۩ღ Acacia Amarilla ღ۩ [Privado , Evil-Dog]

-"Se que quieres a tu mama pero de verdad necesito que me ayudes, así que tendrás que hacerte a la idea de que soy tu papa y yo también puedo cuidarte"-

Por un momento fue calmándose de a poquito , pero pronto no tardó en volver a llorar fuertemente.

-Vamos adentro , seguramente ya tiene hambre - Apareció Amaya por detrás con cara de sonámbula.

De todos modos , Elizabeth tenía planeado comer y seguir despierta. Lo hacía por alguna extraña razón.

-"Esta bien, pero creo que Eli esta molesta conmigo"-

Le de a la niña y me fui detrás de ella.

-No creo que esté molesta contigo. Solo que es natural que los bebes a los primeros días y meses de vida quieran estar más pegados al pecho de la madre que otra cosa... No te sientas mal por eso.

-"Esta bien, creo que comprendo a la perfección lo de los pechos y eso..."-

Solo largué una risita por eso. Él era así y punto , ya me había acostumbrado.

Más tarde , más adentrada la noche , había una razón por la cual Elizabeth no quería dormir y lloraba. Ya había comenzado a preocuparme , pues había comido y no debería tener motivos para gimotear.

Ya había anochecido y yo empezaba a sentirme cansado, Eli no paraba de llorar y era cuestión de tiempo para que Amaya se desesperara.

No podía dejar de pensar en mis sueños, en que siempre despertaba antes de ver el final. y en que de alguna manera estaban relacionadas con con las vidas que tomaba por mano propia.

No puedo solo seguir escapando de mis pesadillas, tenia que enfrentarlas, tenia que saber que pasaba después...

Entonces me dispuse a averiguar que le pasaba a Elizabeth para ver si encontraba el origen de su llanto. En eso, la cambié de posición, boca abajo, y dejó de llorar poco a poco. Pero no podía dejarla así, era peligroso.

Por lo menos ya sabía que un simple dolor de panza no era.

Desvestí a la pequeña poco a poco, para encontrarme, a mi horror, unos moratones muy grandes en su cuerpo, azules y verdes, pero no en toda la piel, sino justo en la zona de los glúteos hasta un poco más arriba. Eso parecía más unos golpes infligidos que otra cosa, pues nunca se había caído.
Pero ¿En qué momento le pasó esto? ¿Quién se lo hizo?

—Mira— Le mostré a la criatura que ahora chillaba del frío — Le estabas tocando ESTO, por eso lloraba tanto — Me expresé preocupada e impotente.

-"Como le paso eso? cuando?"- Hice memoria de cuando Eli Empezó a llorar así. -"La carriola..."-

-¿Eso? - Miré el carrito y fui directo a este.

-"Revisarla bien, con cuidado"- Los moretones de Eli eran muy extraños, ella había estado muy tranquila toda la mañana, así que la única opción era que se los había hecho mientras estaba recostada en el carrito.

-Si tiene algo que lastimó a Eli , probablemente si meto mano me va a lastimar a mi - Empecé a buscar algo , como una varilla , para revisar sin que me pudiese pasar algo.

-"Solo hazlo... Si algún animal ponsoñoso pico a Eli tenemos que saber cual para poder atenderla"-

-"Bueno, al menos no era un animal venenoso... Aunque su mordida si que duele"- no me explicaba como ese animal pudo haber llegado al carro de Eli, seguramente la carreola era vieja y estuvo guardada mucho tiempo, en el cual la tarántula habría hecho su madriguera ahí.

-Sá-ca-me-la - Mencioné entrecortadamente sin aliento. Luego miré el carrito de reojo y pude notar algo más... un collar.

-"Bueno, pero no te pongas así..."- Tome la tarántula con un pañuelo y la tire por la ventana.

-"Aunque las tarántulas no sean venenosas debemos llevarla con un masivo, esos moretones están muy feos y los pelos que le dejo la tarántula le pueden provocar urticarias"-

-¿Y esto? - Mencioné agarrando con el palo el collar. Era un collar tipo tribal , pero con amatistas. La última vez que había visto uno de esos era de un noble visitante que provenía del Oeste - "Carajo" - Pensé - Es una advertencia.

-"Una advertencia? Una advertencia de ellos? Y que tratan de decirnos? Rindanse y dejen que los matemos o los matamos?"-

-Seguramente , pero anda a saber. Tú quédate con Eli , yo voy a llamar a Octo.

-"Esta bien, me quedo con Eli"- Tampoco era como para tanto, aunque no estaba de mas que la revisara un medico, tal vez así la niña podría dejar de llorar.

Antes de siquiera terminar de cruzar el pasillo, me crucé con aquel hombre que había salvado la vida de mi padre. Antes de poder decir algo, este habló primero:

—Más vale que vaya preparando las cosas para ir al sur cuanto antes. Hemos asesinado a una de sus criadas, quien fue la misma a la que le dio a Elizabeth para que la pusiera en su carrito. Trató de envenenar al rey.

Eso me dejó paralizada.

—Y si , ahora voy a curar a su niña también.

Escuche a Amaya hablando con aquel sujeto en el pasillo, y me parecía muy extraño lo que ese sujeto decía, que una criada intento envenenar al rey? Justo ahora que estamos tan alarmados buscando infiltrados... Tal vez era algo paranoico pero algo no me cuadrraba.

*Después de un puto bloqueo de días*

Me pareció algo bastante extraño lo que dijo. No fue nada convincente, tenía mis dudas.
Si eso hubiese sido así, todo el palacio estaría dado vuelta de cabeza.

Aparte ¿Qué hacía Octo dando vueltas cuando las órdenes del rey habían sido que permanecieran a su lado cuidándolo? Además que como era médico, debía estar vigilando que mi padre no se moviera o alguna otra cosa, y controlando su estado día y noche.
Si yo requería algo, debía ir a buscarlo.

—Venga conmigo — Me tomó del brazo fuertemente. Su mano estaba helada. Además que se dirigía hacia el lado contrario a la habitación donde estaba Elizabeth. Entonces, supe que estaba en peligro.
Empecé a gritar como desquiciada mientras intentaba soltarme. Los tirones provocaron que mi brazo se lesionara, haciendo un “crack” en el intento.

“Octo”, se enfureció y sacó el mismo tipo de daga con la que habían asesinado a los guardias aquella vez que Ladelly estaba viva y vio sus cadáveres.

Pues hay que comer mas fibra...

___

Pude escuchar como Amaya gritaba en el pasillo, como era lastimada por aquel sujeto y algo dentro de mi también se rompio, algo dentro de mi cabeza.

Tome a Eli entre mis brazos y me saque la llave que traía colgada en el cuello y la arroje contra la pared transformándola a mitad de su vuelo en un golem provocando que este al impactar en la pared la atravezara haciendo un hoyo enorme y haciendo un ruido estruendoso.