۩ღ Acacia Amarilla ღ۩ [Privado , Evil-Dog]

-"Es difícil imaginarse un disgusto tan grande que te haga desmayarte. supongo que su nuevo pretendiente no era lo que esperaba"-

No quería propasarme con mis comentarios, pero tenia que saber quien era.

-Yo tengo ojos para una sola persona - Puse mirada interesante. Me sonrojé lo suficiente como para que lo notara y no tardaron en aparecer ciertas fantasías en mi cabeza.

Quería que me preguntara quien era esa persona para hacérmela más fácil , he de admitir.

-"Y quien podrá ser esa persona tan afortunada"- le dije en tono de broma, aunque por dentro la incertidumbre me carcomía.

Entonces escuche que llamaban a la puerta, lo cual era extraño pues no esperaba visitas y los sirvientes del palacio sabían que no debían interrumpirme mientras trabajaba.

Cuando le estuve por decir y soltar toda la verdad, mi verdad, confesar mis sentimientos hasta vaciarme entera, la maldita puerta ¡Tuvo que sonar!

— ¡Amaya! ¿Has visto a Lucy? — Era mi prima, Ladelly. Su inconfundible voz — Lo siento por interrumpir — Era evidente que estaba arrepentida por su gran sonrojo.

—NO, NO LA HE VISTO — Respondí de una forma muy ruda — Así que si eres tan amable, sigue buscándola tú sola que yo estoy ocupada en mis cosas. Adiós — Cerré la puerta nuevamente.

— ¡No pensé que ibas a molestarte tanto, prima!

— ¡Que no estoy molesta! — Grité a través de la puerta. Luego escuché sus pasos alejarse. Suspiré con pesadez y volví a sentarme en donde estaba.

Ya había perdido el rumbo de la conversación del enojo que surgió en mi.


Dirigí mi mirada hacia él.

—Se lo diré después. Hoy mismo — Le dije al fin — Y mi prometido es un torpe al que puedo quebrarlo con berrinches — Lo dije como si nada. Con él siempre me podía desahogar.

Mientras tanto, en otra parte del castillo. Astaroth recostado en uno de los sillones de los tantos pasillos de aquel palacio, mantenia una conversación con su compañero No-muerto, quien descansaba sobre su pecho.

-"No se por que, pero tengo el extraño presentimiento de que en este preciso momento alguien esta hablando sobre mi"-

-"En este preciso momento todo el maldito continente debe estar hablando de ti"-

-"Aquí vamos de nuevo..."-

-"En que diablos pensabas con lo de esta mañana? sabes perfectamente lo que esta en juego. y que con eso de que le contaras el resto de la historia?"-

-"Pues que pienso contarle el resto de la historia."-

-"Siempre has llevado la mascara de tu oscura religión como una herida autoinflingida"-

-"Que se supone que significa eso?"-

-"Siempre has querido gritar a los cuatro vientos la verdad sobre tu identidad, pero cuando alguien esta cerca de descubrirte haces hasta lo imposible para que esa verdad no salga a la luz"-

Como siempre el tenia la razón, me conocía perfectamente, pero como no habría de hacerlo, si ha estado a mi lado desde que tenia 10 años.

-"Puedo sentir que alguien se acerca..."-

Era cierto que no quería que me descubrieran, pero tampoco tenia ganas de seguir hablando con ese maldito cráneo, así que lo arroje hacia el interior de uno de los jarrones de la esquina e hice  como que ahí no había pasado nada, nada sobrenatural por lo menos.

En eso, llegó corriendo Ladelly, con una cara pálida del susto y horrorizada. Tenía las manos ensangrentadas y la expresión de como si hubiera visto un fantasma.

—Los dos guardias… Los dos guardias del palacio — Pronunció solamente, en shock — ¿¡Lucy donde está!? — Gritó de repente. Estaba preocupada porque no aparecía por ningún lado.

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El escultor comenzó pronto a hacer su labor. Yo estaba quietecita sin decir ni una sola palabra. Pero tenía una angustia en el pecho que quería salir para afuera mediante sollozos. Hice fuerza interiormente para que esto no sucediera, pero salió. Y con ella también el inicio de lo que sería una confesión.

