A la vuelta de la esquina

Wallace escucha como alguien se acerca y trata de levantarse para ver quien es pero no puede
Extraño poder usar mis brazos

-otro dia otra sicatris-dijo margie caminanado por los pasillos miradose la herida de la que solo quedaba una pequeña linea roja con la piel elebada
al menos me curo rapido haaa-suspiro frustrada caminanado a su cuarto

Margaret asomó la cabeza por la puerta, que se encontraba abierta. Antes de ello, preparó una agradable sonrisa que convencería a cualquier ingenuo.

-¡Hola hola! - trataba de no caerse al piso. Su cara estaba demacrada ante la luz.

Hola Margaret que te trae por aquí????
Wallace trato de ponerse de pie para saludarla pero no podía

-Solo vine a saludar y preguntar como estabas – por no decir que la anterior noche fue muy movida.

Cerrò la puerta lentamente y prendio la luz.


Al instante, se dio cuenta de que Wallace le molestaba el chaleco de fuerza.

Una idea vaga cruzó por su mente, pero la efectuaría después de darle un poco de conversación.

Se acercó a él aferrándose de los pocos muebles de la habitación. Ladeó levemente la cabeza. Estaba somnolienta, para colmo.

Muchas gracias, pero no recuerdo nada de lo que paso ayer y por que me duele todo el cuerpo?????
Mira a Margaret
Te pasa algo que te ves distinta?????

-haaa alfin en casa o si se puede llamar asi-dijo margie apoyandose en la puerta cerrada detras de ella esta cansada asi que cerro con llabe y se acosto en su cama-me pregunto si mañana despertare hay tambien-

Margaret ensanchó aun más su sonrisa.

-Solo me hicieron tomar medicación, es todo… - se masajeó los ojos con los dedos. Sacudiendo una vez más su cabeza, caminó un poco más y se sentó al lado de Wallace. No lo miró , sino reaccionaría mal como otras varias veces .

Wallace la miraba sonriente
Sabes a beses creo que es contigo con la única persona que puedo hablar

Sarai perdio el conocimiento despertando en la enfermeria con sus guantes antes blancos ahora carmesi.

-¿Que..?-

Margaret tiró la cabeza hacia un lado, dejando una parte del cuello descubierto.

-¿Será porque no soy como me pintan todos? Lo que dices cambia bastante las cosas - apoyó un brazo en la rodilla, poniéndose mas cómoda. Eso había sonado como si fuera la víctima de todos los señalamientos ajenos – soy más accesible de lo que crees – agregó echándole un vistazo breve con sus ojos color avellana.

Wallace se puso nervioso y cerro el ojo blanco
Yo nunca e creído lo que dicen de ti……
Le sonrió con el ojo cerrado

Dante seguía amarrado a la cama cuando entro un doctor por la puerta
como estas Dante?
bien supongo...
podrias decirme que paso ayer acaso fueron Bianca y Estefania?
no ellas ya murieron, se supone que ahora es mi hermano al que escucho en mi cabeza...
tu hermano eh...bueno creo que eso es suficiente...
oiga doctor me puede desatar?
mmm dentro de unas cuantas horas lo are-dijo mientras salia de la habitación
mierda...

Ella se le acercó un poco más, algo fogosa…

-¿En serio? Por un momento pensé que me temías- lo abrazó, tratando de no mirarlo de frente y jugando con su cabello (el de él). Con el otro brazo, mientras tanto, le iba desajustando las tiras que estaban fuertemente sujetadas de las pequeñas y resistentes hebillas.

Wallace se puso nervioso
Este…yo…..no…..si……

Margaret paró. Se detuvo por un momento y dejó de desajustarle las tiras para liberarlo.

-¿No me temes? – miró hacia el techo con alegría, como si de un momento a otro fuera a gritar un Aleluya. Se acercó al rostro, lo suficiente – Ahora dime algo ¿soy tan linda afuera como lo soy por dentro? – prosiguió con la labor de sacarle el chaleco de fuerza. Ahora le faltaba el lado izquierdo.

Wallace la miraba nervioso con los ojos cerrados
No te tengo miedo y nunca e entendido por que la gente te tiene miedo….
Abrió su ojos bueno
Y si eres muy bonita por fuera y por dentro

-Está bien… - el chaleco de fuerza se calló al suelo. Wallace había estado tan nervioso que ni se dio cuenta cuando Margaret le quitó los brazos de esa cosa. Ahora mismo, ella tenía entrecerrado los ojos y le clavaba firmemente la mirada. Antes que pudiese reaccionar, lo abrazó del cuello y lo besó como nunca antes en su vida una chica lo había hecho.

Wallace se puso rojo, pero no de ira si no que de nervios y cerro los ojos

Margaret separó un poco su rostro y le susurró algo audible para ellos dos.

-Estás libre.

Se miro las mano y luego miro a Margaret
Te lo debo a ti…….
Estaba muy rojo su rostro
Gracias……

Margaret sonrió zorrunamente. Se le tiró encima, casi tumbándolo en el suelo. Esta vez lo besó con más pasión que la anterior vez, aguantándose el dolor de su labio partido. Luego se apoyó con total sin vergüenza en el pecho y sacó otra flor ROJA del bolsillo de atrás del jean.

-De nada – dijo jugueteando con la flor un tanto infantil.

Wallace la rodio con su brazo y le dio un beso en la frente