۩ღ Acacia Amarilla ღ۩ [Privado , Evil-Dog]

—Perfecto. Princesita, no prometo nada. Solo que recuperaremos ese palacio como sea — Se tronó los dedos y el cuello. ¡Oh Dios! ¡Cuánto alimento servido en bandeja de plata tendría aquel día! Ya estaba retorciéndose del placer, pues comenzaba a tener hambre - Recuerdame aparecerme en tu coronación.

Amaya suspiró. Odiaba tener que quedarse sin hacer nada, allí postrada en una cama, tan solo oyendo las explosiones desde la lejanía.

-Bien, hora de irse... Empezaremos la operación en menos de media hora así que todos preparence- se puso de pie y dio una palmada, Las sirvientas rápidamente recogieron todo y uno por uno fueron abandonando la habitación.

-Ni siquiera pude probar algo- Dijo Andreas que ya le gruñia el estómago. -Sabes, ahora que lo mencionas, cada vez que Morgana se alimenta se ve un como mas voluptuosa... Aunque no es que me fije demasiado en eso, no como Marcus... Marcus! Lo había olvidado... Vi a Marcus ayer, esta escondido cerca de la frontera y Lucifenia esta con El-

Amaya le dio el trozo de pan que Morgana había dejado tirado en la cama.

—Es súcubo, querido, es súcubo — Le recordó— ¡Lucifenia! ¿Cómo se encuentra ella? Espero que bien, de lo contrario… — Dirigió la cabeza hacia otro lado — Yo de verdad deseo que ese dolor se aminore y pueda rehacer su vida — Miró con curiosidad por el comentario de Marcus con respecto a Morgana — ¿Porqué se supone que Marcus miraría a Morgana cuando tiene a mi prima que es bellísima? Aunque Morgana también es hermosa… ¡Pero le puede hacer competencia!


Y no era exageración. Era cierto. Lucifenia era como una flor en primavera.

-No es que se fije en ella como tal... Fue algo que paso cuando estuvimos en Amatista, aunque no fue gran cosa-

>> En realidad dudo que pueda haber alguna competencia, tu sabes como le fue a Marcus aquella vez que se enredo con Morgana, dudo que quiera repetir esa experiencia-

Aunque por otro lado, estaba muy entusiasmado en encontrar la forma de volverla humana, no podía decir con certeza si quería solo ayudarla o era algo mas.

—Supongo que es solo atracción sexual… — Suspiró — ¿Cómo… cómo se puede llegar a terminar así después de morir? Es tan triste, tener que vivir para siempre, dependiendo del sexo para subsistir y que ningún hombre te tome en serio, aun sin saber que eres un súcubo, solo por tu exuberante belleza y sin tomarse la molestia de ser un poco caballero y terminar actuando como un animal y tratándola como un objeto más , sin voluntad ni sentimientos.
>>Yo tenía miedo que me pasara eso al casarme, pero no quiero imaginarme lo que debe sentirse estar siglos sufriendo lo mismo, pasando y pasando por hombres, sin encontrar amor, sin tener un hombro en el cual apoyarte, en el cual llorar… solo vagando por ahí, tratando de cubrir esa soledad y ese dolor y no quedarte otra que entregarte a la lujuria porque si no te transformas en esa… cosa — Recordó la apariencia de Morgana y sus conductas demenciales — Tal vez lo tenga asumido , pero yo creo que le duele , que la mortifica… que espera un día ser libre de esas ataduras que le impusieron , recuperar su humanidad , buscar a su compañero , a ese alguien que la ame y la respete , ver como se pone como un vino (mientras más añejo , mejor) y terminar descansando en paz rodeada de su descendencia , del fruto de su más puro amor.
>>Si Marcus llegara a encontrar una cura –ojalá-, ella no sabría como agradecérselo.
>>Sí ,soy demasiado empática.

-La verdad no creo que sufra tanto... O es que lo disimula bastante bien-

>> Si ha estado haciendo esto por centenares de años ya se habrá resignado a no enamorarse, ningún hombre podria estar tanto tiempo junto a ella, tarde o temprano ese hombre moriría y volvería a dejarla sola.

