۩ღ Acacia Amarilla ღ۩ [Privado , Evil-Dog]

-Me lo imaginé. ¿Y sabes de quien se puede tratar? Yo sabía que tarde o temprano habría una advertencia , pero me imaginé que iba a ser a nosotros los del norte y no a los del sur que no ha hecho nada... Aunque cabía la posibilidad al ser aliado.

-Entiendo - Suspiré - Eso convierte a mis padres en el objetivo principal. Y yo también , supongo. No pueden sacar provecho de mi.

-"Y tomando en cuenta las habilidades del asesino, temo que ni toda una tropa de tus guardias serán suficientes para mantenerlos a salvo, por eso necesito que tengas esto"- saque tres collares con ópalos de mi bolsillo y los puse en sus manos.

No pude evitar sonreír al ver esas bellezas.

-Es mejor que se las obsequies al rey. Él las aceptará mejor viniendo de ti que de mi. A mi solo me ignorará y hará miles de preguntas al respecto - Me revolví el cabello con una mano - ¿Para que sirven?

Tome uno de los collares y me aleje un par de metros

-"Los ópalos no son para el rey, son para ti, tus guardias no son capaces de protegerte, pero ellos si"-

Apreté el ópalo contra el puño de tierra que tenia en la mano y del suelo emergió violentamente un segundo golem, esta vez uno hecho de piedra.

Abrí desmesuradamente los ojos al ver a semejante criatura. Nunca había contemplado uno igual en mi vida ¡Era impresionante!

-¡Ah, que lindo! - Exclamé y empecé a verlo y a tocarlo con curiosidad - Se podría decir que es lo mejor que me han dado jamás - Solté una risita algo tonta - ¿Porque haces esto por mi...? Si te he tratado tan mal.

Esa era una buena pregunta, Conseguir esos ópalos me tomo casi 10 años, hace una semana hubiera preferido que me mataran antes de regalarlos, pero ahora se los estaba dando a alguien que ni siquiera entendía su valor ni el sacrificio que conlleva fabricarlas.

-"El motivo no importa, el punto es que son tuyas, estas piedras amarilla, roja y azul corresponden a un guardián de piedra, sangre y metal respectivamente, pero quiero que les des una a cada una de tus primas, pues lo que aquel asesino este tramando lo hará a través de ustedes."-

Asentí sin chistar.

-¿Estarás bien con eso de que mis primas sepan sobre todo esto? - Me refería a las cosas sobrenaturales. Me recargué en la cosa esa que estaba inmóvil , por el momento. Era tan lindo. Parecía una escultura , pero tenebrosa.Y eso llamaba mi atención.

-"Ellas no tiene que saber que son míos, tendrás que inventar algo, magia de princesas o algo por el estilo, entiendes?"-

No pude evitar sonreírme con eso.

-¡Ni que fueran estúpidas! Pero bueno , ya se me ocurrirá algo - Me quedé pensativa. No era necesario mentirles... pero si omitirles información - ¿Quieres que te muestre los campos de acacias?- Sonreí más amigablemente.

-"No me digas que te estoy empezando a caer bien."- le dije sonriendo mientras le ponía el collar en el cuello -"Espero que no sea eso, de lo contrario me voy a aburrir bastante en ese castillo"-

-Ajam...Entonces prefieres que te trate como a una escoria antes que a alguien que en realidad merece respeto , ¿Solo para no aburrirte? ¿Por solo mero capricho mío? Es una oferta tentadora para mi , pero bueno... Entonces si prefieres trato de lacra , tendrás trato de lacra. No acepto reclamos - Jugueteaba con mi cabello negro mientras hablaba , y la mirada la tenía perdida hacia el frente. Estaba siendo bromista en cierto modo,como si cumpliera la función más básica de un bufón.

-"Solo si prometes seguir tirándome el agua en la cara y atacándome a la mitad de la noche"- Le dije mientras iba por mi caballo -"Espero que esos campos de acacias no estén muy lejos, los guardias ya deben estar buscándonos, ah y dile a tu amigo que vuelva a su piedra."-

Hice lo que me dijo. Aun continué con mi sonrisa estampada en el rostro.
Era extraño que el aburrimiento y sentimiento odioso de la mañana se me hubiera ido casi por completo. Aunque siempre en mi había una mecha que encender para provocar una discusión.

-No es necesario montar a caballo. Solo hay que atravesar estos árboles y allí se mostrará el paisaje en todo su esplendor.

-"Guíame entonces"- Le dije mientras tomaba su mano -"Y lo del agua era broma, nunca te metas entre un hombre y su agua"-

-Guarda silencio, estamos por llegar.

Efectivamente , cuando atravesamos esa zona mas o menos boscosa , el campo se extendía hasta allá a lo lejos , mostrando los incontables arbustos de acacias amarillas , el símbolo del estandarte de MI nación. La luz del sol las hacía ver como si fueran de oro y parecían brillar como si tuvieran luz propia.

-El sur es más o menos igual. Si haz tenido la oportunidad de visitarlo... - Volví a acomodarme el cabello y le solté la mano. Me quedé embobada viendo el paisaje y no pude controlar el hecho de que se me humedecieran los ojos al contemplar tanta simple belleza. Era mi orgullo.

Me senté a la sombra de un árbol y contemple aquel colorido paisaje, me mantuve en silencio durante varios minutos, no estaba acostumbrado a ver tanta vida en un solo lugar, un lugar así es algo por lo que valdría la pena morir para protegerlo.

-"No hay nada parecido a esto en el este, el clima es muy frió y por lo general llueve todo el año"-

-¿Me creerías si te dijera que nunca he salido fuera del norte o el sur? No conozco nada del mundo... Pero lo que si amo son estas plantas tan brillantes que me rodean - Arranqué unas florecitas de un arbusto... - Hay muchas especies más de acacias. Pero la de los arbustos son mis favoritas. Aunque algunos tengan espinas.

-“Si amas a una flor, no la recojas, déjala ser,si la recoges ésta morirá, y dejará de ser lo que amas. El amor no se trata de posesión. El amor se trata de apreciación...”

-Oh filosofía... La detesto y amo por igual , es curioso - Me senté al lado de un árbol no muy grande de estas flores y las seguí contemplando. Aunque pensándolo bien, esas palabras se aplicaban a mi...

-"Es mas que solo simple filosofía si te pones a analizarlo bien"- le dije mientras me ponia de pie

-Lo sé... Aun así... Nada - No quería ponerme a reflexionar en ese momento - Debemos irnos. Hay una semana dura por delante.

Me extrañé por eso, pero como ese día no tenía ganas de discutir , accedí muy fácilmente a su petición y lo conduje hacia la iglesia donde nos casaríamos y luego cuando murieran mis padres , se produciría la coronación.