—Lo siento— Hablé en voz baja , pero lo suficientemente alta para que me escuchara — Debo decirle algo muy importante , pero solo si promete que quedará entre nosotros dos.

-"Los guardias? ellos te hicieron esto? de quien es esa sangre?"- le dije mientras ponía mis manos en su rostro, la niña estaba en shock y lo único que podía hacer era evitar que desviara la mirada y tratar de hacer que me respondiera.

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-"sabes que puedes decirme lo que sea"- Le dije con una sonrisa -"pero te molestaría si dejamos lo de  escultura por hoy?, aun no me repongo de mi viaje por completo."-

—Son de los guardias. Los fui a tocar porque estaban inmóviles y cuando lo hice, solo se cayeron porque estaban degollados — Se puso a llorar peor — Y temo que a Lucy le haya pasado lo mismo porque no la encuentro por ninguna parte. ¡No sé para qué le dijo ESO! — Le reclamó.

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—No hay problema — Hice un intento de sonrisa — Lo que quería decirle es que… la persona que yo realmente amo en verdad no es nada más ni nada menos que vos. Y puedo jurar ante Dios que no estoy haciendo una broma ni nada por el estilo, pues no jugaría con mis sentimientos y mucho menos con los suyos, si es que llega a sentir algo por mi también — Se me cerró la garganta — Solo quiero decirle que pase lo que pase, al que siempre miraré con otros ojos no será a otra persona más que vos. Y siempre estará en mi memoria hasta el día que tenga que cerrar estos dos ojos.

Me paré de un salto y fui corriendo a abrazarlo.

Entonces sentí un mal presentimiento, algo no estaba bien, naturalmente que esa niña se haya topado con dos guardias guardias con la garganta abierta no era algo como para no tomarlo en cuenta, pero había algo mas, algo que en esa historia no cuadraba tal vez, aun así, si había un asesino en el palacio, no podía dejarla sola.

-"Escúchame Ladelly, necesito que pongas atención, iremos por algunos guardias y después buscaremos a tu hermana, pero primero tienes que llevarme al lugar donde te paso esto, Entiendes?"-  

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Estaba sin palabras ni mente estaba en blanco y mi cuerpo tan inmóvil como la piedra que tallaba todos los días. la única reacción que pude dar fue abrazarla, abrazarla con todas mis fuerzas, aunque no debía, no podía hacerlo, pero aun así lo hice.

Ladelly asintió, aun temblando de la misma impresión que se había llevado. No quería ir de nuevo allí.

— ¡No! ¡No quiero ver esos cadáveres de nuevo! — Exclamó aun sollozando. Se sentía inmunda al tener la sangre de unos muertos en sus manos. Siguió negándose rotundamente a ir para allá.
La imagen esa había sido demasiado escabrosa para su frágil mente.

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Empecé a llorar como nunca lo había hecho en toda mi absurda vida. Simplemente sentí un dolor tan grande en el corazón que lo tuve que abrir de par a par. Era en ese momento o nunca más.

Dicen que la duración de un llanto normal es de tres minutos. Yo creo que estuve como diez minutos allí. Él estaba inmóvil, en silencio, tanto que me hacía poner muy nerviosa y causó que llorara todavía más.

—Yo lo amo de verdad.

-"Estas temblando"- le dije mientras limpiaba la sangre y las lagrimas de su rostro -"No te haré verlos de nuevo, pero necesito que me lleves, es el único modo de encontrar a tu hermana."-

Realmente no necesitaba que me dijera en donde encontrar esos cadáveres, con solo seguir el rastro de sangre que dejo hasta donde me encontraba me era suficiente, pero si la dejaba sola no podría garantizar que estaría a salvo.

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Que estaba haciendo? ella era mucho menor que yo, y si eso no fuera poco estaba a punto de casarse. Pero si le decía que sentía lo mismo por ella, si le decía que la amaba, tanto o mas de lo que ella a mi, entonces que pasaría después?

— ¡A Lucy! — Exclamó la joven al apenas escuchar que la mencionaba. Entonces aceptó y empezó a guiarlo. Y si, allí, definitivamente, estaba el charco de sangre, pero no los dos cadáveres — ¿Eh? Pero si aquí se encontraban… ¡No puede ser! — Igual apartó la vista para no ver la laguna roja del suelo.

