caminar por primera vez sobre las colinas de los campos de acacias. Eso fue muy especial. Pero ya sabes , soy demasiado orgullosa para reconocer esos hechos a veces... - Sonreí de medio lado.

-"Por que eres, de cierto modo como esas acacias, a simple vista frágil y hermosa, pero a veces tienes espinas y hay que ser cuidadoso con el modo en que te tocan, pero así es como te quiero... O así es como te amo mejor dicho"-

-Está bien... Gracias por sentir esas cosas tan bonitas por mi. Aun si así hay veces que no lo merezco.

-"Pero hay otras que si, como ahora por ejemplo"-

pose la cabeza sobre su hombro comencé a acumular algo de jabón entre las manos, para luego enjabonar sus pechos.

-"Si esto te parece demasiado incomodo puedo detenerme cuando quieras"-

-No ,está bien , descuida... - Cerré los ojos para concentrarme en todas las sensaciones que estaba experimentando en ese momento. En aquel delicado instante.

Me mantuve en completo silencio mientras hacia aquella labor, cualquier cosa que dijera bastaría para romper un silencio incomodo, pero ese silencio no era para nada incomodo... y conociéndome, hablaria de mas y lo acabaría arruinando todo.

-Ya es suficiente - Me di la vuelta- Ahora es mi turno.

Moje mis manos del jabón que quedaba y puse mis brazos sobre el borde de la tina, aun sin decir nada, solo provocandola con la mirada.

Me acerqué con lentitud y ligera discreción, para comenzar a efectuar mi labor: enjabonarle el pecho.

—Lo siento — Me disculpé — Por mi odiosa actitud, por mis crueles palabras y otras estupideces que hice.

—Y también por lo de ahora— Me refería a lo del Duque. Sentía una tristeza infinita, porque si desde un principio hubiera hecho las cosas más fáciles, algunas cosas se podrían haber evitado… entre ellas, varias muertes.