۩ღ Acacia Amarilla ღ۩ [Privado , Evil-Dog]

Ladelly obedeció instintivamente y se fue a esconder con su hermana. Sin embargo , Lucifenia insistió en no quedarse en el mismo lugar y seguir el recorrido , pero esta vez hacia la salida por un camino alternativo.

Haciendo eso , se encontraron con un tipo encapuchado , bastante alto que arrastraba partes de las armaduras de los desafortunados guardias del sur. Al parecer se las quedó mirando... porque no tardó en dejar lo que tenía en mano para comenzar a perseguirlas.

Ambas empezaron a gritar y a correr.

-¡Sepárate! - Le gritó Lucifenia.

-¡Si nos separamos es peor!

-No. Si nos agarra , lo hará por separado. Así que ve a la salida alternativa , tenemos esa ventaja de que conocemos el laberinto.

Ladelly asintió y tomó otra ruta.

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-Lo sé. Aun así te daré el tiempo suficiente para que lo asimiles. Y cuando termines de digerirlo , solo me buscas con cualquier excusa y vendré.

Sonreí.

Me encontraba en el centro del laberinto cuando escuche los gritos de las primas de Amaya, trate de regresar a donde las había dejado, pero desconocía completamente la estructura de ese laberinto.

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Devolví la sonrisa, pero no dije nada, tenia muchas cosas en la cabeza, que pasaría si esto se descubre, que pasaría con ella, o conmigo, que seria capaz de hacer su padre si se entera que su hija y unos de sus súbditos... o su prometido, no sabia nada de el, y si fuese uno de esos nobles ancianos con gran influencia como mas me temía, ¿y Amaya solo me usaba para arruinar su compromiso?, no quería pensar en que eso pudiera ser verdad, pero era una de las posibilidades.

Lucifenia hizo un desvío en el cual perdió de vista al tipo. Parecía una cacería , un juego del gato y el ratón.

-¿Donde se fueron las princesitas del sur? Me ahorran trabajo. Así lo hago por adelantado. Cuando las encuentren , verán.

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-Puedo adivinar de aquí lo que están pensando - Me puse seria - Estás dudando de la veracidad de mis palabras. No tienes idea de cuanto me lastimas.

Caminaba por uno de los pasillos cuando de repente escuche una voz hablando del otro lado del muro de arbustos, no sabia de quien se trataba, pero sin duda no eran ni Lucifenia ni Ladellly, no tenia a ninguna de las dos cerca, así que opte por la ofensiva.

-"APRENDE A PENSAR EN VOZ BAJA, IDIOTA"- grite mientas acribillaba el muro con dientes mágicos, sabia que no era un conjuro especialmente letal, pero al menos uno o dos de las docenas que lance habrían de impactar en mi objetivo.

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-"Te has vuelto una señorita bastante perspicaz Amaya."- Le dije con una triste sonrisa. -"Ciertamente mi cabeza esta llena de dudas sobre esta situación, pero te juro que, cuales quiera que sean tus planes, cuentas con mi apoyo incondicional"-

-Mi intención no es pensar en voz baja. Además , guardarán silencio en cuanto las tenga en mi poder - Eso parecía no haberle afectado nada en absoluto , pues seguía arrastrando las piezas de metal como si nada.

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-Pues es un plan que nos beneficiará a ambos. Pero que solo puedo realizar una vez estando casada.

-"Eres un hombrecillo muy gracioso, sabes?"- le dije mientras pasaba por uno de los hoyos que hice en la pared, -"Se ve que esas armaduras que llevas son muy pesadas, por que no me dejas ayudarte con eso..."

Utilice las armaduras que arrastraba aquel enigmático personaje como catalizador para invocar un golem de hierro, tal vez tenia cierta resistencia a la magia, pero estaba por verse como se las arreglaba para enfrentar una mole de acero cubierta de espinas.

-"Beneficiar...? "- No me gustaba para nada ese termino. -"Entonces no tienes intenciones de evitar tu boda"-

-Vaya que eres pesado... ¿Pero porque te ensañas conmigo? Solo intento cumplir con mi trabajo - Vio a esa bestia que se dirigía a él y soltó rápidamente parte de la armadura que se estaba transformando. Mediante unas palabras , comenzó a traspasar los arbustos como si se tratara del aire.

