The Frontiers [PRIVADO YSY-Evil-perro-House]

—Qué bello recibimiento… Y pensar que yo tenía planeado lanzarme encima para que despiertes de un salto. Estuve a unos segundos, pero descubrí que era demasiado tarde. Pero bueno, eso no importa ahora— Acercó su rostro lo suficiente como para rozar la nariz con la nariz de él. Acto seguido, se la besó con cariño. Estaba de muy buen humor.

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—Es un gusto. Lo que dure esta conversación ya no es problema para mí— Comentó con una gran sonrisa, tomando asiento una vez hechas las presentaciones— Ahora sí. El contrato y el muchacho— Fue directo y se puso un poco más serio.

-Hubiera sido un buen detalle... pero que seas tu lo primero que veo y siento al despertar es ya mas que suficiente, no pediría estar en otro lado mas que a tu lado al salir del mundo de los sueños-

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-Si bueno, la verdad es que estamos intrigados por saber el por que se mostró tan interesado en este joven- El vicealmirante sospechaba que Guiyd sabia algo sobre Sven, sobre quien era en realidad, pero eso era improbable, ni el propio Sven lo sabia.

—Eres tan dulce que provocas que quiera comerte a mordiscos. Mordiscos suaves y placenteros, por supuesto— Le dio el beso de buenos días y se sentó, dándole la espalda. Una espalda trabajada y sensual. Mientras tanto se iba recogiendo el cabello, pues debía hacer el desayuno.

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—Digamos que vi un potencial enorme que puedo explotar en él y refinarlo aún más si se capacita con sus compañeros Gulliver, pudiendo llegar a estar casi a la altura de uno en cuanto a capacidad física se refiere, sin nada más que un riguroso entrenamiento de por medio… En el SMI queremos a los mejores. Necesitamos a los mejores. De otra forma no funcionaría— Puso las manos encima de la mesa.

-Son las cinco de la mañana... no tienes que hacer el desayuno tan temprano... no tienes que hacer si quiera el desayuno... no tienes ni que levantarte de la cama si no quieres.-

Dio una vuelta sobre la cama y se acerco a ella.

-Yo me comería cualquier cosa que pongas encima de tus pechos- Sonrió. -Aunque fueran cubos de hielo-

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-Sabemos que tiene potencial... por eso esta entre los nuestros, pero ahora mismo estamos escasos de personal y no podemos prescindir de nadie, el chico tiene que volver a Universal cuanto antes a organizarse con sus camaradas, Petrenkov... Vasiliev Petrenkov tiene que ser detenido y seremos nosotros quien lideraremos la caza-

—Si te pusieras a comer algo sobre mis pechos, acabaríamos peleando por querer estar uno encima del otro, enredados entre las sábanas. Ya te dije… es fácil provocarme al punto de querer explotar. A menos que quieras hacerme explotar en este momento— Alzó una ceja y estiró los brazos hacia arriba para desperezarse.

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—Pues eso no será posible. El contrato que firmó dura tres años y ese es el grillete en su pie que impide que salga corriendo. De todos modos, tampoco es como si quisiera soltarlo tan fácilmente.
>>Además, el SMI también ayudará a detener a ese sujeto y compañía, no nos podemos quedar de brazos cruzados y ver como todo pasa delante de nuestros ojos. Y el chico será más eficiente con el entrenamiento especial que le daremos, sin ofender. Después que todo haya acabado y el contrato expire, podrán tenerlo de vuelta… — Se le vino a la mente que él estaba comprometido, seguramente tampoco querría despegarse de Geraldine de esa manera. Más si lo que quería era formar una familia con ella.

-Lo haría y lo sabes... pero Guiyd me llamo anoche cuando estabas dormida, tengo que ir a ver a unas personas en el hangar a las ocho en punto.-

Le recorrió la espalda con la punta de los dedos, esperaba que no se molestara por no tener el día libre como había pensado.

