۩ღ Acacia Amarilla ღ۩ [Privado , Evil-Dog]

La cara de Lucifenia se transformó de repente. Pero luego trató de disimular su expresión de gigantesca sorpresa con tal de no alarmar a la pequeña princesa.
Soltó la espada y la dejó caer enseguida al suelo de mármol blanco. Agachó la cabeza.

—Lo recuerdo perfectamente — Le siguió la conversación — Pero ahora soy muy diferente. Tres años y muchas dificultades me bastaron para cambiar. Y como prometí , Elizabeth está en perfectas condiciones.

-"Me doy cuenta que a Eli nunca le a faltado nada en cuestión de lo material, y te lo agradezco de una forma que no te imaginas."-

Me di la vuelta a con el y le dije muy despacito,como si fuera un secreto.

-"Por que no vas y te quitas esa ropa tan ajustada y te pones uno de tus vestidos mas cómodos para que salgamos a jugar un ratito con Fir?, mientras tanto hablo con tu tía de unas cosas aburridas de adultos?"-

Había muchas cosas que decir y también muchas explicaciones que dar, y no quería que Eli escuchara ninguna de ellas.

Elizabeth se le iluminó la cara.

— ¡Siii!— Festejó — ¡NANA! — Gritó, mientras se iba corriendo por la puerta.

—Eso sí que fue fácil— Comentó mientras la veía alejarse — No sólo le he dado lo material a la pequeña, sino también me he hecho la persona con quien pueda contar siempre y descargarse. Y ahora que es la princesa, no quería que tuviera la misma infancia restrictiva de Amaya, después de todo, tan solo es una niña que le gusta comer pasteles de limón y jugar…. Además está viva —Lo decía porque había jurado protegerla— No tengo la menor idea de cómo estás vivo, pero me imagino que estuviste buscando a mi prima por cielo y tierra. Yo también lo he hecho, pero aun no obtuve ningún resultado; Los espías no recolectaron más información que los planes para atacar la frontera, pero hasta ahora pudimos resistir — Cerró el puño ante eso — Es como si se la hubiera tragado la tierra. Yo sé que está viva, lo puedo presentir.

-"Amaya no desapareció, como no pude conseguir ayuda del Éste, volvi por ella. Y por poco lograbamos escapar cuando nos atacaron un grupo de mercenarios "Los lobos de hierro" se hacen llamar.

>> los he buscado por todos, a ellos y a Amaya, pero no he encontrado ni rastro, como si nunca hubieran existido."-

—Mercenarios… Seguro la vendieron al Oeste. No creo que la hubiesen matado si tenerla viva significaba una gran recompensa por la cabeza de mi prima — Se cruzó de brazos, pensativa — Por cierto, encontré en el castillo de la playa algo que te puede interesar. Uno de los objetos sagrados. La corona de espinas.

-"La corona... puedes mostrármela?"-

no estaba seguro de que la corona fuera realmente algo de utilidad, pues en el libro se mencionaba mas no decía como era ni para que servia.

Lucifenia asintió y salió de la habitación de Elizabeth, para comenzar a caminar en dirección a la parte subterránea del lugar. Había miles de cámaras secretas allí abajo.
Se paró en frente de una “puerta”. La “puerta” estaba hecha de espinas muy grandes.

—No te recomiendo tocar estas espinas si quieres pasar— Habló Lucifenia sin mirarlo — Soy la reina. Retíralas para que pueda entrar.

Enseguida, lo que era una maraña de esas cosas, se disminuyeron en tamaño y se introdujeron en la mano de Gammón.

—Ya era hora— Este estaba con el ceño fruncido. Si no fuera porque esa energía no provenía de él, ya estaría muerto por andar las casi veinticuatro horas encerrado bajo tierra protegiendo esa dichosa corona.

—No te quejes, la paga es mejor que cuando estabas en el Norte— Lucifenia se dirigió hacia el lugar donde estaba la corona y la señaló — Es esa. Pero te advierto una cosa: Está “incompleta” — Miró la mano de Gammón sangrar.

Este último solamente suspiró.

—Le falta una espina — Mencionó este — Porque la tengo dentro de mi cuerpo.

