۩ღ Acacia Amarilla ღ۩ [Privado , Evil-Dog]

—Es tan sencillo cuando lo dices así — Suspiró porque de todos modos tenía que estar lejos de sus bebés — Pero si no hay otra, está bien. Las niñas se sentirán felices de salir de este palacio.

Pero otra incógnita asaltó su mente. Se aseguró que Morgana no estuviera y efectivamente se había ido de ese lugar, sin antes borrar con el pie el dibujo en la tierra.

—Supongo que si tenemos que eliminarlos, Morgana entra en el mismo saco…

-El punto de eliminarlos es que Malebolge no los encuentre y recupere sus poderes, su por nosotros fuera ni tendríamos que hacer esto, pero es el único modo de detenerlo... no se si Morgana tambien deba morir... pero cualquier cosa es mejor que ser consumido por El.-

—Seguramente. Aun así, no sé cómo decirlo sin que suene chocante, pero… sentiría que estoy clavándole un puñal por la espalda luego de todo lo que hizo por mi pobre desafortunada Isabel.  
>>Esta mañana revisé sus piecitos y estaban completamente curados, cuando la otra vez claramente seguía sufriendo las secuelas. Yo sé que fue ella quién sanó a mi niña.
>>A lo que voy es que me sentiría terrible. Pero si es necesario hacerlo, tendré que dejar mi compasión de lado. Tal vez en ese momento ella sepa comprenderlo.

Miró el suelo.

-Ahora que lo mencionas, Marcus menciono que estaba buscando una manera de curarla... si la encontráramos entonces no habrá necesidad de matarla, y creo que se por donde empezar...

>> El día que... bueno, el día que morí por primera vez tenia atascado una pequeña parte de la espada dentro de mi estomago, lo cual inhibió mis poderes... si pudiéramos aplicar ese principio para revertir su condición de sucubo, estaríamos destruyendo al oscuro que hay en ella sin matarla.

—Espero que sea seguro… — Mencionó en un tono algo preocupado.

Si eso llegaba a matarla, les ahorraba trabajo, pero si no lo hacía, también. Así que no perdían nada con intentarlo.

-Me gusta la idea de que traduscamos esas runas juntos... Como los viejos tiempos, recuerdas? Cuando llevábamos aquella relación de Amor-Odio, y te di un beso por primera vez en aquella biblioteca... Será como recrear nuestro noviazgo una vez mas.-

—Nosotros tenemos un extraño concepto  de romanticismo — Se echó a reír — ¿Cómo no me voy a acordar que me lancé encima de ti mientras estabas durmiendo? Y luego te coqueteé desvergonzadamente — Rió más fuerte — Estaré encantada de recrearlo.  Con la diferencia de que esta vez puedo permitirte más de un beso...

-Tal vez sea extraño, pero no es para nada monótono... Recuerdo que esa vez que te oanzaste sobre mi no solo me coqueteaste, sino que también metiste tu mano dentro de mi ropa... Yo no me lo podía creer, pensaba que era alguna clase de artimaña para hacer que tu padre me echara a patadas del palacio, o algo por el estilo, pero no te negare que empecé a ponerme como una piedra cuando te tenia encima de mi y tu me decias las probabilidades que tenia de convencerte para que te acostarse conmigo. Aunque al final fuiste despiadada conmigo y me dejaste así todo excitado.

—Pero ¿Qué dices? Si yo era una niña buena, dulce, inocente y pura. Solo que muy traviesa… demasiado.
>>Si teníamos que lidiar con silencios incómodos por el resto del día, es porque tú tampoco te atreviste a meterme mano, aunque sea en mi escote. Pero bueno, de todos modos, si lo hacías: 1) Ligabas un cachetazo o 2) Cumplías una de mis fantasías y yo me entregaba a ti. Después de todo , una vida de castidad no era para mí.

-Y era una cosa o la otra... O era primero la cachetada y después el sexo?.

>>En esos días yo estaba lleno de inseguridades, la mayoría del tiempo ni siquiera sabia que estaba haciendo, pues cuando me dijeron que tenia que ir a Yellow a casarme con la princesa no tenia ni idea de lo que me iba a encontrar, y no eras para nada lo que me habían contado.

