۩ღ Acacia Amarilla ღ۩ [Privado , Evil-Dog]

—Me temo ni que tú sabes que es lo que quieres hacer. Pero probablemente yo sé como terminaremos — Aun así no quería adelantar ni atrasar nada.

-"Si piensas que te traje para tener sexo contigo te equivocas"- Me sente al lado opuesto de la cama y le quite los zapatos -"Dices que nuestro matrimonio es un hilo apenas"- tome uno de sus pies y empece a masajearlo -"Debo reconocer que es cierto, pero eso va a cambiar."-

—Estoy muy segura de ello — Admití. Sabía que pronto mi cariño y amor hacia él crecería aun más si lo seguía alimentando y que pronto seríamos una soga. Además complementábamos muy bien.
Hice una mueca de dolor pues mis pies aun seguían hinchados.

-"Se que te duelen los pies, pero es solo hasta que tus músculos empiecen a relajarse"- Ahora fui mas allá de los pies y fui hasta su rodilla.

-"Normalmente termino saboteandome a mi mismo cada vez que intento demostrarte cariño, así que necesito que me ayudes cuando este haciendo algo mal"-

—Te ayudaré en todo lo que sea necesario.

Sonrei por su respuesta

-"Entonces recuéstate boca abajo y descúbrete de la espalda, quiero probar algo nuevo"-

Me levante y empece a buscar cosas dentro del armario

Hice lo que me dijo con lentitud y tranquilidad. Luego esperé , expectante.

Del armario saque pequeñas algunas esferas de cristal,parecidas a las que iluminaban la ciudad, una vez que las agite con fuerza estas se iluminaron y comenzaron a flotar como si fueran luciérnagas, después saque una botella con lo que parecía ser aceite, pero no un aceite cualquiera, sino uno que se sentía tibio al tacto, y tenia un olor un tanto cautivador.

Puse un poco de ese aceite en mis manos y empece a untarlo en su espalda con la yema de mis dedos solamente.

Empecé a relajarme rápidamente ante el contacto, y también gracias a la fragancia que se desprendía en el aire.

Pase de la espalda para ir al cuello y los hombros, sin embargo planeaba ir mas lejos que eso. Era un poco arriesgado pero tenia que saber que tan lejos me dejaría llegar.

-"Cuando estés lista y si te sientes cómoda... date la vuelta"-

Me sorprendí bastante por aquello. Sin embargó sentía que estaba preparada para eso , así que me di la vuelta y lo miré tranquilamente a los ojos.

Puse un poco mas de aceite entre mis manos y empece a untarlo entre sus pechos, pero no fui a sus pezones, sino directamente a su vientre, el cual se empezaba a ver mas abultado.

-"Comentarios?"-

—Perfecto — Comenté solamente, algo ida, por estar concentrándome en todas aquellas sensaciones — ¿Viste como ha crecido nuestro niño?

Tengo que admitir que me sonrojé.

—Verás que nuestro niño será sano y fuerte , muy fuerte — Sonreí ampliamente ante ese comentario — ¿En verdad piensas que lo soy? — Marcus siempre me había halagado por mi supuesta belleza , pero ahora la quería escuchar de él.

Me quedé maravillada con todo lo que decía y así fue como mi corazón se ablandó mucho más para demostrar mejor mi cariño, además que a partir de ese momento lo abriría más seguido.
Comencé a llorar de la alegría que me causaron aquellas palabras , pues era lo más bonito que me habían dicho en toda mi vida.

-"No llores cariño, que no hace ni 10 minutos te prometí que no te dejaría llorar otra vez"- Limpie mis manos con las sabanas y seque sus lagrimas

—Pero es que esta vez es de felicidad.

Supongo que es cierto eso cuando dicen que las mujeres nos enamoramos de las palabras que nos dicen , incluso más que del dinero y de la propia apariencia física.

-"Pero cuando te veo llorar me dan ganas de llorar a mi también... pero si no puedo evitar que lo hagas, tendré que dejar de verte"-

Atrape las luces que flotaban por el cuarto y las apague, dejando todo a oscuras.

Cuando las luces se extinguieron , comencé a buscar su rostro con las manos y una vez que lo ubiqué , lo besé con las mismas ganas que la primera vez que él me había besado a mí.

Largué una risita cantarina ante eso. La verdad es que me había causado bastante gracia.

—Bueno, puedo ayudarte a recordarlo.

-"Si crees que puedas, adelante"-

La tome de la cintura y me recoste junto a ella

-"Tal vez sea demasiado pronto para preguntar pero... como va nuestro hilo?"-

Reí. Luego lo escuché con atención.

—Va engrosándose — Admití. Estaba muy segura de aquello.

Empecé a acariciarlo por encima de la ropa , cariñosamente , de forma lenta y placentera.