Le dio un mordisco al trozo de pan y salió de la cama.

-No se por que, pero tengo la sospecha de que hay mas que solo atracción sexual entre Marcus y Morgana... Si ella recupera su humanidad no me sorprendería que tratara de quedárselo para ella-

—Querido, alguna vez fue una mujer… y muy en el fondo lo sigue siendo. Y sigue teniendo los sentimientos de una.
>>Fue lo suficientemente maternal como para cuidar a nuestra Isabel. Y también lo suficientemente cariñosa como para que Isabel la adore y busque su compañía. Eso me hace sospechar que debió haber tenido hijos.
>>Entonces ¿Por qué si amó, sea de forma fraternal como romántica, no sería capaz de sentir dolor? No creo que sea bonito saber que no puedes reconstruir tu vida porque todo se hace cenizas con el paso del tiempo. Y porque sabes que si tocas a alguien puedes llegar a matarlo. Entonces no te queda otra que resignarte a ver como todo pasa.

Se paró, a pesar de las indicaciones, a buscar algo.

—Tal vez puede que pase eso. Puede que sientan eso. Pero si Marcus de verdad ama a Lucifenia, no se quedará con la segunda cuando puede perder a la primera.
>>Y si me lo preguntas, creo que Morgana sí tiene planes a futuro en cuanto recupere su humanidad. Solo que no lo sabemos.


Empezó a caminar lentamente , sujetándose su vientre.

-Tal vez, igual a final de cuentas solo ella sabe lo que va a hacer... Y tu no deberías estar levantada, no te dijeron que debias guardar reposo varios días?-

Sin importar cuanto lo intentara, Marcus no podía conseguir que Lucifenia mejorara aunque sea un poco, pero no se atrevía a dejarla, pero el miedo de que se quedaría para siempre amando a una mujer que había perdido la cordura se hacia cada vez mas fuerte.

Se volteó a verlo.

— ¿Días? Ojalá fueran solo unos cuantos días. Eran los tres primeros meses. Pero ya sabes, no soporto estar quieta ni un solo momento, a menos que me entretenga haciendo algo… Y ni aun así — Sonrió — Además tengo hambre y se llevaron todo— Chilló — Iré a buscar el pan y la leche — Entonces , se le vino a la cabeza aquel juego pervertido. Salió disparada antes que su esposo pudiera decirle algo , si es que no se había dado cuenta ya.

--

Ese día Lucifenia había estado pensando bastante en qué es lo que haría a partir de ese momento con su vida.
No lograba dormir bien porque, al apenas cerrar los ojos y entregarse a los brazos del sueño, tenía pesadillas en las que revivía aquella fatídica noche en que perdió a sus niños. Ese tiempo lo usaba para reflexionar. Y pensándolo bien, no se había levantado en días de la cama, tampoco se había peinado y su cabello rizado estaba hecho un asco. Tampoco poseía muchas ganas de hablar.

Aprovechó a que su prometido se había ido a hacer otra cosa y , juntando una voluntad inhumana y fuerzas que no tenía , se sentó en el borde de la cama y se paró; empezó a dar vueltas por la habitación , tratando de encontrar un cepillo que le sirviera para desenredar su melena. Tenía pensada hacer otra locura en cuanto terminara de arreglar ese desastre que tenía en la cabeza.

“¿Dónde mierda he metido el relicario!”

Exclamó en medio de una verborragia mental.

“Tampoco encuentro mi cepillo… o la daga. Dónde diablos las habrá puesto Marcus”

Siguió hablando consigo misma a sus adentros, revolviendo las cosas y haciendo un completo desastre.
Quería acostarse cuanto antes a desenredarse ese rebelde cabello. El relicario se lo colgaría en el cuello y con la daga haría otra cosa... todo , menos agredirse a ella misma.

Con esa fuerza que tenía, corrió el colchón de lugar para buscar lo que quería.

