۩ღ Acacia Amarilla ღ۩ [Privado , Evil-Dog]

-Sería lo ideal... - Elizabeth estaba tan tranquila entre mis brazos que me daba paz a mi también. Además que era tremendamente adorable.

-"Y bien... vas a estar toda la noche apuntándome con eso?"-

-"Si es necesario para que me respondas... si"-

Esa conversación no iba a ningún lado, yo no estaba dispuesto a destaparme, y el no estaba dispuesto a dejarme ir así como así. Tenia que ocurrir un milagro para que acabáramos matándonos el uno al otro.

Puse a la niña en su cuna , cuando de repente , sentí un frío extraño , dado que el invierno ya había terminado hacía rato. Enseguida pude saber que esa zorra estaba presente...

-"Te dije que estaba cerca..."- dijo aquel cráneo para después soltar una risa macabra. -"Tómame entre tus manos y levantame... quiero verla con mejor detalle"-

Hice caso a lo que me dijo. La presencia se hacía cada vez más evidente hasta que finalmente salió de la oscuridad.

-Deberías entrar en pánico en este momento.

-Pues la verdad no se me apetece - Agarré a Elizabeth con el otro brazo libre. Esa perra había entrado por la ventana.

-Tu querido amante no quiso poseerte por las buenas para hacer más fáciles los planes , entonces me voy a encargar yo con mis propias manos por las malas. Ah , y también cobraré venganza de lo que me hicieron.

-¿Pretendes asustarme? - Sonreí burlona.

-No. Pero tu no debiste siquiera ni haber existido. Ahora debo eliminarte.

-"Mmm... si... ya veo... ciertamente eres un sucubo,"- dijo mientras la miraba con malicia, pues aunque sus cuencas estaban vacías, una luz brillante podía verse en el cuando algo le llamaba la atención.

-Ciertamente lo soy... - Respondió al cráneo con tranquilidad. En ningún momento se mostró alterada o algo por el estilo , al contrario , tenía puntos a favor que todo lo decía , hacía y analizaba con suma serenidad.

-"REPRIME AMAYA" - Pensé muchas veces internamente para no ceder a un impulso estúpido que me decía que le arrancara los ojos a mordiscos. Además la prioridad aquí era proteger a mi pequeña.

-Nunca - Pronunció en una seca respuesta - Estás de suerte princesa , el cráneo que tienes en mano es bastante peligroso para mi. Tu esposo está siendo bastante cuidadoso contigo... Pero en cuanto se descuiden , yo o algún otro estará ahí para asesinarte a ti y a ese parásito que tienes en tu brazo.

-¿Que tal si te digo que nosotros podemos ser un peligro horripilante para ti también? - Pronunció una voz masculina muy cerca de ella , que se había aparecido en un milisegundo detrás de ese ser.
Estaba haciendo algo de fuerza con una daga bendecida en mano , la cual la demonio sostenía con fuerza para que no se la clavara.

-Excelente - Se pudo notar un poco de emoción en su voz - ¡Magnífico!

-Yo sabía que mis seis sentidos no me fallaban. Podía sentirte con intensidad desde la distancia... incluso hasta olía tu aroma en el aire. Sucubo asqueroso.

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Por lo que pude notar , es que era la guardia especial del ejército. Pero no entendí nada ni me di cuenta en que momento había entrado y cómo. Me había perdido de algo , definitivamente.
Sabía que estaban super entrenados , pero ¿Sexto sentido? ¿De que hablaba?

Me sorprendí al escuchar un ápice mínimo de emoción en la voz de esa bella mujer.

-No solo posees armas bendecidas... al parecer el rey le oculta varias cosas a la iglesia. Y parece que también viceversa. Usas el poder de los demonios para la gracia divina... Interesante.

-La iglesia solo nos da las armas para combatirlos. El resto es otra historia... Pero no encuentro sentido alguno seguir contándola.

El tipo se separó de ella dando un salto largo hacia atrás , quedando ella en el medio , yo al fondo y él de espaldas a la ventana.

-"Este idiota va a provocar que la demonio se escape... Rápido, Lanzame!!!"- vocifero histérico el cráneo con su rasposa voz.

Obedecí sin chistar.
Luego solo me encargué de cerrar los ojos y abrazar a Elizabeth, en un acto instintivo de madre protectora.

Estando a mitad de su vuelo, el cráneo lanzo de su boca espiritus furiosos que embistieron al demonio y al guardia por igual, dejándolos a ambos en el suelo.

Una vez toco el suelo, el cráneo empezó a formar una forma humanoide, al principio una masa blanca y deforme, pero una vez estuvo completamente erguido este tenia la apariencia del demonio asesino que había sido consumido por el justo antes de morir.

No vi absolutamente nada porque me encontraba de espaldas y agachada , abrazando a una Elizabeth que me miraba con un claro puchero en su rostro. Luego se puso a llorar de nuevo.

-"Lista para engrosar mi repertorio, puta?"- Dijo cuando se acercaba al sucubo, que se encontraba aun en el suelo.

-Vaya halago... Supongo que sin la mitad de mis fuerzas las cosas terminan así.

Sin embargo , sonrió.

La sujeto del cuello y la levanto, para luego golpearla contra la pared repetidas veces con suma brutalidad.

Después la tomo de una pierna y la arrastro fuera de la habitación, buscando la estaca que necesitaba para matarla.