-"Y hace alguna diferencia el que este incompleta...? ah por cierto, la espada también esta... bueno, digamos que ahora es una daga con una empuñadura grande"-

Entonces le explique lo de malebolgia, lo del asesino y los demás a los que buscaba para recuperar sus poderes, no le conté la relación que tenia el demonio conmigo ni tampoco lo que me había pasado cuando se llevaron a Amaya.

—Esto es peor de lo que pensé. En esta búsqueda vas a necesitar ayuda y no me digas que puedes hacerlo solo. Y respondiendo a tu primera pregunta, no lo sabemos. No sabemos si esto le resta poder a la corona.

—Tengo esta espina dentro de mi cuerpo hace años. Lo único que pude comprobar es que una sola es lo suficientemente poderosa como para no usar mi energía propia y desgastarme, drenar las fuerzas vitales de los demás y también se las puede utilizar de forma ofensiva. Una herida con una espina de esas mataría a cualquier cosa…aunque no entiendo porque no me ha matado a mí.

—Gammón ha sido apuñalado con una de esas enormes espinas en el pecho, quedándose dentro de él e incrustándose en su corazón. Ahora que pasan todos estos problemas, la persona que él consideraba solo como un ser oscuro ahora podría ser alguien de Amatista.

—Y esto sucedió hace más de una década. Creo que unos cuantos años antes que naciera la Princesa Amaya… — Se cruzó de brazos. Necesitaba a Octo para que cerrara la herida.

—En fin… Necesitarás a la guardia especial y a Marcus y sus conocimientos. También que los espías te informen TODO.

-"Lo entiendo y acepto la ayuda, y respecto a la corona, Saben que pasa si se la ponen? es decir, Por lo que me dices una sola espina es bastante poderosa, entonces la corona completa podría ser suficiente para derrotar a Malebolge... pero es seguro usarla?"-

—Nadie se la ha puesto y tampoco hemos comprobado si es segura usarla o no… Hay que ver quién se la puede poner también sin que le haga daño. Si a Gammón no lo mató una espina en el corazón, esto quiere decir que quedan aun más cosas que averiguar de esta corona.
>>Mientras tanto vayan haciendo los preparativos para partir cuanto antes. Yo reuniré la información de los espías y te la comentaré apenas me las acuerde con detalle.

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Han pasado exactamente tres años desde que ella llegó aquí. Y hace exactamente tres años que hice mi promesa, pero considero que la he cumplido a medias.

En este tiempo me he dedicado a recolectar ingredientes para hacer pócimas que dentro de un tiempo me servirán para completar esta misión que yo me encomendé y me obligan a efectuar. También tardé bastante tiempo en juntar y robar las energías necesarias de los hombres para aumentar así mi poder perdido… y ustedes ya saben perfectamente como hago eso.

Fuera de eso, no he estado haciendo otra cosa, con excepción de algo totalmente distinto para mí… he estado criando una niña que siquiera me pertenece. Una niña a la que condenaron a muerte, pero yo la salvé, no solo por cumplir con mis obligaciones, sino por compasión.

Su madre no sabe que esta niña está viva, pero seguro tiene la esperanza de que lo esté después que intentaron arrebatarle ese anhelo cuando ella nació y la separaron de su lado.
Tampoco nadie tiene la más pálida idea de la existencia de esta criatura. Si me llegaran a descubrir, me matarían… Ahora tiene dos años. Es realmente hermosa y está aprendiendo a hablar. Por ahora balbucea casi enteramente en el idioma inglés, dialectos antiguos que le he enseñado y alemán. Hago lo mejor que puedo para que esté bien y en un pequeño futuro se reencuentre con su madre biológica.

Por ahora se llama Carrigan, en honor a la diosa celta y a la asesinada reina del Oeste, Morrigan. Si mal no lo recuerdo, el nombre que le dio su madre fue “Isabel”. Pero tuve que omitirlo por obvias razones. Nunca la saqué de la casa.

Mordred, su majestad, no sospecha, por el momento.

-"Y a donde exactamente es a donde vamos?"-

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Del otro lado del continente, eb el palacio de Yellow del norte malebolge reflexionaba sentado en un enorme trono negro hecho de huesos.

