۩ღ Acacia Amarilla ღ۩ [Privado , Evil-Dog]

-"Una vez un viejo loco me dijo que el genero del bebe era definido por el esperma del padre, pero supongo que eran disparates de un demente... aunque desear que sea una niña con mas intensidad tampoco creo que cambie algo..."-

Seguía acariciándole la panza, pero no paso mucho tiempo para que me fuera mas abajo.

-Quien sabe. Pero sigo insistiendo que una de nuestras hijas tendrá voz de ángel.

Le dí un golpecito en la mano.

-Tocas algo que no te corresponde por el momento , y te tiro rodando hacia fuera.

-Claro , por más que busques algo , en este momento no te lo puedo dar. Así que... - Me llevé las manos detrás de la cabeza campantemente.

-"Oh, cariño... tu si que sabes como hacerme feliz"- Me puse de rodillas frente a ella y  destape el pecho

-Malvado. No me dejas descansar un momento , aparte esa leche no es tuya , es de la pequeña Elizabeth , idiota - Me aparté y me cubrí con los brazos para que no siguiera. En verdad no quería.

-Pues no lo era - Me hice la ofendida y la enojada , además que me mantuve en un aplastante silencio.

No fue hasta sino luego de unos minutos que comencé a hablarle de nuevo.

-No estoy enojada - Aclaré.

Volví a mi asiento y me recosté otro rato a esperar que se le pasara el enojo, no sabia como interpretar eso de que no estaba enojada, por que parecía que si estaba enojada.

Solo voltee a verla con cara de duda.

Estaba con una sonrisa de oreja a oreja.

-Solo estaba jugando - Pero me puse seria - Aunque sí es cierto que en verdad no quería.

-"Esta bien... Es tu cuerpo al fin y al cabo, tu decides si si o no"-

-Que bueno que lo entiendas...

Me relajé por completo.


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Mientras tanto , en el Norte , la gente esperaba a su princesa con gran emoción. Incluso tenían pétalos de flores entre sus brazos para tirarle.

Me quede recostado en mi asiento viendo hacia arriba sin decir nada mas, me sentía tan idiota por precipitarmele así, pues realmente había malentendido las cosas.

habían pasado meses desde la ultima vez que tuve pesadillas, pero estaba muy consiente del peligro que representaba ir al norte, no solo para mi, sina para Amaya y para nuestro bebe.

-No tienes porque sentirte mal... Eres un pervertido sin remedio y eso ya lo sé. Llegué a un punto que eso es lo que menos me molesta de ti.

-Oye gracias ehh... ya me siento mejor... Y soy consiente de que tengo un libido un poco mayor de lo usual, no es necesario que me lo recuerdes"-

Cambié mi sonrisa a una expresión fría.

-Entonces no diré nada más para que el señor no se sienta "tocado".

-"Discúlpame, no quería decir lo que dije, es solo que me siento... Algo abrumado por esto de volver al norte"-

-No es necesario sentirse así... Solo vamos a estar un tiempo corto allí en el que mi padre disfrutará lo poco que me queda de mi embarazo y volveremos sanos y salvos.

Estaba siendo demasiado optimista.

-"Cierto..."- dije tratando de corresponder su optimismo, aunque para ser franco todo apuntaba a lo contrario, por un lado estaban esa secta de demonios que seguramente ya esperaban a que llegáramos para hacer su siguiente movimiento, estaban también aquellos mercenarios anciosos de venganza, y también estaba Lucifenia que me detestaba y no desaprovecharía esta oportunidad para tratar de poner mi cabeza en una lanza.

-"Solo espero que Elizabeth no nos de una sorpresa y decida nacer antes"-

-Lo mismo digo... así que ni lo menciones - Suspiré. Esperaba que Lucifenia no estuviera allí en el salón para recibirme...

Pasaron un par de horas mas y llegamos finalmente a la frontera, donde la guardia del rey nos esperaba para escoltarnos hacia la capital, esta estaba algo alejada, y probablemente no llegaríamos hasta mañana, pero el rey ya había previsto esto, así que haríamos una parada en la segunda ciudad mas grande del norte para descansar, y luego seguir por la mañana.

Estaba tan aburrida y cansada , que en cierto momento dado , comencé a cabecear para luego quedarme profundamente dormida.
En mi cabeza solo pasaban los momentos que había vivido todo este tiempo... de todo tipo , alegres como tristes , algunos graciosos , otros demasiado pervertidos. En fin. Las vivencias del día a día.

Y de nuevo la pregunta... ¿Marcus será virgen?
Decidí entonces que al final se lo preguntaría fuera como fuera.

Cuando alfan llegamos trate de despertarla, pero se veía tan tranquila y tan hermosa, que solo la levante y la lleve adentro de la casa, la cual por lo que pude ver, era de la familia de Amaya.