-Despues de eso tengo que volver a SMI... me reasignaron y ahora entrenare con hermosas mujeres Gulliver, espero que no te moleste ni te den celos-

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-Pues parece que estamos en un punto muerto... estamos en nuestro derecho de llevarlo de regreso a Universal aunque sea a rastras, el no debió firmar nada y ustedes no debieron aceptarlo, pero no es nuestra intención meter al muchacho en un dilema con las leyes de Génesis, así que le propongo esto: El puede quedarse, es mas... le ofreceré al chico el cargo de embajador en las relaciones Universal-SMI, con la condición de que la Universal este enterada de cualquier movimiento que intervenga al criminal Vasiliev Petrenkov y las naves secuestradas o sus tripulantes-

>> Tómelo como un acto de buena fé... si usted y su SMI están involucrados en este asunto lo mejor es que haya cooperación entre todas las partes, estamos del mismo lado después de todo.

—Pues ninguna de ellas será madre de nuestro hijo, así que me vale— Le respondió con una sonrisa. No le molestó el hecho de que tuviera que irse a trabajar, después de todo, trabajo era trabajo y no lo podía retener.

Estiró un brazo y buscó algo qué ponerse encima, para recordar que todo estaba en la sala, tirado y desordenado.

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—Me parece bien— Contestó el Gulliver. Aunque en el fondo tenía la sospecha de que había gato encerrado; tal vez solo era una sensación— Entonces es un hecho.

Sven le alcanzo la camisa blanca de manga larga que había usado él la noche anterior, la cual había quedado cerca de la cama.

-Te presto mi camisa si quieres... pero tendrás que buscarte tu propia ropa interior-

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-Me alegra que lográramos llegar a un acuerdo, me encargare de enviarle todas las formalidades a su secretaria.-

Los otros dos oficiales se vieron entre si, algo confundidos.

-"Esto no era lo que habíamos previsto"- Pensó el mas joven de ellos.

—Usar la tuya sería muy excitante…— Rió con eso y una vez se la puso, fue a buscar ropa interior nueva para ponerse y terminar por hacer un delicioso desayuno con las galletas que había quedado del día anterior.

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—Aun no he terminado.
>>Le informaremos sobre lo que podamos averiguar sobre el paradero de Petrenkov… Pero no podrán meterse en las decisiones que el SMI tome con respecto a ello. Solo nos limitaremos a pasar informes. Pero si hay que accionar… perder tiempo en pedir permiso y esperar a ponernos de acuerdo no es una opción. De ahí en más, con los datos que obtengan podrán hacer lo que quieran. Si nosotros consideramos que hay que tomar medidas drásticas, lo haremos y no les quedará otra que aceptarlo. El SMI no se anda con rodeos.
>>Pero bueno, confío en que la cooperación estará primero y no habrá ningún conflicto.

Terminó con una gran sonrisa.
Nadie manipularía al SMI tan fácil.

-Supongo que lo seria...-

Dio otro vuelco sobre la cama y se enrollo en la sabana, le encantaba el aroma que Geraldine dejaba sobre las cosas cuando las usaba, se preguntqba wi ella pensaria lo mismo.

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-Eso lo damos por hecho, pero tenga en cuenta que nosotros kos quedaremos de brazos crusados en este asunto-

>>Somos nosotros los que tenemos la pista para seguir a Petrenkov, lo conocemos perfectamemge y sabemos de que es capaz y con que recursos cuenta, quizas hasta le convenga consultarnos antes de hacer algo arriesgado, sepa que Universal aun posee bastantes recursos y va a utilizarlos para recuperar lo que le pertenece.

Al final, después de un corto tiempo, le terminó llevando el desayuno a la cama. Y como siempre, con una presentación cariñosamente cuidada y llena de detalles.
Ahora sí ya estaba vestida con su ropa interior.

—Claro que lo sería. Todo en mi es excitante.

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Guiyd tan solo asintió.
Él también estaba lleno de recursos, no por nada era una de las personas más ricas de Génesis y de donde fuera. Podía hacer lo que se le daba la gana gracias al dinero, aunque siempre trataba de usar esa ventaja para hacer algo provechoso.