Se llevó el dedo índice a la mejilla, como pensativa. La conversación estaba dando giros que a ella le resultaban bastante cómicos, más al darse cuenta de su antigua inmadurez.

— ¿Y qué te habían contado de mi?

-Que eras una niña dulce y tierna... Pero muy sumisa, que no me habrias de dar problemas... Que eras de aquellas que son tan puras y devotas a dios y a la iglesia que tendría que esperar años para que estuvieras lista para intimar... Eso fue lo que me dijo aquel viejo que aseguraba ser un amigo intimo de tu familia.-

>> y cuando te conocí por primera vez y te portaste tan cortante conmigo lo primero que pensé fue que le rompería la cabeza cuando lo volviera a ver.-

No pudo evitar reírse a las carcajadas, al punto de llorar y largar abundantes lagrimones por esa información sobre ella.

— ¡Entonces hice un muy buen trabajo manteniendo esa fachada para el afuera!— Siguió riéndose — Pero bueno, debo admitir que tú fuiste quién la ligó peor, puesto que los anteriores se rindieron a los días o semanas. Y pude sacar provecho de ellos: ¡Regalos para mí! Desde joyas hasta vestidos, zapatos, mascotas, deliciosos postres e incluso mi clavecín. Los confundía siendo dulce e inocente criatura que no mataba una mosca, pero a la vez una berrinchuda y vil manipuladora, pero sin llegar a quebrantar esa falsa apariencia de niña sumisa frente a los demás e incluso en sus propias narices.
>>Cuando llegaste tú, simplemente estaba harta de todos esos idiotas y me agarraste en un momento de “debilidad” en el que ya me costaba controlar esa fachada y mantenerla. Así que simplemente te mostré lo peor de mi de una forma más directa.

-Entonces supongo que debo sentirme halagado... Aunque para serte sincero yo me lo busque... Sabes, para que ese loco plan funcionara primero nos encargamos de sacar del camino a tus otros pretendientes, incluso semanas antes de presentarme ya estaba poniendo manos a la obra.

>>Yo, y unos cuantos soldados nos encargamos de interceptar a un par de tus pretendientes antes de que llegaran al palacio, asaltarlos, humillarlos y mandarlos de regreso por donde vinieron... De uno de ellos saque la idea de esconder acacias dentro de mi ropa... Incluso la ropa que llevaba era de El.

La tome de la mano y empecé a balanceados de atrás hacia adelante.

-Esa noche tampoco fui muy amable que digamos, tal vez debi haberte tenido un poco mas de paciencia... Quien sabe, a lo mejor te habría acabado agradando pez el final de la noche, aunque por lo que me dices creo que si no te hubiera enfrentado habría sufrido el mismo destino que los demás.-

—Obvio. A esas instancias mandarte a la punta del cerro era poco… podía hacer algunas cosas más, me seguían quedando estrategias y cartas bajo la manga. Pero bueno, gracias por espantar a esos pretenciosos, pues si realmente me hubiera enamorado de otro-poco probable- no te hubiese conocido, no nos hubiésemos casado y mucho menos tenido a mi preciosa Eli e Isa.
>>Ahora se me hace inconcebible una vida sin ti — Literalmente, pues no por nada se había vuelto loca y suicidado.

Realmente todo le daba demasiada gracia.

-No pretendo alejarme de tu lado nunca mas...-

Puso una expresión pensativa, pero sin borrar su sonrisa

>> Contéstame algo; supongamos que por azares del destino volviéramos a estar en esa situación, yo llego a tu vida y tu no me conoces... Que debería hacer yo para que te volvieras a enamorar de mi, pero esta vez sin matrimonios arreglados ni nada, solo una persona que va pasando por ahí y se fija en ti.

—Solo ser sincero y convencerme de que puedo ser la princesa de tu mundo — Respondió de una manera rápida, pero segura de lo que decía. Ella no pretendía nada más ni exigía ninguna otra cosa más que esas , pues consideraba que enfrentarla y hablarle desde el fondo del corazón era más que suficiente para quedar prendida con esa persona.

