۩ღ Acacia Amarilla ღ۩ [Privado , Evil-Dog]

-"Pues ni habla, iremos nosotros mismos a la frontera a mandar la carta"- Dije al ver que Amaya se daba por vencida.

Mi mirada perdía cada vez más el brillo y la chispa de emoción que solía haber en mi.
Tan solo esperaba que todo saliera bien.

Me deprimía verla así, pero no podía dejarla solo hundirse en sus penas, tenia que hacer algo.

-"Piensas que fuimos demasiado imprudentes al escapar de ese modo de tu padre?"-

Abracé del cuello a Fir y recosté mi cabeza en él.

-No. Además no escapamos de él , sino de ellos.

-"Todo habrá valido la pena, te lo prometo... solo no te rindas ahora"-

—Solo… Trataré— Agregué casi susurrante en respuesta. Solo esperaba que mis nervios no afectaran a Dante/Elizabeth.

-"Todo saldrá bien... Todo saldrá bien"- me decia a mi mismo, era lo unico en lo que podia pensar... aunque por dentro solo queria que esto se terminara, ir a entregarme a lucifenia y que Amaya viviera el resto de su vida entre lujos y riquezas... aunque eso no evitaria que siguiera en peligro, por eso es que tenia que seguir, por ella y por mi hijo.

-"Podemos ir a plantar esa rama ahora si quieres"-

—De acuerdo — Seguí seca de palabras por la misma tristeza que inundaba mi corazón.

Era la primera vez en mi vida que las cosas se tornaban tan amargas. Era una tras otra, sin parar y parecía que el mundo se confabulaba en nuestra contra para hacernos infelices y que no tuviéramos paz.

-"Vamos cariño, te juro que voy a arreglar todo este embrollo"- En realidad tenia pensado hacerlo, aunque no sabia como, pero que de algún modo haría que el padre de Amaya, y su prima nos dejaran en paz.

-Soy una inútil que nació para estar de adorno - Me sentía frustrada por no poder hacer nada por mi cuenta.
Desvié mi cara hacia otro lado para ocultar le hecho de que estaba a punto de llorar nuevamente.

-"Y si te enseñara a hacer magia...?"- dije como ultimo recurso, al ver que estaba a punto de llorar otra vez.

-Entonces si soy una inútil... - Parecía que me lo estaba confirmando con esa sugerencia. Esta vez si me puse a llorar.

-Yo no puedo confiar en otra persona que no sea mi esposo- Me sequé las lágrimas con el dorso de la mano - Uno sin el otro no funcionaría...

-Aun así , llorar es una descarga ¿Que haría yo si no pudiera llorar? Explotaría en mil pedazos. Y tal vez odiaría a todo el mundo por no poder desahogarme. Es mejor llorar frente a alguien que te pueda consolar que guardarse la angustia para sí mismo y andar así... con esa opresión en el pecho - Agaché la cabeza - En todo caso también se aplica a mi : ¿Como puedes amarme si no paro de hacerte sentir culpable e impotente?

—Claro que si — Esbocé una pequeña sonrisa, a pesar de que seguía bastante triste por lo de la carta. Supongo que mi humor era demasiado cambiante.

Un gran rubor no tardó en aparecer en mi rostro, además que hasta lo sentí ligeramente caliente.

—Yo también Andreas, yo también…

-Yo creo que padre ya no está tan interesado en formar una guerra , pues ha visto que una no le conviene. Pero sé que a su vez se siente presionado por Lucifenia la cual es más que obvio que desea un conflicto.

-El tema es que puede haber dos opciones : Que la alianza del sur y el Norte muera y eso puede llegar a ser un GRANDÍSIMO inconveniente o que Lucifenia retroceda con sus planes al punto que deba extinguirlos... y conociendo a Lucifenia , puede que haga lo primero.