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Agaché la cabeza.

-Lo intenté y casi gané. Pero hay muchas cosas más en juego que los deseos de una princesa. Está en la mesa el futuro del reino y la seguridad de su gente. Y a mí me importa mucho eso también... y la única forma de proteger lo que más amo , estando tú dentro de ese grupo , es casándome con alguien que solamente me hará infeliz. Pero yo aspiro a mucho más... y eso es modificar ciertas leyes que me limitan bastante.

-"Síguelo, no lo pierdas hasta que este fuera del palacio,"- Acto seguido mi golem atravesó la pared por donde escapaba aquel sujeto encapuchado, dejando un rastro de destrucción a su paso.

Sabia que ese sujeto no era normal. y sin duda no iba a desistir de sus planes tan fácilmente, tal vez se detuvo por ahora, pero se que volverá.

-"LADELLY YA PUEDES SALIR!!!"-

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-"Tu pretendiente amenazo con declararnos la guerra si no te casabas con el? que clase de ser inmundo se atreve a hacer una cosa así?"- La incertidumbre me estaba matando, tenia que saber quien era.



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Ladelly obedeció.
Lucifenia no estaba muy lejos escondida y apareció inmediatamente al lado de su hermana pequeña.

Solo pudo ver el rastro de destrucción.

-Amaya se va a enojar cuando vea que prácticamente destruyeron su laberinto - Comentó la menor , apenada.

-Y cómo lo hará.

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-Una cosa así. Pero el que quiere declararnos la guerra es un familiar de él. Pero aun hay varias cosas que no me encajan , pero debo averiguarlas. Y yo sé que cuando esté casada me enteraré de muchas cosas más...

-"Realmente no me preocupa si Amaya se molesta conmigo, igual no creo que pueda molestarse mas de lo que ya esta"- le dije mientras contemplaba el desastre que había provocado mi enfrentamiento con aquel asesino. -"Lo importante es que tu y tu hermana están bien y que ese hombre se lo pensara dos veces antes de entrar de nuevo a este castillo."-

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Solte un suspiro de angustia -"Y cuanto tiempo falta para tu boda?"-

-Eso espero - Ladelly se ocultó detrás de Lucifenia.

-¿Que hiciste? - Le preguntó Lucifenia con cara seria. Nadie podría espantar a ese tipo como si nada con tan solo estar presente. Algo debía haber hecho. Prácticamente lo traspasó con la mirada.

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-Aun no lo sé. No han informado nada. Pero ya mismo deben estar con los preparativos... Pero ni siquiera me han llamado para tomarme las medidas. Hacen todo a mis espaldas y , en parte ,es comprensible - Miré a otro lado , avergonzada. Sabía que eso se debía a mi conducta "inapropiada". Debía reconocerlo.

Me agache  al ver que en el suelo había una mancha de sangre, la sangre estaba fresca así que debía ser de aquel sujeto, -"No eres tan duro después de todo, eh?"- dije en voz baja

Me levante y di la vuelta hacia donde estaba aquel par de niñas -"con un gracias es suficiente"- le dije sarcásticamente, tenia que evitar las preguntas a como diera lugar.

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-"Entonces supongo que no tengo mas opción que esperar, pero cuanto tiempo? cuanto tiempo tendré que hacerlo? cuanto tiempo tendré que soportar estar sin verte, sin oírte y sin hablarte?"-

-Uy Dios , que tipo más insoportable. Vamos Ladelly. Parece que alguien tendrá que dar muchas explicaciones al rey del norte y del sur - Agarró la mano de su hermana y prácticamente se la llevó a rastras.

Ladelly mantenía la mirada perdida.

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-No lo sé... Ni eso yo lo sé. Por eso... quiero aprovechar este tiempo en que sea princesa. Aun así no asumiré al trono hasta que mueran mis padres.

-"Supongo que no tengo de otra"- dije mientras las seguía, ahora podía sentir que mi criatura se encontraba ya bastante lejos, era cuestión de tiempo para que llegara a la distancia máxima a la que nos podíamos separar, por suerte una vez terminado el conjuro volvería a su forma original.