—Nadie se quedará de brazos cruzados, se lo aseguro. Bueno, tal vez Génesis…

-No todo- Respondió con una sonrisa. -Algunos aspectos de ti son tiernos, algunos otros provocan en serenidad, no todo es lujuria y pasión-

Se recargo sobre el respaldo de la cama y encendió la luz de la mesita de noche.

-Que me hagas el desayuno es un claro ejemplo-

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-Comprendemos la postura de Génesis en este asunto, pero confiamos que si se da la situación, sabrán como apoyarnos-

Antes de levantarse de la mesa recordó ese ultimo asunto.

-Me acaban de informar que tiene usted en su poder uno de nuestros cazas, cedido amablemente por nuestros compañeros de Genesis, puedo preguntar por que?-

—Sí, supongo que tienes razón— Le acercó la bandeja— Me alegra que puedas apreciar esas cualidades en mí. Por un momento pensaba que me iba a costar demostrarlas, pero resultó no ser complicado. Fluye con total naturalidad— Tomó una galleta y se la quedó viendo. Galletas en formas de corazón, quién lo diría.

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—El muchacho me lo pidió personalmente— Contestó sin más.

-Dime algo Geeraldine, ¿como te sientes cuando haces estas cosas por mi?, cuando me cocinas algo, o cuando me llevas a lugares o me compras cosas, se que lo haces por que quieres hacerlo y no por que yo te obligue o te presione, solo quiero saber que piensas cuando lo haces-

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-Era el caza personal de Petrenkov- Agregó. -Supongo que le preguntare yo mismo que es lo que planea hacer con él cuando lo vea-

Los otros dos se pusieron de pie, costumbre cuando las reuniones terminaban por respeto a los superiores.

— ¿Qué siento? Bueno, siento una felicidad indescriptible. Y siento muchas otras cosas también, igual de lindas, pero la felicidad es lo que engloba a todo. Dar me hace muy feliz. Y no tengo que pensar demasiado, sale solo— Le dio un mordisco a una galletita sin dejar de mirarlo a los ojos.

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—De acuerdo. Fue un gusto hablar con usted. Ahora, con permiso, pero como esto ha concluido, debo marcharme— Se paró. Estar con esa altura enfrascado en un cuerpo que era relativamente humano se le hacía un poco dificultoso, no estaba acostumbrado a andar así, solo a estar en su forma normal día y noche. Se sentía extraño. Aun así, afuera estaba su chofer que lo ayudaría a manejarse.

La reunión le había dejado un extraño sabor en la boca. Igual, ya averiguaría que es lo que querían en realidad, o se enteraría tarde o temprano.

-Me alegra que te sientas así... es una lastima que no hayamos podido pasar el día como lo habíamos planeado, pero ya se me ocurrirá algo cuando regrese para compensarlo-

Sonrió y empezó a comer su desayuno.

-Que tal si salimos a algún lugar nocturno? no se, un bar o algo por el estilo, seguro que hay mucho que hacer durante la noche-

—No tienes que preocuparte por ello, cariño. Pero si tú quieres salir, no me opondré a eso…
>>Oh, Génesis nunca descansa, hay muchos lugares nocturnos a los cuales ir. Desde clubes de Jazz, hasta un bar muy famoso llamado “Nido de ratas”, donde preparan pizza al estilo italiano y sirven tragos deliciosos para acompañar. También hay muchas discotecas, algunas con temáticas del 70’ u 80’; Restoranes Franceses… No lo sé, donde prefieras. Hay otras opciones.

-Que mas da, podemos ir a todos-

Daba por hecho que esa reunión con el vicealmirante no lo sacaría de Génesis, no lo obligarían a dejar a Geraldine, no podría vivir de la misma forma a como lo hacia antes, no sin ella.

Termino de devorar el desayuno con presteza y empezó a buscar que ponerse, lo mejor seria no ir con el uniforme de SMI, eso podrá traerle problemas.

