۩ღ Acacia Amarilla ღ۩ [Privado , Evil-Dog]

—Ahora ya me levanté. Vamos o me voy yo sola— A veces me era inevitable mandonear.

-"Bueno... yo nada mas decia"- Me levante de la cama y salimos a la calle, realmente no tenia ganas de hacer nada, pero tampoco quería irme a dormir.

La villa no era nada fuera de lo normal, calles empedradas, casas de madera; una humilde villa a fin de cuentas. La lleve a mitad de una plaza y nos sentamos al borde de una fuente.

-"He estado pensando en lo que me dijiste hace rato... lo de que la gente solo te dirigía la palabra para adularte o para mentirte, quieres haberme de eso?"-

Relajé los hombros por un momento antes de comenzar a hablar.

—Nadie tiene el valor para corregirme a veces lo mal que hago las cosas, o sobre lo que digo. Hacen caso omiso a mis conductas… infantiles y no son capaces de decir algo a modo de disciplina para ser alguien mejor en la vida. Piensan que los voy a mandar a decapitar como a ese tipo, solo que esa vez fue ligeramente diferente lo que sucedió, porque me ofendió en serio; pero esto es diferente. Se encargan de decirme lo bien que hago al hacer algunas estupideces (sabiendo yo que está mal) en vez de corregirme para mi bien. Como si fuera perfecta o la misma reencarnación de un Dios. Y eso me hace sentir que no puedo confiar en nadie... y además,sola.

Tome un poco de agua de la fuente y me humedeci el rostro para no quedarme dormido.

-"Bueno, ahora ya no vas a estar sola"- Dije mientras le acariciaba el vientre.

—Yo… Bueno, si, tienes razón— Miré sus manos acariciándome.

Me puse a pensar en Ladelly y Lucifenia, las cuales habían estado presentes toda mi vida, desde que había nacido prácticamente, acompañándome. Pero ahora Ladelly ya no estaba y Lucifenia era una persona totalmente distinta, cegada por su nuevo poder… Y pensar que yo me dirigía antes por el mismo camino.

Deje de acariciarla y me lleve las manos a los bolsillos -"A veces siento que eres un poco fría conmigo, como si me evadieras cuando trato de demostrarte afecto... y no me refiero a cuando trato de convencerte de que te acuestes conmigo, sino cuando trato de que no lo hagas"-

—Ya veo… No lo hago a propósito. Cambiaré eso de mí, lo prometo — Agaché la cabeza en signo de arrepentimiento.

—Supongo que es porque no estoy a gusto conmigo misma y no quiero que me toquen o me digan nada porque estoy disconforme a veces con todo y otras porque sencillamente me siento mal como para que me estén encima… Pero son solo rabietas estúpidas de mi parte.

-"Ya es bastante tarde, y creo que ya estoy listo para irme a dormir"- Me puse de pie y le tendí la mano para que fuera conmigo

Le tomé la mano con gusto , pero apreté el agarre para que no se sintiera mal, después de todo.

Regresamos a la habitación pero ahora ya ni ganas de recostarme tenia, sin embargo me senté en la cama recargado en el respaldo de la misma.

-Buenas noches- Me despedí luego de tanto tiempo de no ser educada.Me acomodé, lista para descansar.

Estuve varios minutos ahí sentado hasta que me aburrí y me puse a caminar de un lado a otro en la habitación, de la ventana a la puerta y viceversa, al final acabe por quedarme dormido en el suelo recargado en la cama.

Cuando abrí los ojos, había un tipo dentro de la habitación con la misma ropa que Andreas… Este solo sonrió cuando me vio. Antes de que abriera la boca para gritar, me la tapó con una mano. Parecía haber estado esperando a que despertara para hacer algo.

Esa noche dormí sin soñar nada, la macha carmesí que provocaba mis pesadillas al fin se había secado. poniendo fin a mi tomento.

Me despertó el movimiento que hacia la cama en la que estaba recargado, supuse que era Amaya que se preguntaba por que no estaba recostado yo también asi que me levante u me di la vuelta para recostarme también en la cama, cuando veo que hay alguien mas en la habitación con nosotros, vestido como los mercenarios a los que contrate para conseguir información.

-"Tienes tres segundos para dar una explicación satisfactoria antes de que desparrame tus viseras por todo el cuarto... tres y van dos"-

—Bueno… El jefe pidió una “paga” por adelantada antes de darte cierta información que conseguimos. Pero, a su vez, también venía a cerciorarme de que no estabas marchándote sin hacerlo antes — Me miró y me guiñó un ojo — Sino adiós al frágil cuello de la princesita.

Levante la mano e hice como si apretara su cuello, mientras pronunciaba palabras que ni los mas crueles demonios se atreverian a pronunciar. mientras lo hacia mi saliva se volvio completamente negra y la cara de aquel sujeto comenzó a decrepitarse, como si envejeciera de una forma acelerada. cuando termine de pronunciar aquellas palabras el hombre estaba en el suelo de rodillas, respirando con dificultad.

-"El trato fue que le pagaría cuando obtuviera la información... y no estoy huyendo, el sabe perfectamente donde puede encontrarme, así que si no tienes esa información, lárgate"-

Simplemente vi como el sujeto siguió agarrándose el cuello y trató de abrir la puerta para salir huyendo , pero simplemente cayó en el suelo.

—Lo mataste. Yo sabía que esto iba a traer problemas. Tu y tus amigos.

Suspiré pesadamente. Ahora sí estaba realmente molesta, no quería ni dirigirle la mirada.
Tan solo tomé mis cosas, dejé tirado al tipo, pero lo corrí con el pie para sacarlo de la puerta y salí.

Salimos de esa villa y cruzamos la frontera, que no estaba muy lejos, a los pocos kilómetros se encontraba la armada del Este, que cuidaba la linea dia y noche.

-"Al fin"- dije aliviado mientras nos acercábamos al campamento de la que era la división que comandaba.

Yo seguía un poco molesta aun, tanto que ni me di cuenta que habíamos llegado. Solo estaba centrada en mi enojo y en dirigir a mi hermoso Fir.

-"Alguna vez te comente que soy un teniente?"- Le pregunte tratando de hacer platica

—No— Contesté de una manera seca y veloz.