Todo Yellow del norte estaba bajo su dominio, y ni siquiera necesitaba hacer uso de su ejercito para defenderlo, la tierra era totalmente inhóspita, sombras atroces vagaban por la tierra libremente, la temperatura estaba por encima de los 50°, todos los ríos se habían secado.todas las plantas se habían secado y el cielo siempre estaba cubierto por una densa capa de nubes color rojizo, como si el cielo se estuviera incendiando.

—Buena pregunta. Pues tendrán que idear un plan de cómo evadir a esos mierdas que andan por la frontera fastidiando — Pateó una piedrita — Sólo hay un camino que pueden tomar sin que los persigan, pero es muy peligroso por las criaturas que rondan por ese lugar. Un espía los dejará en la entrada de este, pues no aparece en ningún mapa. Tengo entendido que ese camino termina en el comienzo de un pequeño pueblo que tiene otro sendero sin guardias que se dirige hacia la capital.

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Mientras tanto , en el otro castillo que quedaba en pie , que estaba cerca del Este , el más pequeño del reino, estaba Razziel contemplando sin poder salir de aquel terreno , como todo estaba más que muerto y no había ni una sola persona que siquiera pasara por esos caminos.

—Esto es un desastre— Hablaba para sí mismo — Amaya… — Empezó a mirar los retratos de la familia, de generaciones anteriores incluso. Todos guerreros y luchadores.
Lo extraño de todo eso, es que si Amaya estaba muerta, por lo menos su alma nunca se había presentado ante él.  Por eso creía firmemente que estaba en vida, aunque seguro algo le había pasado como para que todo estuviera en aquellas deplorables condiciones.

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Había estado toda la noche mezclando ingredientes para pócimas comunes. Ahora que tenía que gastar el doble, debía preparar más cantidad de estas cosas para venderlas inmediatamente a cada cliente que se acercara y me lo pidiera.
Trataba de respetar el hecho de no meter a la niña en medio de mis prácticas, para así mantener intacta su pureza. Yo era un súcubo, después de todo… Nadie sabía que yo lo era, excepto el rey y la nueva corte.

Miré a Carrigan que intentaba ayudarme alcanzándome las cosas para la preparación.

—No te encariñes mucho conmigo, que pronto sacaremos a tu madre de donde está. Pero primero deberé hacerle unas visitas previas — A pesar de que eso sería sumamente peligroso pues podían detectarme enseguida— Luego capaz me maten o no me veas nunca más — Si me encontraba quién sea, los buenos como los malos, estaba segura que moriría.

—Morgana… — Se señaló los pies.

—Pronto te daré algo para mejorar ese problema…

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-"Por un sendero, por muy desconocido que sea tarde o temprano vamos a llegar a algún puesto de revisión... Pero que tal si fueramos encubiertos, es un poco alocdo, pero se me ocurre lo siguiente:

>> Amatista al estar en guerra ya no puede abastecerse como lo hacia anteriormente, pues era Yellow con quien tenia tratados de comercio. Los suministros deben de ser enviados desde fuera del continente por medio de barcos, Que tal si interceptamos un barco y nos hacemos pasar por comerciantes? Si llevamos mercancías reales será mas fácil armar una coartada convincente si nos encontramos con una patrulla.-

Código:

—Es bastante arriesgado… Pero podría funcionar, definitivamente. Pero si los atrapan, no podré hacer nada para ir a rescatarlos — Advirtió— Entonces quedamos así.

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Mientras tanto, la pequeña Elizabeth esperaba impaciente acostada en uno de los sofás, en la galería con los cuadros. Si bien ya los habían visto miles de veces, los retratos de sus tías de pequeñas y el de su madre con una peluca gris de peinado extravagante, eran los que más le llamaban la atención.

-"Perfecto, entonces avísame cuando encuentres un barco que cumpla los requisitos y... bueno, lo pedimos prestado o algo. Ahora si me disculpan tengo tres años de paternidad que reponer con mi hija"-

Jamas había llegado tan adentro de las tierras del Amatista, pues entre mas avanzaba la seguridad era mas intensa y mas impenetrable, pero con algo de suerte con ese disfraz podríamos llegar hasta la capital sin problemas.