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Al ver que no respondía, que estaba prácticamente volando en otros cielos, decidí tomar una gran iniciativa. Y lo terminé besando. Esta vez puedo decir con certeza que no fue un impulso.

Era muy extraño, sin duda la sangre era fresca y era bastante, pero no había cadáveres, y no parecía que los hubieran arrastrado, pero los guardias llevaban armaduras muy pesadas como para que simplemente los levantaran y se los llevaran, una persona no podría hacer eso sola.

-"Ladelly, sabes que hacían esos dos guardias en esta zona del palacio?, por lo general aquí nunca viene nadie, se supone que tenían que cuidar algo?"-

Di la vuelta para verla y me di cuenta que estaba completamente empapada de sangre, así que me quite el abrigo y la cubrí con el.

-Bonita, necesito que me digas todo lo que sabes y que no omitas ningún detalle."

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-"Amaya... yo... tu boda..."- no podía pronunciar ni media palabra, no podía corresponderle, aunque era  lo que deseaba con toda mi alma, quería decírselo, quería decirle lo mucho que la quería, que a donde sea que fuese pensaba en ella, que cada que veía el cielo nocturno veía sus ojos en las hijas del firmamento. pero como...

—Esos guardias son del sur. Me estaban ayudando a buscar a Lucifenia. Pero les dije que esperaran aquí, que yo iba a ir a fijarme en una habitación que estaba cerca. Pero luego oí gritos y alguien que hablaba, salí de esa habitación en donde hay muchos cuadros  y me dirigí hacia ellos. Me extrañó verlos sentados en el suelo y cuando me fui a fijar estaban muertos — Empezó a llorar nuevamente.


Nada tenía sentido. Lucifenia no podría haber sido, a pesar de que ella llevaba siempre su puñal. Pero tampoco se podía comprobar cómo eran los cortes para ver si coincidían con el arma blanca de la princesa mayor del sur.  
Pero por lo que pintaba, esta era una advertencia para la familia real del sur. Y de que también habían varios infiltrados.

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El dolor más grande fue que no me dijera nada de lo que yo quería oír. Supongo que no me amó nunca y jamás lo hará.

— ¡Mi boda me importa un bledo! ¡Pero está bien! Aceptaré… aceptaré tu silencio — Lo estaba tuteando descaradamente — Si no me queda más remedio que hacer eso… convivir con tu silencio. Convivir con el hecho de que tal vez no sientas lo mismo… Yo solo... yo solo quería llevarme un momento de felicidad , para recordarlo toda la vida. Pero supongo que esto es lo que me toca.

-"Mira entiendo que estés asustada, no hay tiempo para llorar, tengo que llevarte a donde estés segura, asi que dime donde fue el ultimo lugar donde viste a otras personas?."-

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-"Entonces que sea nuestro secreto"- le dije  mientras levantaba su rostro para poder verla a los ojos.

-No sé. Yo estaba con ellos buscando a Lucifenia solamente , no presté atención al resto.

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Al no obtener ni un si ni un no , mi corazón , realmente , se rompió en pedazos.

-Perdón por quitarte tu tiempo - Lo solté.

-"Ladelly, trata de hacer memoria, en donde estaba la ultima persona que viste con vida?"-

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Sujete su mano antes de que me dejara, tenia que decírselo, era ahora o nunca.

-"Por favor... no te vayas... yo también siento algo por ti, no se como expresarlo pues mi garganta esta hecha nudos, pero te juro que es verdad."-

La niña trató de hacer memoria. Aun así estaba algo, sino bastante bloqueada.

—En el jardín tipo laberinto.

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No podía creer lo que estaba escuchando. Ni siquiera caí en la cuenta. Y por su expresión podía saber que lo que me decía era verdad y no una horrible mentira.

—Entonces me quedaré esperando a que puedas expresarlo — Me volví a sentar en el sillón.

-"vamos iremos a ese jardín entonces."-

Tenia que hacer algo, pues aun con mi mal presentimiento y todo, una princesa muerta o secuestrada podría arruinar todo por lo que me estaba arriesgando tanto.