-Ese maldito bastardo se está tardando. Algo pasó.

-Ese idiota... De seguro se dio a mostrar , como siempre.

El último hizo una seña.
Comenzaron a subir por una soga que estaba atada en su otro extremo a un gancho , el cual se encontraba enganchado en la baranda del balcón.

-Apuesto a que está hecho pedazos...

-Yo a que le sacaron la cabeza o el corazón.

-No es momento de apuestas. Aunque más adelante pueden hacer las que quieran.

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Calmé a Elizabeth por un momento , con poco éxito , hasta que dejara de gritar tanto por lo menos. Empecé a mirar la habitación de reojo y vi al sujeto ese que había aparecido de la nada , el cual ahora se encontraba indefenso y desmayado.

Comencé a revisarle lo que traía encima. Saqué un mapa todo doblado , viejo y arrugado ; aquella daga bendecida , y unas especies de agujas gruesas y largas que no sabía ni para que servían. Me extrañaba que no llevara armadura. Pero definitivamente eran los de la guardia especial por el estandarte bordado en sus ropas , no con cualquier hilo , sino con unos de oro... y a juzgar por sus habilidades y dichos.

Me cayó una gota de sudor de la frente.

-"Quien diría que serias tan fácil de matar... Esperaba un poco mas de resistencia, por lo menos tu hermano duro un par de semanas, aunque claro el me enfentro a través de mi muchacho"-

Se burlaba de los pobres intentos que hacia por aferrarse al suelo, pues faltaban solamente unas cuantas puertas para llegar a la oficina de Marcus.

-Me atrapaste ¿Que sentido tendría ahora poner resistencia? Mi muerte es segura. No le tengo miedo a eso. Pero bueno... ya cumplí con mi objetivo.

Volvió a sonreír , pero maléficamente.
Su tarea no solo era intentar algo con aquel plan de la poción , sino también era informar.

-"Y tu objetivo era quedar atrapada en el interior de uno de los diablos mayores por el resto de la eternidad?"-

la dejo fuera de la oficina de Marcus y con una velocidad sobrehumana entro y le arrebato la estaca al escultor, para después darle una bofetada que lo dejo inconciente.

le arrojo la estaca a Andreas y volvió a su forma de cráneo.

-"Acaba el trabajo chico... Y date prisa que deje a tu princesa sola"-

Estaba completamente anonadado con lo que estaba pasando, luego vi a aquella mujer en el suelo y supe lo que tenia que hacer.

-"Al fin nos vemos de frente mujer..."- me puse de rodillas encima de ella con la estaca entre mis manos -"No se quien eres, ni por que haces esto... Pero se que debería matarte"- clave la estaca en el suelo a pocos milímetros de ella -"Pero no lo haré... En vez de eso voy a ofrecerte un trato... Tu vida a cambio de la de mi mujer y mi hija."- no parecía entender de que hablaba, así que fui mas claro. -"Te lo explicare; no se que es lo que ustedes planeen hacer con ellas, por eso te lo planteo así, a cambio de dejarte ir debes darme tu palabra de inmortal de que si las circunstancias se dan, tu debes perdonarles la vida a la princesa Amaya y/o a su hija, o al menos darle la oportunidad de defender su vida."- levante de nuevo la estaca entre mis manos y le pregunte:-"Aceptas?"-

-¿En serio piensas que si le perdono la vida a tu mujer y a tu hija , voy a sobrevivir? Si lo hago están los "otros" que querrán matarme. Así que es lo mismo. Ya mátame de una vez.

-"La diferencia es que si yo tomo tu vida serás consumida por "EL" y pasaras el resto de la eternidad siendo torturada en su interior, así que te lo voy a preguntar otra vez... Aceptas?"-

-No tengo otra opción - Suspiró muy pesadamente.

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Di vuelta el cuerpo del sujeto que aun seguía inconsciente , y noté que detrás de él llevaba sujeto a un cinturón dos bayonetas.

En eso , escuché el ruido de unas pisadas que se aproximaban lentamente. Alcé la vista y vi a unos tres tipos de gran complexión , altos y musculosos que me miraban fijamente.

-¿Está bien , princesa?

Palidecí.
Parecían esos ángeles que pintaban en las iglesias , solo que de apariencia más tosca y ruda... y peluda.

-Se ha desmayado - Lo señalé.

-Le he preguntado si está bien.

-No tiene porque hablarme así.

-Perdóneme , pero tratar con mujeres es demasiado complicado. Principalmente cuando no responden lo que pregunto.

-Pues me ve de pie ¿No?

-Eso es irrelevante. Pero no discutiré más. Al grano , había un ente sobrenatural aquí según este idiota - Pateó con no mucha suavidad el cuerpo.

-Así es. Pero ya no está más en esta habitación.

Me miró raro y algo sorprendido.

-¿Perdón? - Estaba confundido.

Al parecer él no tenía aquel "sexto sentido" que había mencionado el desmayado.
Yo no le quería decir lo del cráneo parlante... Debía inventar una excusa , rápido.

-"Entonces vete..."- me puse de pie y recogi mu cráneo del suelo. A el no le gustaba la idea de que la dejara escapar, pero entendía el motivo de mis actos.

Deje a Marcus ahí en el suelo, y regrese a la habitación a buscar a Amaya.