۩ღ Acacia Amarilla ღ۩ [Privado , Evil-Dog]

Llegué al final de esas escaleras para llegar a lo que parecía una recamara que servia como antesala para llegar a donde estaba la gran esfera. En esa habitación no había sido habitada en mucho tiempo... Probablemente desde que me fui de la casa hace mas de un año.

-"De niño me gustaba mucho venir aquí, me fasinava ver la ciudad desde arriba, pues era lo mas parecido a un cielo estrellado que tenia"- me acerque a una de las ventanas y la puse en el suelo, para que viera conmigo aquella maravilla

Ante mis ojos se abría un nuevo mundo… y eso era suficiente como para quedar plenamente maravillada por la vista. Era increíble todo lo que entraba por mis ojos… Tanta hermosura.

-"si hace unas semanas te hubiera pedido que imaginarás un mundo imposible... Lo mas imposible que pudieras, que tan alejado estaría de lo que vez ahora mismo?"-

—Nada de alejado…

-"Esas farolas se asemejan bastante a las estrellas en el firmamento... Pero aun falta que veas a la mas grande de todas ellas"-

la tome de la mano y la lleve a través de un balcón en el cual continuaban las escaleras, pero en estas solo había unos pocos escalones que llevaban al techo de esa habitación, donde se encontraba la gran esfera.

Estaba bastante ansiosa por ver más, si este era igual o mucho más de impresionante.
No pude evitar formar una pequeña sonrisa y dejar de preguntarme si este sería uno de los últimos momentos felices que tendría.

Llegamos al final de esa escalera y ahí estaba, tan majestuosa y brillante como siempre.

La solté por un momento para que pudiera acercársele y tocarla, pues a pesar de ser tan brillante, esta era bastante fría.

Me sente junto a uno de los varandales y espere a ver su reacción.

Me acerqué como cuan niña curiosa que veía por primera vez algo, y estiré la mano lentamente y de una manera algo disimulada para tocarlo, como si alguien me fuera a regañar por hacerlo.
Estaba frío… pero era hermoso. Sonreí nuevamente, feliz y contenta.

-"Yo... A veces... Siempre venia aquí cuando estaba triste, o asustado, lo cual era frecuente por que desde niño suelo tener la misma horrible pesadilla, cuando eso pasaba yo venia aquí y la veía hasta quedarme dormido"-

Mi sonrisa fue desapareciendo de a poco.

— ¿Cuál pesadilla? — Fui capaz de preguntarle sin temblor en la voz.

-"Una en la que muero asesinado"-

—¿Y la has dejado de tener?— Seguí tocando la esfera.

Acenti con la cabeza

-"Con menor frecuencia, pero si... Hace ya algunas semanas que no las tengo, ahora solo puedo soñar contigo, con la vida que podría tener contigo y con nuestro bebé"-

—Entonces, que bueno — Dije sinceramente y ya menos preocupada.

Retiré mis manos curiosas y exploradoras de la esfera para calentármelas escondiéndolas en los pliegues del vestido.

-"No había conocido lo que era tener una noche de descanso hasta que empecé a dormir contigo, tal vez sean esos ojos tan grandes que tienes que me recuerdan esta esfera que tanto me calmaba de niño."-

—No es la primera vez que halagan mis ojos… o le atribuyen propiedades tranquilizantes. Supongo que es porque los intento llenar con sentimientos positivos… y con amor.

Me acerqué hacia él y acerqué mi cara para que pudiera contemplar mejor mis ojos.

-"No puedo evitar hacerlo, estoy estúpidamente enamorado, todo de ti me gusta... Hasta de lo que a ti misma no te gusta"-

—Puede ser… Aun así, me quieres para ti, con todos mis terribles defectos… Eso me hace sentir mejor conmigo misma, supongo. Porque si alguien me valora, será por algo, y eso me hace pensar que yo sí tengo en realidad aquel brillo, que soy especial… Me alegra poder hacer sentir a una persona esos sentimientos , tener esas sensaciones y esa alegría , por mi causa.

-"Tus terribles defectos?"- rei con eso -"lo único que cambiaria en ti es que a veces parece que tratas de ocultar que tu también me amas a mi, si no voy al tema yo primero creo que jamás lo harías por tu cuenta"-

—Supongo que si… Tienes algo ahí — Le señalé el cuello y acerqué mi rostro, como si tratara de inspeccionarlo. Al final le terminé dando un chupón.

-"Estoy seguro que puedes hacer mas que eso para hacerle sentir a tu marido que lo amas"- La verdad es que sentía que lo hacia solo para que me sintiera correspondido, pero yo se que dentro de ella había una niña que fantaseaba con el romance en sus ratos de ocio, solo tenia que dejarla salir.

—Claro. Luego te daré algo que significa algo importante. Seguramente te gustará mucho — No es que fuera un objeto valioso, o que este pudiera hacer algo literal, pues solo era una patética llave de un cofre roto que había tenido hacía tiempo. Era lo que simbolizaba.

-"Esta bien, pero ahora tienes que terminar lo que empezaste, y si no hago que me beses ahora, me voy a castigar por el resto de mi vida"-

—Es que no hacía falta que me lo dijeras o pidieras, lo iba a hacer por mi cuenta — Me arrodillé ante él y puse una mano en su rostro, para luego acercarme de una manera lenta, como manteniendo el suspenso y terminé besándolo suavemente para ir aumentando la intensidad gradualmente.

-"Burno, Eso esta mejor... quieres continuar esto donde la esfera no nos vea?"-