-Quieres ayudarme a escoger algo?, tengo que ir a ver a gente importante-

— ¡Claro!— Al decirle eso, interpretó que tenía que ir bien vestido. Pero si luego tenía que ir al SMI, algo rápido y fácil de sacar era lo que más le convenía. Así que decidió por armarle un conjunto semi formal; solo esperaba que le gustara.

Empezó a buscar lo que más se aproximaba a la idea de su mente y le terminó estirando la ropa encima de la cama: Unos pantalones de gabardina oscuros y una camisa lisa y blanca, con unos borceguíes para no perder el “estilo”.

—Menos es más— Le comentó.

-Todo ese tiempo que no te tuve seguramente fui siempre a medio vestir-

Contemplo lo que había escogido y tomo una toalla del armario, después de lo de anoche irse sin duchar seria bastante incomodo.

Apenas eran las 6:30, en auto no haría mas que quince minutos al hangar, tenia tiempo de sobra.

Entro al baño y abrió la regadera, cabe decir que el baño de su nueva casa era el triple de grande que el viejo, incluso la clase media de Genesis parecía vivir mejor que los ricos de Universal, en su vida habría soñado con conseguir un lugar así.

Mientras se bañaba silbaba la tonada de una de las canciones de Geraldine, sin darse cuenta de que era ella la autora, la había escuchado por ahí.

Cuando escuchó esa canción, su corazón dio un vuelco. Le empezó a latir a mil por hora. Significaba mucho para ella ya de por sí por el motivo por la que había escrito, pero que él la supiera, aunque no estuviese ni enterado, era un plus.

Sin poder evitarlo, entonó a pesar de que nunca lo hacía antes de hacer los ejercicios de respiración, obligatorios antes de cantar para no dañarse las cuerdas vocales. Y no le importó nada tener la voz áspera en ese momento.

Sin previo aviso, se metió dentro del baño, aun cantando y ampliándose su voz por la acústica del mismo, y entró a ducharse con él.

—No sabía que te la sabías…

-La escuche el otro día en el lugar al que fuimos el día de la playa-

En ese momento tenia la cabeza llena de shampoo.

-He empezado a escuchar música desde que te conocí, pero he comprado tu música de forma legal, no pienses que la descargue pirata de la red!-

Trataba de no perder el equilibrio parándose en unas pequeñas esponjas de plástico pegadas en el suelo de la regadera, se sentía un poco raro pues a pesar de haber leído un montón de lectura erótica, el baño había quedado excluido de los lugares donde se podía estar en pareja.

-Incluso hasta compre una suscripción a tu club de fans...-

Sonrió muy emocionada al respecto. Nunca nadie antes en su vida se había tomado la molestia de hacer una cosa así por ella, aun siendo su pareja (momentánea, pero pareja al fin).

—No tienes que darme explicaciones. No era necesario, en serio. Igual gracias, haces que quiera llorar de la alegría— En ese momento tenía un semi puchero y la nariz arrugada, preparada para en cualquier momento largar el llanto de la carga emocional que tenía encima. Se llevó las manos a la boca para contenerse y evitar exagerar— Yo sabía que algún día todo valdría la pena.

-Tu también haces que me sienta feliz... de hecho, ahora mismo siento esa extraña forma de felicidad-

Cerro la llave de la regadera y se volteo a verla.

-Mírame, me provocaste una erección... y yo solo quería bañarme-

El agua aun goteaba del grifo de la regadera, tenia espuma de jabón en el pecho y los hombros que se escurrían a través de su abdomen.

-Quieres que siga silbando o haremos algo al respecto-

Eso provocó que comenzara a reírse con ganas, prácticamente a las carcajadas. Le había producido mucha gracia de la manera en que se lo había dicho, así como si nada.

—Yo no hice nada. Siquiera fue mi intención. Y pensar que yo me consideraba alguien fácil de excitar… Aunque si me lo pides de esa manera, no puedo decir que no…

Tuvo que hacer una fuerza inhumana para no burlarse de él y de la “desgracia” que le había causado.