—Les avisaré.

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Se aburrió, así que pronto empezó a tener sueño. Antes de empezar a dormir, buscó la posición más cómoda posible y abrazó su muñeca de trapo con fuerza, apretándola contra su pecho.
No tardó en entregarse a sus dulces sueños, que sin embargo, estos comenzaron a visualizar a una mujer que el abundante cabello le tapaba la cara, en deplorable estado que pronunciaba su nombre repetidas veces, como si estuviera loca y agonizando.
Eso la perturbó demasiado y terminó despertando de golpe y llorando.

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Ese día decidí ir a aquella horrible prisión de máxima seguridad que quedaba cerca de la cima de un volcán, alejada de la capital, el cual había empezado su actividad hacía un par de meses. Largaba sus desechos al aire de vez en cuando. Me recordaba mucho a un lugar muy familiar… A medida que uno se iba aproximando al lugar, la temperatura aumentaba considerablemente.
Cerca de esa montaña, le seguía una cordillera que se extendía hasta una parte de Yellow del Sur, incluso por el agua en el mar. Allí estaban las minas donde trabajaban los prisioneros, el peor castigo que se le podría dar a cualquier infeliz que haya cometido los peores crímenes… actualmente solo contra la corona.

Esto era demasiado arriesgado incluso para mí. Pero aprovecharía la noche para introducirme al lugar que estaba apartado incluso dentro de la misma cárcel. De paso robaba aquellas esencias tan apetitosas.

Tal vez estaba traicionando a la corona del Reino Amatista del Oeste, pero no estaba de acuerdo con muchas de las conspiraciones que habían hecho desde hacía años, incluidos los planes atroces que llevaron a cabo para asesinar a la reina Morrigan. Actualmente todos alegan que fue suicidio, pero sabemos exactamente que no es así.

Ahora ya nada me importaba, y si bien esto no me beneficiaba ni un poquito, tal vez podría desaparecer de este mundo para no verle la cara a ninguno de estos despreciables mortales después que ayudara a esta gente a destruir este patético reino…

Carrigan me sacó de mis pensamientos.

—Tus pies, cierto.

Ese estúpido de Gawain había desaparecido. Aunque sabíamos perfectamente que había pasado con él hacía tres años… así que dudábamos de que estuviese vivo. Y tampoco pudimos reclamar Yellow del Norte, pues estaba completamente destruido y ningún campo servía para el cultivo gracias a los imbéciles que habían quemado todo y ahora la entidad aquella que intentó consumirme estaba al mando. Todos se encontraban asustados. Eso quería decir que tenía que sacar a la mujer esta y la niña cuanto antes.

Mientras caminaba, reflexionaba sobre lo de aquella corona, realmente podría sernos de utilidad si no siquiera nos atrevemos a probarla? Aunque si mis sospechas son ciertas, una cantidad de poder así podría volver loco a cualquiera, o peor aun, matarlo.

Entonces pude escuchar como la pequeña Elizabeth lloraba desconsolada en una de las habitaciones cercanas.

Lo primero que se me vino a la mente era que alguien la estaba lastimando o algo así, pero cuando entre vi que estaba sola sentada en el sillon.

-"Que te pasa cariño, por que lloras?"- le pregunte

—Tuve una pesadilla—Fue todo lo que dijo, entre llantos. Se empezó a refregar los ojos para ver mejor.

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Lucifenia, al salir de la parte subterránea, fue inmediatamente a la oficina de Marcus, el cual estaba ordenando el lugar con paciencia.

—Parece que tu futura esposa es algo infantil todavía— Sonrió de medio lado, todavía irónica — Vas a salir de viaje, así que ve preparando tus ropas más viejas y horribles para hacerte pasar por un mercader.

-"Que tuviste qué? Una quesadilla?"- le dije tonteando tratando de animarla -"Eso no suena tan malo, a mi me gustaría tener una en este momento"- aunque desde aquel incidente me había vuelto incapaz de tener sueños, o de siquiera dormir de forma placentera, ya que cada vez que lo intentaba solo cerraba los ojos y cuando los abría ya era de día.