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-"A que te refieres con aprovecharlo?"-

La noticia de que una criatura extraña perseguía al asesino de los guardias del sur , no tardó nada en diseminarse por los dos reinos de Yellow. La gente estaba asustada y había entrado en pánico enseguida.
Todos hablaban de criaturas sobrenaturales y un sujeto que parecía un espíritu. Principalmente los más supersticiosos.

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-Me refiero a poder disfrutar el mayor tiempo contigo - Estiré una mano y con una sonrisa de lo más sincera acaricié una parte de su cabello.

Al día siguiente, El rey me había ordenado declarar sobre lo sucedido el día anterior, así que entre a una habitación llena de guardias, en ella se encontraban Ladelly y su hermana, que como de costumbre estaba de un terrible humor y en cuanto me vio me hizo saber con su mirada lo mucho que le desagradaba, en aquella habitación se encontraba el jefe de seguridad del palacio, el cual también me miraba de forma acusadora, aunque de un modo mas disimulado.

No dije nada al entrar, solo me senté en la silla que habían reservado para mi, no tenia de que preocuparme, pues hasta donde sabia nadie sospechaba de mi.

El Rey miró de soslayo al encargado de la seguridad de su palacio, como indicándole que podía empezar a hacer las preguntas y hablar.

—Puede comenzar por el principio — Mencionó el hombre tranquilamente, juntando sus manos.

-¿Y como sigue la historia? Porque prácticamente el laberinto de arbustos está destruído. Las princesas no vieron absolutamente nada porque estaban escondiéndose de ese canalla.

-¿Entonces nos está tratando de mentirosas? - Metió cizaña la mayor con una cara de póker total.

-Disculpe , pero entendió mal una cosa - Le dijo Ladelly al hombre - Nosotras nos escondimos luego de haber divisado a ese individuo.

-Entiendo... Disculpe por mi error. - Hizo una reverencia.

-Puedes retirarte - Esta vez fue el rey del sur quién habló.

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Yo estaba en el establo con mi caballo Fir. Estaba molesta porque ese idiota me había hecho perder tiempo esperándolo , cuando nunca vino. El tiempo que podría haber aprovechado estando con mi escultor.

Fir solo relinchaba continuamente , como respondiéndome. Sabía que él interactuaba conmigo y se sentía enojado cuando yo también lo estaba.

Salí de esa habitación para ir a buscar a mi compañero, los guardias me habían retenido toda la noche así que no había tenido oportunidad de recuperarlo, para mi suerte se encontraba en el mismo lugar donde lo deje.

-"Dormiste bien precioso?"-

-"Si fueras tan listo como tus antepasados sabrías que debes  guardarme mas respeto"-

-"Oh vamos, no me gusta estar molesto contigo, así que vine a que me pidas perdón"- me burlaba descaradamente de el, sabia que no era nadie sin mi, aunque para ser justos, yo tampoco habría logrado gran cosa sin el.

-"Deja de perder el tiempo, tu princesa te esta esperando en el lugar donde la dejaste plantada, y mas te vale no arruinarlo esta vez, pues es nuestra ultima oportunidad de salvar este plan"-

-"Este plan se arruino desde que llegue"- le dije mientras lo ponía en mi bolsillo.

Fui a buscarla al establo y en efecto ahí estaba, hablando con su caballo como una loca, me pare junto a una columna sin hacer ruido, quería escuchar lo que tenia que decir.

Solo empecé a tararearle una canción de amor que había inventado en ese momento. Más tarde me encargaría de plasmarlo en un pentagrama y lo interpretaría en el clavecín.

Fir se fue calmando poco a poco. La canción contrastaba muchísimo con mi lado caprichoso y parecía que me transformaba en otra persona totalmente distinta a la que solía demostrar continuamente. Mi corcel , finalmente se tranquilizó y finalmente su respiración dejó de ser tan acelerada.

De un canasto que había llevado , saqué unos cubos de azúcar que robé de por ahí y se los di con una gran sonrisa.

-Yo creo en tu amor. Por favor cree en mi mirada. Estaba triste con las lágrimas de ayer.. Ah~ No me dejes sola jamás. - Seguí balbuceando ignorando todo a mi alrededor.