-Como es posible que ya hallan pasado tres meses si cuando salimos de Yellow del sur te dijeron que no estabas embarazada, y de eso solo ha pasado un mes cuando mucho.- Se dio la media vuelta y se dio cuenta que estaba hablando solo. -Maldición-

___

Marcus, como se había hecho costumbre desde que había llegado, patrullaba a los alrededores junto con otro grupo de hombres, entre ellos su hermano, pues en aquellos lares no todos estaban a favor de la reina Lucifenia y algunos de ellos se habían Unido a los golpistas, algunos por miedo y otros por la promesa de que al acabar la guerra acabarían sus vidas viviendo como señores feudales.

Unos minutos después, llegó con todas las cosas en la mano.

—No es que estoy de tres meses… Sino que debo hacer reposo tres meses, dado que el primer trimestre es siempre el más riesgoso. Actualmente solo tengo un par de semanas.

No sabía ni cómo mirarlo. No quería que se acordara de ese juego tan degenerado.

--

Lucifenia decidió salir de la habitación. ¡Joder! ¡No encontraba nada!

— ¡¿Pero qué mierda?!— Exclamó con un notable disgusto. Y por ahí, en unos baúles entreabiertos, vio el brillo de algo… y cuando se acercó ¡EUREKA! ¡Estaba allí! Su espejito y cepillo del cabello. Casi salta de la alegría.

Se sentó en el suelo y empezó a arreglarse. Le costó bastante, pues estaban hechos bastantes nudos. Sin embargo, su pelo quedó como vaporoso… necesitaba mojarlo. Necesitaba estar presentable.

Salió hacia afuera en busca de agua, ya que no encontró nada dentro.

-Bueno, serán tres mese que pasare contigo todo el día... Por que realmente no es que vaya a ir a algún lugar así... Oye, si querías algo pude haber ido yo a traertelo-

Ahora que Amaya estaba prácticamente fuera de combate, tendría que posponer un tiempo mas la búsqueda de los oscuros, aunque con ese golpe que le dieron a Malebolge había ganado un poco mas de tiempo.

-Entonces... Que esperas? Me muero de hambre-

-Pues come. Ni que yo fuera a darte el pecho.

Estaba pensando si mientras estuviera embarazada de liz tendrían tiempo de casarse de nuevo...

--

Lucifenia terminó alejándose bastante de la casa. Cualquier que entrara le parecería que habían luchado a muerte , por el completo desorden que había dejado.

Llegó hasta un pozo de agua. Arrimó la cabeza para ver que tan profundo era.

-Mierda...- Volvió a repetir. Siquiera sabía como sacar agua de un pozo...

Estuvo un buen rato tratando de descifrar la ciencia que le permitía llenar el balde y hacer que este llegara hasta el fondo.
Cuando por fin se avivó y sacó lo que necesitaba, se echó toda el agua encima y empezó a peinarse allí mismo.

-Pues si mal no recuerdo crei que habíamos llegado al acuerdo de que mientras estuvieras embarazada toda la leche que saliera de tus pechos habría a ser para mi hasta que el bebe naciera... Y ya va siendo hora de que tus encantos comienzen a producir su dulce néctar... Aunque aun necesitan un poco de "Estimulo".-

Dio un mordisco mas al trozo de pan y empezó a hacer como si este estuviera demasiado seco, ella sabia lo que quería y no pretendía negarlo.

—Lo guarro no se te quita. Ahora no es el momento… puede entrar cualquiera y tú vas a estar chupándome las tetas— Frunció el ceño — No tengo ganas de que alguien se masturbe pensando en eso después — Se puso roja y desvió la mirada. Bebió de la leche que había traído.

-No te estarás hechando para atrás ahora? Recuerdas el juego? Dijiste la palabra hace unos segundos y ahora tienes que cumplir... Estabas consciente de que podía ser en cualquier lugar y en presencia de cualquiera cuando accediste.-

Se cruzo de brazos y se recargo sobre la puerta, luego tomo el bastón que le había dado su cuñado y lo puso contra la perilla, trabando la puerta para que no entraran.

-Tenemos media hora-

Hizo un gran puchero. En ese momento lo único que quería hacer era terminar de tragar.