-No creo que me bastara solamente con eso... Estoy seguro de que me pondrías mas de alguna traba, pues por si no lo recuerdas, tu pensabas que mi única intención era apoderarme de todas las riquezas y poder de tu familia... Si lo intentara de nuevo tendría que idear algún tipo de plan rebuscado para que accedieras a darme una oportunidad... En otras palabras, tendría que hacer algo para llamar tu atención, y muchas otras mas para que te fijadas en mi... Se que pintandote desnuda seria una forma de impresionarte... Pero como abordarte?. Si debo ser franco, cuando mas te conocía, mas dificil me parecias, con tu sarcasmo y tu implacable actitud, mas de una vez pensé en dejar todo e irme.-

-Cuando te conocí nunca pensé que, detras de esa capa de sarcasmo y antipatía estuviera una niña enamorada, que solo buscaba a alguien que pudiera generar y compartir los sentimientos que guardaba en el fondo de su alma... Bueno, tal vez si lo imagine... Si pudiera comparar tu situación con un objeto diría que tenias un "Tapón", uno que tu misma te habías puesto por temor a ser engañada y lastimada por aquel que se atreviera a pedir tu corazón... pero cuanto mas te conocía y mas me adentraba entre esa capa, al final encontré a esa niña tierna, dulce, inteligente, creativa pero incomprendida que a gritos que ella misma sofocaba, pedia ser comprendida, valorada y amada... Que a pesar de sentirla tan cerca la tenia tan lejos, pues por las que lo intentaba no encontraba la manera de sacarla de esa prisión que era ella misma.

>> Mas que solo amor siento admiración por ti, por eso jamás te he mentdo, jamás te he podido ocultar algo por demasiado tiempo, te idolatro y te adoro, como un niño tonto que se enamora de la estrella más brillante del cielo, que aunque sabe que jamás la alcanzara, sigue intentando en su imaginación encontrar la manera.

— ¿Ves? Que seas sincero conmigo es lo que me enamora. Todas esas palabras tan bonitas y solo para mí ¿Cómo no iba a sentir algo? Tampoco es que fuera de piedra — Apretó el agarre de la mano — Yo, antes, en algunas ocasiones, sentía que no te merecía porque a veces no era del todo sincera, principalmente conmigo misma y eso era lo que me frustraba y me enojaba. Pero luego me animé a empezar a dejar muchas cosas atrás, poco a poco, hasta que si, pasó la inevitable: caí rendida ante ti por completo. Empecé a amarte aun con tus torpezas, tus perversiones y humor negro. Pero no es que me desagrade eso tampoco, es lo que para mi te hace, como lo he dicho, encantador.

-Me extraña que digas que no me merecías, podría buscar en cada rincon de este mundo y jamás encontraría a alguien que se acoplara a mi de la manera que lo haces tu, tienes esa personalidad acertiva pero a la vez tierna y considerada, ese cuerpo que me enloquece y en el cual cumplo todas mis fantasías, y ese libido que me lo permite... Estamos hechos el uno para el otro, y no podía ser de otra forma.


>> Pero bueno... Ahora tenemos mucho que hacer, decifrar ese libro... Continuar con el juego de la leche... Tener otro bebe... Tal vez este equivocado y lo que estoy a punto de decir sea una tontería pero, dados los últimos acontecimientos, como volvimos del mas aya con cuerpos renovados, fisiológicamente hablando puede que seas virgen otra vez.-

Se puso increíblemente roja con aquella noticia.
Sin embargo, tampoco ocultó su rostro sonrosado.

—Entonces que la próxima vez que intentemos hacer a nuestro pequeño retoño, que sea como cuando nos casamos… o mejor, si es que es como dices. Como una segunda oportunidad para disfrutarlo mejor.

-Claro...- Dije y seguí caminando. -Pero preocupémonos primero por traducir esta cosa... ya tendremos tiempo para lo demás.-

Llegamos a la biblioteca de Lucifenia, la cual de cierta manera se parecía a la de Amaya, con un enorme sillón y una gran mesa.

La biblioteca se había construido con los mismos planos que del Norte, al igual que todo el palacio, pero con el tiempo se fue modificando y creando otras partes para estar de acorde un poco con la moda del momento, haciéndolo un edificio un poco más moderno, pero manteniendo aquel estilo que trataba de conservar la antigüedad y la esencia estilística de sus ancestros.

Amaya se subió a las escaleras para buscar los libros que necesitaba para comenzar, los cuales se encontraban muy arriba. Una vez que los tuvo a todos, los apoyó encima de la mesa.

—Comencemos— Sonrió.