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-"Sigues con eso?"- le dijo Marcus a Lucifenia -"Siquiera te haz puesto a sacar cuentas? Cuando Eli tenga edad para casarse yo sede un viejo de sesentaitantos años... Además Eli ha sido como una sobrina para mi.

>>Aunque no niego que con lo que ha pasado en los últimos años he sentido el deseo de contraer matrimonio, tener mis propios hijos y rehacer mi vida... Pero eso será después de arreglar todo este desastre"-

Elizabeth simplemente se lo quedó mirando un momento, pero al cabo de unos pocos segundos, lloró aun peor que en un principio. Eso no la había animado ni un poquito.

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—Tienes treinta ocho años, no seas exagerado.  Y dentro de unos doce años, cuanto Eli tenga quince, tú tendrás cincuenta. Y si no es contigo, será con otro viejo aun más decrépito y desagradable… ya sea porque ella lo elija o porque sus padres lo hagan. Además que así lo quiso mi dulce prima. Y no te hagas con eso de la edad , bien que muy por adentro querías tirarte a mi prima aun ella siendo recién una señorita y encima , comprometida. — Guardó silencio — Todo esto terminará cuando Amaya vuelva… y bueno, para eso tendrás que vestirte de mercader junto con la guardia especial y Andreas porque irán a buscarla a la capital — Mencionó como si nada , más bien ordenándolo.

-"No llores cariño, anda vamos afuera a dar una vuelta si?"-

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-"Se que es lo que Amaya quería, pero no puedo evitar pensar que lo hizo solo con la idea de darme algún tipo de compensación por lo ocurrido. Además no quiero esperar tanto, ni tampoco condenar a la pobre Eli a casarse con un ansiano... Y que hay de ti? Desde que te conozco nunca te he visto interés en casarte o tener hijos, claro que con todo esto no habría tiempo para tal cosa pero... Algún día?"-

Asintió, sin dejar de chillar a todo pulmón, como si se hubiera lastimado o algo parecido.
Al llegar al jardín, se fue calmando un poco y empezó a entretenerse con una mariposa que revoloteaba por ahí.

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—Hmp… “Amaya se enojará” — Pensó — ¿Yo? ¿YO? — Se sonrió y comenzó a reírse sarcásticamente — Estoy bien así como estoy. Nunca he tenido el deseo de casarme, de formar una familia o tener el romance soñado. Siquiera de niña… No vendrá nunca ese día. No me interesa. Tengo cosas más importantes que hacer que escuchar a la corte todos los días que deje un heredero, que me presenten cuadros de hombres o traigan nobles de otras tierras para cortejarme. Solo quieren mi poder y fortuna y asegurar su futuro. Yo solo quiero tranquilidad y envejecer en paz.

-"Bueno, ese es un punto de vista valido, pero también es cierto que eres aun muy joven y quien sabe, un buen día de estos te encuentres un canalla que robe tu corazón y acaben casados y con un montón de hijos...

>> Y quiero dejar una cosa en claro, yo no me quería "tirar" a nadie, Yo de verdad llegue a imaginarme una vida con Amaya, tal vez por tu mentalidad no puedas entender lo que eso significa... Igual no vale la pena seguir hablando de cosas que nunca pasaron. Pero si algo aprendí de esa experiencia fue que las cosas son como deben de ser, ella era solo una niña y yo un hombre que tenia edad para ser su padre, simplemente no podía ser.

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A las afueras del palacio, Andreas llevaba a su hija en hombros hasta donde estaba el caballo, ese caballo que con esa crin negra y esa actitud terca le recordaba tanto a Amaya.

-"Este es cariño, el caballo que tu madre tanto adoraba... Dile hola a Fir"-

—Alguien no capta el sarcasmo — Menciono Lucifenia con respecto a lo último. Luego rió por lo primero — Si tú lo dices… Nadie se fijaría en mí, por empezar. La agraciada era mi hermana, yo era la desgraciada — Sonrió como si nada — ¿Porqué tanta pregunta en cuanto a mi vida amorosa?

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— ¡Que hermoso! —Exclamó sorprendida, pasándosele toda la chinche de golpe.

Fir se sentía un poco confundido, puesto que veía a una Amaya pequeña de nuevo.