—Malvado— Chilló. Pero tenía que cumplir, así que comenzó a descubrirse los hombros hasta llegar a tener el pecho completamente desnudo — Te juro que me las pagarás. Y te haré llorar tanto como cuando te metí el dedo en el trasero.

-No te pongas así... De no ser por estos Juegos nuestra relación no seria lo que es hoy, o acaso no dijiste antes de nuestra boda que en parte lo hacias por que esperabas que nuestra relación seria divertida e interesante? Pues esta es mi forma de cumplir esa promesa, siendo el mismo malvado que cuando nos conocimos, y con la misma mente perversa...-

La tomo de los hombros y le dio un beso en los labios, bajo el mentón, cuello y pecho hasta llegar a esa parte que lo volvía loco.-

Por una gran cuestión hormonal, las sensaciones se cuadruplicaron a tal punto que estaba por reventar, lanzársele encima y hacer obedecer todo lo que le dictaban sus bajos instintos.

—¡Cuando pase el tercer mes quiero que nos casemos! — Exclamó entre suspiros. Sí, cuando se ponía eufórica largaba sus confesiones , lo cual resultaba ser bastante cómico.

Le extraño bastante aquella propuesta, tanto por el modo en que lo dijo, como en el momento que espero para hacerlo.

-Por que tan repentino? No es que no quiera casarme contigo otra vez, pero por que ahora?- Se detuvo un momento para hablar, pero mientras lo hacia seguía estrujandola con las manos.

—Porque quería decirlo hace rato, pero siempre pasaba una cosa o la otra y terminaba olvidándome— Ya le empezaba a doler — Además que si ya me estás manoseando, no puedo evitar pensar en cómo me veré luego, pasados los meses de riesgo, en el que me harás sin piedad todas las guarradas que se te vengan en mente. Y si me ves con un vestido de novia, luego de la boda, también — Hizo un puchero.

-No digas "manosear" se escucha terrible, además dudo que prefieras un esposo que no te toque jamás solo por no caer en la inmoralidad.

>> Sabes que no lo puedo evitar... El simple rose de tu piel desnuda hace que me ponga como un animal que no entiende de razones, pero al que solo hace falta un palabra de tu dulce boca para detenerse.-

—Está bien. Pero en parte también estoy siendo algo dramática— Le apartó las manos de sus pequeños y doloridos pechos. Ya se estaban poniendo algo “molidos” — Quiero parar. Ya comienza a molestarme, en el sentido de que duele — Sonrió — Aunque más tarde podemos seguir. Tal vez comience a salir leche antes del segundo mes — Se cubrió con su camisón.

--

Faltaban diez minutos para marcharse.

Morgana comenzaba a estar muy hambrienta nuevamente. Notó que sus fuerzas estaban yéndose de a poco y eso no era muy conveniente que digamos. Eso se arreglaría en cuanto se infiltrara.
Necesitaba un pequeño incentivo antes de ir al campo de batalla a sabotear todo en el palacio del Sur. Y no necesariamente ese incentivo tenía que ser de índole sexual.

Fue hacia donde estaba el rey del Este.

— ¿Recuerda esa proposición que me hizo por primera vez?— No pudo evitar sonreír con la más evidente de las picardías — Yo tengo una mejor.

-Esta bien, será mas tarde entonces... Pero prométeme que te quedaras aquí hasta que vuelva, nada de salir corriendo fuera de la habitación.-

__

-Proposición?- pregunto mientras trataba de hacer memoria -Ah, si... Esa proposicion- Dijo aunque realmente no lo recordaba. -Dime cariño de que se trata?-

Suspiró con una enorme pesadez.

—Está bien — Alzó una mano y la otra se la puso en el corazón — Prometo que me quedaré aquí y no haré ninguna tontería. Pero no prometo nada si se trata de salir a buscar algo para comer.

--

—Una vieja como yo llega a cierta edad que necesita un incentivo antes de hacer algo importante. Tal vez es la superstición y capricho de una abuela, pero dicen que despedir a alguien correctamente antes de irse a la batalla da buena suerte — En realidad estaba inventando con eso último, pero era una excelente mentirosa. Le hizo un gesto con el dedo como para que se acercara.