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-"Ni siquiera se por donde empezar, por un lado me llena de alegría saber que lo que siento por ti es mutuo... pero por el otro no puedo evitar pensar que esto esta mal, en mas de un sentido."-

Lo guió hasta el laberinto y allí, una vez que se adentraron bien al centro del mismo, pudieron ver que allí estaban los cadáveres de los guardias del sur, pero esta vez sin las armaduras puestas.
Los cortes de sus cuellos no coincidían con la daga larga y fina de Lucifenia, sino más bien con una hoja de una daga tipo ondulada.

Ladelly largó un grito de horror cuando vio los muertos. Incluso quiso salir corriendo.

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— ¿Qué es lo que determina lo que está bien y lo que está mal? ¿Cuál es la delgada línea que los separa? Si amar es un pecado, entonces arderé en el infierno. Pero te advierto : Nunca voy a poder desechar este amor. Ya te dije , moriré pensando en ti.

Podía reconocer esos cortes donde sea, los habían hecho con un Kris, una daga ceremonial propia de los antiguos nigromantes, la conocía perfectamente tenia una docena de ellas en casa, sin embargo lo que me pareció mas extraño era que esa daga era muy poco practica para hacer cortes, el filo de su hoja esta hecho para apuñalar, un asesino experimentado debería saber eso, a menos que esto no lo hubiera hecho un asesino... entonces un horrible pensamiento asalto mi mente; daga... los cuerpos que parecían haberse levantado solos, esto parecía tener la firma de otro nigromante. En mi incertidumbre solo podía pensar en una cosa, ese laberinto solo tenia una entrada y una salida, y nosotros veníamos siguiendo al asesino.

Tome a Ladelly y le cubrí el rostro para que no siguiera viendo esa horrible escena, y la lleve a la salida de ese laberinto atravesando los muros de vegetación esperando encontrar encontrar indicios que me llevaran al autor de este crimen.


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-"La diferencia es a las personas que te llevas por delante con tus acciones, y con sus consecuencias, me duele terriblemente decírtelo Amaya pero tanto tu como yo sabemos que en este mundo no somos libres de hacer lo que nos place, tu eres una princesa y yo soy tu súbdito, tu tienes una vida por delante, eres apenas una joven y yo.. yo soy..."-

No termine la oración que estaba a punto de decir cuando un grito desgarrador entro por la ventana.

Entonces , mientras estaban saliendo de ahí , una mano le tomó del tobillo a Ladelly de entre las plantas , causando que esta cayera al suelo. Aunque esa mano parecía ser la de Lucifenia.

-¡No grites! Soy Lucifenia Vengo escondiéndome para ver quién es el tipo - Le susurró a lo bajo. No tenía ni idea de que estaba acompañada.

-¡LUCY! - Exclamó de nuevo.

-¡Que no grites! Está por aquí.

Por suerte el laberinto era lo suficientemente grande como para tener tiempo para escapar.

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-¿Y no confías en que puede que seamos libres si llego a hacer algo...? Mejor dicho ¿No confias es mi?

En eso escuchó ese grito.

-¡¿Que es lo que sucede allá afuera?! ¡No puedo estar en paz un segundo!

-"Vaya, parece que al fin apareció la pequeña lucy, oye, puedo saber que diablos haces ahí metida?"-

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-"La verdad no puedo imaginar como podrías hacer eso posible"-

— ¡Que te calles! — Pero esa voz no había sido de su hermana — Cállense ambos. Escuchen.

En eso, no muy lejos, se oyó el ruido de unas pisadas y de metal arrastrándose por el piso.

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—Tengo un plan. Pero aun no puedo revelártelo. Siquiera debí decirte que tenía intenciones de efectuarlos.

Estaba a punte de hacer un comentario sobre lesbianismo cuando escuche que a pocos metros algo se movía.

-"Ladelly escóndete con tu hermana y no salgas hasta que yo te diga, iré a ver que fue ese ruido, con suerte serán guardias del palacio."-

Sabia que no eran guardias, pero si realmente había una amenaza tenia que encargarme de ella y no podía dejar que me vieran usar magia. Cautelosamente me acerque por entre los arbustos, no llevaba mi cráneo conmigo, pero aun así tenia suficiente energía como para levantar un pequeño batallón de criaturas,

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-"Amaya, discúlpame si las respuestas que te doy son demasiado frías, pero es que esto es demasiado repentino para mi, sin embargo ahora que sabemos la verdad no hay vuelta atrás."- le dije mientras tomaba su mano